Hoy quiero hablaros de Instrumental, de James Rhodes, un libro que no tiene nada que ver con lo que suelo leer habitualmente y que me ha impactado sobremanera.
‘Instrumental’
«Ahora sé que la música cura».
James Rhodes es uno de los más eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la música clásica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. Instrumental son sus memorias, que vieron la luz en Reino Unido después de que el Tribunal Supremo levantara el veto que pesaba sobre la obra. Todo un tributo apasionado al poder terapéutico de la música y que aborda cuestiones fascinantes sobre cómo funciona la música clásica y sobre cómo y por qué puede cambiar nuestras vidas.
Vaya por delante que no soy una gran lectora de biografías o, como en este caso, memorias. Siempre me queda la duda de cuánto hay de ficción en esos escritos, me los creo solo a medias y, además, algunos me aburren soberanamente. No así el libro de hoy. Quizá lo más sincero que he leído en mucho tiempo y que me ha dejado conmocionada y reflexiva.
Sinceramente, no sé cuál ha sido el propósito de Rhodes al escribir sus memorias. Que, todo sea dicho, pueden parecer un poco tempranas y prematuras teniendo en cuenta que, en el momento en que las escribió, tenía 38 años. Pero, claro, la vida de James Rhodes no es una vida cualquiera. Aun así, vuelvo a la frase que inicia este párrafo: no sé exactamente cuál es la intención de Rhodes al escribir esto. Porque el texto se vertebra en dos columnas, interrelacionadas pero muy diferentes.
Por un lado, tenemos la parte más divulgativa. Rhodes nos prepara una lista de obras maestras interpretadas por los mejores pianistas (que podéis escuchar en la lista de Spotify confeccionada a tal efecto: muy recomendable). Y, como hace en sus recitales y programas, cuenta curiosidades sobre esas obras. Como a mí estas cosas me encantan, reconozco que he disfrutado como una enana con esta parte de la obra, porque, además, el sentido didáctico de Rhodes al intentar acercar la música clásica al gran público, pasando de etiquetas y prejuicios, es muy de agradecer. Pero, claro, también es cierto que las obras no están elegidas al azar. Cada una encabeza un capítulo y está íntimamente relacionada (o al menos lo está para Rhodes, aunque siempre lo explica) con lo que nos cuenta de su vida después (la otra parte de la obra, las memorias en sí).
Y, como he dicho un poco más arriba, la vida de Rhodes no es una vida cualquiera. Quizá porque lo violaron sistemáticamente desde los cinco a los diez años, lo cual lo llevó a depresiones, drogas, autolesiones, estancias en psiquiátricos e, incluso, intentos de suicidio. Y Rhodes lo cuenta todo. Sin ambages, sin regodearse en lo morboso, pero poniendo el énfasis en lo importante y, quizá, haciéndonos pensar mucho en todo lo que supone el abuso sexual infantil (que no es abuso, es violación) para las víctimas. Y, en toda esta oscuridad, en todo este sufrimiento, en esta vida destrozada hay una luz, una pequeña tabla de salvación a la que aferrarse: la música clásica. En concreto, una obra de Bach.
Duro, desgarrador, pero profundamente sincero y humano. Eso me ha parecido Instrumental. Un personalísimo e inteligente alegato a favor del poder balsámico y curativo de la música cuando la vida solo parece ofrecer su cara más cruel, más dañina, más mortífera, más devastadora. Porque ningún niño debería vivir lo que vivió Rhodes y ningún adulto debería enfrentarse diariamente a estos demonios.
Leedlo. Haceos el favor de leer esta obra. Aunque os duela, aunque os haga sufrir, aunque os remueva las entrañas, aunque os derrumbéis. Os prometo que también sonreiréis en más de una ocasión (porque hay, también, mucho bueno y un cierto sentido del humor). Además, aprenderéis mucho: sobre música clásica y sobre la vida. ¿Qué más se les puede pedir a unas memorias?
No quiero que Blackie Books se enfade conmigo (de hecho, he colocado su cubierta y no la de la edición que he leído yo, y me consta que, como todo lo que hacen, el libro es maravilloso), pero si alguien quiere leerlo en inglés, la edición de Canongate Books está a 1,29 € estos días en Amazon Kindle. No hay excusas. Y, por supuesto, es imprescindible si os gusta la música en general y la música clásica para piano en particular.
¿Lo habéis leído? ¿Os llama la atención? Tenéis los comentarios a vuestra disposición.