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Las doce reglas (y media) de la escritura

Me ha llegado por correo electrónico la imagen de un póster con unas «reglas» para escribir. Me ha parecido curioso, así que os lo traduzco y lo copio.

Las únicas doce reglas (y media) que necesitarás para escribir

  1. Si escribes todos los días, cada día lo harás mejor.
  2. Si te parece aburrido, también se lo parecerá a tu lector.
  3. Créate una rutina para escribir y cíñete a ella.
  4. La poesía no tiene que rimar. La poesía no tiene que no rimar.
  5. Resístete a los estereotipos, tanto en la vida real como al escribir.
  6. Los escritores leen. Los escritores leen mucho. Los escritores se pasan el tiempo leyendo.
  7. Haz listas con tus palabras, libros, cosas y lugares favoritos.
  8. Tu historia no tiene por qué tener una moraleja.
  9. Lleva siempre una libreta. Lleva siempre un bolígrafo.
  10. Pasea. Baila. Arranca malas hierbas. Friega los platos. Escribe sobre ello.
  11. No te conformes con un estilo. ¡Intenta algo nuevo!
  12. Aprende a contar todas las versiones de una historia.

Y la media que queda… ¡Deja de leer esto y ponte a escribir!

‘Julio’

Por los pelos. Y porque me lo han recordado… Pero no fallo a mi cita mensual con la etimología del nombre de los meses. Hoy, julio.

Antiguamente, este mes se llamaba quintilis, por ser el quinto en el calendario romano. Julio César decidió reformar el calendario (puesto que existía un gran desfase entre este y el año solar) y con ello comenzó lo que se conoce como año juliano. Aunque fue la reforma gregoriana la que finalmente triunfó, el mes de julio se llama así en honor a Julio César, que nació en este mes.

Podéis consultar el origen de otros meses en estos artículos: enero, febrero, marzo, abril, mayo y junio.

Reflexiones (XVII)

«Adquirir el hábito de la lectura y rodearnos de buenos libros es construirnos un refugio moral que nos protege de casi todas las miserias de la vida».

W. Somerset Maugham
(1874-1965)
Escritor

‘Junio’

Seguro que muchos pensabais que se me había olvidado, pero no. Aquí está, aunque sea en el último día del mes, la entrada correspondiente a la etimología de la palabra junio.

Junio viene de Iunius, es decir, ‘de Juno’, esposa de Júpiter que representa a las esposas y madres (símbolo de feminidad y del matrimonio).

Podéis consultar el origen de los nombres de otros meses en artículos anteriores: enero, febrero, marzo, abril y mayo.

Día E con problemas técnicos

Ayer me hubiese gustado «celebrar» el Día E, pero estuvo la web caída todo el día y no pudo ser. Problemas de las nuevas tecnologías… Aun así, os dejo un vídeo del Instituto Cervantes en que algunas personas conocidas hablan de su palabra favorita del español. Como ya sabréis quienes seguís este blog desde sus comienzos, la mía es arrullo.

Entrevista con el director de la Fundéu

Os dejo el enlace a una interesante entrevista que ha concedido Joaquín Müller, director de la Fundéu, a rtve. Me ha gustado la parte en que habla de las discrepancias de la RAE…

 

‘Un matrimonio feliz’ de Rafael Yglesias

Si seguís algún blog sobre libros, es más que probable que, últimamente, os hayáis encontrado reseñas sobre esta novela, porque tengo la sensación de que todo el mundo está hablando de ella…

Un matrimonio feliz

'Un matrimonio feliz'

Enrique Sabas, guionista de cine, y su mujer, Margaret, diseñadora gráfica, tienen dos hijos y llevan una vida acomodada en Nueva York. Tras treinta años de matrimonio y alcanzada una estabilidad que parecía imposible, la pareja lleva tres años luchando contra el cáncer que ella padece y que ha entrado en fase terminal.

Margaret prepara su despedida de familiares y amigos ayudada por Enrique, quien durante estos últimos y extraños días va reconstruyendo la historia del matrimonio: la época en que se conocieron, el desarrollo de sus vocaciones artísticas, el nacimiento de sus hijos, los altibajos de su relación… Los recuerdos de su vida en común y la intensidad de su despedida nos muestran la complejidad de una relación duradera. En esta novela parcialmente autobiográfica, una de las sorpresas de la literatura norteamericana reciente y premio Los Angeles Times 2009 a la mejor novela, Yglesias nos habla con valentía y sinceridad de temas universales: del amor, del dolor ante la proximidad de la muerte y del misterio que supone compartir la vida con otra persona.

La editorial Libros del Asteroide y en especial su editor, Luis Solano, se merecen un monumento. No se puede tener un mejor catálogo de libros. Os he recomendado ya unas cuantas novelas de esta editorial (e, incluso, a veces, la he criticado por alguna edición no excesivamente cuidada), pero de este libro no tengo queja alguna. Todo lo contrario.

Buen libro. Bastante duro, no vamos a engañarnos: los muy sensiblones, mejor abstenerse. Su estructura mezcla un capítulo del presente (esto es, cáncer terminal, muerte, despedidas, futuro incierto y miedo) con uno del pasado (los comienzos, los altibajos, los problemas, las relaciones sexuales, el matrimonio en sí, los hijos, etc.), con lo que tenemos una visión bastante completa de la relación ahora que se acerca su final. ¿Me ha gustado esa relación? Para ser sincera, no del todo: no es una relación idílica (ninguna lo es) y los dos personajes me han decepcionado por momentos, sobre todo Enrique, aunque sí que al final se han redimido (ella en particular, a la que al final ves casi como una amiga que está sufriendo). Quizá ahí esté el punto fuerte de la novela: en mostrarnos unos personajes muy verosímiles, casi reales, con sus virtudes y sus defectos, con los que podemos o no empatizar a través de su historia: dulce y tierna en ocasiones, cínica en otras, y muy dura al final. Yo me he emocionado, me he enfadado, me he entristecido y he sonreído con ellos. Creo que no se puede pedir más… ¿Me ha gustado el libro? Sí, mucho; y, de hecho, se me ha hecho muy corto (a pesar de que pasa de las 400 páginas).

Os dejo el enlace a la ficha del libro en la web de la editorial, donde podéis ver, incluso, la recomendación que hace del libro su editor.

‘Sal con una chica que lee’

He encontrado este artículo en una revista colombiana llamada El malpensante y me ha hecho sonreír. Es de Rosemary Urquico y la traductora es Cristina Esguerra. Os enlazo a la revista, para que veáis que no tengo ningún tipo de interés en apropiarme del texto (queda claro que no es mío, aunque sí lo son las negritas). Igual habla de mí… 😉

Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.

Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.

Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.

Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.

Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.

¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.

Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

 

‘Loca Novelife’ de Elvira Rebollo

Esta reseña se la debo a Elvira hace ya algún tiempo. Desde ahora digo que me es imposible ser objetiva con esta novela, porque tengo el privilegio de considerarme amiga de su autora (por cierto, si lees esto, gracias por el mensaje del otro día, tú sí que sabes sacarme una sonrisa), porque conozco a algunos de los personajes de esta locura en la vida real y porque conozco el difícil camino que se ha seguido hasta llegar a ver las aventuras de Eugenia en negro sobre blanco. Pero… desde aquí mi granito de arena para que Loca Novelife se conozca un poquito más.

Loca Novelife

'Loca Novelife'

Eugenia Ramírez, bilbaína de 30 años, es profesora universitaria en un pequeño pueblo de las montañas de West Virginia. Sus deseos de convertirse en escritora la llevan a Nueva York para cursar un Máster en Creación Literaria. Allí conocerá a Ricardo Reinosa, un reputado profesor, quien le aconsejará cómo convertir su vida en toda una novela.

Loca Novelife, a pesar de tener una estructura fraccionada en relatos, forma un mosaico narrativo de argumento lineal. Una nueva y original manera de entender la novela.

No quiero contar mucho de la novela, porque lo interesante sería que la leyerais; pero sí voy a decir que es muy fácil identificarse con la protagonista; que es muy fácil reírse, emocionarse e, incluso, llorar con las aventuras de Eugenia; y que toda la novela tiene un punto de inmediatez y proximidad gracias a unos diálogos que llevan el peso narrativo y que, en mi opinión, están conseguidísimos. Si me tuviera que quedar con uno de los cuentitos, elegiría, sin duda, «Carta desde NY», porque no se puede decir tanto de forma tan sencilla y elegante; me emociona cada vez que lo leo (y lo he hecho unas cuantas veces).

Si queréis conocer a la autora y que os firme la novela, este domingo 5 de junio estará en la caseta 198 de la Feria del Libro de Madrid a partir de las 12 h. Si habéis leído esto y vais, dadle un beso de mi parte, que yo no me puedo pasar. Y si, después de leer la novela, os quedáis con ganas de más Loca Novelife, podéis visitar su blog y dejarle algún comentario a Elvira…

Recomendaciones…

Amables lectores del blog: ¿me hacéis recomendaciones de lectura? ¿Está driss por ahí para darme alguna pista sobre qué leer, que siempre acierta (tenemos gustos parecidos, creo)?

Estoy leyendo dos novelas: una que me está gustando mucho, a pesar de que es un poco dura (Un matrimonio feliz, de Rafael Yglesias), y otra que me está decepcionando a pasos agigantados, quizá porque esperaba muchísimo de ella (Franny y Zooey, de J. D. Salinger). Tengo cosillas sobre las que escribir reseñas, a ver si me pongo a ello (de verdad, siento mucho la dejadez del blog, espero enmendar las cosas este verano).

Bueno, pues todas las recomendaciones son bienvenidas. Tenéis los comentarios esperando impacientes…



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