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Un libro que aparezca en una serie de TV (30 libros)

Pues hoy tenía muchas opciones. Demasiadas. Podría haber hablado del capítulo de Friends en el que Joey y Rachel se intercambian sus libros favoritos y Joey lee Mujercitas (Louisa May Alcott) y Rachel acaba con Cujo (Stephen King). O podría haber elegido Historia de dos ciudades, de Charles Dickens (con su comienzo perfecto) leído en Perdidos por Desmond (uno de mis personajes favoritos). La lista podría seguir; pero, en mi mente, se caía por su propio peso que tenía que escribir sobre la Divina comedia, de Dante Alighieri, que Don Draper de Mad Men lee al comienzo de una de las temporadas.

'Divina comedia'

‘Divina comedia’

Si tuviera que elegir un clásico, no sé si acabaría seleccionando la Divina comedia, pero desde luego estaría muy arriba en el escalafón de mis clásicos predilectos. Me parece una obra prácticamente perfecta. El paseo al que nos invita Dante por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso lleva acompañándome a temporadas desde que descubrí esta excelsa obra, hace ya muchos años.

¿Viene a cuento que Don Draper lea esta obra en un momento de la serie? Conociendo cómo se las gastan los guionistas de Mad Men, que no dan puntada sin hilo, es de lo más conveniente.

Don aparece leyendo el Infierno (es decir, el comienzo del viaje) en el primer capítulo de una temporada (creo que la sexta, pero no estoy segura). Y, para quienes no conozcáis la obra, la Divina comedia empieza así:

Nel mezzo del cammin di nostra vita 
mi ritrovai per una selva oscura 
ché la diritta via era smarrita.
(En medio del camino de nuestra vida
me encontré por una selva oscura,
porque la vía recta era perdida).

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Don Draper leyendo el Infierno de la 'Divina comedia'

Don Draper leyendo el Infierno de la ‘Divina comedia’

¿Tienen sentido estos versos en la vida de Don Draper? Sí, porque es un hombre de mediana edad, totalmente perdido. Que Don esté leyendo a Dante puede interpretarse como una auténtica declaración de intenciones por parte de los guionistas sobre el periplo vital que le espera a Don Draper desde ese momento hasta el final de la serie (que me pareció soberbio; junto con el de Six feet under, el mejor final de serie que recuerdo).

Por supuesto, tanto la Divina comedia como Mad Men son dos grandes recomendaciones. Eso sí, si os aventuráis con Dante en su viaje, intentad informaros un poco antes sobre de qué va todo el asunto (si alguien os puede explicar los círculos, los símbolos y demás, muchísimo mejor), porque vais a disfrutar todo mucho más. Y, ya puestos, otra recomendación de Dante: La vita nuova. Sensacional. L’amor che muove le sole e l’altre stelle…

Vuestro turno. ¿Un libro que aparezca en una serie de televisión? Hoy es de los días más fáciles (al menos para mí), así que no remoloneéis y comentad. 😉

Un libro que aparezca en una película (30 libros)

Otro día en que no me voy a estrujar excesivamente el coco. Aprovecho que, justo antes de escribir esto, he visto una película donde salía alguien leyendo para agenciarme un título. Como la peli me encanta, aunque del libro no puedo decir mucho, he decidido que es una buena opción. No me da la cabeza para más estos días, lo siento (si vierais mi montaña de trabajo, vendríais a abrazarme y a consolarme).

'The Royal Tenenbaums'

‘The Royal Tenenbaums’

La película es The Royal Tenenbaums (creo que en castellano es algo así como Los Tenenbaum: una familia de genios: ¿por qué hacen estas cosas con los títulos, por qué?), de Wes Anderson. Si no la habéis visto, corred, que es muy buena y os vais a divertir con una familia loquísima.

Y uno de los miembros de esa familia demencial es Margot, interpretada por Gwyneth Paltrow, dramaturga desde su más tierna infancia que lee continuamente. Y uno de los libros que lee son las Obras completas de G. B. Shaw (justo el que aparece en la fotografía). He buscado esa edición por internet, pero no he dado con ella.

'Pygmalion'

‘Pygmalion’

Las han publicado varias editoriales (en inglés) y las obras sueltas de Shaw (con Pigmalión, quizá, como la más conocida) se encuentran muy fácilmente (están casi todas editadas por Penguin). No me resisto a poner la típica portada de Penguin Classics (mi debilidad) de Pygmalion. 

No soy una gran lectora de teatro, prefiero ir a ver las obras (por cierto, para los bilbaínos, este fin de semana acaban las representaciones de Orquesta de señoritas en Pabellón n.º 6; la vi el otro día y la disfruté de lo lindo, así que, si tenéis oportunidad, no la dejéis pasar). Aun así, también tuve mi temporada de lectora de obras teatrales. Fue hace algún tiempo, eso sí (últimos años de carrera y los inmediatamente posteriores). Luego lo abandoné totalmente. Pero en esos años cayeron varias obras de Shaw; además de Pigmalión, recuerdo especialmente César y Cleopatra o Santa Juana.

No obstante, me repito, creo que hoy traigo esto al reto más para recomendar la película que el libro (o libros) en sí (el teatro leído no es lo mismo). Si no habéis visto a los Tenenbaum, dadles una oportunidad.

Os toca. ¿Libros en películas? ¡Es muy fácil! Así que, ya sabéis, como todos los días, a los comentarios.

Un libro que te dé sed (30 libros)

Como no puedo volver a hacer trampas (aunque no fueran trampas del todo) como ayer, hoy sí voy a hablar de un libro que, cada vez que lo veo, me hace que tenga ganas de beber algo. ¿Qué? Café (cómo no). Y no es por la novela en sí, aviso, sino por su título: Un granizado de café con nata, de Alessandra Lavagnino.

'Un granizado de café con nata'

‘Un granizado de café con nata’

El título de la novela me parece un horror, que conste, y no la habría leído si no fuera porque me la recomendó mi querida Stephen, a la que en cuestión de libros hago caso con los ojos cerrados. Solo que esta vez… el granizado se me atragantó un poco. Es una de las poquísimas novelas que me ha recomendado que no me ha terminado de convencer. Aun así, yo se la he sugerido a varias personas y les ha gustado mucho, así que debo de ser yo, que no le pillé el tranquillo a Agata, la protagonista.

El planteamiento inicial de la novela es muy interesante, como podéis ver en la sinopsis que os copié cuando hablé de ella aquí. Perder la capacidad de mentir. Ser obligatoriamente sincero. No poder callar. Y la mafia de por medio…

Aun así, la razón por la que la vuelvo a citar hoy, aparte de porque puede ser una buena recomendación (aunque a mí no me gustara), es porque su título me incita a beber café (no granizado, ni con nata, pero sí café —con leche y corto, por favor—).

Y os paso la pelota. ¿Qué libros os producen sed? Os espero, si queréis, en los comentarios. Y recordad que podéis mencionar tantos libros como queráis y que el anunciado de la categoría no os tiene por qué sugerir lo mismo que a mí. 😉

Un libro que te dé hambre (30 libros)

Si pensáis que, con esta categoría, os voy a hablar de libros de recetas o de novelas que tengan que ver con cocinas y platos suculentos… estáis equivocados. En parte, porque no he encontrado nada relacionado con comida (en forma de novela) que me convenza. Y, en parte, porque me voy a aprovechar de que el sustantivo hambre tiene más de una acepción. De hecho, la tercera que recoge el DRAE es ‘apetito o deseo ardiente de algo’.

Hace unos meses leí una novela que, quitando sus partes más «graves» y quedándome con las más ligeras, sí que me produjo (y su recuerdo aún me produce) una sensación de ganas, de hambre… Es También esto pasará, de Milena Busquets.

'También esto pasará'

‘También esto pasará’

Hablé largo y tendido de la novela en su día (con la que tuve mis más y mis menos, aunque reconozco que, al final, sí me gustó), así que me voy a centrar en el hambre. ¿De qué me da(ba) hambre También esto pasará? La clave está en algo que ya dije entonces. Comparé esta novela (o un momento de ella) con un episodio de Sexo en Nueva York (versión veraneo en Cadaqués posfuneral). Bien, pues, todo lo que me hizo afirmar esto es lo que me produce esta «hambre».

Porque la protagonista de la novela tiene una necesidad inexorable de vivir, de llenar su vida de lo más lúdico y alegre para sobrevivir a la muerte de su madre. Y esa hambre de vida es la que se despertó en mí misma al leer la novela. Blanquita, la protagonista y álter ego de la autora, desea amigos, risas, mucho sexo, sol, mar, fiestas, niños, comidas, terrazas, lecturas… Despreocupación y tranquilidad. Disfrute de todos los placeres de la vida en un intento de sortear la tristeza bailando por lo más liviano y ligero.

Bien, pues yo tengo mucha hambre de todas esas cosas (supongo que, ahora que llega el verano, veo todo esto mucho más cerca, pero en febrero se me antojaba todo excesivamente lejano y, por qué no decirlo, incluso complicado). ¿Saciaré mi hambre de todo esto este verano? Lo iremos viendo.

Os toca. Podéis emplear el término hambre en cualquiera de sus acepciones, así que podéis hablar de comida o de cualquier deseo fuerte que tengáis. Espero vuestros títulos en los comentarios.

Un libro que te costó mucho conseguir (30 libros)

Hoy hablaría de un libro magnífico que en la actualidad es muy difícil de conseguir, pero haría trampas, porque a mí en su día no me costó encontrarlo (el problema es ahora, hace unos años era bien sencillo). Así que, he tenido que hacer memoria y recorrer mis estanterías para dar con alguno que resultó complicado de tener en la mano. Los más difíciles ya los he usado (o los voy a usar) en otras categorías del reto; menos mal que, como escondidito, di con un libro que encaja hoy como un guante. Es Helena o el mar del verano de Julián Ayesta.

'Helena o el mar del verano'

‘Helena o el mar del verano’

Me acabo de dar cuenta de que este libro lo saqué en otro reto hace un par de años. Y precisamente en esa entrada cuento que este libro me lo recomendó mi amiga Mer precisamente porque no encontraba ningún título para otra categoría de ese reto y este se ajustaba bastante a lo que yo estaba buscando. Luego lo solucioné de otra forma y hablé de otro libro en aquella categoría, pero por el camino me leí esta desconocida joya de la literatura española de posguerra.

Lo cierto es que me costó una barbaridad dar con él, a pesar de que Acantilado lo había rescatado hacía unos años. Me recorrí todas las librerías de Bilbao, lo busqué en internet e imposible. No sé qué pasaba con esta mininovela (brevísima), que no había forma de dar con ella. Al final, obviamente, la encontré. Digamos que esta novela bien podría estar en la categoría de libros injustamente olvidados.

Os toca. ¿Qué libros os ha costado mucho conseguir? ¿Cómo los conseguisteis al final? Podéis contar lo que queráis en los comentarios y, también, dejar vuestros títulos en Twitter (con la etiqueta #30libros).

Un libro que no leerías aunque te pagaran (30 libros)

Pues hoy voy a mentir como una bellaca. Porque, por mi trabajo, si me pagan, leo cualquier cosa; y ese «cualquier cosa» es literal. Entonces, ¿qué elijo para esta categoría? Obviamente, no me voy a tomar el enunciado al pie de la letra. Voy a elegir entre libros que no leería en mi tiempo de ocio. Tengo uno, que no está del todo mal, todo sea dicho, pero que voy a seleccionar por el tipo de literatura que representa (más que por la novela en sí que, repito, podría llegar a tener su puntito). Es Proyecto Omega, de Steve Alten.

'Proyecto Omega'

‘Proyecto Omega’

Años 2020-2025. En los cinco años que duró la Gran Mortandad murieron millones de personas. Durante ese período, cuando el mundo se convirtió en un lugar salvaje, escenario de una lucha a muerte por cualquier alimento, el joven Robert se encontró a sus padres asesinados en su propia casa. Desde entonces, ha sobrevivido solo, aislado. El tiempo pasa y el gobierno aspira a restablecer la ley. Pretende crear un nuevo orden, un mundo basado en un consumo racional de energía limpia. Las autoridades reclaman a Robert, porque en su día participó en un proyecto para obtener una nueva fuente de energía de la Luna. Ahora le necesitan para que se una a una misión en la Antártida, el único lugar con condiciones similares a las de una de las lunas de Júpiter, Europa.. Una palpitante aventura cargada de adrenalina.

Hay libros a los que no me acerco. Los autopublicados para empezar. Podría haber ido a Amazon, ver el autopublicado de turno que se ha colado por, prácticamente, regalar su libro en la lista de más descargados y traerlo hoy aquí. Pero tampoco quiero hablar de algo que desconozco. Dejo a los autopublicados en paz, que bastante tienen ellos solos.

Primer descarte hecho. Sigamos. Aunque hay subgéneros dentro de la literatura que, generalmente, no me gustan, si me dan una buena novela de cualquiera de ellos, la disfruto como la que más. Y, aunque no me hagan mucho chiste, puedo leer novela histórica o novela negra si me ponen un buen texto delante. Más descartes.

¿Qué género ni me gusta ni he encontrado nada que, al menos, satisfaga unas mínimas expectativas? La ciencia ficción futurista apocalíptica. Jamás he leído nada que me haya, siquiera, suscitado un poco de curiosidad. Venga, busquemos. No ha hecho falta mucho para acordarme de la novela de hoy (algunos os imaginaréis perfectamente por qué; solo diré que su corrección fue tremendamente complicada).

Que conste que la sinopsis no le hace justicia (se olvida de los cefalópodos que se comunicaban con el protagonista telepáticamente, por ejemplo) y reconozco que la gente a la que le guste este género puede disfrutar como una enana con esta historia, que va de sorpresa en sorpresa. De hecho, en algunas páginas se pueden encontrar discusiones y diálogos bastante interesantes sobre temas como el papel de la ecología en la evolución del ser humano (sí, el autor se pone serio a veces —critica a Monsanto constantemente, por ejemplo—, pero esto es antes de que aparezcan los pulpos o calamares o no recuerdo ya qué animal era).

¿Leería yo esto? Ni loca. ¿Creo que es una buena opción para los seguidores de la ciencia ficción futurista? Sí. De ahí que esté hoy aquí. Además, hablo de algo que conozco, que la he leído (y releído).

Os toca. ¿Qué no leeríais nunca? ¿Alguna novela que os haya marcado para mal y hayáis decidido no volver a leer nada similar? Como todos los días, a los comentarios (y a Twitter, con la etiqueta #30libros y una pista al menos sobre qué día estáis comentando).

Un libro bonito (30 libros)

He tenido mil dudas para la categoría de hoy. La ambigüedad del enunciado me ha complicado bastante la existencia. Un libro bonito… ¿Por qué bonito y no otro adjetivo? ¿Bonito por dentro, por fuera? ¿Continente, contenido? ¿Forma, fondo? ¿Todo? Después de darle muchísimas vueltas, me he decidido por La muerte de la bien amada, de Marc Bernard.

'La muerte de la bien amada'

‘La muerte de la bien amada’

Estoy convencida de que, muchas veces, no hace falta más que un adjetivo en apariencia tan sencillo e, incluso, algo vulgar como bonito para describir algo que realmente lo es. Nos liamos buscando formas de expresar algo que podríamos aclarar empleando una frase tan manida, pero tan elocuente, como «Es bonito». Y esa es la sensación que tengo con esta novela. Esta novela es bonita. Será dura y triste y delicada y dulce y profunda y… (metamos los adjetivos que queramos). Pero es bonita. La historia de amor es bonita (en serio, no hay tantas historias de amor tan bonitas), la forma en que Bernard cuenta su vida es bonita, cómo habla de su mujer es bonito, las palabras que elige son bonitas. ¿Simple? Quizá, pero es un término de lo más pertinente. La muerte de la bien amada es un libro bonito (y muchas otras cosas también; pero, sobre todo, bonito).

Incluso la foto que han elegido para la cubierta me parece de lo más apropiada (y bonita). Creo que recoge y refleja a la perfección la complicidad con la que vivían Else y Marc.

¿Aconsejo la lectura del libro? Con los ojos cerrados. De hecho, creo que, con el paso del tiempo, aprecio La muerte de la bien amada ahora más, incluso, que cuando la leí (y os dejé aquí mis impresiones). ¡Qué bello! ¡Qué triste! ¡Qué bonito!

Os toca. ¿Un libro bonito? Como el enunciado es tan ambiguo, podéis interpretarlo como queráis. Lo importante: que llenéis los comentarios de libros bonitos.

Un libro con un personaje con tu apellido (30 libros)

La categoría de hoy es im-po-si-ble para mí; ayer lo tuve relativamente fácil, pero hoy… Teniendo en cuenta que podrían haber hecho la lista de Ocho apellidos vascos con los míos (aunque solo conocéis mis dos primeros apellidos, Basterrechea Arteche, el resto sigue la estela), a no ser que me ponga a buscar en literatura vasca actual (que no controlo), no creo que vaya a encontrar nada. Desde luego, yo no conozco personajes con mis apellidos. Aun así, os voy a contar una anécdota que tiene que ver con un libro y mi primer apellido, y además aprovecho para recomendar ese libro, que me parece una maravilla. Hoy toca El cielo de Lima de Juan Gómez Bárcena.

'El cielo de Lima'

‘El cielo de Lima’

El cielo de Lima ya lo usé en una de las categorías del anterior reto, en «Un libro basado en un hecho real». Tengo la reseña a medio escribir, pero, no sé bien por qué, no la acabo de publicar. Cualquier día después del reto. Para mí, una de las lecturas más amenas del año pasado. Muy muy muy recomendable, de verdad.

Y ahora vamos con la anécdota sobre mi apellido. Os cuento todo tal cual ocurrió. El verano pasado, cuando empecé a leer El cielo de Lima, me lo llevé un día a la playa. Saqué una foto del libro y la subí a Instagram (la foto está aquí, para los curiosos). Como cuando subo las fotos a Instagram las comparto también en otras redes, la foto la vio la agente literaria de Juan (nos seguimos en Twitter y Facebook) y ella la compartió a su vez con sus seguidores. Cuando Juan vio la foto, se puso en contacto conmigo. Y en su mensaje hubo una frase que me llamó la atención, porque decía algo así: «Que casi te apellides como uno de los protagonistas de la novela tiene que ser una señal». Yo aún no había visto nada que se pareciera a mi apellido en la lectura, pero un par de capítulos más adelante se especificaba que el segundo apellido de uno de los protagonistas, José Gálvez, era… Barrenechea. Que no es igual, pero se parece mucho (que se lo digan a mi hermano, que siempre le confundían en el colegio con un chico que se apellidaba así y le daba muchísima rabia).

Curiosamente, a finales de marzo, coincidimos varias personas con Juan en Bilbao y, cuando nos presentaron, Juan me volvió a recordar lo del apellido. Así que, como no hay personaje que se apellide Basterrechea que yo sepa (si alguien conoce alguno, por favor, que me lo diga, que me haría mucha ilusión), me quedo con el Barrenechea, aunque sea de segundo, del personaje de El cielo de Lima.

Os toca. Me imagino que, como ayer, habrá gente que lo tenga muy fácil y gente que no encuentre un personaje con su apellido (o cualquiera de sus apellidos) ni por casualidad. Pues, os digo lo mismo que ayer: si encontráis el de vuestro vecino, jefe, amante, enemigo o lo que sea… contádnoslo. Y tampoco hace falta que especifiquéis vuestros apellidos si no queréis, solo faltaba. Tenéis los comentarios para llenarlos de títulos.

Un libro con un personaje con tu nombre (30 libros)

Pues… supongo que hay muchos libros con Mónicas por ahí, pero yo no me voy a romper mucho la cabeza. Y voy a hablar de un libro que no he leído, pero que está en la mesa de novedades de cualquier librería (aunque salió hace unos meses ya). Es Música para feos, de Lorenzo Silva.

'Música para feos'

‘Música para feos’

Una historia de amor a contracorriente, entre una joven periodista y un militar veterano, con el telón de fondo de la guerra de Afganistán. Mónica y Ramón se conocen por azar, en un local nocturno, en el que ninguno de los dos pinta gran cosa. A veces, las historias comienzan así. Mónica y Ramón no han tenido mucha suerte en la vida, ni les quedan demasiadas esperanzas de tenerla alguna vez. Mónica es una periodista al borde de los treinta que subsiste con un subempleo que detesta. Ramón, mediados los cuarenta, se obstina en ser un misterio: no desvela a qué se dedica. Podrían no haberse vuelto a ver nunca, pero una semana después se reencuentran y la cosa ya no tiene remedio: la música que se les negaba empieza a sonar. Tiempo después, Mónica lo recuerda. En sus propias palabras:«Lo único limpio y hermoso que de veras he tenido».

No os puedo contar nada, porque ya os he dicho que no lo he leído. Pero sí he leído alguna reseña y me quedé con el dato de que la protagonista se llama Mónica (algún día os explicaré qué significa mi nombre, que tiene su miga). Parece el perfecto libro de playa, así que no descarto que caiga este verano en la ídem.

Sé que mucha gente hoy me va a odiar porque no va a encontrar personajes con su nombre. Ni mañana con su apellido (yo lo tengo complicado, no os penséis). Me estoy acordando ahora mismo de cierto nombre que aparece en el 90 % de las novelas que corrijo (a ver si aparece alguna persona con ese nombre por los comentarios; si no, ya os lo contaré), así que hay gente que lo tiene más fácil. Pero si alguien no encuentra a ningún personaje con su nombre, pero sí uno con el de su madre, su hijo, su novia, su marido o su mejor amiga… pues que nos lo cuente. De todas formas, basta con dar un título, no hace falta que digáis vuestro nombre si no queréis (como hay gente que comenta con seudónimo, por si acaso). Ya sabéis que os podéis explayar todo lo que queráis en los comentarios.

Un libro cuya lectura hayas parado para pensar (30 libros)

Pues, como resulta que llevo desde Navidades con un libro que voy degustando poquito a poquito, parándome casi en cada párrafo a pensar y reflexionar, la categoría de hoy estaba cantada. Hoy toca Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa.

'Libro del desasosiego'

‘Libro del desasosiego’

El Libro del desasosiego es una de las obras literarias más importantes del siglo XX. Obra maestra póstuma, retrato de la ciudad de Lisboa y de su retratista, se compone de cientos de fragmentos que oscilan entre el diario íntimo, la prosa poética y la narrativa, en un conjunto fundamental para comprender el lugar de Fernando Pessoa en la creación de la consciencia del mundo moderno.

Me llevan recomendando este libro veinte años. Tal cual. Personas muy diversas y de las que me fío muchísimo. Pero nada, no hacía caso. En maldita la hora, porque lo estoy disfrutando enormemente. Y os cuento cómo he empezado a leerlo al final, que el blog tiene mucho que ver.

En el último reto, Santi, al que podéis ver por los comentarios estos días y, para los que no lo sepáis, es el «responsable» de ULAD (y en cierta forma culpable de que haya organizado otro reto ante su insistencia de un reto, no ya de 30 libros, sino de 365 —cómo se nota que en ULAD sois muchos, yo estoy solita en esta historia y no me da la vida para más—), mencionó en una de las categorías este libro de Pessoa y yo le dije que no lo había leído. Para él, que además está viviendo en Lisboa desde hace unos años, supongo que esto fue lo más parecido a una blasfemia y, cuando vino a Bilbao a pasar las Navidades, me llamó un día para tomar un café y me regaló el libro (en una preciosa edición que ha preparado un compañero suyo de la Universidad de Lisboa, si no recuerdo mal).

Y llevo desde entonces leyéndolo a trocitos, paladeándolo y gozándolo. Es una joya. Hasta que no lo termine, no voy a decir nada más. Pero parece que la categoría de hoy está pensada para el Libro del desasosiego. Si no lo habéis leído, haceos con él.

Os toca. ¿Un libro que os haga pensar? ¿Un libro cuya lectura hayáis parado para reflexionar? Los comentarios son vuestros (y Twitter, con la etiqueta #30libros, ya sabéis).



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