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‘Mis’ libros de 2013

Mi intención, al escribir esta entrada, era la de hacer una lista con los libros que he leído en 2013 que me han encantado o que me parecen recomendables. Pero, mientras iba escribiendo, he pensado que eso tampoco aportaba mucho, porque, en el fondo, de los libros que más me han gustado os he ido hablando, si no con reseñas, en el último reto. Entonces se me ha ocurrido que, quizá, los podría ir poniendo por categorías… Y si un libro entra en dos, pues repetimos. Por cierto, no siguen ningún orden especial. A ver qué sale… 😉

Los que me dejaron pensativa, triste o revuelta

  • Iván Repila: El niño que robó el caballo de Atila.
  • Julian Barnes: El sentido de un final.
  • Milan Kundera: La inmortalidad.
  • Michel Houellebecq: El mapa y el territorio.
  • Adolfo Bioy Casares: La invención de Morel.
  • Georges Perec: Un hombre que duerme.
  • Sándor Márai: La mujer justa.
  • Michel Houellebecq: Las partículas elementales.
  • Jean-Philippe Toussaint: Hacer el amor.
  • Julio Oliva: Siete años, un martes y un septiembre.
  • Ainize Salaberri: Un verano invencible.
  • Mario Benedetti: La tregua.

Los de las mil citas (que tenéis en Tumblr)

  • Georges Perec: Un hombre que duerme.
  • Sándor Márai: La mujer justa.
  • Erri de Luca: El día antes de la felicidad.
  • Mario Benedetti: La tregua.

Con los que más me reí

  • Jonas Jonasson: El abuelo que saltó por la ventana y se largó.
  • David Trueba: Abierto toda la noche.
  • Antonio Orejudo: Ventajas de viajar en tren.

Los que me defraudaron

  • Gonzalo Garrido: Las flores de Baudelaire.
  • Ray Loriga: Ya solo habla de amor.
  • Alessandro Baricco: Emaús.
  • Milan Kundera: La identidad.

Libros «de playa»

  • Paul Auster: El palacio de la luna.
  • Nick Hornby: Un gran chico.
  • Herman Koch: La cena.
  • Quim Monzó: El porqué de las cosas.
  • Katherine Pancol: La trilogía animal (libros de playa-culebrón por excelencia).
  • Anna Gavalda: La sal de la vida.
  • Amélie Nothomb: Ácido sulfúrico.

Los muy recomendables

  • Julian Barnes: El sentido de un final.
  • Kirmen Uribe: Lo que mueve el mundo.
  • Niccolò Ammaniti: No tengo miedo.
  • Michel Houellebecq: Las partículas elementales.
  • Sándor Márai: La herencia de Eszter.
  • Erri de Luca: Los peces no cierran los ojos.
  • Alessandro Baricco: Mr Gwyn.
  • Carmen Martín Gaite: Caperucita en Manhattan.
  • Erri de Luca: El día antes de la felicidad.
  • Christopher Morley: La librería ambulante.

Mis joyas de este año

  • Iván Repila: El niño que robó el caballo de Atila.
  • Georges Perec: Un hombre que duerme.
  • Michel Houellebecq: El mapa y el territorio.
  • Bohumil Hrabal: Una soledad demasiado ruidosa.
  • Sándor Márai: La mujer justa.
  • Ainize Salaberri: Un verano invencible.
  • Jean-Philippe Toussaint: Hacer el amor.

¿Cuáles son vuestras joyas de 2013? Tenéis los comentarios abiertos…

‘Año Nuevo’ o ‘año nuevo’

No pensaba publicar esta entrada, pero después de haber visto hoy (2 de enero) a gente que deseaba un feliz Año Nuevo (con mayúsculas), he pensado que podía escribir un par de líneas…

No es lo mismo desear un feliz Año Nuevo que un feliz año nuevo. Año Nuevo, con mayúsculas, es el nombre de la festividad que se celebra el 1 de enero; los nombres de las festividades como Nochebuena, Nochevieja, Navidad, Año Nuevo… van en mayúscula. Si deseamos, por tanto, feliz Año Nuevo, estamos deseando un feliz 1 de enero (que tampoco está mal, pero no es lo mismo). Si lo que queremos es desear un año completo muy feliz, deberemos escribirlo con minúscula.

Así que, espero que hayáis pasado un feliz Año Nuevo y os deseo un muy feliz año nuevo… 😉

Primer libro del año

Tengo que reconocer que nunca me había parado a pensar en qué escogía como primera lectura del año; supongo que lo que pillara en el momento estaba bien, sin más. Pero el otro día (el lunes, si no me equivoco), una amiga me echó un pequeño rapapolvo: parece ser que es un asunto muy importante y que hay que elegir muy bien el primer libro del año. Me dio sus razones y tengo que admitir que me convenció; y me entró una especie de responsabilidad tremenda: ¿qué iba a escoger?

kundera-ridiculos

‘El libro de los amores ridículos’

Al final creo que mi elección es buena. Ha sido El libro de los amores ridículos, de Milan Kundera.

Tal vez por haber sido escritas en el periodo más feliz de la vida de Milan Kundera (entre 1959 y 1968), según sus propias palabras, estas narraciones son las más alegres, las más seriamente desvergonzadas y las más reflexivamente divertidas de su obra. La farándula de personajes hedonistas que desfila aquí ante nosotros en busca de los juegos múltiples y contradictorios de la amistad, el amor y el sexo no puede sino incitar a la risa, atrapados como están en el mundo loco de severidad, hermetismo e inquisición que les rodea. Una risa auténtica, traviesa; un humor sabio, sagaz y gozador, al que ya nos tiene acostumbrados el autor de La insoportable levedad del ser.

Claro, como estoy en ello, todavía no os puedo contar mucho. Más que nada, prefiero preguntaros: ¿cuál está siendo vuestro primer libro de 2014? ¿Os está gustando? ¿Le dais importancia al primer libro o pasáis del asunto como hacía yo hasta este año? ¿Algún devorador de libros que ya haya terminado el primero y esté por el segundo (o incluso tercero)? Los comentarios son vuestros y, la verdad, tengo muchísima curiosidad por saber qué estáis leyendo…

Deseo para 2014

«Mi deseo es muy simple: espero que este año te equivoques. Porque, si te equivocas, es que estás intentando cosas nuevas, aprendiendo, viviendo, esforzándote, cambiando, cambiando tu mundo. Estás haciendo cosas que no habías hecho antes y, lo que es más importante, estás haciendo algo. Así que este es mi deseo para vosotros, para todos vosotros, y para mí mismo. Comete nuevos errores. Comete increíbles y gloriosos errores. Comete errores que nadie haya cometido antes. No te quedes quieto, no te pares, no te preocupes si lo que sea no es lo suficientemente bueno (se trate de arte, amor, trabajo, familia o vida). Sea lo que sea lo que te da miedo: hazlo. Comete errores, este año y siempre».

Neil Gaiman
Escritor

Deseo de Neil Gaiman que yo hago mío. Así que, este año, equivoquémonos. Fallemos. Hagamos algo absurdo. Hagamos lo impensable. Seamos atrevidos. ¡Seamos valientes! Celebraremos lo que nos salga bien y aprenderemos de lo que nos salga mal. Pero ¡fuera miedos! Está en nuestra mano hacer de 2014 un año extraordinario…

Que se cumplan todos vuestros sueños y deseos… ¡Feliz 2014! 🙂

Cerrando 2013…

Aquí, doña listas y doña fechas tiene la mala costumbre de, en determinadas épocas, hacer balance y comprobar cómo han ido las cosas… Y, obviamente, el fin de año se presta demasiado a esto (también lo hago por mi cumpleaños). Así que hoy voy a «cerrar» el año contando cómo ha sido mi 2013.

Empezamos por las lecturas, capítulo que di por finalizado el sábado al acabar el que va a ser mi último libro del año, Mr Gwyn de Alessandro Baricco. Buen cierre (supongo que, en un futuro, aunque no sé cuándo, escribiré la reseña). Y, en general, muy buen año lector. He tenido la suerte de leer cosas buenísimas, estoy encantada este año. A ver si en 2014 seguimos igual. Y a ver si en 2014 saco tiempo para leer tranquila, que últimamente parece que es misión imposible. Si me da tiempo la semana que viene, igual hago una lista de los libros que más me han gustado este año. Creo que va a haber muchos títulos esta vez…

En cuanto al blog, no sé cómo daros las gracias por un año increíble. Acabo de estar viendo las estadísticas de las visitas desde enero y me dan auténtico vértigo. ¿Cómo podéis ser tantísimos? Mil millones de gracias, de verdad. Aun así, seguiré imaginándome que sois cuatro gatos a la hora de escribir, porque, si no, me quedaría petrificada por el miedo (y no habría ni una entrada más). Que una tímida patológica como yo llegue a tanta gente es de hacérselo mirar… 😉

En el terreno laboral, la palabra que mejor define el año es altibajos. Ha sido un año muy irregular, con meses muy buenos y meses nefastos (¡menudo verano!). Me quedo con un par de proyectos muy importantes en los que he participado y que me han hecho especial ilusión. Y espero que en 2014 las cosas vayan como en el último trimestre de este año. Eso sí, con más horas de sueño, por favor.

Lo del sueño está siendo un verdadero problema. No duermo nada. Normalmente, porque estoy dedicando demasiadas horas al trabajo. Pero, cuando por fin podría dormir, estoy tan pasada de rosca que me cuesta muchísimo conciliar el sueño (¡no me había pasado nunca!). Y estoy muy muy muy bajita anímicamente. Y no sé si hacer  balance de mi vida personal sería buena idea en este momento, porque igual vería las cosas más «oscuras» de lo que realmente han sido. Porque, de hecho, como no se cansa de repetirme una amiga a todas horas, mi vida es de novela. Me pasa de todo, locura tras locura, y sin proponérmelo. Esta semana de Navidades ha sido increíble en ese sentido… (y cuando digo increíble, lo digo en sentido literal: no os creeríais las cosas que me han pasado esta semana). Mentiría si dijera que 2013 ha sido un año malo; pero tampoco creo que haya sido para echar cohetes (y yo quiero un año así ya…). El otro día sí que estuve centrifugando un rato la cabeza con Alicia (a la mayoría de quienes me conocéis en persona os habré hablado de ella, por eso la menciono) y la conclusión a la que llegué sobre mi 2013 fue relativamente positiva. Eso sí, me quedo con la misma sensación de siempre: soy una cobardica y me gustaría ser mucho más valiente. Con esa frase resumo mi año (y se convierte, casi, en un propósito para el año nuevo; espero que os paséis por aquí a partir del día 1 y veáis la entrada que tengo preparada al respecto). Aprovecho, ya que al final todo me lleva a hablar de la dichosa valentía, para copiaros al final de la entrada unos versos de Rainer Maria Rilke que me pasó un amigo el día de Navidad, porque, cómo no, estuvimos hablando de ciertos miedos… Él decía, y con razón, que todos tenemos en nuestro interior la fuerza para acabar con nuestros miedos, porque el miedo no existe, lo inventamos nosotros. Y quizá nos están esperando cosas maravillosas y una vida plena y feliz a la vuelta de la esquina, pero nos tenemos que atrever a ir allí. Y de ahí los versos. Y os los copio por si os ayudan (como espero que me ayuden a mí). Y, para cerrar el círculo, os enlazo a una de las primeras entradas de este año, que habla de atreverse a soñar

Espero que el 2014 sea un año grandioso. Nos leemos el día 1. Feliz entrada de año…

Quizá los dragones que amenazan nuestra vida
no sean sino princesas anhelantes
que solo aguardan
un indicio de nuestra apostura y valentía.
Quizás en lo más hondo
lo que más terrible nos parece
solo ansía nuestro amor.

Rainer Maria Rilke

Mi ‘wishlist’ de la Fnac para 2014

wishlist

Pues, otro año más (y ya van unos cuantos), vuelvo a tentar a la suerte participando en el concurso de la wishlist de la Fnac (que, para los blogueros, puede sumar hasta 2014 €, un premio de lo más sustancioso). Por cierto, este año la Fnac lo pone más fácil con su Inspirador de regalos (al que os enlazo), por si tenéis dudas de qué regalar…

Ahí va mi lista:

Libros

El total asciende a 2013,26 €.

PS1: Aunque yo entro en el concurso de blogs, todos podéis participar y ganar 500 euros a través de Facebook. Podéis encontrar el enlace en la página de la Fnac y las bases aquí. Tenéis hasta el 5 de enero, así que ¡corred!

PS2: Este año tampoco hay música… 🙁

Reflexiones (XXXVI)

«En mitad del invierno he descubierto en mí un verano invencible».

Albert Camus
(1913-1960)
Escritor

Dedicado a quienes, probablemente sin saberlo, han logrado lo impensable en mí este año. Reconquistaremos nuestros veranos invencibles, porque somos implacables…

¡Feliz Navidad!

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¡Nieva!

Nieve azul, además…

😉

Cuatro años

Se dice pronto, pero hoy el blog cumple cuatro años… Y aquí estamos, 656 entradas y 3525 comentarios después (¡qué geniales sois!). Y cada vez con más visitas. Solo se me ocurre una cosa que decir: ¡¡muchísimas gracias!! A ver si aguantamos otros cuatro años (o más).

🙂



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