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El libro con tu personaje protagonista favorito (30 libros)

Hoy vuelvo a repetir con respecto a otros retos. Lo siento, pero, si no, estaría mintiendo. Hay un personaje protagonista por el que tengo auténtica debilidad y era obligado que hoy hablara de él. Es Holden Caulfield, el personaje principal de El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.

Holden Caulfield

Holden Caulfield

Si me pongo a pensar en Holden Caulfield y su aventura, la primera palabra que me viene a la mente es ternura. No sé por qué, pero Holden me provoca una ternura y un afán de protección descomunales, como si fuera mi hermano pequeño (de hecho, me recuerda bastante a mi hermano, que como lea esto me va a matar). Holden es gruñón y sumamente quejica, un adolescente bastante insufrible a ratos, todo le parece mal y el mundo está en su contra. Pero, aun en ese escenario hostil, podemos intuir la verdadera personalidad de Holden (en cómo trata a su hermana pequeña, por ejemplo). Y Holden es, tan solo, un chico perdido que no comprende el mundo y que tiene que lidiar con sus propios fantasmas (la muerte de su hermano, entre otros). ¿Cómo alguien así no va a despertar unas ganas incontrolables de darle un abrazo?

Holden es el antihéroe por excelencia, los únicos personajes interesantes para mí. La vida está llena de antihéroes, no de héroes, que consiguen, a pesar de todas las dificultades, salir adelante. Como Holden. En serio, ¿cómo no enamorarse de Holden Caulfield, incluso con sus miserias y sus conflictos? Que alguien me lo explique.

Aunque siempre se dice que El guardián entre el centeno es una novela para adolescentes, quizá por la edad de su protagonistas (16 años), a mí me parece una lectura recomendable siempre. Así que, si no lo habéis leído, hacedlo y cuidadme un poco a Holden (que conste que a mucha gente le parece un personaje insoportable, pero a mí me produce ternura).

Os toca. ¿Vuestro personaje favorito? Creo que estas categorías son un poco difíciles (de hecho, os confieso que no sé de qué libro hablar mañana, a ver cómo resuelvo la papeleta). Os espero en los comentarios.

Un libro técnico que uses habitualmente

La categoría de hoy es interesante. Probablemente no por los libros en sí (aunque yo os voy a hacer una superrecomendación, que nunca viene mal), sino porque creo que me va a dar la oportunidad de conoceros un poco más a quienes soléis participar en los comentarios. Es cierto que a algunos os conozco, con otros hablo en las redes sociales, de algunos no sé absolutamente nada… pero en realidad no sé a qué os dedicáis la mayoría. Y me imagino que los libros técnicos que soléis usar estarán relacionados con vuestra profesión (aunque igual tiráis por otro sitio, también es posible, no lo sé). Bueno, que me enrollo. Libro técnico. Hoy barro para casa: Manual de estilo Chicago-Deusto.

'Manual de estilo Chicago-Deusto'

‘Manual de estilo Chicago-Deusto’

Cuando trabajo, quizá lo que más utilizo sean diccionarios de todo tipo (desde el DRAE, hasta varios de dudas —el de Seco es el mejor—, sinónimos, inglés, francés, ideológicos, de preposiciones, de uso…), pero también, cómo no, manuales de estilo. El MELE de Martínez de Sousa era mi guía hasta que apareció el que os propongo hoy, el Manual de estilo Chicago-Deusto, publicado por la Universidad de Deusto.

Os cuento un poco qué es este libro. Uno de los mejores manuales de estilo que hay del inglés es el Chicago Manual of Style, de Chicago University Press. Lleva muchísimas ediciones, lo van mejorando y actualizando, y es una verdadera referencia. Imprescindible para quienes trabajan con palabras en inglés… La Universidad de Deusto llegó a un acuerdo con la Universidad de Chicago para realizar la adaptación al castellano. Y, tras mucho trabajo, llegó a nuestras manos el Manual de estilo Chicago-Deusto.

¿Qué podéis encontrar en él? Pues, básicamente, la respuesta a la mayor parte de las dudas que le pueden surgir a un redactor, sobre todo (aunque no exclusivamente) en el ámbito académico; no obstante, puede venirle bien a cualquiera que tenga que escribir cualquier tipo de texto. Es un manual muy clarito y está todo muy bien explicado.

Y ¿por qué digo que barro para casa? Porque yo participé en el Manual (y Santi, al que podéis ver por los comentarios estos días de reto, también). Así que, aunque haya gente que me lo recomiende porque, según ellos, «no tengo ni idea» (gracias por valorarme profesionalmente sin conocer mi trabajo), es probable que sepa sobre el Manual mucho más de lo que ellos pueden llegar a imaginarse.

Es una superrecomendación, en serio. De todas formas, si os interesara el tema, igual algún día (cuando acabe el reto), podría hablaros de diccionarios, diccionarios de dudas, manuales y demás. Me decís qué os parece la idea y, si os va bien, prepararé alguna entrada.

Os toca. ¿Cuáles son vuestros libros técnicos? ¡A los comentarios!

Un libro del que tengas ediciones en distintos idiomas (30 libros)

Hoy también lo he tenido muy fácil. Si pensabais que os ibais a librar de Buenos días, tristeza, de Françoise Sagan, en un reto, estabais equivocados. Cécile tiene que aparecer en los retos, no queda otra (esta vez no he mencionado ni a García Márquez ni a Unamuno, me tenéis que conceder que cite a Sagan).

'Bonjour, tristesse'

‘Bonjour, tristesse’

No es ningún secreto que tengo una relación especialísima con esta novela (ya sabéis que la leo todos los veranos y que es mi debilidad). Por lo tanto, era de esperar que la tuviera en castellano y, también, en su original francés (además, tengo justo la edición que aparece en la imagen: es una de bolsillo que me regaló alguien por sorpresa un día, no os imagináis la ilusión que me hizo: eran tiempos muy felices). Y en castellano tengo una edición especial que sacaron hace la pila de años para conmemorar no sé qué aniversario de su publicación, con una cubierta que me encandiló desde que la vi por primera vez.

Y, la verdad, no sé por qué digo «tengo», porque tendría que decir, más bien, «tenía». Igual es porque sí que tengo esperanzas de que mis ejemplares de Buenos días, tristeza vuelvan a mí. La edición en francés la tengo más o menos localizada, creo que sé quién la tiene y, salvo que la haya perdido en una de sus múltiples mudanzas, es recuperable. La edición que me preocupa es la castellana. Sé perfectamente a quién se la presté. Sé perfectamente a quién se la dejó esa persona. Me la han perdido. Creo que no hay forma posible de recuperarla.

¿Qué significa esto? Que, de momento, este verano voy a fallar a mi cita con Cécile. Me parece complicado que mis ejemplares vuelvan a tiempo (si es que vuelven). Así que, si alguien desea hacerme feliz, pero muy feliz, puede regalarme una edición (cualquiera, no me voy a poner tiquismiquis) de Buenos días, tristeza. Se lo agradeceré enormemente. Y esto va totalmente en serio…

Os toca. No sé si todo el mundo tendrá ediciones en varios idiomas del mismo libro. Si no tenéis, no pasa nada. Si queréis seguir comentando, podéis contarnos de qué libro os gustaría tenerlas. Posibilidades, todas y más (y las trampas, siempre que sean para mencionar títulos, son bienvenidas). Tenéis los comentarios abiertos.

Un libro del que tengas distintas ediciones (30 libros)

Hoy lo tengo fácil, porque hay varios libros de los que tengo varias ediciones. Del que voy a elegir, si no recuerdo mal, tengo cuatro distintas (podrían ser cinco, pero no estoy segura). Es, cómo no, Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.

'El Quijote'

‘El Quijote’

Podría haber elegido otros libros, pero he optado por este por varias razones. En primer lugar, creo que nunca he hablado sobre El Quijote en el blog, y ya va siendo hora de que, al menos, lo mencione. Dos, porque es el libro del que más ediciones tengo (por muy diversos motivos: tengo una edición crítica, una anotada con un estudio preliminar bastante interesante, una de bolsillo con grafías modernizadas , una de tapa dura con grafías modernizadas —que, además, es mi favorita— y ya digo que puede que haya alguna más). Y, por último, porque este año se conmemora el 400.º aniversario de la publicación de la segunda parte de la obra. La primera es de 1605; la segunda, de 1615. Pero parece que todos los fastos se los llevó el aniversario de la primera. Este año han dado mucho la murga a cuenta de los huesos de Cervantes, pero, al menos yo, he oído poco sobre el aniversario. Si estoy equivocada, sacadme de mi error, por favor, que rectifico rápidamente.

Nada más que añadir hoy por mi parte. Os dejo la pelota en vuestro tejado para que me contéis si tenéis varias ediciones de algún libro en los comentarios. ¡Gracias!

Un libro para adultos ilustrado (30 libros)

Hago un cambio de última hora con esta categoría. Tenía un libro pensado pero, en los últimos días, he leído una maravilla ilustrada que merece mucho la pena. Hoy elijo Noches blancas, de Fiódor Dostoievski.

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‘Noches blancas’

San Petersburgo, su luz, sus casas y sus avenidas son el escenario de esta apasionada novela. En una de esas «noches blancas» que se dan en la ciudad rusa durante la época del solsticio de verano, un joven solitario e introvertido narra cómo conoce de forma accidental a una muchacha a la orilla del canal. Tras el primer encuentro, la pareja de desconocidos se citará las tres noches siguientes, noches en las que ella, de nombre Nástenka, relatará su triste historia y en las que harán acto de presencia, de forma sutil y envolvente, las grandes pasiones que mueven al ser humano: el amor, la ilusión, la esperanza, el desamor, el desengaño.

Creo que, con decir que el autor de esta historia, triste y delicada, sobre un triángulo amoroso es Dostoievski, valdría. Es un acercamiento introspectivo al alma humana, a sus pasiones, sus afectos, sus amores, sus ilusiones, sus desamores, su soledad. No es la obra más conocida del autor, pero os aseguro que merece la pena echarle un ojo a esta novelita (es tremendamente breve). Y la edición que acaba de publicar Nórdica es preciosa (por supuesto, es ilustrada, siguiendo el enunciado de hoy).

Y es curioso que la novela tenga lugar justo en esta época del año. Estamos justo en las noches blancas, así que voy a aprovechar para desearos a todos una muy mágica noche de San Juan. Yo la voy a pasar en uno de los sitios más bonitos de Vizcaya (justo encima de San Juan de Gaztelugatxe), en un akelarre de lo más espectacular. Y quemaré lo malo y pediré deseos. Los deseos de San Juan se cumplen, hacedme caso, así que pedid (que se os dará).

Vuelta al tema que nos ocupa. Os toca proponer títulos. ¿Sugerencias de libros ilustrados? Os espero, como todos los días, en los comentarios.

Un libro que leíste demasiado pronto (30 libros)

Hoy no voy a dejar el primer título que se me ha pasado por la cabeza al leer el enunciado de la categoría, porque estaría repitiendo libro por enésima vez y no puede ser (hablaría, cómo no, de San Manuel Bueno, mártir, de Unamuno). Así que, por no volver a lo de siempre, he buscado otro libro que también me da esa sensación de haberlo leído muy pronto y no haberle extraído todo el meollo. Es Nada, de Carmen Laforet.

'Nada'

‘Nada’

Andrea llega a Barcelona para estudiar Letras. Sus ilusiones chocan, inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que reina en casa de su abuela. Andrea relata el contraste entre este sórdido microcosmos familiar —poblado de seres extraños y apasionantes— y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la bella y luminosa Ena. Finalmente los dos mundos convergen en un diálogo dramático. Comparada por la crítica con Cumbres borrascosas, Nada destaca tanto por su prosa fresca y directa como por la extraordinaria sensibilidad en la recreación de una voz femenina. Cuando el libro acaba, el lector tiene la seguridad de poder encontrar, al volver la esquina, a una muchacha pálida y triste, con toda la fuerza de su juventud condensada en el mirar. Es Andrea, absorta, queriendo algo, sin saber qué. Como el resto de los protagonistas, ha nacido a la vida real por un prodigio de la creación artística. Prodigio más que suficiente para formar parte de la Historia de la Literatura.

La elección de este título es totalmente subjetiva (bueno, como todas); a lo que me refiero es que no tengo la certeza de haber leído la novela demasiado pronto, es más bien una sensación que me pesa desde hace ya algún tiempo. La leí a los 17 años y me maravilló (bien escogido el verbo). Aun así, tengo la tremenda sensación de que no la aproveché al máximo. Creo que, si la hubiera leído tan solo dos o tres años después, la lectura hubiera sido una experiencia mucho mejor (por cómo era mi propia vida entonces).

Lo curioso es que no la he releído nunca. Quizá debería hacerlo. Pero, si a las lecturas que ya se me acumulan junto nuevas relecturas, me debería dedicar en exclusiva a la lectura por ocio y, todavía, no puedo permitírmelo (aunque no lo descarto en un futuro). My wish… 😉

Vuestro turno. ¿Tenéis la sensación o sabéis con certeza que leísteis un libro excesivamente pronto en vuestra vida? ¿Habría sido mejor que se os cruzara un poco (o un mucho) más tarde? Podéis contárnoslo en los comentarios.

Un libro que leíste con alguien o en grupo (30 libros)

Voy a ser sincera y confesar que no sé a qué se refiere el enunciado de la categoría de hoy con eso de «uno que leíste con alguien». ¿Cómo se lee con alguien? Me vienen a la cabeza unos conocidos que, me cuentan, leen juntos cuando se van a la cama. Cogen el libro y se van turnando para leer en alto, unos ratos él y otros ratos ella. Y, claro, siempre comparten los libros. ¿Es eso? Porque a mí esto me parece muy muy loco. Yo no lo aguantaría. Y nunca he leído así. Para mí la lectura en sí es un momento mucho más «íntimo». Hablar a posteriori de los libros, por supuesto. Pero leer a la vez…

Me imagino que la categoría va, más bien, por haber leído algo y haberlo comentado después con alguien o con un grupo. Eso llevo toda la vida haciéndolo. Lo de hoy debería ser sencillo… Supongo que quienes hemos estudiado literatura podríamos citar mil libros. Por no retrotraerme a mis años universitarios, os voy a contar una experiencia mucho más reciente y que, además, tiene que ver con el blog. Eso sí, antes diré que el libro que elijo para hoy es La cena, de Herman Koch.

'La cena'

‘La cena’

Dos parejas se han citado a cenar en un moderno y exclusivo restaurante de Ámsterdam. Mientras saborean el aperitivo y charlan con aparente despreocupación sobre la última película de moda o sus planes para las vacaciones, son conscientes de que, tarde o temprano, deberán abordar el incierto y acuciante tema que los ha llevado a reunirse: el futuro de Michel y Rick, sus hijos de quince años que, según algunos indicios, podrían estar envueltos en un caso de violencia grave. Así pues, tras los postres, cuando la cena llegue a sus últimos compases, la tensión entre los comensales habrá alcanzado su punto culminante y la cadena de secretos y revelaciones confluirán en un final dramático en el que nadie podrá esgrimir su inocencia.

Hace cosa de tres años, a unas cuantas personas que participaban muy activamente en el blog se les ocurrió montar una especie de club de lectura. Yo me uní, claro está. Y organizamos una especie de blog paralelo privado (me suena que era privado) donde establecimos unas normas para elegir los títulos que se iban a leer y cómo comentar. La verdad es que era todo un poco lioso (o yo lo recuerdo así). El primer (y único) libro que llegamos a leer y comentar fue este que he elegido para hoy, La cena, a propuesta mía además.

¿Por qué elegí La cena para el famoso club de lectura? (Qué desastre; lo he estado buscando, pero no me acuerdo ni del nombre que se le puso a la página). Porque me pareció un libro de una temática muy actual, un tanto polémico, y se me ocurrió que se podía debatir muy bien sobre él después. Además, me habían dicho que estaba muy bien escrito (no me pareció para echar cohetes) y que los personajes estaban bien dibujados (bueno…). Pero sí que era una novela que daba para una buena conversación posterior.

Fue todo un poco desastre. Cada cual tenía sus obligaciones, tardábamos en dejar las opiniones, nadie moderaba (con lo que la conversación se iba por otros derroteros a veces) y al final se fue quedando todo un poco parado. Para cuando hubo que proponer títulos para una segunda lectura, nos fuimos descolgando hasta que nunca más se supo (realmente, creo que no se leyó ningún libro más, aunque no estoy segura, porque yo dejé de participar). Y desde entonces la idea de los clubes de lectura no me atrae demasiado, pese a que creo que, bien organizados, pueden ser muy útiles para sacar todo el jugo a los libros.

Pues esto es. Os contaría más del libro en sí, pero es la típica novela que, cuanto más te cuentan, más te la destrozan. Así que prefiero dejarlo aquí y pasaros la pelota. ¿Qué libro habéis leído con alguien o en grupo? ¿Os gusta comentar vuestras lecturas después? Tenéis los comentarios a vuestra disposición.

Un libro que te provocó insomnio (30 libros)

Lo cierto es que hoy no sé bien cómo enfocar el enunciado de la categoría. No hay muchas cosas que me produzcan insomnio, la verdad (soy una marmotilla). Los libros, en general, nunca me quitan el sueño (salvo algunas novelas de trabajo que, por las fechas ajustadísimas de entrega, me obligan a trabajar de noche). Se me ha ocurrido entonces que quizá podría hablar del último libro que me enganchó tanto que me quedé en vela leyendo (pero eso no es insomnio, sino muchas ganas de leer). Fue El alcohol y la nostalgia, de Mathias Enard.

'El alcohol y la nostalgia'

‘El alcohol y la nostalgia’

Recuerdo perfectamente la noche que leí este libro. Me lo habían dejado por la tarde, lo comencé de camino a casa en el autobús y no pude parar de leer hasta que lo terminé, sobre las cinco de la mañana. Imposible dejarlo. Imposible dormir después con semejante historia en la mente. Así que me levanté y escribí la reseña. Curiosamente, aunque pienso que es uno de los libros más interesantes sobre los que he escrito en el blog, es una de las entradas con menos visitas. Tampoco tiene comentarios y pasó muy desapercibida. Una auténtica pena. Y yo ya no sé cómo recomendar esta novela a la gente, porque es una de las imprescindibles. Por cierto, en papel es un poco difícil de conseguir a estas alturas (pero está publicado en digital también).

Hacedme caso y dadle una oportunidad a esta gran novela. Estoy convencidísima de que no os vais a arrepentir.

Vuestro turno. ¿Qué libro no os dejó dormir (y por qué)? Como todos los días, tenéis los comentarios abiertos para contar lo que queráis.

Un libro que te haga más sabio (30 libros)

No tuve ninguna duda para la categoría de hoy. Ninguna. Tenía que ser Georges Perec y su Un hombre que duerme. 

'Un hombre que duerme'

‘Un hombre que duerme’

Si no recuerdo mal, esta es la tercera vez que hablo sobre este libro en el blog. Primero lo reseñé (o similares) y, después, salió en otro reto. Lo usé para una categoría que no tenía tanto que ver con la novela en sí, sino con la editorial, pero fue ahí, en aquella entrada, donde expliqué de verdad qué había supuesto su lectura para mí. Una profunda conmoción, escribí. Sigo pensando lo mismo.

En el texto de la contracubierta de la edición de Impedimenta (intachable), hay una cita de Enrique Vila-Matas que ilustra muy bien la sensación con la que me quedé y que quiero transmitir hoy: «Entre los libros que me cambiaron la vida estuvieron siempre los de Perec. Recuerdo haberlos leído con fascinación». Quiero pensar que a mí Un hombre que duerme me cambió un poco la vida. Quizá debería releerlo ahora a ver si reacciono de nuevo.

Se siente una empatía y una conexión total con el protagonista gracias a la voz narrativa empleada, de segunda persona; más bien, los lectores casi nos transformamos en ese ser apático y abúlico que detiene su vida. ¿Despertamos o no? ¿Cogemos al toro por los cuernos y nos decidimos a vivir plenamente y sin miedos, o dejamos la vida y las oportunidades pasar por delante de nuestras narices sin hacer nada?

Cualquier libro que, como Un hombre que duerme, te abofetee, te haga despertar, te haga moverte y mirarte dentro, muy dentro, hasta las entrañas… es un libro que, irremediablemente, te hace más sabio. Impedimenta debería poner una pegatina de «Podría cambiar su vida» sobre sus ejemplares de Un hombre que duerme. Si necesitáis despertar y reaccionar para empezar a vivir (no solo existir o sobrevivir), leed Un hombre que duerme. Imprescindible.

Os toca. ¿Qué libros tenéis la sensación de que os han hecho más sabios? Me interesan muchísimo vuestras propuestas hoy. Hagámonos más sabios. Os espero en los comentarios.

Un libro que transcurra en una guerra (30 libros)

Para hoy traigo un titulazo. Si no lo habéis leído, corred. Es La pasión, de Jeanette Winterson.

'La pasión'

‘La pasión’

Lo leí el verano pasado y me maravilló. Me fascinaron la historia, la originalidad de la trama, los personajes y la atmósfera de cuento que se impregnaba por toda la ciudad de Venecia. Y no me olvido de que todo transcurría en época de guerra y algunos de los capítulos, en plena contienda.

Por supuesto, esto no tiene nada que ver con la típica historia que nos imaginamos al oír la palabra guerra. No es una novela bélica de por sí, aunque la guerra juegue un papel importante, por ejemplo, en el momento en que se conocen los protagonistas. Si lo que estáis buscando es un libro donde prime la lucha, esta no es vuestra novela. Pero que quede muy claro que es un novelón y, como transcurre durante las guerras napoleónicas, cumple los requisitos de la categoría de hoy.

Os toca. Tengo la sensación de que esta categoría es muy fácil (al menos a mí se me ocurren muchos títulos). A ver con cuáles me sorprendéis en los comentarios.



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