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‘Junto’

Aunque se mezclan y se utilizan casi indistintamente, incluso por muchos profesionales, junto a y junto con no significan lo mismo, así que vamos a ver qué quiere decir cada expresión para emplearlas con propiedad.

Junto a quiere decir ‘al lado’ o ‘cerca’.

La farmacia se encuentra junto a la caja de ahorros (= al lado, cerca).

Junto con significa ‘en compañía de’ o ‘en colaboración con’.

El director presentó la película junto con su protagonista y el productor ejecutivo (= con, en colaboración, en compañía de).

Si bien no queda nada elegante, por la repetición, podríamos, rizando el rizo, combinar ambas expresiones:

El director presentó la película junto con su protagonista, que accedió a posar junto a él.

La diéresis

Pensaba que esta entrada sobraría un poco, por obvia, pero no os imagináis la cantidad de veces que he visto la palabra paraguas escrita con diéresis últimamente. Un auténtico puñetazo al ojo totalmente censurable. Y, por desgracia, también se encuentran con cierta frecuencia casos que deberían llevar la diéresis y no lo hacen…

La diéresis son los dos puntitos que se colocan sobre la letra u en las secuencias güe y güi (exclusivamente, nada de gua) para marcar que se debe pronunciar la u, como en lengüeta o pingüino. Recalco que solamente pasa con la e y la i (no con el resto de vocales). Si no pusiéramos la diéresis en estos casos y dejáramos gue y gui, la nueva secuencia se pronunciaría como en guerrero y guitarra.

La diéresis tiene otro uso, no obligatorio y bastante raro, limitado a textos poéticos, para recalcar que en una secuencia vocálica, cada vocal pertenece a una sílaba distinta. Es importante para el recuento de sílabas a efectos métricos, pero no se requiere fonológicamente. En este caso, la diéresis puede ir sobre cualquier vocal, no necesariamente la u.

Títulos de publicaciones

A raíz de una pregunta que alguien me dejó el otro día en Formspring, se me ha ocurrido que podría ser buena idea recordar cómo se escriben los nombres de las publicaciones o los títulos de los libros.

Los nombres de periódicos, diarios, revistas, etc. se escriben en cursiva (por ejemplo, El País, El Mundo, El Correo, Hola, Muy interesante, etc.). También los títulos de los libros van en cursiva, pero no así los nombres de los capítulos o los artículos de cualquier tipo de publicación. Estas partes del todo van entrecomilladas; es decir, el todo lo ponemos en cursiva y la parte, entre comillas.

Esto es importante tenerlo en cuenta, por ejemplo, cuando estamos confeccionando bibliografías.

‘Enero’

Se me ha ocurrido que podría ser una buena idea aprovechar los primeros días de cada mes para explicar el origen de su nombre. Así que, empezamos con enero.

Enero nos llega del latín januarius, en concreto de su forma vulgar jenuarius: januarius> jenuarius > enero. Significa ‘mes de Jano’. ¿Y por qué se le dedica al dios Jano el primer mes del año?

Jano era un dios con dos caras que miraban a ambos lados de su perfil. A él se consagraban las puertas, los comienzos y los finales. Precisamente por ser el dios al que se le consagraban los comienzos (la primera cara mira «al inicio»), existía la tradición de invocarle el primer día del mes. Cuando en la Edad Media se pasó del calendario de diez meses al de doce, se decidió que fuera enero el primero del año.

Conviene recordar que los meses del año se escriben en minúscula.

¿Se escribe ‘Navidad’ o ‘navidad’?

Había pensado escribir sobre esto y, además, me lo preguntaron también en Formspring el otro día. Navidad, ¿con mayúscula o minúscula? Antes de contestar, por si acaso y para no meter la pata, quería consultar la nueva Ortografía de la RAE, porque podía haber cambios al respecto. Y, por fin, ya puedo dar una respuesta que no esté desfasada (aunque, al menos esto, no ha cambiado).

Navidad va en mayúscula, por ser el nombre propio de una festividad religiosa. Escribiremos, por tanto, «feliz Navidad».

La palabra del día

Poca gente sabe que la RAE tiene una sección en su página web llamada «La palabra del día». En ella nos remiten a la definición del DRAE o bien a la entrada del DPD de un vocablo distinto todos los días. Desde luego, acercarnos a esta sección puede ser una buena forma de ampliar nuestro léxico o de aprender los usos correctos de términos ya conocidos.

¿Cómo se accede a esta sección? Está un pelín escondida, voy a intentar explicarlo de manera sencilla. Al entrar en la página de la RAE, tenemos que ir al apartado «Real Academia Española» del menú de la izquierda.

RAE

Menú a mano izquierda según se entra en rae.es

Llegamos a esta página. Ahora tenemos que fijarnos en el último apartado de la columna de la derecha (justo debajo de la Nueva gramática): ahí tenemos «La palabra del día».

Sección «La palabra del día» en la columna de la derecha

Sección «La palabra del día» en la columna de la derecha

Por ejemplo, si pinchamos hoy, veremos que la palabra del día 13 de diciembre de 2010 es aedo (y nos remite a su correspondiente entrada en el DPD).

Efecto

Hoy voy a destacar un error muy común, que se puede oír y leer con cierta frecuencia; me estoy refiriendo a la expresión surgir efecto (×).

Surgir efecto no es correcto. Lo adecuado es emplear el verbo surtir: surtir efecto.

Esperaba que las medidas surgieran efecto. ×
Esperaba que las medidas surtieran efecto. √

Palabras bonitas (día internacional del euskera)

Hoy, 3 de diciembre, es el día internacional del euskera (palabra que, por cierto, si fuera totalmente estricta, tendría que poner en cursiva; lo que pasa es que, como yo no la veo como una palabra extranjera, no voy a hacerlo en esta entrada). Para conmemorar el día, Eusko Ikaskuntza ha organizado un concurso en el que se preguntaba por la palabra más bonita del euskera (como se hace habitualmente en castellano e, incluso, hicimos aquí en el blog).

Ya hay palabra ganadora: pinpilinpauxa. Es una de las numerosas formas de decir ‘mariposa’. Qué palabra más bonita, ¿verdad? En segundo lugar ha quedado bihotz (‘corazón’).

Para todos los lectores del blog que sepáis euskera: ¿cuál es vuestra palabra favorita? La mía sería una onomatopéyica, que suena muy parecida a su equivalente en castellano, y es xuxurla (‘susurro’). Ahora os toca mojaros a vosotros (¡los comentarios os esperan!).

Raya y diálogos

Como lo prometido es deuda, vamos a tratar, por fin, que sé que muchos lo estáis esperando, el asunto de la raya en los diálogos. Para el resto de usos de la raya, podéis visitar el artículo que publiqué al respecto la semana pasada. Voy a poner un diálogo de ejemplo en que se puede ver toda la casuística (o eso creo):

—¿Vas a venir? (1)
—Sí, aunque tengo que pasarme por casa de María primero —dijo él.
(2)
—¿A casa de María? Yo también tengo que ir —contestó ella rápidamente—.
Pásate antes por aquí y vamos juntos. (3)
—Bien, pero prométeme que me ayudarás a cargar las cosas en el coche —añadió—,
¡no te escaquees como haces siempre! —exclamó a sabiendas de las intenciones de ella. (4 y 5)
—¡Que no, pesado! ¡Hasta ahora! Y no te des excesiva prisa, que tengo que prepararme antes de que llegues. —Colgó
el teléfono y se volvió hacia el armario con gesto nervioso. (6)

Sé que el diálogo es un poco tonto, pero ilustra todos los casos y combinaciones posibles de rayas y signos de puntuación en los diálogos. Como se puede comprobar, la raya se une a la palabra que la sigue (o la precede, dependiendo de si es de apertura o cierre).

El punto 1 es el caso más sencillo que nos podemos encontrar: raya de comienzo de diálogo e intervención.
El número 2 es igual, salvo que, al final, interviene el narrador: como el parlamento no sigue después del inciso del narrador, no se utiliza raya de cierre.
Con el punto 3 quiero ilustrar qué ocurre cuando la interrupción del narrador no acaba la frase, sino que continúa el diálogo: se cierra la raya y el signo de puntuación (normalmente un punto, pero puede ser cualquiera) va detrás de esa raya de cierre.
Los casos 4 y 5 comparten un rasgo muy importante que hay que tener en cuenta, el verbo principal de la interrupción del narrador: si es un verbo de habla (decir, responder, replicar, comentar, indicar, exclamar, preguntar, etc.), va en minúscula, aunque justo delante haya un signo de puntuación similar al punto (es decir, el de la exclamación o la interrogación); también hay que notar que los signos de puntuación, en ese caso, van detrás de la raya de cierre.
Por último, el caso 6 es el ejemplo de cuando el verbo del narrador no es de habla: si la frase ha terminado y la interrupción no está introducida por un verbo de habla, el signo de puntuación va delante de la interrupción y el verbo (o la palabra que introduzca el inciso) va en mayúscula.

Asimismo, hay que mencionar que, en la edición de obras teatrales, se coloca un punto antes de la raya para separar el nombre del personaje de su intervención:

Carmen.—¿Vas a venir?
Pedro.—Sí, aunque tengo que pasarme por casa de María primero.

Nobel

Alcaraván me preguntó el otro día en un comentario a ver cómo se escribía Nobel en función de que estuviéramos hablando del premio en sí o de la persona premiada. Pues bien, se escriben distinto:

La ceremonia de entrega de los premios Nobel tiene lugar en Estocolmo.
En la sala se reunieron varios nobeles de Literatura.

Como podéis ver en las frases de ejemplo, al hablar del premio en sí, lo escribiremos con mayúscula inicial; además, es invariable en plural (premio Nobel y premios Nobel). Cuando nos referimos a las personas premiadas, va en minúscula y hace el plural nobeles.



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