Reflexiones (XVII)
«Adquirir el hábito de la lectura y rodearnos de buenos libros es construirnos un refugio moral que nos protege de casi todas las miserias de la vida».
W. Somerset Maugham
(1874-1965)
Escritor
«Adquirir el hábito de la lectura y rodearnos de buenos libros es construirnos un refugio moral que nos protege de casi todas las miserias de la vida».
W. Somerset Maugham
(1874-1965)
Escritor
Ayer me hubiese gustado «celebrar» el Día E, pero estuvo la web caída todo el día y no pudo ser. Problemas de las nuevas tecnologías… Aun así, os dejo un vídeo del Instituto Cervantes en que algunas personas conocidas hablan de su palabra favorita del español. Como ya sabréis quienes seguís este blog desde sus comienzos, la mía es arrullo.
Os dejo el enlace a una interesante entrevista que ha concedido Joaquín Müller, director de la Fundéu, a rtve. Me ha gustado la parte en que habla de las discrepancias de la RAE…
He encontrado este artículo en una revista colombiana llamada El malpensante y me ha hecho sonreír. Es de Rosemary Urquico y la traductora es Cristina Esguerra. Os enlazo a la revista, para que veáis que no tengo ningún tipo de interés en apropiarme del texto (queda claro que no es mío, aunque sí lo son las negritas). Igual habla de mí… 😉
Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.
Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.
Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.
Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.
Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.
Por lo menos tiene que intentarlo.
Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.
Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.
¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.
Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.
Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.
Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.
Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.
O mejor aún, a una que escriba.
Amables lectores del blog: ¿me hacéis recomendaciones de lectura? ¿Está driss por ahí para darme alguna pista sobre qué leer, que siempre acierta (tenemos gustos parecidos, creo)?
Estoy leyendo dos novelas: una que me está gustando mucho, a pesar de que es un poco dura (Un matrimonio feliz, de Rafael Yglesias), y otra que me está decepcionando a pasos agigantados, quizá porque esperaba muchísimo de ella (Franny y Zooey, de J. D. Salinger). Tengo cosillas sobre las que escribir reseñas, a ver si me pongo a ello (de verdad, siento mucho la dejadez del blog, espero enmendar las cosas este verano).
Bueno, pues todas las recomendaciones son bienvenidas. Tenéis los comentarios esperando impacientes…
Un domingo más, os recomiendo la columna de Elvira Lindo de El País. Que paséis un feliz día… (y, por cierto, feliz cumpleaños a una de las más fieles lectoras del blog). 😉
No sé qué me pasa últimamente que, cada vez que intento actualizar el blog, me lío con mil cosas y, al final, no publico nada nuevo. Tengo un montón de entradas a medias, a ver si las voy acabando y esto va cogiendo ritmo de nuevo. ¡Lo siento!
Un poco tarde, como es ya la tónica habitual, pero aquí tenéis, por fin, una pequeña explicación sobre la etimología de la voz mayo. El origen del nombre de este mes está en maius, es decir, ‘de Maya’. Maya era una diosa en cuyo honor se celebraban algunos rituales secretos a los que solamente podían acudir mujeres; estos rituales se solían relacionar con la fertilidad y la maternidad, y tenían lugar en plena primavera, justo con el renacer de la naturaleza tras el invierno.
Os recuerdo que podéis consultar también el origen de enero, febrero, marzo y abril.
«El que no inventa no vive».
Ana María Matute
Discurso de aceptación del premio Cervantes
El título de esta entrada viene a cuento porque hoy, dos días después, quiero hablar del día del libro. Sé que habría sido mucho más apropiado hacerlo el sábado, pero estos días he estado muy ocupada haciendo mil cosas con amigos y familia (aprovechando los días de descanso de Semana Santa). Y, aunque hoy sigue siendo festivo aquí en el País Vasco, como el tiempo no acompaña (aunque no nos podemos quejar, que ha hecho unos días buenísimos), he decidido sentarme delante del ordenador y escribir un poco, que parece que os tengo abandonados de nuevo (lo siento).
Supongo que, si estáis leyendo este blog, los libros os gustan, aunque sea un poquito. ¿Habéis celebrado el día del libro? ¿Os habéis autorregalado algún ejemplar que llevabais tiempo buscando? ¿Habéis comprado alguno para regalar? ¿Tenéis una lista mental de libros que recomendaríais o regalaríais?
Yo este año, al final, no me he comprado ningún libro para mí, pero sí alguno para regalar. Y aquí me surge otra duda, ¿soléis escribir alguna dedicatoria en los libros que regaláis? Yo lo hago, pero no sé si a todo el mundo le gusta esa costumbre.
Eso sí, aunque no me haya comprado ninguno para mí (tengo una pila de libros pendientes en casa, prefiero acabar esos primero), sí que he leído un montón de listas y recomendaciones que han escrito muchos autores de otros blogs o, incluso, en Twitter. Y me han hecho recordar libros magníficos; incluso he decidido releer alguno (a ver si empiezo a sacar más tiempo para leer otra vez, que últimamente, como tengo la cabeza en otro sitio, me está costando un poco). Quizá escriba un día una entrada con recomendaciones (ya lo he hecho más veces), pero hoy os voy a pedir a vosotros que me sugiráis alguna maravilla… ¿Habéis leído algo últimamente que os haya encantado y emocionado?
Pues para hablar del día del libro, de libros, de dedicatorias, de recomendaciones y de todo lo que queráis, los comentarios son vuestros. Y, aunque un poco tarde, ¡feliz día del libro!
Para animar a todos los escritores que leen el blog…
«Lo peor es cuando has terminado un capítulo y la máquina de escribir no aplaude».
Orson Welles
1915-1985
Actor, director, guionista y productor
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