Michel Houellebecq: ‘Plataforma’

Después de leer (e incluso «sufrir» con) dos novelas suyas el año pasado (El mapa y el territorio y Las partículas elementales), este verano he vuelto a Michel Houellebecq y su Plataforma. No me ha decepcionado en absoluto.

'Plataforma'

‘Plataforma’

Michel, parisino, funcionario, cuarentón, apocado y apático, incapaz de experimentar ninguna emoción, parte de vacaciones a Tailandia para olvidarse de todo y sumergirse en un paraíso de placer en el oasis del turismo sexual. Allí conoce a Valérie, directiva de ‘Nouvelles Frontières’ y con ella decide crear una red mundial de colonias turísticas en las que el sexo se practique libremente, los deseos estén en venta y la prostitución sea legal. Pero tras el éxito inicial la tragedia se precipita, motivada por integristas de toda laya… Una novela que ha conmocionado a Francia por su provocadora visión del cinismo erótico de la sociedad de consumo.

Aunque no me encuentro en ninguna crisis vital, leyendo a Houellebecq le doy vueltas al coco. Quizá porque creo que todo lo que he leído de él me lleva a la misma conclusión: estamos solos. La soledad impera. Y no hay esperanza. Y eso asusta.

Plataforma no es una excepción a esta conclusión. Estamos muy solos. Intentando relacionarnos de cualquier manera, sea o no aceptable. Y normalmente son relaciones egoístas, encaminadas a nuestro propio interés (¿placer?). Y entonces va Houellebecq y, ante este panorama que él mismo nos pinta, aprovecha para criticar todo, provocando, escandalizando a parte de la sociedad francesa, o de la manera que haga falta. ¿Que tengo que hablar de prostitución? Pues lo hago. ¿Que tengo que escribir sobre turismo sexual? Pues me saco esta novela de la chistera y a quien le choque que diga que hay franceses que se follan a niñitas tailandesas que se lo haga mirar porque vive en la inopia. ¿Que en la novela tiene que haber mucho sexo explícito? Pues no os escandalicéis quienes luego leéis el infame Grey y encima os gusta (porque, además, esto es mucho más real).

A mí me ha parecido una muy buena novela. Bien construida, buenos personajes, poniendo el dedo en la llaga y con una buena historia y un buen trasfondo detrás. La conclusión, como ya he dicho arriba, demoledora. Pero es lo que hay. Estamos, según Houellebecq (¿solo Houellebecq?), en una sociedad enferma para la que ya no hay solución. Estamos solos. Y moriremos todos solos. Fin del asunto.

¿Habéis leído Plataforma? ¿Qué os ha parecido? Como siempre, los comentarios son vuestros.