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¿Qué libro importante se publicó en el año de tu nacimiento?

Acabo de ver esto en Twitter y no me puedo resistir a compartirlo aquí en el blog. En Guía literaria han hecho una recopilación de grandes obras según su año de publicación. ¿Qué se publicó en el año en que nacisteis? ¿O en un año que, por lo que sea, es importante para vosotros? Lo podéis ver en el siguiente enlace:

Guía literaria

Por ejemplo, en el año en que yo nací (1977) se publicó La tía Julia y el escribidor, de Vargas Llosa, novela que me gustó muchísimo cuando la leí (hace demasiados años ya). Y también El resplandor de Stephen King.

¿Os atrevéis a confesar vuestra edad y contarnos en los comentarios qué libros se publicaron en el año en que nacisteis? Son vuestros…

Los autores que más venden

Hoy vamos a hablar de bestsellers; pero no de libros, sino de autores bestsellers, esos que venden todo y más cada vez que publican un título nuevo y que son, obviamente, los niños mimados de las editoriales. Y esto, la verdad, tiene poco que ver con literatura (salvo honrosas excepciones).

Me planteé esta entrada el otro día cuando, hablando de mis últimos trabajos, tuvimos una pequeña discusión sobre quiénes eran los escritores que más vendían (y nos llevamos alguna que otra sorpresa). Resulta que los autores de las dos últimas novelas que he corregido entrarían en la lista de los autores que más han vendido en la historia. De hecho, los dos estarían entre los treinta primeros. Y, es más, una está entre los cinco primeros: vende muchísimo.

Como ya he dicho, nos llevamos alguna que otra sorpresa, así que me puse a investigar un poco… Algunas curiosidades:

  • El inglés es la lengua en la que escribe la mayoría de los autores bestsellers. Ganan por goleada.
  • Aunque, en general, la calidad brilla por su ausencia, las excepciones son de quitarse el sombrero, pues los grandísimos de la literatura también venden mucho. Miguel de Cervantes, Alexandre Dumas, Leo Tolstoi, Charles Dickens, Jane Austen o Victor Hugo, por citar algunos nombres, estarían en la lista.
  • El autor más vendido de todos los tiempos es William Shakespeare. Habría vendido unos 4 000 000 000 de ejemplares (sí, cuatro mil millones).
  • Aparte de Miguel de Cervantes, la autora española que más ha vendido es Corín Tellado: unos 400 000 000 (cuatrocientos millones) de 4000 títulos distintos (¿¡!?). Alucinante es poco.
  • Parece que las autoras de literatura romántica se hacen de oro. No me importaría que mi cuenta tuviera tantos ceros como las de Barbara Cartland, Danielle Steel o Jackie Collins, por citar a las reinas del género.
  • Ojito a la literatura infantil, que ha creado algún que otro millonario también. Además de a J. K. Rowling (confieso que nuestra discusión del otro día empezó por ella), podemos ver en la lista a Enyd Blyton (que ha vendido más que Rowling), a Dr. Seuss, a C. S. Lewis, a Beatrix Potter, a Astrid Lindgren o a Roald Dahl.
  • Además del género romántico, la novela de aventuras y detectives tiene muchísimos adeptos, como bien saben Harold Robbins, Georges Simenon o Clive Cussler. También encontramos en la lista de escritores que más venden a autores de thrillers, novela de suspense, misterio o terror (como Sidney Sheldon, Dean Koontz, Jiro Akagawa, John Grisham o Stephen King).
  • La autora más vendida de todos los tiempos (con cifras que podrían ser similares a las de Shakespeare) es Agatha Christie. Quien no haya leído un libro suyo que tire la primera piedra.
  • Entre los que más venden también, según parece, están los que más escriben. Muchos de ellos han publicado más de 500 títulos distintos. Supongo que este dato habla por sí solo.

Las cifras que manejan estos autores que he citado (más todos los que me he dejado por el camino, que son muchísimos, algunos muy famosos) dan verdadero vértigo y no son, en absoluto, reflejo de la realidad de la industria editorial. Lo normal es que las tiradas sean muy cortas (cada vez más, por desgracia) y que se venda poquísimo. Pero, claro, si apuestas por alguien como J. K. Rowling y te sale bien… pues te forras. Pero hay que apostar, ojo. Y vender muy bien (cuántas joyas se quedan sin vender porque en las editoriales no saben/pueden/quieren hacerlo bien). Lo ideal sería que se vendiera mucho de lo que tuviera mayor calidad literaria, pero no es el caso. Aun así, la literatura de consumo más fácil tiene su sitio (yo la defiendo mucho: es la puerta de entrada a cosas más interesantes para mucha gente) y sanea las cuentas de muchas editoriales que, si no, posiblemente no podrían arriesgarse a publicar otros títulos más interesantes pero que saben de antemano que van a ser una ruina…

¿Echáis de menos a algún autor? (Quizá está y yo no lo he mencionado, si eso os lo diría en los comentarios). ¿No os parece asombroso lo de Corín Tellado? Confieso que a mí me tiene loca desde el otro día. ¿Alguien de los presentes ha leído algo de Corín Tellado? Mera curiosidad, porque yo no… Tenéis los comentarios para lo que queráis.

Whitman inspirador

¡Corta las amarras, iza, despliega todas las velas!
¿No hemos permanecido aquí bastante tiempo, plantados en
en el suelo como árboles?

Walt Whitman

Reflexiones (XXXVII)

«Escritor es aquel que escribe a pesar de todo».

William Golding
(1911-1993)
Escritor

‘Trabajar’

Otra entrada sobre etimología, que me decís que os gustan. Hoy voy a hablar de una palabra que, os aviso desde ya, tiene connotaciones muy negativas: trabajar. ¿De dónde viene trabajar?

Trabajar viene de tripaliare, que, a su vez, proviene de tripalium (‘tres palos’). El tripalium era un instrumento de tortura consistente en tres palos, como el propio nombre indica, donde se amarraba y azotaba al esclavo que no quería someterse (lo podéis ver en la ilustración de abajo; no tengo los créditos de la imagen, lo siento).

'Tripalium'

‘Tripalium’

La relación entre este castigo y el trabajo en sí viene dada por la idea de sufrimiento. En el trabajo, por definición, se sufre. ¿Entendéis mejor ahora esa angustia mañanera cuando toca ir a trabajar? 😉

Esta idea de trabajo como castigo se repite en otros vocablos que usamos a diario sin darnos cuenta de lo que realmente estamos diciendo. Por ejemplo, no nos extrañaría oír a alguien decir que se dedica a sus negocios. ¿Qué es el negocio? La negación del ocio (neg-otium). Y el ocio, el otium, es el descanso (primero, como concepto militar: los tiempos en que se paraba la guerra; luego pasa a tener una acepción más personal, como la entendemos ahora). Es decir, el negocio es la negación de nuestro descanso, de nuestro tiempo libre… Se repite, pues, la idea de algo que no nos permite disfrutar.

A pesar del origen de la palabra, y de lo mucho que cuesta madrugar (sobre todo los lunes, ¿no?), espero que tengáis trabajos que os gusten mucho, os den muchas satisfacciones y os hagan sufrir poquito. Y si un día os sentís fatal y agobiados trabajando, ahora ya sabéis que le podéis echar la culpa al origen del nombre.

¿Cuál será tu verso?

Si estos días ponéis la tele, es probable que os encontréis con el anuncio del iPad Air de Apple (lo he buscado en castellano, pero no lo he encontrado, os lo enlazo en inglés). No tengo intención de comprar ni de vender ningún iPad, pero tengo que reconocer que el anuncio me encanta. La razón es bien sencilla: El club de los poetas muertos.

Ya he contado alguna vez en el blog que El club de los poetas muertos es una de mis películas favoritas de toda la vida. Así que el otro día, mientras hacía no sé qué con la tele puesta de fondo, me sorprendió empezar a oír unos versos de Whitman. Claro, presté atención al anuncio. Y, por supuesto, reconocí uno de mis discursos favoritos del profesor Keating en la película. ¿Por qué leemos poesía? ¿Por qué la literatura (o el arte en general) es tan importante para el ser humano? Lo mejor, que escuchéis a Keating citando los versos de Whitman y juzguéis vosotros mismos.

Entender la poesía (El club de los poetas muertos)

  • «Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana, y la raza humana está llena de pasión».
  • «La poesía, la belleza, el romanticismo, el amor… son las cosas que nos mantienen vivos».
  • «Que tú estás aquí. Que existe la vida, y la identidad. Que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir con un verso».

Nada más que añadir, el profesor Keating es sobradamente expresivo… 🙂

Prosigue el poderoso drama y TÚ puedes contribuir con un verso. ¿Cuál será tu verso…?

Organización

Por si no lo sabíais, soy un desastre andante. Soy una persona sumamente desorganizada y, además, me «disperso» con facilidad. Por eso, para volver al planeta Tierra y saber qué tengo que hacer en cada momento, hago mil listas al día. Sí, soy doña listas. Y las listas se mezclan, desordenadas, en lo que yo llamo «mi cuaderno caótico». Os podéis imaginar cómo es con semejante nombre.

Al comenzar 2014, me propuse organizarme algo mejor este año. Lo primero que hice fue buscar la agenda perfecta. Resumiendo muchísimo: no la encontré. Y, como apenas he tenido tiempo de buscar mucho (hoy, 30 de enero, es mi primer día libre de este año: sin comentarios), pues sigo con mi caos de notas mezcladas (en serio, creo que lo único que me salva de la hecatombe es que tengo muy buena memoria). Como ya no sé si tiene mucho sentido comprarme una agenda (básicamente porque lo que quiero parece que no existe o no me gusta lo que encuentro), he decidido que voy a seguir las recomendaciones que me dio una chica en Twitter hace un par de semanas y montarme mi planificación con Bullet Journal.

El Bullet Journal no es más que una forma de apuntar las cosas. Sin más. Coges un cuaderno en blanco (aunque ellos recomiendan un Moleskine grande cuadriculado) y apuntas las tareas, las reuniones, los recordatorios… en listas organizadas. Es muy sencillo. De tan sencillo, me da hasta vergüenza hablaros de esto, pero, no sé, igual a alguien le sirve. Yo lo voy a probar. Voy a organizarme la vida a partir de febrero (o, mejor, igual reinicio mi año, que no está siendo para echar cohetes precisamente, con los chinos, que celebran mañana su año nuevo) y quiero seguir algún sistema que me ayude de verdad.

El Bullet Journal está muy bien explicado en su página web (incluso tienen un vídeo, en inglés, en que se ve cómo funciona el asunto), así que no me voy a entretener contándoos todo (sería aburrido, además). Estoy pensando que quizá esta entrada habría sido mucho más útil hace un mes… Da igual, si a alguien le sirve, genial. Y si a alguien se le ocurre un sistema para que yo me pueda «encontrar», más genial aún. Eso sí, condición indispensable para mí: quiero papel y boli (algún día os tengo que hablar del acto de escribir a mano en sí, que es un proceso complejísimo y de lo más interesante). Así que no me valen sistemas en el móvil, ordenador y demás. Y si tenéis la agenda perfecta, pues contádmelo también, que igual sigo a tiempo de encontrarla para lo que queda de año (que aún es mucho: no sé si decir «por desgracia» o «gracias a Dios»). ¿Me ayudáis a organizarme? En los comentarios… ¡Ah, y feliz año del caballo! 😉

#tengounmito

¿Sois tuiteros? ¿Os gusta la mitología? Pues, muy atentos, porque hoy os voy a hacer una recomendación que vale su peso en oro. Quiero presentaros a Lucía Pérez (@lucigarabatos) y sus divertidísimos #tengounmito.

Conocí a Lucía a través de su hermana Eli (otra tuitera genial, @eligarabatos). Una tarde, Eli anunció que iba a empezar el #tengounmito de su hermana. Y me picó la curiosidad. ¿Qué era eso? Pues eso era, ni más ni menos, que una historieta de la mitología contada de forma divertidísima a través de Twitter (una vez a la semana, los viernes normalmente). Lucía estudió Clásicas (si no me equivoco) y ahora es profesora. De verdad, otro gallo nos cantaría si todos los profesores fueran como Lucía. Como explique todo como en sus #tengounmito, sus alumnos son de lo más afortunado.

Por mucho que os cuente, creo que lo mejor para descubrir los #tengounmito es leerlos; así que, me voy a tomar la libertad de copiar uno (desarrollaré las abreviaturas y demás, para que sea más legible en el blog, pero nada más; es un pelín largo, pero merece la pena). He aquí la historia de Teseo con el estilo inconfundible de @lucigarabatos…

  • Hoy, tutorial sobre cómo matar un Minotauro y no morir en el intento.
  • ¿Está todo el mundo sentado ya? ¡Pues empezamos #tengounmito! #comoestánustedes #bieeeeeeen
  • Hoy hablamos de Teseo, conocido sobre todo por haber matado al Minotauro. Pero hizo tantas otras cosas chulísimas que os las voy a contar. 🙂
  • El nacimiento de Teseo ya es digno de salir en el Hola, porque su madre era como un poco lagartona pero sin el «como».
  • El rey de Atenas se llamaba Egeo. ¿Casualidad? #NO. El hombre no tenía hijos con su mujer; decidió ir al oráculo para preguntarle qué pasaba.
  • Respuesta del oráculo: «No desates tu odre hasta que llegues a Atenas». Egeo no lo entendió y con el oráculo no valía el comodín del público.
  • Egeo, lo del odre está clarísimo, ¡por favor! El ODRE.
  • Hizo Egeo una parada en Trecén, donde tenía un amigo suyo que también era rey. Sí, sí… Amigo…
  • ¿Qué tal, Egeo? ¿Qué andas haciendo? Egeo: «Nada, a visitar al oráculo, porque no dejo embarazada a la parienta. Y me ha dado una respuesta rarísima».
  • Egeo: «Que no abra mi odre… Pero ¡si yo no bebo!». #ayalmadecántaro. El «amigo» lo pilla al vuelo: Egeo va pa’ la cama con un pedal mitológico.
  • Le mete a su hija Etra en la cama y Egeo abre su odre a full. Etra queda embarazada, naturalmente. Princess Etra wins.
  • Al día siguiente, Egeo se marcha con la peor resaca ever. Antes le deja una espada y unas sandalias para reconocer al niño de mayor.
  • ¡Qué pensión de manutención más espléndida, oyes!
  • Egeo de vuelta a Atenas y diciéndole a la parienta eso de «la noche me confunde».
  • Teseo crece y es el más gallu del lugar: nada le daba miedo y solo quería emular a su héroe, Hércules. Etra le cuenta quién es su padre.
  • Antes de irse, Etra le dice que bajo una cacho piedra se encuentran unos regalos de Egeo, que le servirán de prueba de paternidad.
  • El mito dice que Teseo apartó la roca de un empujón. Yo creo que Teseo era de Bilbao en realidad.
  • He encontrado una imagen de Etra y Teseo. Etra la fresca y Teseo el gallu.
  • Llega a Atenas para reclamar su derecho al trono pero se encuentra con los Palántidas, que eran cincuenta primos, rollo clan gitano #ojocuidao #jamematen
  • Los Palántidas tenían mamao que el trono sería para ellos y, claro, cuando aparece Teseo, se acuerdan de sus muertos, etc., etc. Mu violento todo.
  • Pero Teseo hace migas con uno que iba con los Palántidas que le casca todo el plan de ataque. A mí me suena a rollito sexual, digan lo que digan…
  • Los Palántidas se habían dividido en dos: unos escondidos y otros al ataque #genialidadtáctica #jamematen
  • Resumen para Twitter: Teseo se la saca y se mea en los Palántidas. Teseo es el heredero de Atenas #gallu #epicwin
  • Pero como era hiperactivo, decidió limpiar la zona de frikis chungos. Repasemos los mejores, tuiteros míos. Empezamos por Sinis.
  • A Sinis se le daba muy bien atar las copas de dos pinos, poniendo en cada copa el brazo de un pobre transeúnte. Luego los desataba ¡y a volaaar!
  • ¡¡Sinis te da alaaaaaaas!!
  • A volar o no, claro. Se les partía el corazón a sus víctimas, entre otras partes de sus cuerpos :/
  • Teseo decide que Sinis muera así, en un Twister a lo bestia a la sombra de los pinos.
  • Se cargó a Escirón, que obligaba a la gente a lavarle los pies con agua de mar y luego los arrojaba al mar para que los devorara una tortuga gigante.
  • ¡No me digáis que no es inquietante lo de la tortuga carnívora! No puedo dejar de pensar en la vieja Morla :/#miedito
  • Luego se fue por Procrustes y su cama: medía a todo el que pasara por ahí y cortaba todo lo que sobresaliera. Y no, las camas de 1,90 no existían.
  • En la cama de Procrustes nadie alardeaba de tamaños. ¡Ahí todos la tenían pequeña y sin traumas!
  • La estatura, quicir 😉
  • Os ha impactado Procrustes, ¿eh? Bueno, tranquis: Teseo lo mata en esa misma camita. Aquí los buenos siempre ganan #vivanlosmitos
  • Mientras, Egeo celebra unos juegos en Atenas y participa el hijo de Minos, rey de Creta, llamado Androgeo. El chaval lo ganaba todo. ¡Un crá!
  • Los otros participantes no le podían ver delante. Le amenazan. «Como se entere mi papi…», decía Androgeo. Le mataron. Minos se entera. AY.
  • Arrasa con sus ejércitos Grecia y le perdona la vida a Atenas con una condición: que cada año —o 3 o 9, no queda claro— manden jóvenes a Creta.
  • Y no iban de Erasmus precisamente. Serían comida del Minotauro, encerrado en el famoso laberinto, hecho por Dédalo.
  • En cuanto se entera Teseo, para allá va como voluntario. #gallu Egeo le da dos velas negras porque la expedición daba mal rollito y para ir de incógnito.
  • Teseo insiste en meter dos blancas porque se siente ganador. #gallu Quedan en que cambiará las velas al volver si ha tenido éxito; si no, negras.
  • Teseo desembarca y se encuentra con una de las hijas de Minos y Pasifae: Ariadna. La niña se vuelve loquita de amor por los huesos de Teseo.
  • Ariadna: «Si me llevas contigo, te ayudo a matar al monstruo». Teseo: «Vale, yo te llevo». Ariadna: «Me llevas y te casas conmigo, ¿eh?». #glups
  • Ariadna le da un ovillo de lana para que sepa salir. Es que lo de las miguitas no quedaba nada bien en el mito…
  • Algunas versiones dicen que le dio una corona luminosa, para que no se perdiera en la oscuridad. Me imagino una corona de LED o así. 😀
  • Teseo vuelve a demostrar que es de Bilbao matando de un puñetazo al Minotauro. ¡Ni espadas ni nada, Patxi!
  • Teseo y Ariadna ponen pies en polvorosa para evitar la ira de Minos. Se marchan en barco rumbo a Atenas. Final feliz, ¿no? No tan rápido…
  • Teseo hace una escala en la isla de Naxos. Ariadna, un poco cansada por tanta emoción, baja del barco a echarse una siesta.
  • Pero, tontuela, ¿¿dónde vas?? ¿¿No viste las gotillas de sudor que le caían a Teseo cuando le hablabas del vestido de novia?? AY.
  • Ariadna: «Cari, me voy a echar una siesta, que este amor me ha dejado muerta». Teseo: «Tranquila, amorcito, que ya te aviso cuando embarquemos».
  • Y Teseo va a comprar cigarrillos y no vuelve.
  • Teseo se marcha tan pichi. Hay varias explicaciones (aunque yo lo tengo bastante claro, la verdad…) 1: Le gustaba otra mujer.
  • 2: Los dioses le obligaron, en plan «Ariadna no es tu destino». 3: Se montó en el barco y un viento extraño empujó el barco mar adentro.
  • Ya. Claro.
  • Prometer hasta meter y después de meter, olvidar lo prometido. Firmado: Teseo.
  • ¡Vaya mal despertar de siesta que vas a tener, hija mía! Pobrina
  • PERO… Dionisio, el dios de la orgía y el vino y demás elementos lúdico-festivos, aparece casualmente por ahí. La ve y dice: «Hey, I just met you…».
  • No os creáis, ¿eh? Ella al principio se lo piensa. Se quedó muy afectada la pobrecita. ¡Mirad que desgana, por dios!
  • Dionisio con el anillo ya preparado. Es lo que tiene ser un dios.
  • «Bueno, pero te vienes conmigo ¿o qué?». Ariadna: «Ay, no sé. Es que el desamor es tan duro. O sea. Jo».
  • Ariadna, la Tamara Falcó de la mitología.
  • Total, que le dice que sí ¡y al final hay bodorrio y todo! Siempre hay un Baco para un descosido (?)
  • Dionisio partiéndose la camisa en el bodorrio a lo Camarón.
  • Ariadna, como mortal, se hace viejecita y muere. Dionisio la rescata de la muerte y la sube al firmamento por siempre jamás: es la corona borealis.
  • ¡¡¡Fiiiiiiiiiin!!!

A Lucía la sigue mucha gente que está enganchada a sus historietas y yo reconozco que me lo paso genial cuando nos cuenta sus mitos. Así que, ya sabéis, si sois tuiteros, ya estáis tardando en seguirla…

Desahogos de correctora desesperada

No sé si este es el momento de escribir esta entrada, porque llevo un par de días de muy mal humor a cuenta de una novela que estoy corrigiendo y puede que mi estado de ánimo me haga ser un poco injusta. Pero, como muchos de mis problemas vienen por problemas con la traducción de la novela y sé que el blog lo siguen muchos traductores, voy a quejarme un poco (que es lo mío). Y aviso desde ya de que voy a generalizar. Ojo con darse por aludido, que no quiero líos después. Sé que no todos los traductores son iguales ni tienen la misma preparación, como no todos los editores son iguales. Pero yo hoy necesito desahogarme.

Os pongo en antecedentes. Estoy con una novela que, tengo que admitir, no me gusta nada. Me parece un rollazo. Es una novela de consumo fácil, cuyo autor dudo mucho que aspire al Nobel de Literatura. Es lo que es, no hay grandes pretensiones, pero la novela tiene que salir bien, debe ser digna (lo es, de hecho). A pesar de que es un libro de lectura sencilla, la traducción entraña cierta complejidad que, realmente (y aquí me quito el sombrero), el traductor ha solucionado de forma muy solvente (y me estoy refiriendo a terminología muy concreta de un ámbito especialmente complicado para los ajenos a la materia; no puedo dar más pistas). El problema viene cuando, aunque el léxico es correctísimo, la expresión es un horror. Muchas veces incorrecta, otras veces poco natural… Los problemas son abundantes y, claro, me toca arreglarlos (corrección de estilo, ojo; para más inri, texto ya maquetado: un infierno en toda regla). Y, al final, veo que estos problemas se repiten constantemente en casi todos los libros traducidos que me llegan, no son solo cosa de este pobre traductor que, aunque me lleve ciscando en él todo el fin de semana (pobre, le habrán pitado los oídos), creo que ha hecho un trabajo decente. Pero decente no es suficiente. Así que, os voy a contar qué cosas me encuentro (bueno, las primeras que me vengan a la cabeza). Y si, por casualidad, resulta que os dais por aludidos en algún punto, pues le pegáis un par de vueltas a la cocorota, a ver si esto, al menos, sirve para aprender algo y mejorar…

En general, los traductores no tienen ni idea de ortotipografía. Es cierto que cada vez hay más traductores preocupados por esto, pero, creedme, a la mayoría le da igual. Y, claro, las reglas no son iguales en inglés, francés, alemán o castellano. Me encuentro diálogos, comillas y puntuaciones a la inglesa en todas las novelas. Un mínimo es necesario, fundamental diría yo. Normalmente, las editoriales tienen normas editoriales con este tipo de cuestiones explicadas (pues las normas pueden variar un poco de una empresa a otra); es tan fácil como seguir lo que os hayan dado. Si no hay normas, haceos con libros de ortotipografía (los de Martínez de Sousa son los mejores) y con buenos manuales de estilo (además del de Sousa, yo, barriendo para casa, os recomiendo el Chicago-Deusto).

En castellano apenas se usa la pasiva. Lo natural es usar la voz activa, frases impersonales o la voz pasiva refleja (no pasiva sin más). Os aseguro que quitar tres o cuatro verbos en pasiva por párrafo es una tortura. Creo que esto se merece entrada aparte, porque se abusa de esto por influencia del inglés que da gusto.

Tampoco se usa bien el gerundio. Aparte de los gerundios de posterioridad, se usa con profusión (expresión que me he encontrado esta mañana en la novela y por la que me han entrado ganas de asesinar, porque no venía a cuento encima) el gerundio del BOE (gerundio que actúa como adjetivo). Es muy normal en inglés, pero en castellano es incorrecto. Pues, venga, gerundios mal empleados por doquier. Tengo prometida desde hace meses una entrada sobre estas formas no personales. Acabaré de escribirla algún día (me da una pereza tremenda). Pero, por favor, si vais a utilizar un gerundio, paraos un segundo a ver si es correcto o no antes. Y, ante la mínima duda, no lo uséis, que casi seguro que está mal…

Cuidado con los diálogos. Vale que muchas veces esto es culpa del autor, pero no siempre. No os imagináis los diálogos que he leído últimamente: más forzados imposible. Y todo por un afán de «elevar» el registro que no acabo de comprender. Y recalco aquí lo de la puntuación en los diálogos: hay reglas.

• Como en la variedad está el gusto, estaría bien que los nexus temporales no siempre se introdujeran con mientras. Y diferenciar mientras y mientras que tampoco vendría nada mal… (El junto a y junto con ya son para nota).

• Otra diferencia que parece que no se entiende del todo bien es la de explicativo-especificativo, sobre todo con los relativos. Y es importante, porque cambia la puntuación (el relativo especificativo no lleva coma y el explicativo, sí).

• Más sobre los relativos: abuso de cual, desaparición (como por arte de magia) del cuyo, empleo del quien incorrecto… Y, lo peor: un relativo dentro de un relativo dentro de un relativo… hasta el infinito, como si fueran matrioskas rusas. Al final te pierdes en la frase y no hay quien entienda nada.

• Parece que solo existen los verbos comodín. Con decir, hacer y poner, tenemos una novela montada. Pues no. Y, en general, hay muchísimas repeticiones de términos. Hay un remedio infalible, son tres palabras: diccionario de sinónimos.

Podría seguir, la lista podría ser infinita, pero hoy no tengo tiempo para más (tengo que seguir pegándome con la novela un ratito más). Por supuesto, tenéis los comentarios a vuestra disposición, como siempre…

Granite & Rainbow #26

Ya llegó. Ya está disponible para su descarga el número 26 de Granite & Rainbow. Esta vez, más interesante que nunca. El tema: la música y la literatura. Y os copio tal cual lo que me dijo ayer la directora de la revista en plan primicia: «Hablamos de música, de escritores que además eran músicos (como Boris Vian) y de escritores en los que la música ha sido especialmente protagonista e incisiva: Julio Cortázar, Leonard Cohen, Jean Echenoz, Elfriede Jelinek…». Yo no me lo perdería, promete muchísimo…

Podéis descargaros la nueva Granite & Rainbow aquí



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