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Deborah Levy: ‘Nadando a casa’

Una vez que hemos acabado el juego que os planteé para el mes de junio, creo que es hora de volver a la «normalidad». Y qué mejor forma que haciendo un pequeño comentario sobre una de mis últimas lecturas: Nadando a casa, de Deborah Levy.

'Nadando a casa'

‘Nadando a casa’

Nada más llegar con su familia a una casa en las colinas con vistas a Niza, Joe descubre el cuerpo de una chica en la piscina. Pero Kitty Finch está viva, sale del agua desnuda con las uñas pintadas de verde y se presenta como botánica… ¿Qué hace ahí? ¿Qué quiere de ellos? Y ¿por qué la esposa de Joe le permite quedarse?

Nadando a casa es un libro subversivo y trepidante, una mirada implacable sobre el insidioso efecto de la depresión en personas aparentemente estables y distinguidas. Con una estructura muy ajustada, la historia se desarrolla en una casa de veraneo a lo largo de una semana en la que un grupo de atractivos e imperfectos turistas en la Riviera son llevados al límite. Con un humor mordaz, la novela capta la atención del lector de inmediato, sobrellevando su lado tenebroso con ligereza.

Un matrimonio llega a una casa de las afueras de Niza para veranear junto con su hija y una pareja de amigos. Aparentemente felices y con ganas de unas vacaciones sin preocupaciones, la realidad se va a imponer desde el momento mismo de su llegada. La aparición en escena de una joven hará que sus vidas se tambaleen. ¿O es que llevaban tambaleándose ya un tiempo y lo único que hacen es explotar? Cada uno con un secreto en su interior, todos componen un puzle humano de lo más peculiar, que gira siempre en torno al personaje más especial de la novela, Kitty Finch, esa chica que logrará colocarlos a todos al borde de sus propios abismos.

¿Por qué Kitty Finch es capaz de detonar las pequeñas bombas que guarda el resto de los personajes en su interior en la semana escasa que pasa con ellos? Por sus propios demonios. Ella es la única capaz de ver, por ejemplo, la ruina de un matrimonio aparentemente feliz o reconoce (por haberla sufrido) la depresión en otro personaje. El tratamiento de la enfermedad mental, por cierto, es exquisito en la novela, apoyado sobre todo en el simbolismo del agua (la lluvia, la piscina de agua estancada donde Kitty está a punto de ahogarse al principio, el mar y sus olas donde van a pescar…). 

Novela muy fragmentada (se divide en días y estos, a su vez, en pequeñas secciones según las andanzas de cada personaje) que, con una prosa despojada de todo artificio inútil, compone, con su sentido del humor y su ternura, un retrato ligero y luminoso de un tema oscuro y triste (lo cual no deja de ser un logro de lo más encomiable).

Reconozco que no conocía a Deborah Levy, pero ha pasado a formar parte de la nómina de autores interesantes a los que hay que seguir la pista. ¿Vosotros la conocéis? ¿Alguien ha leído Nadando a casa y nos quiere dar su opinión? ¿Os llama la atención? Tenéis los comentarios a vuestra disposición.

Gracias

Hoy, una vez finalizado el mes de junio, me siento obligada a daros las gracias por el seguimiento que habéis hecho del reto. Las visitas, como siempre que organizo una locura de estas, se han multiplicado y, aunque este año hemos comentado poquitos, os puedo asegurar que muchísima gente ha seguido todo en la sombra. Ha sido el reto que más curiosidad ha suscitado con diferencia, y me quedo sin palabras, la verdad, al comprobar el número de visitas diario. Habéis superado mis previsiones más optimistas. De verdad, ¡gracias!

Y, por supuesto, si tengo que darle las gracias a alguien es, por supuesto, a todos los que habéis participado. A quienes lo habéis completado, a quienes habéis comentado días sueltos y a quienes empezasteis pero lo tuvisteis que dejar por circunstancias… ¡gracias! Sin vosotros, por mucho que yo escribiera todos los días, esto no tendría sentido.

Ya me habéis comentado varios a ver cuándo voy a organizar otro reto. Voy a ser sincera: me había planteado este como el último. No sé qué pasará. Si tenéis muchas ganas, si me ayudáis pensando categorías (podéis hacer como hizo alguien el año pasado, que aprovechó la entrada que escribí justo después para dejar más de veinte) y, fundamental, si me hacéis mucho la pelota… me lo pienso. Si consigo sacar tiempo para escribir las entradas y demás, pues quién sabe. No prometo nada, pero desde luego estoy mucho más abierta a plantear un séptimo reto que hace un mes. De todas formas, haya o no reto, seguirá habiendo juegos y lugares donde encontrarnos si queréis y me lo pedís (ya sabéis que vuestras propuestas son siempre bienvenidas).

Nada más. Ha sido un verdadero placer compartir todo esto con vosotros. Por supuesto, los comentarios siguen abiertos: si se os ocurre algún título que encaje en alguna categoría, podéis escribir con total libertad.

Y no me voy de vacaciones aún. El blog seguirá todavía unos días, así que, si queréis seguir acompañándome, estaré por aquí (espero, además, no estar tan ocupada como los últimos días e intentaré escribir a menudo).

Lo dicho, mil gracias y un beso enorme a todos. Seguimos leyéndonos.

Tu último libro-joya (30 libros)

Esto se acaba. No sé si lo escribo con pena o aliviada. Tengo que confesar que es el mes que antes se me ha pasado de todos los que ha habido reto y, salvo los últimos cuatro días, cuyas entradas no tenía preparadas y las he tenido que escribir a todo correr (y, justo, cuando estoy más liada de trabajo, ley de Murphy), lo he llevado muy bien (no suele ocurrir, suelo acabar muy cansada de estas cosas). Aun así, ya veremos si habrá otro reto, no sé yo…

Vamos con la categoría de hoy: tu último libro-joya. La verdad, hoy lo tenía muy claro a pesar de que no he leído aún el libro (sí, me atrevo a hablar de él incluso sin haberlo leído). Pero es que es tan bonito… Es La vida de las paredes, de Sara Morante.

'La vida de las paredes'

‘La vida de las paredes’

La vida de las paredes es la historia de un caserón de principios de siglo XX y de sus habitantes, una peculiar comunidad de vecinos que comparten sus vidas en torno a una escalera.

Sara Morante dibuja retratos de tinte surrealista enmarcados en un realismo casi costumbrista a través de un diálogo muy potente entre texto e imagen. Escenas muy visuales, un tanto oníricas, que se engarzan para crear una historia común: fotografías o cuadros que hablan durante la noche y se deslizan de un marco a otro, gárgolas perversas que cobran vida, una joven famélica desplumando a un jilguero para comerse hasta los huesos, una mujer que envuelve a su feto entre el hule sucio y paños de cocina…

Las paredes tienen vida y Sara Morante sabe poner palabras y color a un mundo insólito en este libro que incluye más de treinta ilustraciones. La vida de las paredes muestra el talento de la gran ilustradora en su máxima expresión.

La vida de las paredes es un libro cuidadísimo. Solo hay que apreciar la calidad del papel, la maquetación, el libro en sí. Y, aparte de que ya como objeto es una maravilla, lo que encierra es aún mejor. Los personalísimos dibujos de Sara Morante son fácilmente reconocibles, su calidad es innegable, pero es que aquí, además, Sara se atreve a escribir. Y parece que se ha sacado de la manga toda una serie de personajes a cada cual mejor. Y el texto y las ilustraciones (tan delicadas, tan ricas en detalles) parecen combinar a la perfección (por lo poquito que he leído y lo que dicen todas las reseñas que he leído de esta obra, todas muy elogiosas). Era de cajón que fuera mi elección de hoy. Y, además, me hace mucha ilusión poder traer el libro de Sara (que es una auténtica crac) al blog. A ver si lo leo prontito (si el trabajo me lo permite) y puedo hablaros de él con mucho más conocimiento de causa.

Y, por fin, por última vez en este reto, tenéis los comentarios para hablarnos de vuestros últimos libros-joya.

Un libro con tu villano favorito (30 libros)

Hoy voy a hacer trampas. Me perdonáis, ¿verdad? No voy a hablar de ningún libro, sino de una villana de cómic (que aparece en muchos títulos, así que hablaré de ella sin más). ¿Por qué no elijo un libro? Pues porque no soy muy de libros de buenos y malos, héroes y villanos; más bien me gustan los antihéroes, me parecen más reales, más identificables, más valiosos en todos los sentidos. Así que… me voy al mundo del cómic donde sí hay buenos y malos. Y una villana que me encanta. Hoy elijo a Selina Kyle, mucho más conocida como Catwoman.

Catwoman

Catwoman

Contaros la biografía de Selina Kylie, Catwoman, es complicado, porque en cada etapa de los cómics de Batman va cambiando. A grandes rasgos os diré que, en principio, es de los malos, pero no mucho. Es una villana con ciertos principios éticos (nunca mata, por ejemplo). En realidad, su único delito es el robo, y de poca monta. Según parece, empieza a robar para sobrevivir después de una infancia complicada. Hay épocas en que no es mala, sino buena, y «ayuda» a Batman (la verdad: se lo liga; solo por ligarse a Batman, ¡a Batman, nada más y nada menos!, la tenemos que amar). Y hay alguna historia un poco más chusca por ahí, pero al final se queda en un personaje ambiguo, con defensores y detractores por igual. Dejémoslo en que es una villana buena… ¡Soy muy fan!

Y, además, yo tengo una relación bastante especial con Catwoman. Un par de amigos míos, a partir de una broma, me empezaron a llamar Catwoman (tiene que ver con ser la orgullosa dueña de dos fieras felinas). La anécdota va mucho más allá, pero tampoco es cuestión de contar mi vida; eso sí, al menos esto os explica por qué, a temporadas, pongo a Catwoman de foto de perfil en las redes sociales. Y, claro, era casi obligado que hoy, al leer la categoría, eligiera a mi villana favorita por excelencia, aunque no aparezca como tal en ningún libro.

Os toca. ¿Vuestros villanos favoritos? ¡A los comentarios!

El libro con tu personaje secundario favorito (30 libros)

Para hoy tengo un personaje genial donde los haya. El personaje secundario que elijo se llama Miss Lunatic y aparece en Caperucita en Manhattan, de Carmen Martín Gaite.

'Caperucita en Manhattan'

‘Caperucita en Manhattan’

Caperucita es un clásico de la literatura sobre la iniciación a la vida adulta, sobre los peligros a los que tenemos que hacer frente y la exigencia de hacerlo en libertad y soledad.

Carmen Martín Gaite nos recrea magistralmente esta historia y la adapta a la sociedad en la que vivimos, con una Caperucita que es una niña de hoy y que se mueve en un bosque muy diferente (Manhattan), aunque también se encontrará con los personajes del famoso cuento, aquí completamente diferentes: miss Lunatic, Mr Wolf, etc. Al leer Caperucita en Manhattan, uno de los grandes éxitos de la literatura juvenil de los últimos años, se nos proporciona la ocasión de reflexionar sobre nuestro propio mundo, sobre la manera en que nosotros intentamos cada día ser diferentes y sobre cómo ser nosotros mismos en la sociedad en que nos ha tocado vivir.

Miss Lunatic es uno de los personajes con los que se encuentra Sara Allen (la Caperucita de Gaite) en su aventura por el parque en Manhattan. Y es el buen rollo personificado. Miss Lunatic es sabia, hace el bien, es libre, exprime la vida al máximo, se queda con la parte buena de las cosas, es fiel a sí misma y a sus ideales y, además, es feliz. ¿A quién no le gustaría ser Miss Lunatic o, al menos, encontrarse a una Miss Lunatic en la vida? A mí me encantaría…

Miss Lunatic resume su filosofía de vida en un párrafo que, aunque copié en su día en el blog, no me resisto a escribir de nuevo:

Pero ¿a qué llaman vivir? Para mí vivir es no tener prisa, contemplar las cosas, prestar oído a las cuitas ajenas, sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras, compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen o nos engañen, no contestar que sí ni que no sin haber contado antes hasta cien como hacía el Pato Donald… Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía, y vivir es explicarse y llorar… y vivir es reírse…

Acabo con esta reflexión (no lo olvidéis: vivir es reírse). Solo diré una cosita que entenderán quienes hayan leído la novela: ¡miranfú! Y ahora, os toca. ¿Vuestros personajes secundarios? Os espero en los comentarios.

El libro con tu personaje protagonista favorito (30 libros)

Hoy vuelvo a repetir con respecto a otros retos. Lo siento, pero, si no, estaría mintiendo. Hay un personaje protagonista por el que tengo auténtica debilidad y era obligado que hoy hablara de él. Es Holden Caulfield, el personaje principal de El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.

Holden Caulfield

Holden Caulfield

Si me pongo a pensar en Holden Caulfield y su aventura, la primera palabra que me viene a la mente es ternura. No sé por qué, pero Holden me provoca una ternura y un afán de protección descomunales, como si fuera mi hermano pequeño (de hecho, me recuerda bastante a mi hermano, que como lea esto me va a matar). Holden es gruñón y sumamente quejica, un adolescente bastante insufrible a ratos, todo le parece mal y el mundo está en su contra. Pero, aun en ese escenario hostil, podemos intuir la verdadera personalidad de Holden (en cómo trata a su hermana pequeña, por ejemplo). Y Holden es, tan solo, un chico perdido que no comprende el mundo y que tiene que lidiar con sus propios fantasmas (la muerte de su hermano, entre otros). ¿Cómo alguien así no va a despertar unas ganas incontrolables de darle un abrazo?

Holden es el antihéroe por excelencia, los únicos personajes interesantes para mí. La vida está llena de antihéroes, no de héroes, que consiguen, a pesar de todas las dificultades, salir adelante. Como Holden. En serio, ¿cómo no enamorarse de Holden Caulfield, incluso con sus miserias y sus conflictos? Que alguien me lo explique.

Aunque siempre se dice que El guardián entre el centeno es una novela para adolescentes, quizá por la edad de su protagonistas (16 años), a mí me parece una lectura recomendable siempre. Así que, si no lo habéis leído, hacedlo y cuidadme un poco a Holden (que conste que a mucha gente le parece un personaje insoportable, pero a mí me produce ternura).

Os toca. ¿Vuestro personaje favorito? Creo que estas categorías son un poco difíciles (de hecho, os confieso que no sé de qué libro hablar mañana, a ver cómo resuelvo la papeleta). Os espero en los comentarios.

Un libro técnico que uses habitualmente

La categoría de hoy es interesante. Probablemente no por los libros en sí (aunque yo os voy a hacer una superrecomendación, que nunca viene mal), sino porque creo que me va a dar la oportunidad de conoceros un poco más a quienes soléis participar en los comentarios. Es cierto que a algunos os conozco, con otros hablo en las redes sociales, de algunos no sé absolutamente nada… pero en realidad no sé a qué os dedicáis la mayoría. Y me imagino que los libros técnicos que soléis usar estarán relacionados con vuestra profesión (aunque igual tiráis por otro sitio, también es posible, no lo sé). Bueno, que me enrollo. Libro técnico. Hoy barro para casa: Manual de estilo Chicago-Deusto.

'Manual de estilo Chicago-Deusto'

‘Manual de estilo Chicago-Deusto’

Cuando trabajo, quizá lo que más utilizo sean diccionarios de todo tipo (desde el DRAE, hasta varios de dudas —el de Seco es el mejor—, sinónimos, inglés, francés, ideológicos, de preposiciones, de uso…), pero también, cómo no, manuales de estilo. El MELE de Martínez de Sousa era mi guía hasta que apareció el que os propongo hoy, el Manual de estilo Chicago-Deusto, publicado por la Universidad de Deusto.

Os cuento un poco qué es este libro. Uno de los mejores manuales de estilo que hay del inglés es el Chicago Manual of Style, de Chicago University Press. Lleva muchísimas ediciones, lo van mejorando y actualizando, y es una verdadera referencia. Imprescindible para quienes trabajan con palabras en inglés… La Universidad de Deusto llegó a un acuerdo con la Universidad de Chicago para realizar la adaptación al castellano. Y, tras mucho trabajo, llegó a nuestras manos el Manual de estilo Chicago-Deusto.

¿Qué podéis encontrar en él? Pues, básicamente, la respuesta a la mayor parte de las dudas que le pueden surgir a un redactor, sobre todo (aunque no exclusivamente) en el ámbito académico; no obstante, puede venirle bien a cualquiera que tenga que escribir cualquier tipo de texto. Es un manual muy clarito y está todo muy bien explicado.

Y ¿por qué digo que barro para casa? Porque yo participé en el Manual (y Santi, al que podéis ver por los comentarios estos días de reto, también). Así que, aunque haya gente que me lo recomiende porque, según ellos, «no tengo ni idea» (gracias por valorarme profesionalmente sin conocer mi trabajo), es probable que sepa sobre el Manual mucho más de lo que ellos pueden llegar a imaginarse.

Es una superrecomendación, en serio. De todas formas, si os interesara el tema, igual algún día (cuando acabe el reto), podría hablaros de diccionarios, diccionarios de dudas, manuales y demás. Me decís qué os parece la idea y, si os va bien, prepararé alguna entrada.

Os toca. ¿Cuáles son vuestros libros técnicos? ¡A los comentarios!

Un libro del que tengas ediciones en distintos idiomas (30 libros)

Hoy también lo he tenido muy fácil. Si pensabais que os ibais a librar de Buenos días, tristeza, de Françoise Sagan, en un reto, estabais equivocados. Cécile tiene que aparecer en los retos, no queda otra (esta vez no he mencionado ni a García Márquez ni a Unamuno, me tenéis que conceder que cite a Sagan).

'Bonjour, tristesse'

‘Bonjour, tristesse’

No es ningún secreto que tengo una relación especialísima con esta novela (ya sabéis que la leo todos los veranos y que es mi debilidad). Por lo tanto, era de esperar que la tuviera en castellano y, también, en su original francés (además, tengo justo la edición que aparece en la imagen: es una de bolsillo que me regaló alguien por sorpresa un día, no os imagináis la ilusión que me hizo: eran tiempos muy felices). Y en castellano tengo una edición especial que sacaron hace la pila de años para conmemorar no sé qué aniversario de su publicación, con una cubierta que me encandiló desde que la vi por primera vez.

Y, la verdad, no sé por qué digo «tengo», porque tendría que decir, más bien, «tenía». Igual es porque sí que tengo esperanzas de que mis ejemplares de Buenos días, tristeza vuelvan a mí. La edición en francés la tengo más o menos localizada, creo que sé quién la tiene y, salvo que la haya perdido en una de sus múltiples mudanzas, es recuperable. La edición que me preocupa es la castellana. Sé perfectamente a quién se la presté. Sé perfectamente a quién se la dejó esa persona. Me la han perdido. Creo que no hay forma posible de recuperarla.

¿Qué significa esto? Que, de momento, este verano voy a fallar a mi cita con Cécile. Me parece complicado que mis ejemplares vuelvan a tiempo (si es que vuelven). Así que, si alguien desea hacerme feliz, pero muy feliz, puede regalarme una edición (cualquiera, no me voy a poner tiquismiquis) de Buenos días, tristeza. Se lo agradeceré enormemente. Y esto va totalmente en serio…

Os toca. No sé si todo el mundo tendrá ediciones en varios idiomas del mismo libro. Si no tenéis, no pasa nada. Si queréis seguir comentando, podéis contarnos de qué libro os gustaría tenerlas. Posibilidades, todas y más (y las trampas, siempre que sean para mencionar títulos, son bienvenidas). Tenéis los comentarios abiertos.

Un libro del que tengas distintas ediciones (30 libros)

Hoy lo tengo fácil, porque hay varios libros de los que tengo varias ediciones. Del que voy a elegir, si no recuerdo mal, tengo cuatro distintas (podrían ser cinco, pero no estoy segura). Es, cómo no, Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.

'El Quijote'

‘El Quijote’

Podría haber elegido otros libros, pero he optado por este por varias razones. En primer lugar, creo que nunca he hablado sobre El Quijote en el blog, y ya va siendo hora de que, al menos, lo mencione. Dos, porque es el libro del que más ediciones tengo (por muy diversos motivos: tengo una edición crítica, una anotada con un estudio preliminar bastante interesante, una de bolsillo con grafías modernizadas , una de tapa dura con grafías modernizadas —que, además, es mi favorita— y ya digo que puede que haya alguna más). Y, por último, porque este año se conmemora el 400.º aniversario de la publicación de la segunda parte de la obra. La primera es de 1605; la segunda, de 1615. Pero parece que todos los fastos se los llevó el aniversario de la primera. Este año han dado mucho la murga a cuenta de los huesos de Cervantes, pero, al menos yo, he oído poco sobre el aniversario. Si estoy equivocada, sacadme de mi error, por favor, que rectifico rápidamente.

Nada más que añadir hoy por mi parte. Os dejo la pelota en vuestro tejado para que me contéis si tenéis varias ediciones de algún libro en los comentarios. ¡Gracias!

Un libro para adultos ilustrado (30 libros)

Hago un cambio de última hora con esta categoría. Tenía un libro pensado pero, en los últimos días, he leído una maravilla ilustrada que merece mucho la pena. Hoy elijo Noches blancas, de Fiódor Dostoievski.

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‘Noches blancas’

San Petersburgo, su luz, sus casas y sus avenidas son el escenario de esta apasionada novela. En una de esas «noches blancas» que se dan en la ciudad rusa durante la época del solsticio de verano, un joven solitario e introvertido narra cómo conoce de forma accidental a una muchacha a la orilla del canal. Tras el primer encuentro, la pareja de desconocidos se citará las tres noches siguientes, noches en las que ella, de nombre Nástenka, relatará su triste historia y en las que harán acto de presencia, de forma sutil y envolvente, las grandes pasiones que mueven al ser humano: el amor, la ilusión, la esperanza, el desamor, el desengaño.

Creo que, con decir que el autor de esta historia, triste y delicada, sobre un triángulo amoroso es Dostoievski, valdría. Es un acercamiento introspectivo al alma humana, a sus pasiones, sus afectos, sus amores, sus ilusiones, sus desamores, su soledad. No es la obra más conocida del autor, pero os aseguro que merece la pena echarle un ojo a esta novelita (es tremendamente breve). Y la edición que acaba de publicar Nórdica es preciosa (por supuesto, es ilustrada, siguiendo el enunciado de hoy).

Y es curioso que la novela tenga lugar justo en esta época del año. Estamos justo en las noches blancas, así que voy a aprovechar para desearos a todos una muy mágica noche de San Juan. Yo la voy a pasar en uno de los sitios más bonitos de Vizcaya (justo encima de San Juan de Gaztelugatxe), en un akelarre de lo más espectacular. Y quemaré lo malo y pediré deseos. Los deseos de San Juan se cumplen, hacedme caso, así que pedid (que se os dará).

Vuelta al tema que nos ocupa. Os toca proponer títulos. ¿Sugerencias de libros ilustrados? Os espero, como todos los días, en los comentarios.



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