Julian Barnes: ‘El sentido de un final’
Brutal. No encuentro otro adjetivo para calificar esta novela. Me ha durado un suspiro… No conocía a Barnes, pero ahora tengo ganas de darle un repaso a su producción…
Tony Webster y su pandilla conocieron a Adrian en el instituto. Eran tres, como los mosqueteros, y luego cuatro, cuando se les unió Adrian. Hambrientos de sexo, de saber, de literatura, atravesaron juntos una desgarbada adolescencia con una permanente sequía de chicas, intercambiando poses, chistes y chismes, humor e ingenio. Quizá Adrian fuese un poco más serio que los demás, y desde luego el más inteligente, pero los cuatro se prometieron seguir siendo amigos para siempre. Y así fue en los primeros tiempos de universidad y las primeras novias, hasta que la vida de Adrian dio un vuelco trágico y todos, especialmente Tony, miraron hacia otro lado, se alejaron, hicieron lo posible por olvidar. Ahora Tony vive solo en un pacífico y próspero retiro, tras una vida opaca que poco tiene que ver con la que fantaseaba en su juventud. Está divorciado desde hace años, aunque mantiene una relación amistosa con su exmujer, y tiene una hija ya casada.
Y un día recibe una carta de un abogado: Sarah Ford, la madre de Veronica, su primera novia, le ha legado quinientas libras y un sobre con un manuscrito. Le entregan el dinero y una carta de Sarah, donde insinúa que es una compensación por el maltrato, la humillación que sufrió en su primera visita a la familia de Veronica. Pero el manuscrito nunca llega. Y Tony averigua que son los diarios de Adrian, que ahora están en manos de Veronica y no piensa entregárselos. Y estos diarios, que el narrador está ansioso por conseguir y el lector ansioso por leer, son el oscuro, enigmático corazón de una novela espléndida, premiada con el prestigioso Man Booker, y en la que, como afirmaba Tony en sus discusiones de estudiante, «la Historia son las mentiras de los vencedores, pero también las mentiras con que se engañan a sí mismos los vencidos». Y la memoria no es más que una construcción cambiante, versiones que adaptamos a aquello en los que nos vamos convirtiendo.
Creo que le voy a dar unas cuantas vueltas a esta novela en la cabeza los próximos días… Sí, definitivamente, es uno de esos libros que, al menos a mí, me hace pensar. De hecho, ¡he apuntado un montón de frases para releerlas! Muy interesante…
La novela en sí es un batiburrillo de cosas, pero bien traídas y con sentido (la historia sigue una lógica, no es una mezcolanza desordenada, nada de eso). Reflexiones sobre la amistad, el amor, la vida, la muerte, el suicidio, el paso del tiempo, el remordimiento, la culpa, la soledad, el recuerdo… Yo qué sé. Y todo contado a través de una historia que no es lo que parece y que acaba en un pseudoculebrón bastante irónico. Eso sí, me ha sobrado un pequeño detalle que no puedo desvelar para no chafar la novela. Aun así, me ha gustado mucho y estoy convencida de que, en breve, caerá algún otro libro de Barnes (quizá El loro de Flaubert, título genial).
El sentido de un final está todavía entre las novedades de las librerías (aunque yo llevo ya unas cuantas reseñas leídas en otros blogs), así que lo tenéis fácil para conseguirla si os ha despertado un poco la curiosidad. ¿Alguien la ha leído ya? ¿Os ha gustado? Tenéis los comentarios a vuestra disposición…