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Me estoy enamorando…

Creo que, a pesar de que ayer mismo dije que mi elección seguía siendo el Sony Reader, el Kindle va ganando terreno a pasos agigantados. Os dejo el vídeo oficial que hizo Amazon del Kindle 3 (por cierto, lo siento mucho, pero está en inglés).

Kindle 3

¿Y el Kindle?

Siempre que he escrito sobre mis dudas a la hora de adquirir un lector de libros electrónicos, me he centrado en, básicamente, dos modelos: el Papyre y el Sony Reader. El Papyre lo descarté hace tiempo: lo he toqueteado, he jugado con él y no me ha convencido (sobre todo en comparación con el Sony: si se ponen las dos pantallas juntas, la diferencia es abismal). Algo parecido me pasó con el Booq. Así que mi opción era/es el Sony Reader.

Tuve, también, un momento de dilema con el iPad, pero ya dejé claras sus ventajas y, sobre todo para mí, desventajas: no es un lector (es algo distinto, ni mejor ni peor, algo distinto para usos distintos).

Pero ahora me sobreviene otra duda: ¿por qué siempre he descartado el Kindle? ¿Por qué el Kindle, que es el lector más vendido del mundo y, para muchos, el mejor, nunca ha entrado en mis apuestas? Y esto me pasa desde que, buscando información sobre el Sony, me encuentro comparativas con el Kindle y, poco a poco, este último empieza a hacerme tilín…

Kindle de Amazon

Kindle de Amazon

El motivo principal por el que no me planteaba adquirir un Kindle es que no soporta el formato epub. Muchos me dirán que se puede convertir cualquier epub a mobi fácilmente y listo, pero andar quitando el drm de Adobe (porque, ojo, yo compraría mis libritos legalmente, eso que quede muy claro) y pasar de epub a mobi me parece un engorro enorme. Además, ¿es fácil hacerlo?, ¿funciona siempre?, ¿tengo que andar instalándome mil historietas? Dicen en Libranda, por ejemplo, que van a intentar solucionar el problema con Amazon, para poder vender sus libros a través de la gran librería, con su formato cerrado y para su dispositivo particular, pero ¿cuándo será eso? Gurebook también vende sus libros en formato epub.

¿Me estoy complicando con esto de los formatos o es una razón suficiente para descartar el lector? ¿Algún poseedor de un flamante Kindle me lo recomienda? ¿Cómo os arregláis para conseguir libros en castellano? En Amazon hay pocos, no nos equivoquemos… Es que, sin este lío, me compraría un Kindle. Pero, de momento, mi opción es el Sony Reader. Iba a poner «sin duda», pero el problema es, precisamente, que tengo dudas. ¿Alguien me ayuda?

Alice Sebold: ‘Desde mi cielo’

El otro día me llevé una gran sorpresa cuando, viendo qué libros eran los más leídos en Anobii (una red social para gente lectora), el que hoy nos ocupa estaba en la lista. Quizá el que el año pasado (más o menos, no recuerdo las fechas) se estrenara la versión cinematográfica tiene algo que ver con ello, porque el libro en sí, para mí, no es ninguna maravilla. Pero, por si acaso a alguien le llama la atención, pues aquí tiene mis impresiones.

Desde mi cielo

Portada del libro

A Susie Salmon la mataron. Fue violada, asesinada y luego descuartizada en un campo de trigo cuando volvía del colegio una gélida tarde de invierno. A sus catorce años, era una joven como tantas, que soñaba con ir a la universidad, conocer chicos, vestirse a la moda y ser actriz o fotógrafa. Pero ella ya no está entre nosotros para contarnos sus planes, sus ansias de futuro… o quizá sí. Desde la atalaya de su cielo, en el que ahora habita, eternamente, Susie observa la vida en la tierra de aquellos a quienes una mente desequilibrada dejó huérfanos de su presencia.

Desde el espacio celeste donde puede concretar todos sus sueños de adolescente, Susie relata minuciosamente la brutal preparación y ejecución de su asesinato, cometido por un vecino del lugar. Una narración fría y distante de un acto perverso, en la que Susie intercala sus ingenuas y curiosas experiencias en el cielo. La realidad terranal más atroz y perturbadora, junto con la fantasía de un mundo donde el muerto puede al fin realizar todos sus anhelos. Excepto uno: volver a la Tierra, junto a los suyos. A Susie tan solo le resta dedicarse a observar, cuidar e intentar intervenir en la vida de aquellos a quienes dejó atrás: su obstinado padre, que no descansará hasta saber qué ocurrió; su madre, que se aísla de todo y de todos; y sus hermanos, que lucharán por sobrevivir al vacío y reconstruir sus vidas. Desde su cielo, Susie debe aprender a resignarse, dejar vivir a los vivos y continuar su derrotero.

Esto es lo que yo llamo «un libro de playa». No me disgustó, pero no me encantó. Vamos, que para pasar el rato y poco más. No guardo un gran recuerdo de él. Sin embargo, no es difícil encontrar buenas críticas por Internet, sobre todo por lo conseguida que está la psicología de los personajes y lo entrañable del personaje de Susie (y, me imagino, la ternura y tristeza que provoca) en el estreno literario de su autora.

Os dejo el enlace al tráiler de la película The lovely bones (que, por cierto, es el título del libro en inglés; no entiendo bien esa manía de algunos editores de cambiar completamente el título al «traducirlos»), dirigida por Peter Jackson.

Tráiler de «The lovely bones».

Palabras bonitas (día internacional del euskera)

Hoy, 3 de diciembre, es el día internacional del euskera (palabra que, por cierto, si fuera totalmente estricta, tendría que poner en cursiva; lo que pasa es que, como yo no la veo como una palabra extranjera, no voy a hacerlo en esta entrada). Para conmemorar el día, Eusko Ikaskuntza ha organizado un concurso en el que se preguntaba por la palabra más bonita del euskera (como se hace habitualmente en castellano e, incluso, hicimos aquí en el blog).

Ya hay palabra ganadora: pinpilinpauxa. Es una de las numerosas formas de decir ‘mariposa’. Qué palabra más bonita, ¿verdad? En segundo lugar ha quedado bihotz (‘corazón’).

Para todos los lectores del blog que sepáis euskera: ¿cuál es vuestra palabra favorita? La mía sería una onomatopéyica, que suena muy parecida a su equivalente en castellano, y es xuxurla (‘susurro’). Ahora os toca mojaros a vosotros (¡los comentarios os esperan!).

Raya y diálogos

Como lo prometido es deuda, vamos a tratar, por fin, que sé que muchos lo estáis esperando, el asunto de la raya en los diálogos. Para el resto de usos de la raya, podéis visitar el artículo que publiqué al respecto la semana pasada. Voy a poner un diálogo de ejemplo en que se puede ver toda la casuística (o eso creo):

—¿Vas a venir? (1)
—Sí, aunque tengo que pasarme por casa de María primero —dijo él.
(2)
—¿A casa de María? Yo también tengo que ir —contestó ella rápidamente—.
Pásate antes por aquí y vamos juntos. (3)
—Bien, pero prométeme que me ayudarás a cargar las cosas en el coche —añadió—,
¡no te escaquees como haces siempre! —exclamó a sabiendas de las intenciones de ella. (4 y 5)
—¡Que no, pesado! ¡Hasta ahora! Y no te des excesiva prisa, que tengo que prepararme antes de que llegues. —Colgó
el teléfono y se volvió hacia el armario con gesto nervioso. (6)

Sé que el diálogo es un poco tonto, pero ilustra todos los casos y combinaciones posibles de rayas y signos de puntuación en los diálogos. Como se puede comprobar, la raya se une a la palabra que la sigue (o la precede, dependiendo de si es de apertura o cierre).

El punto 1 es el caso más sencillo que nos podemos encontrar: raya de comienzo de diálogo e intervención.
El número 2 es igual, salvo que, al final, interviene el narrador: como el parlamento no sigue después del inciso del narrador, no se utiliza raya de cierre.
Con el punto 3 quiero ilustrar qué ocurre cuando la interrupción del narrador no acaba la frase, sino que continúa el diálogo: se cierra la raya y el signo de puntuación (normalmente un punto, pero puede ser cualquiera) va detrás de esa raya de cierre.
Los casos 4 y 5 comparten un rasgo muy importante que hay que tener en cuenta, el verbo principal de la interrupción del narrador: si es un verbo de habla (decir, responder, replicar, comentar, indicar, exclamar, preguntar, etc.), va en minúscula, aunque justo delante haya un signo de puntuación similar al punto (es decir, el de la exclamación o la interrogación); también hay que notar que los signos de puntuación, en ese caso, van detrás de la raya de cierre.
Por último, el caso 6 es el ejemplo de cuando el verbo del narrador no es de habla: si la frase ha terminado y la interrupción no está introducida por un verbo de habla, el signo de puntuación va delante de la interrupción y el verbo (o la palabra que introduzca el inciso) va en mayúscula.

Asimismo, hay que mencionar que, en la edición de obras teatrales, se coloca un punto antes de la raya para separar el nombre del personaje de su intervención:

Carmen.—¿Vas a venir?
Pedro.—Sí, aunque tengo que pasarme por casa de María primero.

Lectura global del ‘Quijote’

Si, como yo, sois asiduos a la página web de la RAE, desde hace algún tiempo habréis podido ver en la entrada un enlace a la lectura global del Quijote. Participar es muy sencillo.

Lectura global del Quijote

Lectura global del 'Quijote'

En primer lugar, hay que registrarse en Youtube. Cuando ya se tiene un nombre de usuario, se accede al canal del Quijote y se solicita participar. En ese momento, se nos asigna un fragmento de la obra y, a partir de ahí, tenemos seis horas para grabarnos leyendo ese fragmento y subir el vídeo a Youtube. Y así se forma parte de la lectura universal de la magna obra. ¡Animaos a participar!

Tenéis toda la información en el canal del Quijote en Youtube:

El Quijote

Nobel

Alcaraván me preguntó el otro día en un comentario a ver cómo se escribía Nobel en función de que estuviéramos hablando del premio en sí o de la persona premiada. Pues bien, se escriben distinto:

La ceremonia de entrega de los premios Nobel tiene lugar en Estocolmo.
En la sala se reunieron varios nobeles de Literatura.

Como podéis ver en las frases de ejemplo, al hablar del premio en sí, lo escribiremos con mayúscula inicial; además, es invariable en plural (premio Nobel y premios Nobel). Cuando nos referimos a las personas premiadas, va en minúscula y hace el plural nobeles.

Reflexiones (IX)

«Lo esencial es la emoción. La escritura tiene que estar viva, y aunque no sé cómo explicarlo, se trata de algo muy sencillo: desde los griegos, la buena literatura te hace sentir un nudo en la boca del estómago. Lo demás no sirve para nada».

David Foster Wallace
1962-2008
Escritor

Recordatorios

Os voy a recordar varias cosas que están pendientes por estos lares…

En primer lugar, y ahora que el número de visitas al blog ha crecido muchísimo, quiero volver a invitaros a participar como firmas invitadas. De momento, solamente Javier me ha ayudado, con una entrada interesantísima, pero estoy convencida de que más de un lector del blog podría participar. Reseñas de libros, alguna curiosidad lingüística, algo que os parezca útil… ¡todo es bienvenido! Podéis poneros en contacto conmigo a través de los comentarios, mi Twitter (@textosmobas) o mediante correo electrónico (blog@mobas.es).

Segundo punto del orden del día: el club de lectura. Os comenté hace poco que, si os parecía buena idea, no me importaría montar uno aquí en la web. Básicamente, se propondrían ciertos títulos, elegiríamos uno entre todos e iríamos comentándolo a lo largo de un par de meses (para dar tiempo a que quienes quisieran participar para leer el libro en cuestión). Tendría que empezar a preparar la web, así que, si os parece interesante o estaríais dispuestos a participar, comentádmelo (a través de los cauces habituales: comentarios, correo electrónico, Twitter, etc.).

Y, por último, como siempre, si tenéis alguna duda o hay algún tema que queréis que toque en el blog, no dudéis en proponérmelo. Además de los medios que os acabo de mencionar, para dejar dudas podéis emplear también mi cuenta de Formspring. De vez en cuando recopilo las respuestas que tienen que ver con cosas lingüísticas y las publico en el blog, así que me parece un buen medio para aclarar dudas.

Nada más por hoy. ¡Feliz domingo a todos!

Ana María Matute: ‘Primera memoria’

Tenía pensado escribir sobre este libro más adelante, pero, aprovechando el premio Cervantes concedido a su autora, creo que es buena idea «adelantar» esta reseña.

Primera memoria

'Primera memoria'

Con la guerra civil, «lejana y próxima a un tiempo, quizá más temida por invisible», como telón de fondo, Primera memoria narra el paso de la niñez a la adolescencia de María y su primo Borja. Los dos viven en casa de su abuela en un mundo insular ingenuo y misterioso a la vez. A través de la visión particularísima de la muchacha —sin madre y con el padre desaparecido— asistimos a su despertar a la adolescencia, cuando, roto el caparazón de la niñez, ciega y asombra, y hasta a veces duele, el fuerte resplandor de la realidad. Una intensa galería de personajes constituye el contrapunto de su vertiginosa sucesión de sensaciones. Y es que, en unos meses, María descubrirá muchas cosas sobre «la oscura vida de los personajes mayores». Melancólica elegía de la perversión de la inocencia, Primera memoria aúna imágenes como espadas y una desgarrada inflexión poética, y es, sin lugar a dudas, una de las mejores novelas de Ana María Matute.

Cuando leí esta novela, hace ya algunos años, me embaucó por completo. Y es que la prosa perfecta, clara y poética de Ana María Matute deslumbra y encandila por completo. Creo que el sintagma que mejor describe Primera memoria es «un libro bonito». Primera memoria es un libro bonito, que nos habla de adolescentes, del aprendizaje de la vida, de la pérdida de la inocencia, del egoísmo, de la sinceridad, y lo hace juntando opresión, mezquindad, miseria, pérdida, tristeza, amor y ternura… Una gran novela, un libro bonito…



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