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Comillas y diálogo

Me preguntaron esto el otro día y me di cuenta de que no lo había explicado en el blog, así que hoy una de comillas; en concreto, de las comillas de cierre latinas (»).

Las comillas de cierre latinas tienen un uso muy útil en los diálogos. Imaginad que un personaje está hablando. Lo marcamos con raya de diálogo. Incluso podemos hacer incisos y marcarlos también con rayas. Hasta aquí, todo normal. Podéis ver todos los usos de las rayas de diálogo en esta entrada. Pero ¿qué pasa si el personaje habla mucho y necesitamos distribuir sus palabras en varios párrafos? Pues que, para marcar que en el siguiente párrafo sigue hablando el mismo personaje, colocamos al comienzo unas comillas de cierre latinas (en tantos párrafos como sea necesario). Y no hay que cerrar de ninguna forma (en todo caso, podríamos escribir algún inciso con rayas).

Como creo que estas cosas se ven mejor con ejemplos, ahí va uno:

Supongo que a estas alturas todos me habéis juzgado ya.Los dos hombres de la esquina se volvieron al oír sus palabras. La mujer se acomodó en el sofá al intuir que la confesión iba para largo. Sí, todos os habéis hecho una idea de lo que ocurrió aquella noche. Incluso os habéis atrevido a poner palabras que yo no he pronunciado en mi boca. Y no lo entiendo. ¡No lo entiendo! ¿Por qué me acusáis a mí, justo a mí? preguntó con tono desesperado.

»Sí, mi padre era el dueño de la empresa. La fundó con el dinero que heredó al morir mi abuelo. Fue su apuesta para sacar adelante a la familia y le salió bien. Empezó con un pequeño taller y, en pocos años, consiguió expandirse hasta que no hubo pueblo en toda la región que no contara con una de sus tiendas. Trabajaba de sol a sol, pero nosotros vivíamos bien. Ni siquiera mi madre le reprochaba sus largas ausencias por los incontables viajes de negocios que hacía a lo largo del año.

»Es cierto que yo me aproveché, en cierto modo, de la situación. Con una economía desahogada, pensando que tenía mi futuro asegurado al abrigo de mi padre, ¿por qué no iba a disfrutar un poco de la vida? Dejó de hablar un momento. Estaba nervioso, así que bebió un poco de agua. Después, continuó: Pero eso fueron mis años de universidad. En cuanto me licencié se acabaron las juergas. Empecé a trabajar con mi padre y el negocio se convirtió en mi prioridad. ¿Qué interés tendría yo en que se fuera a pique? Hubiese sido como tirar a la basura diez años de mi vida.

Entonces, ¿por qué cree la policía que estás involucrado en el incendio de la fábrica y en la desaparición de una gran cantidad de documentación? le preguntó el hombre de gafas.

Os he marcado las comillas y las rayas en negrita. Como veis, los incisos se hacen con rayas, igual que si el diálogo ocupara solo un párrafo, es exactamente el mismo uso. Lo único que cambia es que en los dos siguientes párrafos hay comillas de cierre latinas al inicio para marcar que el personaje sigue hablando (y estas comillas no tienen ningún tipo de cierre posterior). Cuando habla otro personaje distinto (último párrafo), se vuelve a la raya.

Es una cuestión muy simple que creo que no merece más explicación. Aun así, como siempre, podéis preguntar en caso de que tengáis alguna duda, en los comentarios.

Oxímoron

Estoy convencida de que habéis oído la palabra oxímoron un millón de veces (creo que se está poniendo de moda, de hecho). Pero ¿sabéis qué es un oxímoron exactamente?

El oxímoron es una figura literaria que consiste en unir dos conceptos de significado opuesto para dar lugar a un tercero, creando así una metáfora que choca por lo absurdo de la combinación. En la literatura hay mil ejemplos de esto, como cuando Quevedo nos dice que el amor es «hielo abrasador, fuego helado» (dos casos de oxímoron en un mismo verso). Sencillo, ¿verdad?

De hecho, es tan sencillo que, en nuestra vida cotidiana, utilizamos el oxímoron en muchas ocasiones sin darnos cuenta. O siendo totalmente conscientes de ello, como cuando yo ahora os desee un feliz lunes. 😉

Jeanette Winterson: ‘La pasión’

La pasión es el primer libro que he leído de Jeanette Winterson y tengo que reconocer que me ha maravillado. ¡Es muy bueno! Os copio la sinopsis, aunque, sinceramente, yo pasaría y leería la novela sin saber nada de ella (que es lo que hice yo, por cierto).

'La pasión'

‘La pasión’

Estamos en Venecia y corren los años en que Napoleón arrasa Europa con sus ejércitos. Henri, un joven cocinero al servicio del general, se enamora perdidamente de Villanelle, una hermosísima criatura de pelo rojizo y pies deformes, que conoce como nadie los secretos de las góndolas y las salas de juego donde los nobles del lugar apuestan su fortuna entre sonrisas y frases galantes…

Esa, que podría ser la trama de una novela histórica al uso, en manos de Jeanette Winterson se convierte en un material precioso, capaz de transformar Venecia en una ciudad nueva, hecha de palabra y luz. En ese lugar, donde la emoción es tan viva como el agua, los jóvenes enamorados aprenden a desgranar su pasión por vías insólitas y arriesgadas que ponen en tela de juicio lo que creíamos saber del sexo y el amor.

Publicada en 1986, esta fue la novela que consagró a Winterson como una de las autoras más originales del panorama narrativo de nuestro tiempo.

«La pasión no habla de la Historia con mayúsculas; tampoco es una novela romántica… Lo que quise fue hablar de un mundo peculiar que sirviera de espejo secreto para perfilar y multiplicar las posibilidades de nuestro propio mundo. Basta con mirarse en este espejo, y ahí estamos, ubicados en otro tiempo y otro lugar, y con otra vida entre manos», Jeanette Winterson.

Me cuesta muchísimo escribir sobre esta novela. Tengo la sensación, como ya me ha ocurrido alguna otra vez, que intentar siquiera expresar mi opinión sobre ella estaría «manchando» esta tremenda historia. Una historia preciosa y muy de cuento (a pesar de su cierta dureza): ¿se puede recuperar un corazón perdido por una pasión con ayuda de otra persona? ¿Se puede perder todo? ¿Se puede dejar todo de lado? ¿Se puede sobrevivir a la pasión? Tendréis que leer la historia de Villanelle para descubrirlo. Y no os voy a contar más. Es espléndida (¿verdad, Stephen?). Si yo fuera vosotros me haría con un ejemplar de La pasión a ciegas y, sencillamente, me pondría a leer (exactamente lo que hice yo). Estoy convencida de que la vais a disfrutar y os va a emocionar seguro.

(Por cierto, os cuento un cotilleo. Esta novela fue, en el momento de su publicación, la comidilla en los círculos literarios [aunque las razones fueran extraliterarias] por ser, a su vez, reflejo de un increíble triángulo amoroso entre cierta agente literaria y dos escritores, Jeanette Winterson y Julian Barnes).

Nada más por hoy. Si alguien la ha leído y quiere contarnos qué le ha parecido, tiene los comentarios abiertos. Y si quienes no la habéis leído queréis decir cualquier cosa, pues ídem.

Gracias

Solo un par de líneas para agradeceros vuestra participación en el último reto (por cierto, qué poco me gusta llamarlo así, pero no es cosa mía). Espero que hayáis conseguido un montón de sugerencias para futuras lecturas, que de eso se trata. De hecho, como el objetivo es apuntar títulos, siempre he pensado que sería mejor hacerlo antes del verano, porque tengo la sensación de que en verano se lee más. No puedo prometer nada (en este momento, estoy tan liada que ni siquiera sé cuándo podré publicar de nuevo, aunque intentaré ponerme las pilas y ofreceros algo lo antes posible), pero ¿cómo suena junio para el siguiente? Que conste que, cuando me planteé el reto con el que acabamos de jugar, pensé que sería el último. Pero ya me habéis convencido y habrá más. Y, si puede ser en junio, pues perfecto. Pero, claro, de aquí a junio pueden pasar millones de cosas que hagan que todo cambie. Aun así, ¿por qué os digo esto con tanta antelación? Para que vayáis proponiendo categorías. No sé si lo sabéis, pero yo rara vez las pienso. Normalmente pongo a mis amigos a cavilar para que me hagan el trabajo. Así que, si queréis que toquemos alguna en concreto, ¡a los comentarios!

Nada más, solo daros de nuevo las gracias. El número de visitas me ha sobrepasado, ha habido muchísima gente siguiendo todo en la sombra. Gracias a quienes os habéis acercado y gracias, sobre todo, a quienes habéis participado. Esto no tendría sentido sin vosotros.

Volveré lo antes posible (prometo sacar huequitos para escribir aquí). Saludos a todos…

Librerías

No pensaba escribir nada hoy porque estaréis un poco hartos de mí después del reto (y yo, un poco cansada, si soy sincera). Pero el viernes fue el día de las librerías y pasó bastante desapercibido. Ayer, Enrique Redel, editor de Impedimenta, colgó un enlace en Facebook que me ha encantado. Lo comparto con vosotros como homenaje a las bibliotecas, las librerías y, por supuesto, a los bibliotecarios y libreros.

Está en inglés, lo siento por los que no lo habláis, pero merece mucho la pena: Love letters to libraries.

Feliz lunes a todos.

Un libro azul (30 libros)

Último día del reto… ¡Por fin! Y hoy acabamos con un libro azul. Para mí, el libro azul es El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.

'El guardián entre el centeno'

‘El guardián entre el centeno’

Mi asociación de ideas de hoy es sumamente personal. Para empezar, el azul es mi color favorito. Si algo es azul, gana puntos. Y relaciono directamente con el color azul a una de las personas que más quiero: mi hermano J. De hecho, J. siempre viste de azul. Y tiene los ojos azules más impresionantes del mundo. J. es azul.

Hace un par de años, a pesar de que a J. no le gusta nada leer ficción, le regalé un par de libros: La conjura de los necios y El guardián entre el centeno. Me dijo que le habían gustado ambos y, para mi sorpresa, que se quedaba con El guardián. Y, desde entonces, me acuerdo de J. cada vez que pienso en Holden y su aventura. Además, J. tiene mucho de Holden: me recuerdan mucho el uno al otro.

Así que, resumiendo, tenemos un color que me encanta (y que le encanta a alguien a quien quiero muchísimo y que relaciono directamente con el color) y un libro que relaciono con esa persona y que es uno de mis favoritos (y, además, mi edición de este libro es una de Edhasa de hace muchos años totalmente azul). Todo es positivo, todo es azul.

Y… ¡se acabó el reto! Debo reconocer que tenía muchas ganas de que esto terminara, porque me ha pillado en un momento bastante loco y ha sido un verdadero esfuerzo muchos días. Espero que os hayáis divertido pensando en libros y que haya merecido la pena. ¡Gracias por vuestra participación! Bueno, os queda hablar del libro azul primero. Tenéis, como siempre, los comentarios abiertos para decir lo que queráis.

Un libro de un autor al que hayas conocido (30 libros)

Hoy lo tengo facilísimo: El sentido de un final, de Julian Barnes.

'El sentido de un final'

‘El sentido de un final’

Hace cosa de mes y medio o así, Julian Barnes vino a Bilbao a recibir un premio. Y ahí me fui yo. Y tuve la oportunidad de charlar con él unos minutos. Qué hombre, de verdad. Qué educado, qué amable, qué british (¡aunque muy francófilo!), qué sentido del humor, qué accesible, qué todo… Y, sobre todo, qué buen escritor. Volví a casa como unas castañuelas y con mi ejemplar de El sentido de un final dedicado y firmado por él (aquí, la que pasa de estas cosas). Por eso lo he elegido para hoy.

El sentido de un final lo leí hace casi dos años y, como podéis comprobar, me pareció una novela de lo más interesante. La recomendé en su momento y la vuelvo a recomendar ahora. Y a Barnes en general, por supuesto, que reconozco que me ganó del todo aquel día.

Vuestro turno (¡esto se va acabando!). ¿A qué autores habéis conocido? ¿Cuál os ha caído mejor? ¿Alguno os ha caído mal? ¿Fueron amables con vosotros? Podéis dejar, como siempre, vuestras impresiones y comentarios bien en el propio blog, bien en las redes sociales.

Un libro de un autor al que te gustaría conocer (30 libros)

Hoy andaba entre varios nombres, pero la mayor parte de ellos ya ha aparecido en este reto, así que la lista se me ha reducido considerablemente. Y, con la nueva lista, he decidido escoger al autor cuyas obras creo que destacan sobre las demás (según mis gustos y, ojo, en mi particularísima lista). Y, al final, me quedo con Jean-Philippe Toussaint y su Hacer el amor.

'Hacer el amor'

‘Hacer el amor’

Os hablé de esta novela al poco de leerla el año pasado (podéis verlo aquí). Decir que me maravilló es quedarme muy corta. Después, no me quedó más remedio que buscar más trabajos de Toussaint y descubrí La verdad sobre Marie: misma pareja protagonista y, aunque no tan sublime como Hacer el amor, tiene momentos realmente brillantes. Y me enamoré de Toussaint. Y si alguien lo quiere traer a alguna charla, conferencia, premio, presentación de novela, firma de ejemplares o lo que sea en Bilbao o alrededores, prometo ser la primera en la cola (así que, organizadores de estas cosas en la capital del mundo, señores de Siberia y de Anagrama: traedlo). ¡Ah! Y si los señores de Siberia o de Anagrama (o de cualquier otra editorial) quieren publicar la tercera de la trilogía en castellano, me la compro la primera también (¡que lo editen ya, que sé que está en gallego, pero no en castellano!).

No me enrollo más. La pelota está en vuestro tejado. ¿Un libro de un autor al que os gustaría conocer? Tenéis, como todos los días, los comentarios y las redes sociales a vuestra disposición (os contesto en cuanto pueda).

Un libro de un autor al que te hubiera gustado conocer (30 libros)

Hoy me ha parecido difícil. En primer lugar, porque no soy nada mitómana, en el sentido de querer conocer a alguien cuya obra puedo llegar a admirar. Y, luego, ya metidos en harina (porque lo exigía la categoría), ¿cómo elegir entre tantos autores? Así que al final me he ido un poco a lo fácil. Y hoy elijo Luciérnagas, de Ana María Matute.

'Luciérnagas'

‘Luciérnagas’

Con una voz íntima que modula sobresaltos y nebulosas, Ana María Matute nos enfrenta a las experiencias de un grupo de jóvenes, casi niños, a los que la guerra civil ha despojado de cualquier resto de su anterior universo infantil. El escenario escogido es una Barcelona de soldados y mujeres mal pintadas, de refugiados y mendigos, de gentes ocultas que intentan sobrevivir día a día en medio de los escombros, la luz blanquecina de los reflectores, los bombardeos y la amenazada espera. Pero más allá de un tiempo y un espacio concretos, el propósito de la escritora es presentar a unos muchachos que conviven con el temor y la muerte y ahondar en las emociones de una joven que, desde la carencia y la provisionalidad, hallará en el amor el verdadero significado de la paz. Escrita con una extraña luminosidad, Luciérnagas se revela a un tiempo como una transgresora denuncia de los sinsentidos de la barbarie y como una historia de amor capaz de superar las barreras de la crueldad hasta descubrir un conmovedor destello de esperanza.

Creo que Ana María Matute es una buenísima elección para hoy. Y, podía haber escogido cualquier otro libro suyo, pero he optado por este porque… lo estoy leyendo (de ahí que haya dicho que he ido a lo fácil). Tengo que reconocer que llevo mucho tiempo ya Luciérnagas, porque se me cruzan otros libros por el camino y, también, debo admitir que la edición no es nada cómoda de leer (y si hubiera márgenes, ¿eh, Austral?). No quiero contar nada más, porque me queda bastante (dos tercios de libro) y puede pasar de todo (que me guste mucho, que me aburra, que lo aborrezca, que me canse, que ni sí ni no ni blanco ni negro…). Cuando lo acabe, si así lo considero en el momento, escribiré más detenidamente sobre él.

Os toca. ¿Algún autor que os hubiera gustado conocer (y ya no tengáis la oportunidad?). Podéis dar vuestros nombres en los comentarios y las redes sociales…

Un libro amarillo (30 libros)

Si os digo la verdad, el libro de hoy me vino a la cabeza rapidísimo al pensar en el color amarillo, pero no sé bien por qué. Hoy elijo Mr Gwyn, de Alessandro Baricco.

'Mr Gwyn'

‘Mr Gwyn’

El amarillo para mí es el color de la luz. Y creo que Mr Gwyn (del que, por cierto, ya hablé aquí) está lleno de luz. Quizá por las bombillas especiales que Mr Gwyn usa para su «experimento» (aunque, si no recuerdo mal, proporcionaban una luz tenue) o porque alguien que hace algo así, buscar un modo nuevo de abordar su pasión, está lleno de luz, este libro me parece amarillo lo mire por donde lo mire. Y encima está en Panorama de Narrativas de Anagrama: vamos, que hasta su cubierta no puede ser más amarilla…

Ya os comenté en su día que a mí me encantaría encontrarme un Mr Gwyn en mi vida (de hecho, pensándolo, uno de mis amigos es un poco Mr Gwyn, aunque no hace retratos con la escritura, sino de otra forma incluso más peculiar). Es un libro que me pareció muy mágico y que me dejó un gran sabor de boca. Y hay amor por la escritura a raudales.

Y como no sé por qué pensé en este libro inmediatamente, creo que lo dejo aquí por hoy (entrada cortita). Eso sí, no sin antes volver a recomendaros la novela e invitándoos a dejar vuestras propuestas para hoy en los comentarios y en las redes sociales. ¡Gracias un día más!



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