David Trueba: ‘Blitz’

Vamos con el libro del momento (con permiso de la novela de Busquets), Blitz, de David Trueba, autor por el que tengo predilección desde que leí, hace muchos años ya, su obra Cuatro amigos.

'Blitz'

‘Blitz’

Blitz podría ser una tragicomedia romántica. Pero como ese género no existe, estamos invitados a ignorar las etiquetas y centrarnos de manera apasionada en la peripecia de los personajes. En especial de Beto, un joven arquitecto paisajista que llega a las costas de Múnich en medio de un naufragio vital y sentimental. Invitado a participar en un concurso que podría solucionar sus perspectivas de futuro, ha llegado acompañado por su novia. Pero, casi al instante, su estancia en Alemania se convertirá en una comedia humana. Bajo el destello de un relámpago, que es exactamente lo que significa la palabra blitz, tendrá que afrontar un cambio de vida e ideales. 

Llena de emotivas instantáneas del amor perdido, bajo una escritura afilada por el sentido del humor, los personajes parecen deslizarse dentro de un reloj de arena. Porque será la reflexión sobre el discurrir del tiempo lo que conduzca al protagonista hacia una mujer de otra edad, Helga, en un encuentro intergeneracional que es el corazón del relato. Pegado a los pensamientos de Beto, el lector no dejará de preguntarse a cada momento por lo que le espera en la página siguiente. ¿Y ahora qué? La respuesta se esconde en esta narración destilada, la esperada nueva novela de David Trueba tras Saber perder, que se alzó con el Premio de la Crítica en 2008.

Trueba nos propone en Blitz una reflexión sobre el tiempo: el tiempo objetivo y el tiempo subjetivo. Y para ello cobra especial protagonismo un elemento que es la representación gráfica perfecta de su paso: el reloj de arena. Pero el reloj de arena sería el paso del tiempo objetivo. También es objetiva la distribución de los capítulos ordenados en meses. Y ¿cómo se expresa el subjetivo? Con la extensión de cada uno de esos capítulos. Aquellos en los que cambia la vida del protagonista o con vivencias que él percibe como importantes son largos (el capítulo dedicado a enero, con cuatro días verdaderamente definitivos en la vida de Beto, dura el 80 % o más de la novela), mientras que el resto se los ventila en apenas página y media (aunque sucedan hechos que podrían marcar al personaje, como un cambio de ciudad, a él no le afectan tanto afectivamente, no son importantes para él, no merecen más extensión). También juega con otros motivos relacionados con el tiempo como la edad (más bien, la diferencia de edad entre Helga y Beto) o con la forma diferente de percepción que de él tenemos (con ansiedad ella —y la entiendo, quizá porque últimamente yo también me siento un poco agobiada con este tema— o con apatía él).

Y, en ese discurrir del tiempo, de repente, un relámpago: algo que llega sin avisar y que nos cambia la vida por completo. Supongo que a todos nos ha pasado alguna vez (yo siempre digo, por ejemplo, que mi vida cambió para siempre en una llamada telefónica de dos minutos, no os podéis hacer a la idea de cuánto). A Beto le llega un whatsapp «por equivocación» y ese hecho lo va a dejar a la deriva, perdido, hasta que se choque frontalmente con una mujer, Helga, mucho mayor que él, con la que tendrá un encuentro sexual que, de nuevo, cambiará su vida (y todo en cuatro días; y es que la vida cambia en un tris).

No os voy a contar más. Mejor leéis el texto, si no lo habéis hecho aún, porque Trueba nunca defrauda. La novela me ha gustado mucho y a mí Trueba me parece un gran escritor. No obstante, sí que le pongo un pero enorme a Blitz: su extensión. Esto dura un suspiro. Son pocas páginas, con un cuerpo y unos márgenes enormes, con ilustraciones… Es excesivamente breve. Y, ojo, que el tema y la historia daban mucho más de sí. Yo no sé si aquí ha habido prisas por publicar por parte de Anagrama o si ha sido cosa de Trueba o qué, pero te quedas con ganas de más, de más lectura y de más profundización en la historia entre Helga y Beto. Parece más un relato largo que una novela en sí (de hecho, estoy corrigiendo un libro de relatos y algunos son más largos que Blitz). Pero me ha gustado mucho, fue una lectura de lo más amena.

¿Y ahora qué? Pues vuestro turno. ¿La habéis leído? ¿Qué opináis de Blitz? Como siempre, tenéis los comentarios a vuestra disposición.