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Julian Barnes: ‘El sentido de un final’

Brutal. No encuentro otro adjetivo para calificar esta novela. Me ha durado un suspiro… No conocía a Barnes, pero ahora tengo ganas de darle un repaso a su producción…

'El sentido de un final'

‘El sentido de un final’

Tony Webster y su pandilla conocieron a Adrian en el instituto. Eran tres, como los mosqueteros, y luego cuatro, cuando se les unió Adrian. Hambrientos de sexo, de saber, de literatura, atravesaron juntos una desgarbada adolescencia con una permanente sequía de chicas, intercambiando poses, chistes y chismes, humor e ingenio. Quizá Adrian fuese un poco más serio que los demás, y desde luego el más inteligente, pero los cuatro se prometieron seguir siendo amigos para siempre. Y así fue en los primeros tiempos de universidad y las primeras novias, hasta que la vida de Adrian dio un vuelco trágico y todos, especialmente Tony, miraron hacia otro lado, se alejaron, hicieron lo posible por olvidar. Ahora Tony vive solo en un pacífico y próspero retiro, tras una vida opaca que poco tiene que ver con la que fantaseaba en su juventud. Está divorciado desde hace años, aunque mantiene una relación amistosa con su exmujer, y tiene una hija ya casada.

Y un día recibe una carta de un abogado: Sarah Ford, la madre de Veronica, su primera novia, le ha legado quinientas libras y un sobre con un manuscrito. Le entregan el dinero y una carta de Sarah, donde insinúa que es una compensación por el maltrato, la humillación que sufrió en su primera visita a la familia de Veronica. Pero el manuscrito nunca llega. Y Tony averigua que son los diarios de Adrian, que ahora están en manos de Veronica y no piensa entregárselos. Y estos diarios, que el narrador está ansioso por conseguir y el lector ansioso por leer, son el oscuro, enigmático corazón de una novela espléndida, premiada con el prestigioso Man Booker, y en la que, como afirmaba Tony en sus discusiones de estudiante, «la Historia son las mentiras de los vencedores, pero también las mentiras con que se engañan a sí mismos los vencidos». Y la memoria no es más que una construcción cambiante, versiones que adaptamos a aquello en los que nos vamos convirtiendo.

Creo que le voy a dar unas cuantas vueltas a esta novela en la cabeza los próximos días… Sí, definitivamente, es uno de esos libros que, al menos a mí, me hace pensar. De hecho, ¡he apuntado un montón de frases para releerlas! Muy interesante…

La novela en sí es un batiburrillo de cosas, pero bien traídas y con sentido (la historia sigue una lógica, no es una mezcolanza desordenada, nada de eso). Reflexiones sobre la amistad, el amor, la vida, la muerte, el suicidio, el paso del tiempo, el remordimiento, la culpa, la soledad, el recuerdo… Yo qué sé. Y todo contado a través de una historia que no es lo que parece y que acaba en un pseudoculebrón bastante irónico. Eso sí, me ha sobrado un pequeño detalle que no puedo desvelar para no chafar la novela. Aun así, me ha gustado mucho y estoy convencida de que, en breve, caerá algún otro libro de Barnes (quizá El loro de Flaubert, título genial).

El sentido de un final está todavía entre las novedades de las librerías (aunque yo llevo ya unas cuantas reseñas leídas en otros blogs), así que lo tenéis fácil para conseguirla si os ha despertado un poco la curiosidad. ¿Alguien la ha leído ya? ¿Os ha gustado? Tenéis los comentarios a vuestra disposición…

Leídos en 2023

Aunque puede dar la sensación de que tengo el blog abandonado, esto no es del todo cierto. Solo publico una entrada al año, sí, pero me acerco a menudo a actualizala, porque es la lista de los libros que voy leyendo (y también actualizo con cierta regularidad mi particular lista de deseos; si me queréis hacer un regalo, ahí tenéis ideas). En esta lista no entran ni abandonos (solo libros terminados) ni libros de mi trabajo (a no ser que los haya vuelto a leer por ocio, que a veces sucede). Si tenéis más curiosidad, en mi IG suelo publicar fotos de los libros que componen esta lista. Y, sin más dilación, aquí están mis libros de 2023:

Enero

  • Ingvild H. Rishoi: La puerta de las estrellas (Galaxia Gutenberg).
  • Céline Curiol: Las leyes de la ascensión (Periférica & Errata Naturae).
  • Mary Oliver: Horas de invierno (Errata Naturae).
  • Marie Aubert: Adultos (Nórdica).
  • Ali Hazelwood: La hipótesis del amor (Contraluz).
  • Mercè Rodoreda: Espejo roto (Austral).
  • Marta Orriols: Ese lugar al que llamamos casa (Destino).
  • Hanif Kureishi: Intimidad (Anagrama).

Febrero

  • Agnès Martin-Lugand: A la luz del amanecer (Alfaguara).
  • Maximiliano Barrientos: Fotos tuyas cuando empiezas a envejecer (Periférica).
  • Pablo Acosta: La casa de mi padre (H&O Editores).

Marzo

  • Violeta Gil: Llego con tres heridas (Caballo de Troya).
  • Julian Barnes: Elizabeth Finch (Anagrama).

Abril

  • Katie Kitamura: Intimidades (Sexto Piso).
  • Gueorgui Gospodínov: Las tempestálidas (Fulgencio Pimentel).

Mayo

  • Ocean Vuong: En la Tierra somos fugazmente grandiosos (Anagrama).
  • Laura Ferrero: Los astronautas (Alfaguara).
  • Emmanuel Carrère: V13 (Crónica judicial) (Anagrama).
  • María Negroni: El corazón del daño (Random House).
  • Jumpa Lahiri: Cuentos romanos (Lumen).

Junio

  • Esther Kinsky: Arboleda (Periférica).
  • Nuria Barrios: La impostora: Cuaderno de traducción de una escritora (Páginas de Espuma).
  • Delphine Horvilleur: Vivir con nuestros muertos (Libros de Asteroide).
  • Eloy Fernández Porta: Los brotes negros (Anagrama).
  • Karl Ove Knausgård: En invierno (Anagrama).
  • Alice Rivaz: La paz de las colmenas (Errata Naturae).

Julio

  • Catherine Lacey: Altar (Alfaguara).
  • Aurora Freijo Corbeira: Cuerpo vítreo (Anagrama).

Agosto

  • Alejandro Zambra: Poeta chileno (Anagrama).
  • Mary Robison: Por qué haría yo (Malas Tierras).
  • Karl Ove Knausgård: La estrella de la mañana (Anagrama).

Septiembre

  • Irene Solà: Te di ojos y miraste las tinieblas (Anagrama).
  • Ali Smith: Fragua (Nórdica).
  • Aurora Venturini: El marido de mi madrastra (Tusquets).
  • Maggie O’Farrell: El retrato de casada (Libros del Asteroide).

Octubre

  • Giorgio Bassani: El jardín de los Finzi-Contini (Acantilado).
  • Jacobo Bergareche: Las despedidas (Libros del Asteroide).
  • Marina Garcés: El tiempo de la promesa (Anagrama).

Noviembre

  • Leila Slimani: El país de los otros (Cabaret Voltaire).
  • Adèle Rosenfeld: Las medusas no tienen orejas (Seix Barral).
  • Thora Hjörleifsdottir: Magma (Galaxia Gutenberg).
  • Lizzy Stewart: Alison (Errata Naturae).
  • Violaine Bérot: Como bestias (Las afueras).
  • Patricio Pron: La naturaleza secreta de las cosas de este mundo (Anagrama).

Diciembre

  • Jon Fosse: Mañana y tarde (Nórdica y De Conatus).
  • Gabriela Escobar Dobrzalovski: Si las cosas fuesen como son (H&O Editores).
  • Hervé Le Tellier: No hablemos más de amor (Seix Barral).


Leídos en 2019

Aunque el blog está muy muy parado últimamente (siempre tengo la intención de volver, pero siempre hay algo que me lo impide y, al final, la intención se queda en eso), hay listas que sigo actualizando: la de los libros leídos ese año y la de la lista de deseos.

Así que en esta entrada (que dejaré destacada para que pueda consultarse de manera sencilla) iré apuntando los libros que voy leyendo. En realidad, aparecerán los que acabe, porque tengo que admitir que empiezo muchos que abandono por el camino (normalmente, porque no me gustan, aunque no es la única razón y, además, todos los años termino más de un libro que no me convence). Y ya, sin más dilación, mis libros de 2019:

Enero

  • Emily Bronte: Cumbres borrascosas (edición de Alma Clásicos ilustrada por Sara Morante).
  • Isaac Rosa: Feliz final (Seix Barral).
  • Jesmyn Ward: La canción de los vivos y los muertos (Sexto Piso).
  • Marta Carnicero: El cielo según Google (Acantilado).
  • Iván Repila: El aliado (Seix Barral).
  • Eva Baltasar: Permafrost (Literatura Random House).
  • Elizabeth Hardwick: Noches insomnes (Navona).

Febrero

  • Samanta Schweblin: Kentukis (Literatura Random House).
  • Carmen Laforet: Nada (Destino) (relectura).
  • Marta Orriols: Aprender a hablar con las plantas (Lumen).
  • Amy Liptrot: En islas extremas (Volcano).

Marzo

  • Aixa de la Cruz: Cambiar de idea (Caballo de Troya).
  • Stig Sæterbakken: Siamés (Mármara).
  • Domenico Starnone: Ataduras (Lumen).
  • Jeanette Winterson: Escrito en el cuerpo (Lumen).
  • Mirko Sabatino: El verano muere joven (Sexto Piso).
  • Edurne Portela: Formas de estar lejos (Galaxia Gutemberg).
  • Nuria Labari: La mejor madre del mundo (Literatura Random House).

Abril

  • Hillel Halkin: ¡Melisande! ¿Qué son los sueños? (Libros del Asteroide) (relectura).
  • Tatiana Tibuleac: El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (Impedimenta).
  • Claire Legendre: El nenúfar y la araña (Tránsito).
  • Katie Kitamura: En el bosque (Sexto Piso).
  • Jane Smiley: La edad del desconsuelo (Sexto Piso).

Mayo

  • Brigitte Giraud: Ahora (Contraseña).
  • Magalí Etchebarne: Los mejores días (Las afueras).
  • Julian Barnes: La única historia (Anagrama).
  • Kent Haruf: Nosotros en la noche (Literatura Random House).
  • María Gainza: El nervio óptico (Anagrama).
  • Peter Cameron: Un fin de semana (Libros del Asteroide).
  • Pedro Mairal: Maniobras de evasión (Libros del Asteroide).

Junio

  • Jhumpa Lahiri: Donde me encuentro (Lumen).
  • Anna M.ª Iglesia: La revolución de las flâneuses (Wunderkammer).
  • Agota Kristof: La analfabeta (Alpha Decay).
  • Gerbrand Bakker: Junio (Rayo Verde Editorial).

Julio

  • Hanne Orstavik: Amor (Duomo Ediciones).
  • Hermanos Grimm: Del enebro (Jekyll & Jill).
  • Aurora Venturini: Las primas (Literatura Random House).
  • Seumas O’Kelly: La tumba del tejedor (Sajalín).

Agosto

  • Philippe Forest: Sarinagara (Sajalín).
  • Brigitte Giraud: Tener un cuerpo (Contraseña).
  • Maggie O’Farrell: La primera mano que sostuvo la mía (Libros del Asteroide).

Septiembre

  • Vivian Gornick: La mujer singular y la ciudad (Sexto Piso).
  • Andrea Köhler: El tiempo regalado: un ensayo sobre la espera (Libros del Asteroide).
  • Anna Kavan: El descenso (Navona).
  • Irene Solà: Canto yo y la montaña baila (Anagrama).
  • Inès Cagnati: Génie la loca (Errata Naturae).

Octubre

  • Katixa Agirre: Las madres no (Tránsito).
  • Raymond Carver: De qué hablamos cuando hablamos de amor (Anagrama).
  • Sally Rooney: Gente normal (Literatura Random House).

Noviembre

  • Benoîte Groult: Los naufragios del corazón (Libros del Asteroide).

Diciembre

  • Paolo Cognetti: El muchacho silvestre (Minúscula).
  • Samanta Schweblin: Distancia de rescate (Literatura Random House).
  • Martha Batalha: La vida secreta de Eurídice Gusmão (Seix Barral).

Mis últimas lecturas (de julio a septiembre de 2015)

En la última entrada, me dediqué a comentar aquellos libros que leí durante la primavera pero de los que, por diversas razones, no había hablado en el blog. Hoy me toca meterme con el verano. Verano que, para mí, tiene un nombre propio: Karl Ove Knausgård. Ha sido un enorme descubrimiento, he caído rendida ante su escritura desordenada y reflexiva, me han encantado sus libros y, la verdad, tengo unas ganas locas de que salga la cuarta parte de Mi lucha. Pero, como no solo podemos vivir del noruego, hubo más libros. Algunos no me gustaron nada, aviso desde ya, aunque creo que mi estado de ánimo cuando los leí tuvo mucho que ver. Os voy explicando todo.

JULIO

En julio dejé tres novelas sin reseñar. De la primera, Le llamé Corbata, de Milena Michiko Flašar, sí va a haber reseña (a ver si me da tiempo a publicarla esta misma semana), así que la dejamos aparte por ahora. Hoy os hablo de las otras dos.

'Reina Lucía'

‘Reina Lucía’

E. F. Benson: Reina Lucía

Adorada por legiones de fans, inspiradora de una famosa serie de la BBC, Reina Lucía es la primera de la mítica serie de novelas de Mapp y Lucía, deliciosas sátiras sobre la pretenciosa y relamida burguesía rural británica. Reina Lucía nos presenta a la inimitable Emmeline Lucas (Lucía para los amigos), árbitro social y reina del pintoresco villorrio de Riseholme, que ve su trono peligrar con la aparición de Olga Braceley, una cantante de ópera sin escrúpulos. Para hacerle frente, contará con el apoyo de su fiel amigo, Georgie Pillson, un zangolotino de la mejor calaña, aficionado al cotilleo salvaje, al petit point y a las conversaciones en italiano macarrónico; o con su molesta vecina, Daisy Quantock, que revoluciona al pueblo entero cuando adquiere un «gurú» nativo de la India aficionado a las bebidas espirituosas de alta graduación, que introduce en la comarca la fiebre por el yoga. Reina Lucía es una novela deliciosa, ferozmente british, que incita a la risa desde la primera página con un humor que no tiene precio.

Muy divertida. Disfruté como una enana con las deliciosas tonterías de las pérfidas y en ocasiones malévolas vecinas de Riseholme. De hecho, estoy leyendo la segunda parte, así que, cuando la acabe (para eso habría que leer, que últimamente no lo estoy haciendo), os hablo de toda esta caterva de pijos británicos.

'Niveles de vida'

‘Niveles de vida’

Julian Barnes: Niveles de vida

«Juntas dos cosas que no se habían juntado antes. Y el mundo cambia. La gente quizá no lo advierta en el momento, pero no importa. El mundo ha cambiado, no obstante». El libro arranca con esta reflexión y en efecto reúne tres historias aparentemente inconexas que acaban mostrando secretos y sutiles lazos. Niveles de vida habla de la aventura de vivir, de los retos imposibles, del amor que todo lo desborda y del dolor de la pérdida. Y lo hace entretejiendo tres piezas independientes. La primera nos habla de los pioneros de la conquista del cielo con los globos aerostáticos y de las iniciales tentativas de fotografías aéreas realizadas por Nadar, aspirando a ser el ojo de Dios. La segunda historia retoma a un personaje de la anterior, el coronel británico Fred Burnaby (bohemio, aventurero y viajero, que murió en Jartum), del que se relata su pasión por la legendaria actriz Sarah Bernhardt. La tercera parte salta en el tiempo del siglo XIX al XX y de las historias ajenas a la propia: la muerte de su esposa. No es la primera vez que Julian Barnes experimenta con las formas literarias. En este caso la ruptura con la narrativa más tradicional está al servicio de una aventura literaria de gran calado: indagar, huyendo del sentimentalismo, en el dolor causado por la pérdida del ser amado, adentrarse con las armas de la gran literatura en el territorio de la aflicción. El resultado es un libro deslumbrante, que rompe las barreras de los géneros y consigue una hondura y una belleza iluminadoras.

Esta brevísima novela va de menos a más. De un comienzo que no me interesó mucho (por no decir casi nada) a un final de una lucidez y una belleza impresionantes. De nuevo la muerte del ser amado como tema central, pero tratado de una forma más pausada y, quizá, más reflexionada que otros títulos que inciden en ese tópico (me viene a la cabeza La muerte de la bien amada, de Marc Bernard, libro que os recomiendo con los ojos cerrados). Recomendable también el de Barnes. Y, si le dais una oportunidad y os pasa como a mí, que la primera parte os parece floja, seguid leyendo (además, es tan breve que tampoco va a suponer un gran esfuerzo).

AGOSTO

Agosto fue un mes de pesadilla para mí. Me pasó de todo, y casi nada bueno. Tuve mil problemas. La consecuencia más inmediata: que no dormí en todo el mes a cuenta del maldito insomnio. ¿Por qué os cuento esto? Porque los dos libros que quedaron sin reseñar en agosto los leí de madrugada, muerta de sueño pero sin poder dormir, y con el estado de ánimo que esa situación me crea. Vamos, que no sé si mi opinión es de fiar…

'El verano sin hombres'

‘El verano sin hombres’

Siri Hustvedt: El verano sin hombres

Cuando Boris Izcovich dijo la palabra «pausa», Mia Fredricksen, de cincuenta y cinco años, enloqueció. Porque lo que deseaba su marido era una pausa en su matrimonio, después de treinta años sin adulterios y una hija encantadora. Hay que decir que la «pausa» de Boris es francesa, compañera de trabajo, joven y con buenas tetas. Pero la locura de Mia no fue más que una breve psicosis, y ese verano regresa a Bonden, la ciudad de su infancia, donde aún vive su madre en una residencia para ancianas activas e independientes. Mia alquila una casa, se relaciona con sus vecinos, una joven recién casada con dos niños y un marido que le despierta sospechas de maltrato, y visita a su madre y a su grupo de amigas. Recupera los recuerdos de su infancia, y descubre algunos secretos de la femineidad de otras generaciones. También dirige un taller de poesía con un grupo de estudiantes. Y con todos estos incidentes, historias y vidas, Mia urde esta veloz, brillante comedia feminista, de inesperado final…

Menudo puerro… ¡Me pareció un horror! No me gustó nada: ni los personajes, ni las situaciones, ni la forma en que está escrita. Nada. El misterio de esta novela, para mí, es por qué demonios la acabé, porque no merece en absoluto la pérdida de tiempo. Por cierto, ya he olvidado el «inesperado final». Muy inesperado e impactante no sería…

'La casa de las miniaturas´

‘La casa de las miniaturas´

Jessie Burton: La casa de las miniaturas

Un día de otoño de 1686, una joven de dieciocho años llama a la puerta de una casa señorial en el barrio más acomodado de Ámsterdam. Nella Oortman se ha trasladado del campo a la ciudad para convivir con su marido, Johannes Brandt, un hombre maduro y distinguido comerciante que habita en la mansión en compañía de su hermana soltera y rodeado de fieles servidores. Como regalo de boda, Johannes obsequia a su flamante esposa un objeto muy de moda entre la gente pudiente de la época: una réplica de su propia casa en miniatura, que Nella deberá poblar con las figuras creadas por una desconocida miniaturista que ha encontrado por azar. Sin embargo, poco a poco, el amable pasatiempo se irá transformando en la clave de una serie de inquietantes revelaciones que conducirán a Nella a desenmascarar los secretos más oscuros de los actuales moradores de la casa —incluido su marido—, arrojando luz sobre los peligros que amenazan la supervivencia de su nueva familia.

Relato vibrante de ambiciones íntimas y sueños traicionados, La casa de las miniaturas logró un formidable éxito comercial en el Reino Unido —más de cien mil ejemplares vendidos—, fue galardonada con el National Book Award y nombrada Libro del Año por las librerías Waterstones. Con admirable precisión, la autora recrea el ambiente de Ámsterdam a finales del siglo XVII, un mundo áspero y riguroso donde los gremios burgueses se enfrentaban al fanatismo religioso y la intransigencia del poder establecido. Una lectura inolvidable.

Esta novela tiene mucha más miga de la que parece en un principio. Pensé, no os voy a engañar, que iba a ser una lectura ligera, ideal para la playa y mis noches en vela, pero me equivoqué un poco. A ver, sí que es una novela ligera, muy fácil de leer y que cumple mis requisitos de libro de playa; no obstante, el fondo es bastante más enjundioso del que yo me había imaginado. El problema: si sigo hablando, os destripo todo, y no es lo más deseable. Así que, solo voy a decir que, tras una trama en apariencia insulsa (luego no lo es), hay una crítica feroz a la sociedad de la época (con problemas aún vigentes en nuestro siglo) y una defensa a ultranza del papel de la mujer como elemento crítico y fundamental en esa sociedad. Lo menos interesante: la casa de las miniaturas que da el título a la novela. Lo más: los personajes, algunos, como el de la cuñada, realmente bien dibujados. Si queréis una lectura entretenida pero que va un poquito más allá, La casa de las miniaturas es una buena elección.

SEPTIEMBRE

'La vida de las paredes'

‘La vida de las paredes’

Sara Morante: La vida de las paredes

La vida de las paredes es la historia de un caserón de principios de siglo XX y de sus habitantes, una peculiar comunidad de vecinos que comparten sus vidas en torno a una escalera.

Sara Morante dibuja retratos de tinte surrealista enmarcados en un realismo casi costumbrista a través de un diálogo muy potente entre texto e imagen. Escenas muy visuales, un tanto oníricas, que se engarzan para crear una historia común: fotografías o cuadros que hablan durante la noche y se deslizan de un marco a otro, gárgolas perversas que cobran vida, una joven famélica desplumando a un jilguero para comerse hasta los huesos, una mujer que envuelve a su feto entre el hule sucio y paños de cocina…

Las paredes tienen vida y Sara Morante sabe poner palabras y color a un mundo insólito en este libro que incluye más de treinta ilustraciones. La vida de las paredes muestra el talento de la gran ilustradora en su máxima expresión.

También hablé de La vida de las paredes en el último reto, pero entonces no lo había leído. ¿Qué puedo decir de esta preciosidad? Que es una auténtica exquisitez y que, aunque conocía la faceta de Sara como ilustradora, su vena de escritora me ha sorprendido para muy bien. Espero hablaros de La vida de las paredes con más calma. Pero quedaos con que es una auténtica joya de libro.

Y hasta aquí las lecturas de las que tenía pendiente hacer una mención en el blog. En octubre apenas he leído nada, aunque creo que me va a dar tiempo a ponerme las pilas estos días que quedan y disfrutar de un libro que tengo entre manos y me está pareciendo una maravilla (bueno, tengo tantos libros al retortero en este momento que no sé cómo lo estoy haciendo; a ver si voy acabando algo).

Os toca. ¿Qué habéis estado leyendo últimamente? ¿Alguien ha leído algo que verdaderamente le haya llamado la atención y merezca la pena? ¡Compartid! Tenéis los comentarios abiertos.

La risa de Bilbao 2015

Esta semana comienza en Bilbao el Ja! Bilbao, un festival que celebra el sentido del humor en distintas expresiones artísticas, sobre todo en literatura (aunque no solo; de hecho, el premio especial de este año es para el cineasta Fernando Trueba). Os podría contar todo lo que está previsto, pero casi mejor os dejo el enlace a su página web, donde podéis encontrar el programa completo. Así, de lo que recuerdo (estoy escribiendo de memoria), estarán Kiko Amat (jueves 1), Milena Busquets y Fernando Marías (viernes 2), Juan Bonilla y Eduardo Mendicutti (jueves 8), Fernando Aramburu y David Trueba (viernes 9), Manuel Jabois (sábado 10), etc. Tenéis los lugares y las horas en el programa, así que os invito a que lo consultéis.

Y, aunque intentaré ir algún que otro día (depende de muchas cosas que me acerque), tengo que admitir que este año el programa me convence solo a medias y que echo mucho en falta a las figuras internacionales de la literatura a las que este festival nos tenía (mal)acostumbrados. Sin ir más lejos, el año pasado estuvieron Carrère (tan a la última en este momento), Echenoz y mi admiradísimo Julian Barnes (entre otros). A ver si el año que viene vuelven a traer a gente de fuera (sin menospreciar a quienes se van a acercar este año, que seguro que hay charlas de lo más interesantes, pero a mí se me queda un poco cojo).

¿Soléis acudir al Ja! Bilbao? ¿Os convence este año? ¿Os vais a acercar? Tenéis los comentarios a vuestra disposición…

Lecturas vacacionales

Con las vacaciones a la vuelta de la esquina (quedan muy poquitas entradas, ya programadas por cierto, antes de que le dé unas vacaciones al blog; os avisaré), se me ha ocurrido que podría contaros qué tengo pensado leer en estos días de descanso y luego, si os apetece, podéis compartir vosotros vuestros planes lectores.

Que conste que esto no son recomendaciones, porque ni los he leído; de hecho, ni siquiera tengo certeza de que vaya a leer todos o de que no se me cruce alguna otra cosa por el camino. Pero, de momento, esta es la lista de libros que quiero manejar estos días:

  • Karl Ove Knausgård: La isla de la infancia. Con el enganche que tengo con Knausgård, es obvio que acabaré sucumbiendo de nuevo a él, a pesar de que me había prometido leer este libro más adelante, dejar reposar todo un poco y, así, no tener que esperar tanto para la cuarta entrega (que ni siquiera he mirado cuándo sale). Esta tercera se centra en la infancia de Karl Ove.
  • Milena Michiko Flašar: Le llamé Corbata. Esta novela, muy breve por cierto, la tengo empezada y me está gustando muchísimo. Tengo subrayados un montón de párrafos. Narra el encuentro de dos personas muy solas/solitarias (no sé bien aún cómo calificarlas). Os hablaré de ella segurísimo a la vuelta de las vacaciones, porque, al menos lo que llevo leído, me está pareciendo una pequeña joya.
  • Jean-Philippe Toussaint: Fuir. Quienes me seguís habitualmente (y seguisteis el último reto), sabréis que Toussaint me parece sublime. Y tenía muchas ganas de hacerme con las dos novelas de la tetralogía de Marie que me quedan por leer (y que no están traducidas al castellano). Pues ya las tengo, así que este verano leeré casi con toda seguridad Fuir (segunda parte de las cuatro). Si me da tiempo, también caerá Nue (la cuarta).
  • E. F. Benson: Reina Lucía. Me apetece muchísimo leer algo divertido. Me recomendaron la serie de novelas de Mapp y Lucía, así que voy a empezar con la primera, que es esta Reina Lucía. Si me gusta, seguiré con las otras dos (Mapp y Lucía y La señorita Mapp). Me han dicho que me voy a reír todo y más, así que tengo muchas ganas de empezar con ellas. Además, están en Impedimenta… Queda todo dicho.
  • Julian Barnes: Niveles de vida. Tengo varias novelas de Barnes (que sabéis que es otra de mis debilidades) en mi interminable lista de pendientes, pero creo que le voy a hincar el diente a esta, porque asistí a una charla donde hablaba de ella y me quedé con el runrún de que tenía que leerla.
  • David Shields y Shane Salerno: Salinger. Si me diera tiempo, me gustaría echarle un ojo a esta biografía de Salinger. Me han hablado maravillas de ella. Si no, la dejaré para más adelante.
  • Teru Miyamoto: El río de las luciérnagas. Esto son dos nouvelles. Hacía mucho que no leía nada japonés (con lo que me suele gustar) y no me pude resistir con este libro. Dicen que recuerda a Banana Yoshimoto (de la que he leído varios libros y todos me han encantado) o al Murakami de Tokio Blues (el que más me gusta). Entre Le llamé Corbata y este, creo que el pabellón de lo asiático queda alto este verano para mí.

Tengo algún libro más apuntado, pero creo que ya me he pasado. No sé si conseguiré leer tanto. De todas formas, no prometo seguir la lista a rajatabla, quizá me encuentre con algo maravilloso por ahí y deje cosas en el tintero. Quedarme corta… lo veo difícil (más que nada, porque no me voy a pasar las vacaciones solo leyendo, habrá que hacer más cosas). 😉

Y vosotros, ¿qué tenéis planeado leer estas vacaciones? ¿Queréis compartirlo? ¿Algún título que debería meter en mi lista de manera impepinable? Tenéis los comentarios a vuestra disposición.

Leídos en 2015

Como todos los años, iré apuntando en esta entrada todos los libros que vaya terminando que no tengan que ver con mi trabajo. Dejaré el enlace en la columna de la derecha para que podáis consultarla si queréis. Además, también iré enlazando los títulos a sus reseñas.

Este año estoy leyendo, pero a un ritmo muy pausado, así que hasta hoy (25 de enero) no he podido acabar nada. Eso sí, estoy con cosas muy interesantes. Y, sin más, os dejo la lista:

Enero

  • David Foster Wallace: Esto es agua (Literatura Random House).

Febrero

Marzo

Abril

Mayo

Junio

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

  • Elena Ferrante: La amiga estupenda (Lumen).

Diciembre

Jeanette Winterson: ‘La pasión’

La pasión es el primer libro que he leído de Jeanette Winterson y tengo que reconocer que me ha maravillado. ¡Es muy bueno! Os copio la sinopsis, aunque, sinceramente, yo pasaría y leería la novela sin saber nada de ella (que es lo que hice yo, por cierto).

'La pasión'

‘La pasión’

Estamos en Venecia y corren los años en que Napoleón arrasa Europa con sus ejércitos. Henri, un joven cocinero al servicio del general, se enamora perdidamente de Villanelle, una hermosísima criatura de pelo rojizo y pies deformes, que conoce como nadie los secretos de las góndolas y las salas de juego donde los nobles del lugar apuestan su fortuna entre sonrisas y frases galantes…

Esa, que podría ser la trama de una novela histórica al uso, en manos de Jeanette Winterson se convierte en un material precioso, capaz de transformar Venecia en una ciudad nueva, hecha de palabra y luz. En ese lugar, donde la emoción es tan viva como el agua, los jóvenes enamorados aprenden a desgranar su pasión por vías insólitas y arriesgadas que ponen en tela de juicio lo que creíamos saber del sexo y el amor.

Publicada en 1986, esta fue la novela que consagró a Winterson como una de las autoras más originales del panorama narrativo de nuestro tiempo.

«La pasión no habla de la Historia con mayúsculas; tampoco es una novela romántica… Lo que quise fue hablar de un mundo peculiar que sirviera de espejo secreto para perfilar y multiplicar las posibilidades de nuestro propio mundo. Basta con mirarse en este espejo, y ahí estamos, ubicados en otro tiempo y otro lugar, y con otra vida entre manos», Jeanette Winterson.

Me cuesta muchísimo escribir sobre esta novela. Tengo la sensación, como ya me ha ocurrido alguna otra vez, que intentar siquiera expresar mi opinión sobre ella estaría «manchando» esta tremenda historia. Una historia preciosa y muy de cuento (a pesar de su cierta dureza): ¿se puede recuperar un corazón perdido por una pasión con ayuda de otra persona? ¿Se puede perder todo? ¿Se puede dejar todo de lado? ¿Se puede sobrevivir a la pasión? Tendréis que leer la historia de Villanelle para descubrirlo. Y no os voy a contar más. Es espléndida (¿verdad, Stephen?). Si yo fuera vosotros me haría con un ejemplar de La pasión a ciegas y, sencillamente, me pondría a leer (exactamente lo que hice yo). Estoy convencida de que la vais a disfrutar y os va a emocionar seguro.

(Por cierto, os cuento un cotilleo. Esta novela fue, en el momento de su publicación, la comidilla en los círculos literarios [aunque las razones fueran extraliterarias] por ser, a su vez, reflejo de un increíble triángulo amoroso entre cierta agente literaria y dos escritores, Jeanette Winterson y Julian Barnes).

Nada más por hoy. Si alguien la ha leído y quiere contarnos qué le ha parecido, tiene los comentarios abiertos. Y si quienes no la habéis leído queréis decir cualquier cosa, pues ídem.

Un libro de un autor al que hayas conocido (30 libros)

Hoy lo tengo facilísimo: El sentido de un final, de Julian Barnes.

'El sentido de un final'

‘El sentido de un final’

Hace cosa de mes y medio o así, Julian Barnes vino a Bilbao a recibir un premio. Y ahí me fui yo. Y tuve la oportunidad de charlar con él unos minutos. Qué hombre, de verdad. Qué educado, qué amable, qué british (¡aunque muy francófilo!), qué sentido del humor, qué accesible, qué todo… Y, sobre todo, qué buen escritor. Volví a casa como unas castañuelas y con mi ejemplar de El sentido de un final dedicado y firmado por él (aquí, la que pasa de estas cosas). Por eso lo he elegido para hoy.

El sentido de un final lo leí hace casi dos años y, como podéis comprobar, me pareció una novela de lo más interesante. La recomendé en su momento y la vuelvo a recomendar ahora. Y a Barnes en general, por supuesto, que reconozco que me ganó del todo aquel día.

Vuestro turno (¡esto se va acabando!). ¿A qué autores habéis conocido? ¿Cuál os ha caído mejor? ¿Alguno os ha caído mal? ¿Fueron amables con vosotros? Podéis dejar, como siempre, vuestras impresiones y comentarios bien en el propio blog, bien en las redes sociales.

‘Mis’ libros de 2013

Mi intención, al escribir esta entrada, era la de hacer una lista con los libros que he leído en 2013 que me han encantado o que me parecen recomendables. Pero, mientras iba escribiendo, he pensado que eso tampoco aportaba mucho, porque, en el fondo, de los libros que más me han gustado os he ido hablando, si no con reseñas, en el último reto. Entonces se me ha ocurrido que, quizá, los podría ir poniendo por categorías… Y si un libro entra en dos, pues repetimos. Por cierto, no siguen ningún orden especial. A ver qué sale… 😉

Los que me dejaron pensativa, triste o revuelta

  • Iván Repila: El niño que robó el caballo de Atila.
  • Julian Barnes: El sentido de un final.
  • Milan Kundera: La inmortalidad.
  • Michel Houellebecq: El mapa y el territorio.
  • Adolfo Bioy Casares: La invención de Morel.
  • Georges Perec: Un hombre que duerme.
  • Sándor Márai: La mujer justa.
  • Michel Houellebecq: Las partículas elementales.
  • Jean-Philippe Toussaint: Hacer el amor.
  • Julio Oliva: Siete años, un martes y un septiembre.
  • Ainize Salaberri: Un verano invencible.
  • Mario Benedetti: La tregua.

Los de las mil citas (que tenéis en Tumblr)

  • Georges Perec: Un hombre que duerme.
  • Sándor Márai: La mujer justa.
  • Erri de Luca: El día antes de la felicidad.
  • Mario Benedetti: La tregua.

Con los que más me reí

  • Jonas Jonasson: El abuelo que saltó por la ventana y se largó.
  • David Trueba: Abierto toda la noche.
  • Antonio Orejudo: Ventajas de viajar en tren.

Los que me defraudaron

  • Gonzalo Garrido: Las flores de Baudelaire.
  • Ray Loriga: Ya solo habla de amor.
  • Alessandro Baricco: Emaús.
  • Milan Kundera: La identidad.

Libros «de playa»

  • Paul Auster: El palacio de la luna.
  • Nick Hornby: Un gran chico.
  • Herman Koch: La cena.
  • Quim Monzó: El porqué de las cosas.
  • Katherine Pancol: La trilogía animal (libros de playa-culebrón por excelencia).
  • Anna Gavalda: La sal de la vida.
  • Amélie Nothomb: Ácido sulfúrico.

Los muy recomendables

  • Julian Barnes: El sentido de un final.
  • Kirmen Uribe: Lo que mueve el mundo.
  • Niccolò Ammaniti: No tengo miedo.
  • Michel Houellebecq: Las partículas elementales.
  • Sándor Márai: La herencia de Eszter.
  • Erri de Luca: Los peces no cierran los ojos.
  • Alessandro Baricco: Mr Gwyn.
  • Carmen Martín Gaite: Caperucita en Manhattan.
  • Erri de Luca: El día antes de la felicidad.
  • Christopher Morley: La librería ambulante.

Mis joyas de este año

  • Iván Repila: El niño que robó el caballo de Atila.
  • Georges Perec: Un hombre que duerme.
  • Michel Houellebecq: El mapa y el territorio.
  • Bohumil Hrabal: Una soledad demasiado ruidosa.
  • Sándor Márai: La mujer justa.
  • Ainize Salaberri: Un verano invencible.
  • Jean-Philippe Toussaint: Hacer el amor.

¿Cuáles son vuestras joyas de 2013? Tenéis los comentarios abiertos…



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