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Un libro que no te gustó de un autor que te gusta mucho (30 libros)

La elección de hoy, al menos para mí, era fácil; lo tuve claro desde el primer momento. Hoy me toca hablar de El libro de las ilusiones de Paul Auster.

El libro de las ilusiones

‘El libro de las ilusiones’

David Zimmer, un escritor y profesor de literatura, se pasa los días bebiendo y cavilando sobre el minuto aquel en que su mujer y sus hijos todavía no habían subido al avión que estalló. Una noche, mirando la televisión, y por primera vez tras seis meses, algo lo hace reír. El causante es Hector Mann, uno de los últimos cómicos del cine mudo. Zimmer descubre que aún quiere vivir. Comenzará entonces a escribir un libro sobre Mann, un joven y enigmático cómico nacido en Argentina, que hace sesenta años se desvaneció sin dejar rastro. Después de publicar el libro, Zimmer recibe una carta de una mujer que afirma ser la esposa de Mann, y le sugiere que los visite a ella y a su marido en Nuevo México. Zimmer le pide pruebas. Una noche una extraña joven llama a su puerta y, amenazándolo con una pistola, lo obliga a acompañarla.

Creo que leí este libro hace unos diez años. Fue mi primer acercamiento a Auster. Resumiendo mucho: no me gustó en absoluto. Me pareció un libro oscuro y perturbador, aunque admito que me enganchó y que no paré hasta que lo acabé. Pero no es que no me gustara, es que lo aborrecí… De hecho, no volví a leer otro libro de Auster hasta muchos años después. Por suerte para mí, fue Brooklyn Follies, un libro que me parece maravilloso y que me hizo reconciliarme con Auster. Y, a partir de ahí, he leído unos cuantos libros del bueno de Paul. Y reconozco que me gusta mucho… Es un gran narrador, del que os podría recomendar unos cuantos títulos (La trilogía de Nueva York, Invisible, El palacio de la luna, Sunset Park por citar algunos).

¿Por qué no me gustó El libro de las ilusiones? No lo tengo claro. La historia no fue muy de mi agrado: el personaje de Hector Mann me horrorizó. Pero tengo que admitir que la época en que leí el libro no jugó a su favor: no llegó a mis manos en buen momento. No sé si tendría la misma opinión del libro si lo hubiera leído unos años después o si hubiese llegado a mi vida ahora, en 2013. Nunca lo sabremos. Lo único que puedo contaros es que me gusta Paul Auster, pero no El libro de las ilusiones.

Os toca. ¿Qué libro no os ha gustado de algún autor que normalmente sí os guste? ¿Alguna oveja negra dentro de la producción de alguno de vuestros autores fetiche? Tenéis a vuestra disposición los comentarios y Twitter para hacernos llegar vuestros títulos…

Uno que te recuerde a tu primer amor (30 libros)

Esta categoría me ha costado un poco, porque había muchos libros para elegir. Estuve barajando cuatro títulos que me recuerdan a A., mi primer gran amor. Pero, al final, he optado por un libro que no me recuerda a él exactamente, sino a nuestra relación, a cómo me sentía yo (sobre todo en los últimos años). Estoy hablando de La soledad de los números primos, de Paolo Giordano.

La soledad de los números primos

‘La soledad de los números primos’

Existen entre los números primos algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues entre ellos se interpone siempre un número par. Así, números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43, permanecen próximos, pero sin llegar a tocarse nunca. Esta verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha escogido para narrar la conmovedora historia de Alice y Mattia, dos seres cuyas vidas han quedado condicionadas por las consecuencias irreversibles de sendos episodios ocurridos en su niñez. Desde la adolescencia hasta bien entrada la edad adulta, y pese a la fuerte atracción que indudablemente los une, la vida erigirá entre ellos barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su relación. La sutileza de los rasgos psicológicos de los personajes, así como la hondura y complejidad de una historia que suscita en los lectores las reacciones más variadas, resaltan la admirable madurez literaria de este joven autor a la hora de asomarse, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.

Mi relación con A. no tuvo nada que ver con la novela. Nada. Pero sí que, en el fondo, era algo imposible. Y supongo que ambos lo sabíamos, sobre todo los últimos años. Yo me sentía sola, muy sola (la novela habla de la soledad en la pareja). Y cuando llegaron la traición y la ruptura, yo estaba ya tan decepcionada que me di cuenta de que no valía la pena luchar por intentar salvar algo que no tenía solución. ¿Para qué? Ahora sí que lucho conmigo misma para quedarme con lo bueno de esa época de mi vida y olvidar todo lo malo…  (y lo voy consiguiendo). Y esto es un poco, en última instancia, lo que les pasa a los protagonistas de esta novela, que no deja de ser la crónica de un desamor. Menos mal que la vida da muchas vueltas y, aunque suene a tópico, el tiempo pone las cosas en su sitio… O al menos así lo estoy viviendo yo, que estoy en una época mucho más feliz y esperanzadora.

Os toca. Sería genial que vuestros recuerdos del primer amor fueran felices… ¿Qué libros elegís para hoy? Tenéis los comentarios esperándoos…

Uno sobre la amistad (30 libros)

Tenía un título en mente (os lo contaré en los comentarios si nadie lo menciona), pero hago un cambio (algo sorprendente) de última hora y para hoy elijo Mi planta de naranja lima de José Mauro de Vasconcelos.

'Mi planta de naranja lima'

‘Mi planta de naranja lima’

De mayor Zezé quiere ser poeta y llevar corbata de lazo, pero de momento es un niño brasileño de cinco años que se abre a la vida. En su casa es un trasto que va de travesura en travesura y no recibe más que reprimendas y tundas; en el colegio es un ángel con el corazón de oro que tiene encandilada a su maestra. Pero para un niño como él, inteligente y sensible, crecer en una familia pobre no siempre es fácil; cuando está triste, Zezé se refugia en su amigo Minguinho, un arbolito de naranja lima, con quien comparte todos sus secretos, y en el Portugués, dueño del coche más bonito del barrio.

Publicada por primera vez en 1968, Mi planta de naranja lima es la emocionante historia de un niño al que la vida hará adulto precozmente. En esta novela, José Mauro de Vasconcelos recreó sus recuerdos de infancia en el barrio carioca de Bangú con un lirismo y una ternura que cautivaron a los lectores desde su aparición y que la han convertido en uno de los libros más leídos de la literatura brasileña contemporánea.

¡Qué importante es la amistad en este libro! Zezé, el protagonista, tiene, básicamente, dos amigos: Minguinho, que es una plantita a la que él acude siempre a contarle sus cosas y que da título al libro, y el Portuga, un señor que le cambia la vida. ¿Cómo habría sido la vida de Zezé si no hubiese conocido al portugués? Probablemente, mucho más dura (a pesar de todo). Es ternura pura esta novela. Y también es triste, muy triste…

Hay muchísimos libros que tratan sobre la amistad, así que espero que hoy haya muchísimas sugerencias por los comentarios… A ver si alguien cita el que tenía yo en mente en un principio… También podéis dejar vuestras recomendaciones en Twitter, bien con una mención a la cuenta del blog, bien con el hashtag #30libros.

Un libro con una gran historia de amor (30 libros)

¿Una gran historia de amor, cautivadora y poderosa? Por supuesto, en El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald.

El gran Gatsby

‘El gran Gatsby’

¿Quién es Gatsby, el personaje que da nombre a uno de los mitos creados por la novela del siglo pasado? Jay Gatsby es un misterio, el hombre que se inventó a sí mismo y ha montado una inmensa fiesta para reconquistar a la deslumbrante Daisy Buchanan, que una vez lo quiso. Nadie sabe de dónde ha salido.

Estamos en la primera hora de la Edad del Jazz, en los felices y cinematográficos años veinte, en Nueva York, tiempo de diversión y emoción, orquestas y tiroteos. Gatsby vive en una fabulosa casa de Long Island, y a sus bailes acude «el mundo entero y su amante», cientos de criaturas a quienes no hace falta invitar, insectos alrededor de la luz del festín. La puerta está abierta y la atracción más enigmática del espectáculo es el dueño de la casa, un millonario que quizá sea un asesino o un espía, sobrino del emperador de Alemania o primo del demonio, héroe de guerra al servicio de su país, los Estados Unidos de América, o simplemente un gángster, un muchacho sin nada que se convirtió en rico. Lo vemos con los ojos del narrador, Nick Carraway, que dice ser honrado y haber aprendido a no juzgar a nadie.

En el verano de 1922, buen año para la especulación financiera y la corrupción y los negocios que se confunden con el bandidismo, parece que solo hubo fiestas y reuniones para comer y beber, y que pocas veladas acabaron sin perturbación. Hay amantes que rompen con una llamada telefónica la paz de un matrimonio, y una nariz rota, y un coche que se hunde humorísticamente en la cuneta, y un homicidio involuntario, y un asesinato, pero la diversión recomienza siempre. Jay Gatsby es un héroe trágico que se va destruyendo conforme se acerca a su sueño: la reconquista de una mujer a la que dejó para irse a la guerra en Europa. Quiere cumplir su deseo más inaccesible: recuperar el pasado, el momento en que conquistó a Daisy Buchanan.

La antítesis del desarraigado Gatsby es Tom Buchanan, marido de Daisy. Posee una identidad de hierro, sin discusión, ciudadano de valores sólidos, que cree en la familia, la herencia, el patrimonio y la supremacía de la raza blanca. Tiene una capacidad descomunal para imponerse. Y alrededor de los Buchanan se fraguará un desgraciado pentágono amoroso, quebrado y desigual, como la sociedad de la época, tan igualitaria en sus espectáculos y diversiones democráticas.

Creo que ya lo he contado alguna vez, pero he sido consciente de que El gran Gatsby es un novelón tiempo después de haber leído el libro. Es como si hubiese necesitado un período de reposo antes de darme cuenta de la gran novela que es. Pero, bueno, se daba por hecho: si no, no se consideraría un clásico de la literatura estadounidense… Y, aunque yo me quede con la historia de amor de fondo, reconozco que El gran Gatsby es mucho más: la caracterización de toda una época, en que el dinero, la ambición y la lujuria eran los auténticos protagonistas, representados aquí en las opulentas fiestas ofrecidas por Gatsby, el misterioso Jay Gatsby. Fiestas celebradas para acercar, deslumbrar y reconquistar a su gran amor… Daisy.

No os cuento más, mejor lo leéis. También hay varias versiones cinematográficas… Os recomiendo la de 1974, protagonizada por Robert Redford y Mia Farrow. ¡Exquisita!

The Great Gatsby (1974)

Tras las fiestas de Jay Gatsby (¿no os encantaría ir a una?), vuestro turno para hablar de grandes historias de amor… ¿Qué títulos elegís hoy? Tenéis los comentarios a vuestra disposición…

Una novela que te recuerde a tu película favorita (30 libros)

¡Qué difícil hoy! Esta me parece una de las categorías más complicadas de este reto. Elegir película (en mi caso, películas, ahora os explico) y libro, y que además casen… ¡muy complicado! Pero sí, ya tengo todo: hoy hablamos de Rayuela, de Julio Cortázar.

'Antes de amanecer' y 'Antes del atardecer'

‘Antes de amanecer’ y ‘Antes del atardecer’

Quizá lo primero que debería hacer es contaros cuál es mi película favorita. Me cuesta decir solo una, pero hay un par de películas (son dos, una continuación de la otra, aunque se pueden ver independientemente) que me gustan especialmente: Antes de amanecer (Before sunrise) Antes del atardecer (Before sunset). No sé si conoceréis la relación entre Jesse y Celine, y si sois tan fans de ella y de las pelis como yo… Y, como las he vuelto a ver hace poco (estoy esperando la tercera parte como agua de mayo; nunca mejor dicho porque se estrena, por fin, en mayo), no tuve ningún miramiento en escogerlas para el reto. Lo suyo sería enlazaros al tráiler de la primera (la segunda, imposible, os enteraríais de cosas que es mejor no saber si no habéis visto las pelis y queréis echarles un vistazo). El problema es que el tráiler es ma-lí-si-mo: no hace justicia a la película y la presentan como algo que no es. Os lo enlazo (y el segundo también), pero lo(s) veis a vuestra discreción… Antes de amanecer es una película increíble, con unos diálogos alucinantes (y los de la segunda, aún mejores). Si queréis profundizar en cómo se enamora una pareja (amanecer) o reflexionar sobre el amor (atardecer), estas son vuestras pelis. Que, por cierto, no son comedias románticas… aunque sean películas de amor. Os podría contar mucho más sobre ellas, pero esto es el reto de los libros (eso sí, si me lo pedís, un día me marco un off-topic y hablo sobre ellas).

Avances: Antes de amanecer y Antes del atardecer.

Rayuela

‘Rayuela’

De Rayuela hablé, de pasada, en el primer reto. Por si acaso alguien no la conoce, enlazo a su página en la Wikipedia. Una novela magnífica, la miremos por donde la miremos… Me gusta mucho Rayuela. Ahora, ¿por qué Rayuela me recuerda a estas películas? En realidad, tengo que admitir que me recuerda sobre todo esa parte de la novela que se denomina «Del lado de allá» (la de París, La Maga, etc.). Bueno, ¿por qué? Por un montón de elementos: por París, el Sena y sus puentes; por los encuentros casuales; por los juegos y los saltos; por las palabras y la escritura; por la música, el jazz; por los libros, las novelas, la poesía; por las relaciones difíciles; por los paseos; por la filosofía y el pensamiento; por la distancia; por el recuerdo; por el amor… Dos historias que no tienen nada que ver, pero que tienen tantos puntos en común… Quizá, obviamente, me quedo un poco en la superficie, porque Rayuela es inmensa, pero, salvando las distancias, a mí me encajan las películas y la novela (o antinovela, como queramos).

Y traigo a colación dos citas de Rayuela que, aparte de que me encantan, creo que se pueden aplicar muy bien a Jesse y Celine: «Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos» y «Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto». Amor casual e inevitable, como el de Jesse y Celine… Por supuesto, os recomiendo muy mucho tanto la novela (maravillosa) como las películas (magníficas).

Os toca. Sé que hoy es muy complicado, pero, por favor, aunque sea de rebote, ¡proponed títulos! Hoy, claro, tenéis que nombrar vuestra película favorita y, después, el libro. ¡Por favor, colaborad! ¡Gracias de antemano!

Uno que te recuerde a tu serie de televisión favorita (30 libros)

El título de hoy para mí estaba cantado… Os voy a hablar de Diario de un ama de casa desquiciada, de Sue Kaufman.

Portada de 'Diario de un ama de casa desquiciada'

‘Diario de un ama de casa desquiciada’

Tina Balser es una sofisticada ama de casa que vive en Manhattan y parece tener todo cuanto podría desear: dinero, dos preciosas hijas y un marido que es un abogado de éxito. Cuando sus miedos y neurosis comienzan a atenazarla, Tina estrena un diario en el que, con sus agudas e hilarantes anotaciones sobre sí misma y su entorno, intenta arrojar un poco de luz en su aburrida vida y dar con las causas de su insatisfacción. A través de las páginas de su diario iremos descubriendo a la universitaria que intentó ser pintora pero que abandonó su carrera por una vida más convencional, al estirado marido en el que se ha convertido el hombre con el que se casó y los distintos remedios con los que intenta superar sus problemas.

Esta obra fue publicada originalmente en 1967 y está considerada como una de las novelas fundacionales y más representativas de la nueva conciencia femenina surgida a mediados del siglo pasado en Estados Unidos. Diario de un ama de casa desquiciada es un divertido e inteligente relato sobre el sentimiento de angustia al que todos nos enfrentamos alguna vez en nuestra vida.

¿La ilustración de la cubierta del libro no os recuerda a alguien? ¿A Betty Draper, quizá? Sí, Tina Balser tiene muchísimo que ver con Betty Draper, mi personaje favorito de una serie sublime: Mad Men. Y, de hecho, se inspiraron en Betty Draper para ese dibujo. Si no habéis visto Mad Men, os estáis perdiendo una de las mejores series que se emiten en la actualidad. No tiene desperdicio, es una obra de arte…

¿Por qué Tina me recuerda a Betty (y, de rebote, toda la ambientación de la novela a la serie)? Porque ambas, Tina y Betty, son mujeres de la misma época, con los mismos problemas e, incluso, las mismas neurosis. Responden a un mismo arquetipo: mujer casada con un hombre de éxito, sin problemas económicos, que se aburre soberanamente pero que vive encorsetada por la sociedad que la rodea. Sin embargo, como testigos de sus vidas, probablemente no nos sentimos igual ante los problemas de Tina que ante los de Betty. Empatizamos mucho más con Tina. Y creo que no es justo. Aquí va mi alegato pro Betty (sí, quienes veáis la serie no os lo podréis creer, pero es que yo entiendo muy bien a Betty, que no quiere decir que comparta su modo de actuar).

Vale, Betty es una auténtica arpía a veces, sobre todo con los niños (pobre Sally); eso no lo voy a discutir. Pero todos los problemas de Betty vienen porque está enamorada hasta las trancas de su marido Don. Y este se la pega con cualquiera que lleve falda y tacones (porque todas llevaban falda y tacones entonces) y la trata como si no valiera nada. ¿Por qué juzgamos tan duramente a Betty, que solo es una pobre mujer dolida? Es cierto (repito) que no me gusta nada cómo trata a los niños, pero, por lo demás, no entiendo esa animadversión hacia Betty. Y, sin embargo, a Tina le «perdonamos» cosas que quizá son mucho más graves (no os cuento para no fastidiar la novela). No sé, está poco equilibrada la cosa a mi modo de ver. Yo sigo siendo muy de Betty (a pesar de todo). Y de sus camisones… (¡quiero todos los camisones, saltos de cama, batas vaporosas y demás de Betty: no pueden ser más bonitos!). ¡Ah! Y, aunque esto pueda ser pura incongruencia, me fascina Don…

Resumiendo: Mad Men es una genialidad, tenéis que verla (por cierto, acaban de estrenar temporada, estoy como una niña con zapatos nuevos); y Diario de un ama de casa desquiciada es una novela muy entretenida y divertida, muy recomendable también.

Os toca. ¿Cuáles son vuestras series favoritas? ¿Qué libros os recuerdan a ellas? Tenéis los comentarios a vuestra disposición, como siempre…

Uno que te apetezca releer (30 libros)

Sé que hay mucha gente que nunca relee libros. Sin embargo, yo me considero la reina de las relecturas… Si un libro me gusta, lo releo hasta la saciedad. No tengo miedo a que me defraude la segunda (o tercera o cuarta…) vez. Y ahora mismo tengo el runrún de agenciarme de nuevo La tregua de Benedetti.

La tregua

‘La tregua’

De este librito ya he hablado en el blog porque, no en vano, es uno de mis favoritos. Me gusta muchísimo La tregua. Ahora, eso sí, reconozco que me pone muy triste siempre que lo leo (todavía recuerdo los lloros de la última vez). Es un libro un poco catártico, supongo. Y, personalmente, me ayuda a tomar decisiones importantes, porque a veces nos tienen que recordar que hay que aprovechar las treguas que nos brinda la vida, no dejar pasar las oportunidades. Es una maravilla. Y hace tiempo que no lo leo y, no sé bien por qué, lleva cosa de un mes rondando por mi cabeza; así que, en cualquier momento, lo cojo y lo vuelvo a leer… Quizá cuando acabe lo que tengo ahora mismo entre manos…

También, a raíz de la noticia del fallecimiento de José Luis Sampedro esta semana, me ha entrado el gusanillo de releer La sonrisa etrusca; un libro que leí hace muchísimos años pero de cuya ternura aún me acuerdo. ¡Ah! Y este verano volveré a la Costa Azul con Cecile en Buenos días, tristeza. El verano pasado no lo pude leer y me dio mucha rabia, así que este año no fallo a mi relectura veraniega anual (como ya he contado muchas veces, releo este libro casi todos los veranos, ¡me encanta!). Pero el libro que elijo hoy para el reto es La tregua…

¿Hay algún relector en la sala? ¿Nos quiere decir qué título releería ahora mismo? Incluso, quienes no releáis nunca… ¿qué título escogeríais si fuerais a hacerlo (aunque no sea verdad)? Los comentarios están a vuestra disposición, al igual que la cuenta de Twitter (etiqueta: #30libros).

Uno que recomendarías/regalarías a un adolescente (30 libros)

Cuando decidimos las categorías de este reto, pensé en un título para hoy. Pero después leí un libro que, creo, encaja mejor; así que, cambio de última hora. Hoy elijo La princesa prometida de William Goldman.

'La princesa prometida'. Portada del 30.º aniversario

‘La princesa prometida’. Portada del 30.º aniversario

La bella Buttercup jura amor eterno a Westley, que parte en busca de fortuna y es asesinado por unos piratas. La doncella, obligada, se promete al príncipe Humperdinck de Florin, un bellaco al cual solo le interesa la caza. El mejor esgrimista, el hombre más inteligente y el más fuerte del mundo son contratados por los enemigos de Florin para raptar a Buttercup. En la huida, sufren la incansable persecución de un encapuchado que los retará uno a uno en su propio terreno.

En La princesa prometida, William Goldman ha reunido todos los elementos clásicos de los grandes relatos ambientados en un mundo de fantasía medieval, imprimiéndoles su fino sentido del humor. Sus personajes representan a todos los héroes y villanos de nuestros cuentos de infancia y rinden un brillante homenaje a la novela de aventuras.

El problema para elegir título hoy es que la adolescencia es un período amplio con muchos cambios: no es lo mismo una persona de 13 que una de 17 años (por no hablar de algún que otro Peter Pan, que se queda perpetuamente en los 16). Pero hay que elegir algún libro. La princesa prometida puede encajar bien sobre todo por su sentido del humor. Además de ser un libro muy entretenido, destila una ironía que, creo, convierte una historia que, a priori, es un poco infantil, en algo más adulto. Y lo puede disfrutar por igual un chaval de 12 años que alguien en la veintena (o en la treintena, como es mi caso). Tengo pendiente escribir una entrada en condiciones sobre este libro, que me contaron un montón de curiosidades sobre él (desde el punto de vista editorial, es un acierto por todos lados…) y me gustaría compartirlas aquí en el blog. Pronto, espero.

Como todos los días, llega vuestro turno. Llenad los comentarios (y Twitter, si queréis; os agradecería que utilizarais alguna etiqueta tipo #30libros, para localizaros más fácilmente) con títulos para adolescentes…

Último libro que has regalado (30 libros)

El último libro que he regalado se aparta mucho de la temática y del tipo de libro que yo suelo comprar; de hecho, no tiene nada que ver. Y es un libro que no conocía: me lo pidieron, lo compré y lo regalé. Así de simple. Me estoy refiriendo a La economía del bien común, de Christian Felber.

La economía del bien común

‘La economía del bien común’

Hay algo que funciona más allá del capitalismo y del comunismo. La economía del bien común, el modelo económico alternativo de Christian Felber, ha despertado un enorme interés en todo el mundo. Prueba de ello es que en menos de un año, centenares de ciudadanos, políticos, asociaciones y empresas se han unido a esta iniciativa y no parece que esto vaya a acabar aquí. Esta teoría está basada, al igual que una economía de mercado, en empresas privadas e iniciativa individual. Sin embargo, la diferencia con los modelos anteriores estriba en que las empresas no se esfuerzan por competir entre ellas para obtener más beneficio económico, sino que cooperan para conseguir el mayor bien común para la sociedad en su conjunto. En este revolucionario libro, bestseller en Austria y Alemania, se explican detalladamente los principales valores sobre los que se asienta el modelo auspiciado por Felber: dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad ecológica, justicia social y democracia. ¿El objetivo? Poner freno a la desigualdad social, a la destrucción medioambiental y la pérdida de sentido y democracia que reina en nuestros días. ¿Te apuntas al cambio?

A mí este libro me recuerda, excesivamente, a mi trabajo. No lo asociaría a tiempo de lectura por ocio. Sin embargo, tengo que admitir que le estuve echando una buena ojeada cuando lo compré y me pareció de lo más interesante. Cuando lo termine mi hermano (que fue a quien se lo regalé), quizá me anime…

He estado pensando en cuál fue el último libro de ficción que regalé y, sinceramente, me da vergüenza confesarlo, porque fue hace demasiados meses. Fue Mi planta de naranja lima, de Jose Mauro de Vasconcelos (y supongo que la persona a la que se lo regalé aparecerá por los comentarios luego, así que se puede hacer una idea de los pocos libros que he regalado este año: ¡qué vergüenza por mi parte!). Por cierto, hablaré de este libro en otra categoría del reto…

¡Os toca! ¿Cuál es el último libro que habéis regalado? Os esperan los comentarios… Hoy, si queréis, hasta nos ponemos cotillas para que nos contéis a quién se lo habéis regalado… 😉

Un libro que te recuerde a alguien (30 libros)

Con la categoría de hoy tengo la sensación de que estoy haciendo trampas. Me explico: hay un libro que me recuerda a una persona (que conozco en la vida real) porque esa persona es personaje del libro (pero la novela no tiene nada que ver con él o con la razón de por qué lo conozco; él sale de manera tangencial). El libro es Bilbao-Nueva York-Bilbao, de Kirmen Uribe.

Bilbao-New York-Bilbao

‘Bilbao-Nueva York-Bilbao’

Este libro ha aparecido en el blog varias veces: primero lo reseñé y, después, protagonizó una de las entradas del primer reto que hicimos, en una categoría que llevaba por título «Uno que lo haya sorprendido por bueno» (y con esto, digo todo, ¿no?). Y algo mencioné en su día de que conocía a algún personaje en la vida real.

Efectivamente, conozco a un par de personajes del libro en la vida real, a uno sobre todo. Se llama Eneko y fue compañero de trabajo mío en una editorial en la que trabajé durante un año al acabar la carrera. Eneko es filólogo, sabe muchísimo de lexicografía y, en la editorial para la que trabajábamos, se dedicaba a elaborar entradas y ejemplos de un diccionario de euskera (muy bueno) en un despacho muy chiquitín. Y, casualidades de la vida, me cambiaron de sitio y pasé de una sala enorme llena de gente al despachito donde trabajaba Eneko (junto con dos personas más). Y empecé, yo también, a trabajar en el diccionario (no hay mejor manera de aprender ortotipografía, que conste). A pesar de que pueda parecer un trabajo tedioso, era muy ameno. Y nos reíamos muchísimo. Tengo recuerdos increíbles de esos meses del diccionario y de la gente con la que tuve el lujo de trabajar (algunas de las personas que más saben de euskera del mundo). Y, claro, fue toda una sorpresa empezar a leer la novela y encontrarme entre sus páginas a Eneko como personaje (aparece por algo relacionado con su trabajo). Y, obviamente, no puedo ver el libro y no acordarme de él (al que hace igual diez años que no veo en persona, todo sea dicho). Muy curioso todo, la verdad…

¡Ah! Aviso para Elvira: te dejo mencionar Loca Novelife en los comentarios… Eras mi segunda opción… 😉

Os paso la pelota. ¿Algún libro que os recuerde a alguien? Obviamente, no hace falta que conozcáis a ningún personaje… Os espero en los comentarios.



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