Entradas archivadas en Varios

Reflexiones (XLVI)

Ando tristona estos días (algunos sabéis por qué), así que he decidido traeros una frase muy «Mr Wonderful», pero que es del gran Mark Twain. Son consejos para la vida… que yo me tomo como si me los estuviera dando cierta persona (quien, por cierto, en su día me dio consejos muy similares). Y a ver si se pasa la tristeza y, viviendo de verdad, somos todos un poco más felices. Riamos.

«La vida es corta, rompe las reglas.
Perdona rápido, besa lentamente.
Ama de verdad.
Ríe sin control.
Y nunca te arrepientas de nada que te haga sonreír».

Mark Twain
(1835-1910)
Escritor estadounidense

Reflexiones (XLV)

«Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, los que no componen música o pintan, para escapar de la locura, de la melancolía, del terror pánico inherente a la condición humana».

Graham Greene
(1904-1991)
Escritor inglés

Día de Pi

Una curiosidad para celebrar el día de π de este siglo. Copio tal cual un tuit de Cris García-Tornel (@ComaConComilla), una de mis cuentas imprescindibles de Twitter y que deberíais seguir si os gustan las palabras y su origen:

La letra griega pi (π) significa ‘boquita’. Fue adoptada como símbolo matemático a partir de la inicial de περιφέρεια, ‘periferia’.

Que tengáis un buen Día de Pi…

Reading is sexy

Esta entrada se gestó en una larga conversación con mis amigas (cómo no). Empezamos a hablar sobre las ventajas e inconvenientes de leer (no puedo entrar en mucho detalle) y algunas acabamos reconociendo que nos gustan los tíos que leen. Mucho además. Y es que, como dice la famosa frase, reading is sexy, leer es sexy. Un tío leyendo gana muchos enteros. Y, para muestra, una cuenta de Instagram que se está volviendo de lo más famosa (casi 440 000 seguidores en poquísimo tiempo) y que nosotras descubrimos cuando apenas tenía un par de fotos: @hotdudesreading. Algunos están tremendísimos, las cosas como son (yo personalmente me pido a este, este [aunque me recuerda un poco a mi hermano, todo sea dicho] y este; el resto os los repartís). 😉

Por cierto, he buscado una cuenta similar de chicas, para que no haya agravios comparativos, y he encontrado una; problema: solo tiene una foto (y la chica a mí no me parece tan tan guapa). Aun así, aquí la tenéis: @insta_hotgirlsreading.

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Sawyer leyendo (Perdidos)

Todo esto, en realidad, no es nuevo (para mí al menos no lo es). Y en las series y películas es bastante habitual ver a personajes muy atractivos leyendo. Os pongo dos ejemplos (lo siento, pero son dos chicos de nuevo).

El guapérrimo de Pérdidos, Sawyer, es un lector compulsivo; a lo largo de la serie se le ve leyendo en numerosísimas ocasiones (y agenciándose gafas donde pille). De hecho, las lecturas de Sawyer eran interpretadas como pistas por los losties. No es el único personaje de Lost que lee. Recuerdo que Desmond, protagonista de, para mí, el mejor capítulo de Perdidos, «La constante» (se me cae la lagrimilla al acordarme), lee Historia de dos ciudades de Dickens (en cuyo comienzo, maravilloso y conocidísimo, también intentaron ver pistas sobre la isla).

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Don Draper leyendo a Dante (Mad Men)

Segundo ejemplo: el superfucker por excelencia, atractivo donde los haya a pesar de todo, Don Draper de Mad Men, también es un gran lector (y saca muchísimas ideas para sus anuncios de las lecturas). Justo en la foto está con «El infierno» de La Divina Comedia, de Dante (uno de mis clásicos favoritos: ¿cómo no me va a fascinar Draper?). Por cierto, en breve empieza la segunda parte de la última temporada de la serie. ¿Qué pasará con Don al final? En parte quiero saber, pero que acabe Mad Men para mí es una mala noticia, porque es mi serie favorita (de las pocas que sigo, que he dejado de ver casi todas).

Y, sin centrarnos en series o películas, es muy fácil encontrar fotografías de gente muy conocida leyendo. Os dejo el enlace a un tablero de Pinterest que se llama igual que esta entrada y donde podréis ver a unas cuantas personas conocidas (casi todas muy atractivas) leyendo (de este enlace yo me pido a Nikolaj Coster Waldau, el actor de Juego de tronos; el resto, os los repartís). Alegraos el ojillo aquí. 😉

Me despido ya (desde luego, no os quejaréis: lo de hoy, comparado con las cubiertas «románticas» de la semana pasada, es delicatessen). Pasadlo bien estos días (yo ando pachucha, así que estaré en casa tranquila, a ver si aprovecho para preparar alguna reseña para la semana que viene). Como siempre, podéis comentar lo que queráis… ¡Buen fin de semana a todos!

Reflexiones (XLIV)

«El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo».

Jorge Luis Borges
(1899-1986)
Escritor argentino

Cubiertas horteras

No sabía muy bien cómo titular esta entrada, que he decidido publicar hoy viernes para haceros sufrir un poco y que tengáis pesadillas este fin de semana con las imágenes que voy a publicar. (En realidad, lo he hecho para que os echéis unas risas, aunque reconozco que a mí el asunto me da mucha vergüencita ajena).

Si hay algo que me alucina (para mal) en el mundo editorial son las cubiertas de las novelas erótico-románticas (no sé bien cómo llamarlas, porque cada vez son más porno; lo sé de buena tinta porque me está tocando corregir alguna y dejémoslo en que menos mal que no me escandalizo con estas cosas: Grey, tío, eres un mierdas comparado con los machotes de abajo). Yo no entiendo quién las diseña, quién las elige, quién las sigue usando y, sobre todo, por qué la gente compra estos horrores (corrijo: algunas tías, que esto lo compran mujeres). Esos dibujos de tiarrones en poses de lo más forzadas, con el torso desnudo y la melena al viento; esas tías con apretados corsés y pechos enormes casi fuera; esos rostros de orgasmados rodeados de caballos, mariposas, siempre en plena naturaleza, agreste y salvaje como sus apasionados encuentros… Por no hablar del tipo de letra que emplean o, de perdidos al río, esos títulos tan sumamente sugerentes (¡no!). Un museo de los horrores en toda regla.

Los del Cosmopolitan estadounidense han hecho un experimento que me ha parecido de lo más gracioso para mostrar lo patético y ridículo de estas cubiertas (por si alguien aún opinaba que eran de un gusto exquisito). Han recreado algunas portadas (la mayoría, por cierto, de Johanna Lindsey, que no sé quién será, pero vaya tela marinera) con gente de verdad, vestidos (o medio en pelotas) como en los dibujos, e intentando imitar las poses y los gestos de la cara. Ay, madre, qué vergonzoso es todo. Ojo a las cascadas, los veleros, los acantilados, el lejano Oeste… Hasta recrean un unicornio por ahí. 😉

El resultado: mejor lo comprobáis por vosotros mismos (esta vez tenéis que pinchar para ver las fotos, porque me da apuro que al entrar en el blog se vea eso directamente). Y, tras la sesión de fotos y, espero, risas, ¡feliz fin de semana a todos!

Seguir leyendo…

Libros y cine

Siento no estar pasándome mucho por aquí, pero ando excesivamente «entretenida» trabajando en una novela y otro librito. Espero poder actualizar más el blog en marzo que este mes, en que las entradas han sido más bien escasas. ¡Qué le vamos a hacer! Intentaré, de todas formas, publicar una reseña esta semana, que leer sí que he leído bastante. Y la entrada de hoy, corta y rápida.

Hoy pensaba hablar sobre las películas que más se mencionan en la literatura (como hice el otro día con las canciones y los músicos). Que justo esta noche se hayan entregado los premios Óscar es casualidad (por cierto, aquí, que somos muy de Wes Anderson y de Linklater [Boyhood], los ganadores… sin más), pero voy a aprovechar la coyuntura. Aquí tenéis la lista de las diez películas más mencionadas en libros:

  1. La guerra de las galaxias.
  2. El padrino.
  3. Lo que el viento se llevó.
  4. El exorcista.
  5. Ciudadano Kane.
  6. Pretty woman.
  7. Psicosis.
  8. El nacimiento de una nación.
  9. El graduado.
  10. El silencio de los corderos.

Personalmente, alguna me chirría un poco, pero bueno (no me voy a poner tiquismiquis). ¿A vosotros? Podéis hablar de lo que queráis (hasta de los vestidos de los Óscar si os apetece) en los comentarios.

Bárbaros

Hoy os voy a hablar sobre el origen de una palabra que me encanta: bárbaro. ¿Sabéis de dónde viene y qué significa?

Bárbaro, voz griega, significa ‘extranjero’ y siempre ha tenido una connotación peyorativa. De hecho, su forma tiene mucho que ver con esa connotación.

Los antiguos griegos decían que todos los que no hablaran su idioma (o, en su defecto, el latín) eran unos ignorantes que hablaban bar-bar (como si nosotros ahora utilizáramos bla-bla), es decir, balbuceaban. Al no entender el idioma extranjero lo reducían a una onomatopeya para ridiculizarlo. De aquellos sonidos onomatopéyicos, llega el barbaroi, ‘los que balbucean’. Para los griegos, todos los pueblos extranjeros de alrededor, como «balbuceaban» (porque ellos no comprendían sus idiomas), eran bárbaros. Y así se ha mantenido la palabra prácticamente hasta nuestros días.

Libros y música

Me he dado cuenta de que el otro día, en esta entrada, no fui del todo sincera cuando dije que evito leer con música porque me desconcentra. Hay un caso en que, no solo escucho música a la vez, sino que, además, es todo un plus a la lectura: cuando hay referencias musicales, directas o indirectas, en la novela. Me he acordado de esto porque estoy leyendo un libro que parece una antología musical en sí mismo (la música, sobre todo de ciertos grupos indies españoles, juega un papel importantísimo), así que he pasado el fin de semana escuchando a Vetusta Morla, Los Planetas, La habitación roja, Maga, Iván Ferreiro y Love of lesbian (entre muchos otros), además de algunos grupazos extranjeros que también se pasean por el texto, como Arcade Fire, Bon Iver, The Beatles, Sigur Ros, Mumford & Sons o Vampire Weekend. Os hablaré de esta novela cuando la termine, que es muy curiosa.

El asunto es que esto me ha llevado a preguntarme cuáles serían los músicos y canciones más mencionados en la literatura. He encontrado una pequeña lista, pero no sé si se refiere solo a literatura de habla inglesa o a toda la literatura en general. Aun así, la lista tiene su aquel, por lo que os la voy a comentar. A ver qué os parece.

Por un lado, entre los músicos y bandas más mencionados en los libros, el número 1 lo ocupa, nada más y nada menos, que Elvis, que aparece en más de… (ojito) 13oo títulos. Me parece un dato alucinante, qué queréis que os diga. En la lista también estarían Frank Sinatra, Madonna, Michael Jackson, Bob Dylan, John Lennon, The Rolling Stones, Mick Jagger, Bruce Springsteen y Bing Crosby.

En cuanto a las canciones más mencionadas, la primera es «Hey Jude» de los Beatles (que aparece en más de 55 novelas). Y hay otras dos canciones de los de Liverpool entre las diez primeras. Como la lista es curiosa, os la voy a copiar. Y espero que os quedéis tan ojipláticos como yo al ver el número 10 (me ha dado una vergüencita ajena que no puedo con ella).

  1. «Hey Jude», The Beatles.
  2. «Heartbreak Hotel«, Elvis Presley.
  3. «Stairway to Heaven», Led Zeppelin.
  4. «We are the world» (ejem).
  5. «Dancing queen», ABBA.
  6. «Blue Suede Shoes», Carl Perkins.
  7. «Lucy in the Sky with Diamonds», The Beatles.
  8. «Eleanor Rigby», The Beatles.
  9. «Smells like Teen Spirit», Nirvana.
  10. «Macarena», Los del Río (no comments).

Pues esta es la lista. ¿Qué os parece? ¿Recordáis alguna novela en que aparezca alguna de estas canciones? (Estoy pensando que en alguna de las listas que hace el protagonista de Alta fidelidad tiene que aparecer alguna seguro). ¿Habéis leído algo últimamente en que la música tenga un papel casi protagonista? Podéis dejar vuestras impresiones (incluso sobre el número 10 de la lista) en los comentarios.

¿Dónde y cuándo leéis?

¿Dónde y cuándo leéis?

¿Dónde y cuándo leéis?

¿Sois lectores compulsivos que aprovecháis cualquier ocasión para leer? ¿O lo hacéis solo en determinadas condiciones? ¿Disfrutáis de algún momento favorito? ¿Algún ritual?

Tenéis en la ilustración de la izquierda un montón de situaciones muy «indicadas» para leer. ¿Os reconocéis en alguna? Yo tengo que admitir que me veo en varias. De hecho, en todas menos en dos (si adivináis, premio). Y, por supuesto, están mis momentos favoritos para leer representados: el autobús, la playa, antes de dormir en la cama y en el sofá tranquilamente.

Lo del autobús merece un comentario aparte. Por favor, si veis a alguien leyendo en el autobús, ¡no les deis conversación! Me pasa siempre y no puedo soportarlo. Estoy feliz con mi libro, se me sienta alguien al lado y me empieza a hacer mil preguntas (a veces sobre el libro, a veces sobre temas que no tienen nada que ver). Y uno de mis momentos favoritos de lectura desaprovechado (porque soy educada y contesto). Pero, en serio, no. ¡Qué manía con dar conversación en el autobús, de verdad!

Problemas en el autobús aparte, siempre intento llevar un libro en el bolso, por si acaso. ¿Hacéis lo mismo? ¿Lleváis un libro con vosotros por si surge la ocasión de ponerse a leer?

Y una cosa que me han preguntado varias veces y que me suscita curiosidad: ¿leéis con música de fondo? Yo reconozco que me cuesta y suelo apagar la música si voy a leer (curiosamente, mi trabajo consiste sobre todo en leer y sí lo hago con música). ¿Y vosotros?

Tenéis los comentarios abiertos para contestar a estas preguntas o decir lo que queráis…



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