El semimenos

Quienes seguís el blog ya sabréis que la semana pasada, en un artículo titulado Guiones y rayas, os hablé de un signo ortográfico llamado semimenos. No es muy conocido, pero sí muy utilizado (muchas veces, en un uso que no es el suyo propiamente dicho).

Aunque en la entrada que dediqué al guion no fui muy exhaustiva, con el semimenos sí puedo serlo, porque únicamente se emplea en operaciones matemáticas (de ahí su nombre). Su característica principal es que mide exactamente lo mismo que el trazo horizontal del signo de más (+) y que los del igual (=).

6 + 3 – 5 = 4

En las fórmulas matemáticas, entre los signos y los números hay que meter un espacio.

Muchas veces, por estética, se utiliza el semimenos para incisos y citas intercaladas. Este uso es propio de la raya, pero, como a veces queda excesivamente largo, cada vez más diseñadores y maquetadores optan por el semimenos para estos casos. No es lo más correcto, pero la diferencia al leer no es muy grande, así que mucha gente ni repara en ello. No obstante, si queremos ser estrictos, emplearemos la raya y no el semimenos para estos incisos. Pongo un ejemplo para que veáis de qué estoy hablando:

Según el manual de instrucciones, montar esas baldas y el resto de muebles del catálogo resulta muy sencillo (raya √ ).
Según el manual de instrucciones, montar esas baldas y el resto de muebles del catálogo resulta muy sencillo
(semimenos ×).