Entradas archivadas en Corrección

Ión/ion, guión/guion: nuevas normas de la RAE

No me gusta la nueva norma de la RAE que me quita la tilde de guión o de ión. Y es que yo no pronuncio guion o ion, sino guión e ión. Me va a costar (aunque ya lo he puesto en práctica).

El resto de medidas me da más igual. Algunas son lógicas (como quitar la tilde de la o disyuntiva entre números, porque ya no se confunde con el cero) y otras, a pesar del revuelo montado, nada novedosas para un porcentaje altísimo de los casos. Y la ch y la ll no son letras del abecedario desde 1994 (aunque parece que nos enteramos ahora y nos echamos las manos a la cabeza), son dígrafos. Y lo de la ye, pues una convención: ni que nos pasáramos la vida deletreando… (que no estamos en un concurso de ortografía de una película estadounidense adolescente, por Dios). Así que, tampoco es que la sangre llegue al río… Menos aspavientos, por favor.

Eso sí, si los señores académicos se replantearan la tilde de guión, yo se lo agradecería mucho (que conste que soy muy obediente con las normas de la RAE, aunque la critique y me queje a veces). Es mi opinión. He dicho…

El corrector de Word

Si bien nadie nunca me ha pedido que escriba sobre el corrector de Word, esta entrada llevaba en mi lista de pendientes prácticamente desde que decidí poner en marcha este blog. La razón es muy sencilla: estoy harta de oír que mi trabajo es inútil porque, «total, ya lo hace el corrector de Word» (o que, por el mismo motivo, debería cobrar menos).

No seré yo quien reniegue de la tecnología a estas alturas, ni siquiera del corrector de Word, que me parece una herramienta valiosísima siempre y cuando se utilice apropiadamente. El problema con el corrector de marras es que no hace, por mucho que se empeñe la gente, el trabajo de un corrector profesional (de carne y hueso). Y, aunque es difícil de creer, ni siquiera corrige todas las faltas de ortografía.

El corrector de Word no deja de ser una enorme base de datos repleta de palabras. Si escribes correctamente una palabra, estará en la base de datos, por lo que Word no la marcará; si la escribes mal, Word no la encontrara entre sus datos y enseguida aparecerá una línea roja bajo el término en cuestión. Esto es muy útil, sobre todo en el caso de las erratas (admitámoslo, a todos nos bailan los dedos alguna vez). Pero ¿qué pasa cuando dos palabras suenan igual pero se escriben de diferente manera?

Os voy a poner un pantallazo con unas frases que he escrito en mi Word (podéis verlo más grande pinchando sobre la imagen). Hay dos versiones de cada frase: la versión de arriba sería incorrecta y la de abajo correcta; no obstante, como podréis ver, salvo en el último caso (del que hablaré más tarde), no hay línea roja que marque error por ningún sitio…

Pantallazo de Word

Pantallazo de Word

Existen basto y vasto, halla y haya, mí y mi… ¿Cómo va a reconocer Word cuándo debemos emplear cada una? No lo sabe. Solamente sabe que esas palabras están en su base de datos, luego, para el corrector, todas esas frases son correctas. Pero no lo son. De hecho, por ejemplo la segunda encierra una falta de ortografía muy grave.

¿Estoy diciendo que el corrector de Word es inútil? No; lo que quiero decir es que es una herramienta muy útil pero limitada. Y que, para utilizarla adecuadamente, hemos de conocer sus limitaciones: si no, podríamos caer en errores sin querer.

Word no sabe distinguir un halla de un haya o de un aya, un sino de un si no... ¿Tenemos que dejar de emplear el corrector? No, porque nos puede señalar, por ejemplo, que cocreta está mal escrito o que ti no lleva tilde (mirad la última frase; para un error que marca y la gente se empeña en poner la tilde maldita). Pero sí que tenemos que ser conscientes de que no es infalible…

La raya

Lo prometido es deuda y aquí está el tan reclamado artículo de la raya. Ahora bien, el asunto de la raya en los diálogos lo desarrollaré en una próxima entrada, porque es tan largo que da para eso y más.

Por si alguien se incorpora ahora al blog, hasta el momento he hablado de los distintos tipos de guiones y rayas, del semimenos y, más someramente, del guion (sé que tengo pendiente entrar en la casuística, todo llegará). Y, por fin, los usos de la raya.

1) Incisos

La raya se emplea en incisos en los que hay más grado de separación que el expresado con la coma y menos que el indicado con el paréntesis.

Todos estos países isleños (las Filipinas, Indonesia, Sri Lanka —anteriormente Ceilán— y Mauricio) no formaban parte de su itinerario inicial.

2) Diálogos

Como ya he mencionado, como este tema es largo, lo trataré en un próximo artículo.

3) Intercalados de citas directas

Hay varias maneras de citar; no obstante, cuando se intercala algo dentro de la cita, se pone entre rayas.

«Mi nuevo programa —indicó el presentador— supone el mayor reto de mi carrera».

Si el inciso no estuviera intercalado, se expresaría así:

«Mi nuevo programa supone el mayor reto de mi carrera», indicó el presentador.

Hay asimismo otra manera de expresar esos intercalados en citas directas que, al menos antiguamente, utilizaba El País y que es la manera inglesa:

«Mi nuevo programa», indicó el presentador, «supone el mayor reto de mi carrera». (Es decir, comillas inglesas que se cierran para el inciso, que va entre comas, y se vuelve a abrir comillas para el resto de la cita).

4) Apartados

Aunque estamos acostumbrados a los bullets (•), es correcto emplear la raya para los apartados de una lista. No hay espacio entre la raya y la palabra que la sigue:

—Incisos.
—Diálogos.
—Intercalados en citas directas.
—Apartados.
—Bibliografía.

5) Bibliografía

Se utiliza la raya para evitar las repeticiones en los autores de una bibliografía.

Corominas, J.: Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana, 4 vols., Madrid, Gredos, 1954-1957.
Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, Gredos, 1973, 3.ª edición.
y J. A. Pascual: Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, 6 vols., Madrid, Gredos, 1980-1991.

Consideraciones generales

Hay que notar que no se deja espacio entre la raya y el elemento al que precede/sigue (según sirva para abrir o cerrar un inciso, cita, apartado, diálogo, etc.). Únicamente va sola en la bibliografía.

Acento ≠ tilde

Creo que este tema ya ha aparecido alguna vez en el blog, pero en los comentarios, no en un artículo como tal… Es una distinción, esta del acento y la tilde, que deberíamos tener en cuenta para evitar malentendidos.

El acento es el golpe más fuerte de voz que tienen todas las palabras. Las sílabas sobre las que recae este golpe más fuerte se llaman tónicas; las que no reciben este golpe son átonas. Como ya hemos dicho, todas las palabras tienen acento (las agudas en la última sílaba; las llanas, en la penúltima; las esdrújulas, en la antepenúltima, etc.).

La tilde es un signo gráfico que se utiliza siguiendo ciertas reglas para marcar la sílaba tónica, es decir, aquella con acento, en algunas palabras. Aunque todas las palabras tienen acento, no todas llevan tilde. Algún día, aunque es algo muy básico, escribiré las normas de las tildes.

La confusión entre ambos conceptos puede venir porque, muchas veces, se le llama a la tilde acento gráfico (que se abrevia en acento, segunda acepción de la palabra en el DRAE). Además, tenemos acentos graves (`), agudos (´) y circunflejos (^) para liarnos más…

De todas formas, esta distinción es sencilla y puede ayudarnos, porque ganamos en claridad si la mantenemos y no caemos en ciertas ambigüedades («¿se refiere a la voz o a la tilde?»).

¿Se dice ‘este agua’ o ‘esta agua’?

A veces puede resultarnos difícil decidir entre las formas este aula, esta aula, el águila, la águila, ya que no estamos seguros de si son masculinas o femeninas. A continuación, paso a sintetizar algunas consideraciones que pueden ayudar a concordar correctamente estos sustantivos.

• Todos los nombres femeninos que empiezan por a tónica, es decir, el golpe de voz fuerte recae en la primera a, deben acompañarse de las formas masculinas el, un, algún, ningún (y demás compuestos de un):

La área × → El área √
Una aula  × → Un aula √
Alguna águila × → Algún águila √
Ninguna acta × → Ningún acta √

• Con el resto de determinantes y adjetivos antepuestos (este, aquel, poco…) debemos emplear la forma femenina:

Este alga × → Esta alga √
Aquel arca × → Aquella arca √

• Como ya se ha mencionado, estas palabras son femeninas; por lo tanto, si las utilizamos con adjetivos deben concordar en género femenino:

Agua claro × → Agua clara √ → El agua clara √

El semimenos

Quienes seguís el blog ya sabréis que la semana pasada, en un artículo titulado Guiones y rayas, os hablé de un signo ortográfico llamado semimenos. No es muy conocido, pero sí muy utilizado (muchas veces, en un uso que no es el suyo propiamente dicho).

Aunque en la entrada que dediqué al guion no fui muy exhaustiva, con el semimenos sí puedo serlo, porque únicamente se emplea en operaciones matemáticas (de ahí su nombre). Su característica principal es que mide exactamente lo mismo que el trazo horizontal del signo de más (+) y que los del igual (=).

6 + 3 – 5 = 4

En las fórmulas matemáticas, entre los signos y los números hay que meter un espacio.

Muchas veces, por estética, se utiliza el semimenos para incisos y citas intercaladas. Este uso es propio de la raya, pero, como a veces queda excesivamente largo, cada vez más diseñadores y maquetadores optan por el semimenos para estos casos. No es lo más correcto, pero la diferencia al leer no es muy grande, así que mucha gente ni repara en ello. No obstante, si queremos ser estrictos, emplearemos la raya y no el semimenos para estos incisos. Pongo un ejemplo para que veáis de qué estoy hablando:

Según el manual de instrucciones, montar esas baldas y el resto de muebles del catálogo resulta muy sencillo (raya √ ).
Según el manual de instrucciones, montar esas baldas y el resto de muebles del catálogo resulta muy sencillo
(semimenos ×).

El guion

Si la semana pasada dediqué un artículo a diferenciar el guion, el semimenos y la raya, hoy voy a empezar a describir los usos de cada signo, en concreto, los del guion. Como la casuística es enorme y hay muchísimas excepciones, no voy a ser exhaustiva y me voy a limitar a presentar los usos. Más adelante, podemos ir entrando, poco a poco, en esos casos y excepciones…

1) En primer lugar se puede hablar del guion morfológico. Es el que se utiliza para unir palabras compuestas (por prefijación, compuestos de dos adjetivos, nombres propios compuestos…).

2) Después está el guion silábico, que indica la partición de palabras al final de línea.

3) Por último, hay que mencionar el guion prepositivo, que se emplea para relacionar una o más palabras con otras. Normalmente, este guion suele sustituir a una preposición, de ahí su nombre.

Siento no dar más información de momento, pero explicar todo lleva muchísimo tiempo, así que iré poco a poco… Por cierto, no sé si os habréis percatado de que escribo guion sin tilde. Hasta ahora, estaban admitidas las dos grafías, con y sin tilde, y cada cual podía escribirlo según lo pronunciaba (porque existe la pronunciación con diptongo y la pronunciación con hiato). En España suele pronunciarse con hiato, de ahí la colocación de la tilde. Sin embargo, a partir de ahora (más bien, a partir de la publicación de la nueva Ortografía de la RAE), solamente está admitida la grafía sin tilde, aunque lo pronunciemos con hiato. Así que escribiremos guion, sin tilde (norma que, si me preguntáis, no me gusta, pero que acataré hasta que me salga de modo natural, como me ha ocurrido con muchas otras cosas).

Meteorología

Hace un par de semanas traté el tema de la metátesis; entre los ejemplos que puse, hoy me gustaría rescatar uno para que no pase inadvertido, pues es muy frecuente leerlo y escribirlo erróneamente.

¿Cómo podemos acordarnos de que es meteorólogo y no metereólogo? No sé si mi truquito os gustará, pero a mí me parece sencillo y hace que no me equivoque: siempre recuerdo que los programas de previsión del tiempo, en Francia, se llaman Météo. Y a partir de ahí, es fácil completar la palabra en castellano.

Meteo + rólogo = meteorólogo
Meteo + rología = meteorología
Meteo + rológico = meteorológico

Os pongo un ejemplo:

Estamos en alerta meteorológica por fuertes vientos.
Estamos en alerta metereológica por fuertes vientos. ×

Y/o

Cuando queremos dar a nuestros lectores la opción de sumar o elegir entre varias alternativas que les proponemos, utilizamos con relativa frecuencia la expresión y/o (es decir, elección entre la conjunción copulativa y y la disyuntiva o). Es un calco del inglés and/or y estamos tan habituados a verlo en todos sitios que no reparamos en que su empleo en castellano es innecesario.

En la editorial buscan traductores de inglés y/o francés.

Parece que olvidamos que la conjunción disyuntiva o encierra en castellano los dos valores propuestos en y/o, puesto que o puede tener tres valores:

  • Disyunción: ¿Prefieres té o café?
  • Equivalencia: El fútbol o balompié es el deporte nacional.
  • Adición (similar a la conjunción y): Recogimos muchísimas setas, entre ellas plateras, bolas de nieve o champiñones.

La expresión y/o uniría el primero y el tercero. En una frase como la siguiente, es fácil ver ambos significados:

El horno lo utilizamos casi todos los días para hacer pescados, carnes o bizcochos… (es decir, hacemos pescado, o carne, o bizcochos, o dos de ellos, o los tres).

Por todo lo anterior, la RAE recomienda utilizar y/o únicamente en aquellos casos en que, por la naturaleza del texto (técnico, sobre todo), sea necesario evitar cualquier tipo de ambigüedad. Para el resto de situaciones, podemos emplear simplemente o.

Guiones y rayas

Como varias personas me han preguntado sobre las rayas, he decidido escribir una serie de artículos sobre los diversos tipos de guiones y rayas que existen y, también, sobre sus distintos usos. Hoy me voy a limitar a presentaros los tipos de guiones y rayas. En total son tres signos (espero que se aprecien las diferencias entre ellos a simple vista):

– (guion)
– (semimenos)
— (raya)

A veces podréis encontrar distintos nombres (guion corto, largo, ene, eme, etc.), pero yo me voy a ceñir a las denominaciones que he manejado siempre. Como veréis, son dos guiones (uno más largo) y la raya, que es el signo más largo de los tres. Siempre que hable de guión me estaré refiriendo al más cortito…

Podéis conseguir estos signos fácilmente. El guion está en el teclado, justo a la derecha del punto. Los otros dos, por ejemplo en Word, se pueden escribir en «Insertar > Símbolo». Si no, aquí os dejo los atajos de teclado.

Mac
Guion: tecla de guion. –
Semimenos: opción (alt.) + guion. –
Raya: mayúsculas + opción (alt.) + guion. —

Windows
Guion: tecla de guion. –
Semimenos: alt. + 0150. –
Raya: alt. + 0151. —

En próximas entradas iré explicando los usos correctos de cada signo y haré especial hincapié en el uso de la raya en los diálogos. Si os interesa el tema, ¡estad atentos al blog!



Copyright © 2009–2015. Todos los derechos reservados.

Canal RSS. This blog is proudly powered by Wordpress and uses Modern Clix, a theme by Rodrigo Galindez modified by Arturo Martín.