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Letras y Fútbol 2015 (2)

Ya os hablé del Letras y Fútbol 2015 hace unas semanas, pero en aquel momento no estaba publicado el programa. Pues bien, aquí lo tenéis. Hay gente muy interesante por Bilbao esta semana para hablar de libros y fútbol. Yo aprovechaba…

Programa del Letras y Fútbol 2015

¿Alguien va? Comentarios…

«Etimología para el fornicio»

Acabo de leer un artículo de la Jotdown que me ha hecho sonreír más de una vez. Y, como tiene que ver con etimología, he decidido copiaros el enlace. ¿Queréis saber de dónde vienen términos como emoción, deseo, joder, vagina eyacular? Pues no os perdáis el artículo. Sin desperdicio.

Etimología para el fornicio, de Carlos Mayoral.

Obviamente, podéis comentar lo que queráis… 😉

Mis últimas lecturas (de julio a septiembre de 2015)

En la última entrada, me dediqué a comentar aquellos libros que leí durante la primavera pero de los que, por diversas razones, no había hablado en el blog. Hoy me toca meterme con el verano. Verano que, para mí, tiene un nombre propio: Karl Ove Knausgård. Ha sido un enorme descubrimiento, he caído rendida ante su escritura desordenada y reflexiva, me han encantado sus libros y, la verdad, tengo unas ganas locas de que salga la cuarta parte de Mi lucha. Pero, como no solo podemos vivir del noruego, hubo más libros. Algunos no me gustaron nada, aviso desde ya, aunque creo que mi estado de ánimo cuando los leí tuvo mucho que ver. Os voy explicando todo.

JULIO

En julio dejé tres novelas sin reseñar. De la primera, Le llamé Corbata, de Milena Michiko Flašar, sí va a haber reseña (a ver si me da tiempo a publicarla esta misma semana), así que la dejamos aparte por ahora. Hoy os hablo de las otras dos.

'Reina Lucía'

‘Reina Lucía’

E. F. Benson: Reina Lucía

Adorada por legiones de fans, inspiradora de una famosa serie de la BBC, Reina Lucía es la primera de la mítica serie de novelas de Mapp y Lucía, deliciosas sátiras sobre la pretenciosa y relamida burguesía rural británica. Reina Lucía nos presenta a la inimitable Emmeline Lucas (Lucía para los amigos), árbitro social y reina del pintoresco villorrio de Riseholme, que ve su trono peligrar con la aparición de Olga Braceley, una cantante de ópera sin escrúpulos. Para hacerle frente, contará con el apoyo de su fiel amigo, Georgie Pillson, un zangolotino de la mejor calaña, aficionado al cotilleo salvaje, al petit point y a las conversaciones en italiano macarrónico; o con su molesta vecina, Daisy Quantock, que revoluciona al pueblo entero cuando adquiere un «gurú» nativo de la India aficionado a las bebidas espirituosas de alta graduación, que introduce en la comarca la fiebre por el yoga. Reina Lucía es una novela deliciosa, ferozmente british, que incita a la risa desde la primera página con un humor que no tiene precio.

Muy divertida. Disfruté como una enana con las deliciosas tonterías de las pérfidas y en ocasiones malévolas vecinas de Riseholme. De hecho, estoy leyendo la segunda parte, así que, cuando la acabe (para eso habría que leer, que últimamente no lo estoy haciendo), os hablo de toda esta caterva de pijos británicos.

'Niveles de vida'

‘Niveles de vida’

Julian Barnes: Niveles de vida

«Juntas dos cosas que no se habían juntado antes. Y el mundo cambia. La gente quizá no lo advierta en el momento, pero no importa. El mundo ha cambiado, no obstante». El libro arranca con esta reflexión y en efecto reúne tres historias aparentemente inconexas que acaban mostrando secretos y sutiles lazos. Niveles de vida habla de la aventura de vivir, de los retos imposibles, del amor que todo lo desborda y del dolor de la pérdida. Y lo hace entretejiendo tres piezas independientes. La primera nos habla de los pioneros de la conquista del cielo con los globos aerostáticos y de las iniciales tentativas de fotografías aéreas realizadas por Nadar, aspirando a ser el ojo de Dios. La segunda historia retoma a un personaje de la anterior, el coronel británico Fred Burnaby (bohemio, aventurero y viajero, que murió en Jartum), del que se relata su pasión por la legendaria actriz Sarah Bernhardt. La tercera parte salta en el tiempo del siglo XIX al XX y de las historias ajenas a la propia: la muerte de su esposa. No es la primera vez que Julian Barnes experimenta con las formas literarias. En este caso la ruptura con la narrativa más tradicional está al servicio de una aventura literaria de gran calado: indagar, huyendo del sentimentalismo, en el dolor causado por la pérdida del ser amado, adentrarse con las armas de la gran literatura en el territorio de la aflicción. El resultado es un libro deslumbrante, que rompe las barreras de los géneros y consigue una hondura y una belleza iluminadoras.

Esta brevísima novela va de menos a más. De un comienzo que no me interesó mucho (por no decir casi nada) a un final de una lucidez y una belleza impresionantes. De nuevo la muerte del ser amado como tema central, pero tratado de una forma más pausada y, quizá, más reflexionada que otros títulos que inciden en ese tópico (me viene a la cabeza La muerte de la bien amada, de Marc Bernard, libro que os recomiendo con los ojos cerrados). Recomendable también el de Barnes. Y, si le dais una oportunidad y os pasa como a mí, que la primera parte os parece floja, seguid leyendo (además, es tan breve que tampoco va a suponer un gran esfuerzo).

AGOSTO

Agosto fue un mes de pesadilla para mí. Me pasó de todo, y casi nada bueno. Tuve mil problemas. La consecuencia más inmediata: que no dormí en todo el mes a cuenta del maldito insomnio. ¿Por qué os cuento esto? Porque los dos libros que quedaron sin reseñar en agosto los leí de madrugada, muerta de sueño pero sin poder dormir, y con el estado de ánimo que esa situación me crea. Vamos, que no sé si mi opinión es de fiar…

'El verano sin hombres'

‘El verano sin hombres’

Siri Hustvedt: El verano sin hombres

Cuando Boris Izcovich dijo la palabra «pausa», Mia Fredricksen, de cincuenta y cinco años, enloqueció. Porque lo que deseaba su marido era una pausa en su matrimonio, después de treinta años sin adulterios y una hija encantadora. Hay que decir que la «pausa» de Boris es francesa, compañera de trabajo, joven y con buenas tetas. Pero la locura de Mia no fue más que una breve psicosis, y ese verano regresa a Bonden, la ciudad de su infancia, donde aún vive su madre en una residencia para ancianas activas e independientes. Mia alquila una casa, se relaciona con sus vecinos, una joven recién casada con dos niños y un marido que le despierta sospechas de maltrato, y visita a su madre y a su grupo de amigas. Recupera los recuerdos de su infancia, y descubre algunos secretos de la femineidad de otras generaciones. También dirige un taller de poesía con un grupo de estudiantes. Y con todos estos incidentes, historias y vidas, Mia urde esta veloz, brillante comedia feminista, de inesperado final…

Menudo puerro… ¡Me pareció un horror! No me gustó nada: ni los personajes, ni las situaciones, ni la forma en que está escrita. Nada. El misterio de esta novela, para mí, es por qué demonios la acabé, porque no merece en absoluto la pérdida de tiempo. Por cierto, ya he olvidado el «inesperado final». Muy inesperado e impactante no sería…

'La casa de las miniaturas´

‘La casa de las miniaturas´

Jessie Burton: La casa de las miniaturas

Un día de otoño de 1686, una joven de dieciocho años llama a la puerta de una casa señorial en el barrio más acomodado de Ámsterdam. Nella Oortman se ha trasladado del campo a la ciudad para convivir con su marido, Johannes Brandt, un hombre maduro y distinguido comerciante que habita en la mansión en compañía de su hermana soltera y rodeado de fieles servidores. Como regalo de boda, Johannes obsequia a su flamante esposa un objeto muy de moda entre la gente pudiente de la época: una réplica de su propia casa en miniatura, que Nella deberá poblar con las figuras creadas por una desconocida miniaturista que ha encontrado por azar. Sin embargo, poco a poco, el amable pasatiempo se irá transformando en la clave de una serie de inquietantes revelaciones que conducirán a Nella a desenmascarar los secretos más oscuros de los actuales moradores de la casa —incluido su marido—, arrojando luz sobre los peligros que amenazan la supervivencia de su nueva familia.

Relato vibrante de ambiciones íntimas y sueños traicionados, La casa de las miniaturas logró un formidable éxito comercial en el Reino Unido —más de cien mil ejemplares vendidos—, fue galardonada con el National Book Award y nombrada Libro del Año por las librerías Waterstones. Con admirable precisión, la autora recrea el ambiente de Ámsterdam a finales del siglo XVII, un mundo áspero y riguroso donde los gremios burgueses se enfrentaban al fanatismo religioso y la intransigencia del poder establecido. Una lectura inolvidable.

Esta novela tiene mucha más miga de la que parece en un principio. Pensé, no os voy a engañar, que iba a ser una lectura ligera, ideal para la playa y mis noches en vela, pero me equivoqué un poco. A ver, sí que es una novela ligera, muy fácil de leer y que cumple mis requisitos de libro de playa; no obstante, el fondo es bastante más enjundioso del que yo me había imaginado. El problema: si sigo hablando, os destripo todo, y no es lo más deseable. Así que, solo voy a decir que, tras una trama en apariencia insulsa (luego no lo es), hay una crítica feroz a la sociedad de la época (con problemas aún vigentes en nuestro siglo) y una defensa a ultranza del papel de la mujer como elemento crítico y fundamental en esa sociedad. Lo menos interesante: la casa de las miniaturas que da el título a la novela. Lo más: los personajes, algunos, como el de la cuñada, realmente bien dibujados. Si queréis una lectura entretenida pero que va un poquito más allá, La casa de las miniaturas es una buena elección.

SEPTIEMBRE

'La vida de las paredes'

‘La vida de las paredes’

Sara Morante: La vida de las paredes

La vida de las paredes es la historia de un caserón de principios de siglo XX y de sus habitantes, una peculiar comunidad de vecinos que comparten sus vidas en torno a una escalera.

Sara Morante dibuja retratos de tinte surrealista enmarcados en un realismo casi costumbrista a través de un diálogo muy potente entre texto e imagen. Escenas muy visuales, un tanto oníricas, que se engarzan para crear una historia común: fotografías o cuadros que hablan durante la noche y se deslizan de un marco a otro, gárgolas perversas que cobran vida, una joven famélica desplumando a un jilguero para comerse hasta los huesos, una mujer que envuelve a su feto entre el hule sucio y paños de cocina…

Las paredes tienen vida y Sara Morante sabe poner palabras y color a un mundo insólito en este libro que incluye más de treinta ilustraciones. La vida de las paredes muestra el talento de la gran ilustradora en su máxima expresión.

También hablé de La vida de las paredes en el último reto, pero entonces no lo había leído. ¿Qué puedo decir de esta preciosidad? Que es una auténtica exquisitez y que, aunque conocía la faceta de Sara como ilustradora, su vena de escritora me ha sorprendido para muy bien. Espero hablaros de La vida de las paredes con más calma. Pero quedaos con que es una auténtica joya de libro.

Y hasta aquí las lecturas de las que tenía pendiente hacer una mención en el blog. En octubre apenas he leído nada, aunque creo que me va a dar tiempo a ponerme las pilas estos días que quedan y disfrutar de un libro que tengo entre manos y me está pareciendo una maravilla (bueno, tengo tantos libros al retortero en este momento que no sé cómo lo estoy haciendo; a ver si voy acabando algo).

Os toca. ¿Qué habéis estado leyendo últimamente? ¿Alguien ha leído algo que verdaderamente le haya llamado la atención y merezca la pena? ¡Compartid! Tenéis los comentarios abiertos.

Mis últimas lecturas (de marzo a junio de 2015)

En primer lugar, perdonad que no haya actualizado en tanto tiempo. No he podido. Digamos que, a veces, la vida 1.0 es tan intensa (para bien y para no tan bien, aunque reconozco que ha habido más de lo primero) que las veinticuatro horas del día no dan para nada más. Y el blog, ya os lo conté hace unos meses, dejó de ser una obligación hace tiempo para no volverme loca. Pero no lo tengo abandonado. Como parece que, de nuevo, todo está asentado y regreso a mi «rutina» (si es que tengo alguna), intentaré actualizar al ritmo habitual cuanto antes. Y ahora dejemos mi vida a un lado y hablemos de libros, que es a lo que hemos venido. 😉

Me he dado cuenta de que este año he leído unos cuantos libros de los que no os he comentado nada. Así que he pensado en recopilar todo lo que ha caído en mis manos entre marzo y junio (lo anterior, lo tenéis aquí; en otra entrada me dedicaré a las lecturas de julio-septiembre) y hablaros sobre novelas de las que no hay (ni va a haber en algunos casos) reseña en el blog. Pues allá vamos:

MARZO

'La buena vida'

‘La buena vida’

Sara Fratini: La buena vida

En marzo solo se quedó sin comentario La buena vida, de Sara Fratini. Es un libro que se lee en un tris, dirigido a un público eminentemente femenino. Historias en blanco, negro y rosa que miran la vida con optimismo. Para mi gusto, y aunque me hizo sonreír en más de una ocasión, es excesivamente buenrollista, todo es muy guay y da la sensación de que va a aparecer una frase de Mr Wonderful en cualquier momento. Si queréis un libro tierno y positivo, ¡a por él!

 

ABRIL

MAYO

En mayo dejé un par de libros en el tintero.

'Apropiación indebida'

‘Apropiación indebida’

Lena Andersson: Apropiación indebida

«La felicidad raramente se encuentra en la experiencia misma de la felicidad. Su hábitat natural, y casi exclusivo, es la expectativa de la felicidad».

Ester Nilsson es una poeta y ensayista de treinta y un años que vive resguardada en el mundo de las ideas y de una relación sin sorpresas. Un día de junio recibe una llamada telefónica: es invitada a dar una conferencia sobre el célebre artista Hugo Rask, quien, cuando llega el momento, la escuchará hechizado entre el público. Al final del acto Ester y Hugo se presentan y conversan. Ese encuentro aparentemente inocente da origen a una singular historia de amor… o de obsesión. ¿Dónde están los límites entre una y otra? Apropiación indebida se convirtió en un fenómeno en ventas en Suecia y encendió la polémica sobre un tema insólito: el amor. Cáustica y deslumbrante como las historias de Ingmar Bergman.

Esta novela es una disección con bisturí de un enamoramiento que va pasando por distintas fases de una relación muy tóxica. Tengo que admitir que no hablé del libro en su día porque me dejó mal. El estilo es frío, con una pretendida objetividad que observa todo desde la distancia. Aun así, hay párrafos que inciden donde más duele. Hay segunda parte en marcha, que no sé si leeré por el mal cuerpo y las comeduras de tarro que me dio esta. La cubierta, por si os resultan familiares esos trazos y esos colores, es de Paula Bonet.

'Trenes rigurosamente vigilados'

‘Trenes rigurosamente vigilados’

Bohumil Hrabal: Trenes rigurosamente vigilados

Trenes rigurosamente vigilados, la novela más conocida de Bohumil Hrabal, es una divertida y entrañable historia sobre la resistencia frente al invasor alemán durante la Segunda Guerra Mundial, protagonizada por los empleados de la estación de tren de un pequeño pueblo checoslovaco. El descubrimiento del amor y del deseo están presentes en la narración del despertar al mundo adulto del aprendiz y verdadero héroe de la novela, que sigue los pasos del hedonista factor de la estación tras la atractiva telegrafista. La ingenua humanidad que transmiten estos personajes se convierte en solemne cuando su forma de entender la vida, de entender lo que es un hombre, los lleva a rebelarse ante el invasor no ya con la palabra y la ironía, sino arriesgando su vida. Una imprescindible y sabia reflexión sobre lo que significa ser humano.

Esta novela me dejó sentimientos encontrados, quizá por eso no he comentado nada sobre ella aún. Me pareció tierna, amena, profunda en ocasiones… pero esto no es Una soledad demasiado ruidosa, la obra de Hrabal que leí hace un par de años y me encandiló. De todas formas, es una gran novela y no me perdono no haberla recomendado antes.

JUNIO

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‘Noches blancas’

San Petersburgo, su luz, sus casas y sus avenidas son el escenario de esta apasionada novela. En una de esas «noches blancas» que se dan en la ciudad rusa durante la época del solsticio de verano, un joven solitario e introvertido narra cómo conoce de forma accidental a una muchacha a la orilla del canal. Tras el primer encuentro, la pareja de desconocidos se citará las tres noches siguientes, noches en las que ella, de nombre Nástenka, relatará su triste historia y en las que harán acto de presencia, de forma sutil y envolvente, las grandes pasiones que mueven al ser humano: el amor, la ilusión, la esperanza, el desamor, el desengaño.

En realidad, sí que hablé de esta joyita en su día, pero se quedó enterrada entre los libros del último reto, así que he decidido rescatarla. Enlazo, de nuevo, a la entrada que le dediqué en junio. Un paseo por el alma humana de la mano de uno de los más grandes. Maravillosa. Y la edición de Nórdica, ilustrada, un lujo.

Y con esto cubro la primavera… Los libros de este verano, en otra entrada (espero no demorarme demasiado). Perdonad, de nuevo, las tres semanas sin actualizaciones del blog. Espero organizarme mejor y que no vuelva a ocurrir. Me podéis echar la bronca en los comentarios si queréis… 😉

La risa de Bilbao 2015

Esta semana comienza en Bilbao el Ja! Bilbao, un festival que celebra el sentido del humor en distintas expresiones artísticas, sobre todo en literatura (aunque no solo; de hecho, el premio especial de este año es para el cineasta Fernando Trueba). Os podría contar todo lo que está previsto, pero casi mejor os dejo el enlace a su página web, donde podéis encontrar el programa completo. Así, de lo que recuerdo (estoy escribiendo de memoria), estarán Kiko Amat (jueves 1), Milena Busquets y Fernando Marías (viernes 2), Juan Bonilla y Eduardo Mendicutti (jueves 8), Fernando Aramburu y David Trueba (viernes 9), Manuel Jabois (sábado 10), etc. Tenéis los lugares y las horas en el programa, así que os invito a que lo consultéis.

Y, aunque intentaré ir algún que otro día (depende de muchas cosas que me acerque), tengo que admitir que este año el programa me convence solo a medias y que echo mucho en falta a las figuras internacionales de la literatura a las que este festival nos tenía (mal)acostumbrados. Sin ir más lejos, el año pasado estuvieron Carrère (tan a la última en este momento), Echenoz y mi admiradísimo Julian Barnes (entre otros). A ver si el año que viene vuelven a traer a gente de fuera (sin menospreciar a quienes se van a acercar este año, que seguro que hay charlas de lo más interesantes, pero a mí se me queda un poco cojo).

¿Soléis acudir al Ja! Bilbao? ¿Os convence este año? ¿Os vais a acercar? Tenéis los comentarios a vuestra disposición…

Reflexiones (LIII)

«Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que las llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada».

Elisabeth Kübler-Ross
Psiquiatra y escritora
(1926-2004)

He pensado que quizá esta frase le pueda servir a alguien. Pero yo te la dedico a ti…

Letras y Fútbol 2015

¿Se pueden unir el balón y los libros? La respuesta es sí, y buena muestra de ello es el festival que la Fundación Athletic lleva organizando unos cuantos años en torno a estos dos mundos que, a veces, parecen tan alejados. Quizá un día podríamos hablar de alguna novela sobre fútbol, que las hay y muy buenas, pero hoy me voy a limitar a explicaros en qué va a consistir el Letras y Fútbol 2015 (lo siento, pero esta entrada, en realidad, es para los bilbaínos).

Entre el 2 y el 6 de noviembre, tanto en la sala BBK como en la Biblioteca de la Diputación, habrá diversos encuentros con escritores, creadores y periodistas. Aún no se ha desvelado el programa completo, pero os dejo el enlace a la página del festival, para cuando vayan subiendo la información. Yo estuve, no recuerdo si el año pasado o el anterior, en alguna de las charlas y debo admitir que fueron de lo más entretenidas.

Asimismo, la semana del 26 de noviembre, se repartirán de manera gratuita por Bilbao dos cómics creados para la ocasión (no sé si recordáis que el año pasado regalaron cuentos). Los cómics son Diamanteak, urrea eta ikatza, de Unai Iturriaga y Alfonso Zapico, y El portero, de Santiago García y Pablo Ríos. En total se repartirán 20 000 ejemplares.

Y algunos pensaréis. ¿Por qué hablas de esto ahora si no se sabe quién viene, falta mes y medio, y hay otros saraos literarios por Bilbao en breve? Porque el Letras y Fútbol de este año, además de las charlas y los regalos, se ha sacado de la manga una iniciativa para el fomento de la lectura que puede ser interesante. Todo el mundo puede participar, pero acaba el 23 de este mes (sí, el miércoles, ando tardía). ¿En qué consiste? Siete personas pertenecientes al Athletic de una u otra forma (Josu Urrutia, Carlos Gurpegui, Ernesto Valverde, Jone Guarrotxena, Ainhoa Trapu, José Ángel Iribar y Mikel Balenziaga) se han comprometido a leer algún libro de entre los que les propongan los hinchas. A su vez, las personas cuyas propuestas salgan elegidas, deberán comprometerse a leer lo que ellos les sugieran. ¿Cómo podéis hacerles llegar vuestros títulos? A través de esta página. Pincháis en la persona elegida y rellenáis el formulario.

Nada más. Otro día os hablaré de más festivales literarios que llegan en un par de semanas a Bilbao. Como siempre, tenéis los comentarios para lo que queráis.

Buen fin de semana

Entrada exprés para dos cosas: en primer lugar, desearos a todos un muy feliz fin de semana y, segundo, pediros disculpas. Estos días no estoy nada pendiente del blog: apenas he actualizado (o con asuntos poco enjundiosos) y estoy tardando lo indecible en contestar los comentarios (o, directamente, no estoy contestando). Lo siento mucho. No es por falta de tiempo ni nada de eso, es que tengo la cabeza en otro sitio y, además, estoy muy cansada. A mis problemas habituales se unen ahora un par de disgustos de trabajo y, sobre todo, porque es lo que me tiene fatal, un par de infecciones que han dado mucha guerra y hemos tardado más de la cuenta en controlar. Resultado: llevo algo más de tres semanas a base de antibióticos y analgésicos a tutiplén (y aún me queda), y estoy molida (si vierais mis ojeras ahora mismo…). Me dicen que seguiré pachuchilla un tiempo hasta que pueda recuperarme del todo. Y estoy tan desganada que tampoco me apetece sentarme delante del ordenador a escribir, lo siento. Espero que todo vuelva a la normalidad pronto.

Pasad un muy buen fin de semana todos. Yo me voy a dedicar a dormir, leer y pasear por la playa (estoy tan agotada que no me da el cuerpo para más estos días). E intentaré escribir algo interesante para la semana que viene. ¡Nos leemos!

#acentúate

Me imagino que quienes trastearais ayer por Twitter estaréis al tanto de esto, porque parecía que solo se hablaba de una cosa: la campaña promovida por Fundéu para el uso de la tilde en las etiquetas. No sé quién habrá organizado la campaña, pero creo que dio en el clavo: consiguió que todo el mundo lo comentara.

Hace tiempo que se solucionaron los problemas técnicos para añadir la tilde en los hashtags, así que ya no hay ninguna excusa para escribir las etiquetas mal. Las etiquetas pueden llevar tilde; es más, deben llevar tilde donde les corresponda.

#acentúate

Quienes andáis por Twitter, ¿ponéis tilde en las etiquetas? ¿Os pareció excesivo el movidón que se montó ayer? Podéis comentar lo que queráis, como siempre.

Hipocorísticos

A pesar de la palabra rara que he elegido como título de la entrada, en realidad hoy vamos a hablar de algo muy común y habitual: nombres y apelativos cariñosos de personas.

Los nombres de persona (es decir, los antropónimos) se ven sometidos a toda suerte de acortamientos, alargamientos y cambios fonéticos  como muestra de afecto de nuestros interlocutores. Las formas resultantes se denominan hipocorísticos, término que proviene del verbo griego ὑποκορίζεσθαι, hypokorízesthai, y que significa ‘llamar con caricias’. Para que os hagáis una idea más clara de a qué me estoy refiriendo, os pongo una lista de hipocorísticos con los que me llaman a mí mis amigos: Mo, Mon, Moni (lo odio), Monis, Nis, Monik…

¿Cómo se forman los hipocorísticos? De muy diversas maneras. Se pueden eliminar sílabas tanto al comienzo como al final (Lali por Eulalia, Toni por Antonio, Nico por Nicolás). Se pueden juntar dos nombres (Marisa por María Luisa, Juancar por Juan Carlos). Pueden ocurrir cambios fonéticos más complejos (Lola por Dolores; Curro, Pacho, Quico y más por Francisco; Nacho por Ignacio). Como comprenderéis, las posibilidades y los resultados finales son numerosísimos.

Y, con vosotros, ¿emplean algún hipocorístico? ¿Usáis vosotros alguno? ¿Sabíais que se denominaban así? Os espero en los comentarios…



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