Anna Gavalda: ‘La amaba’
La francesa Anna Gavalda es uno de los máximos exponentes de la llamada en el argot editorial novela de sentimientos. Este tipo de novela está muy de moda y comparte protagonismo en las listas de los libros más vendidos con la novela histórica, por ejemplo. Hay muchísimos ejemplos y aquí en el blog ya he comentado alguna de estas novelas, como La soledad de los números primos. Quizá podría dedicar un artículo a caracterizar este tipo de novela, pero hoy me voy a limitar al libro de Gavalda, de la cual he leído unas cuantas novelas y un volumen de cuentos.
Pierre, un rico industrial de sesenta y cinco años, invita a Chloé, su joven nuera, a pasar un fin de semana en la casa de campo familiar. Ella acepta, llevada por la necesidad de cambiar de aires ante el reciente abandono de su marido. La amaba está magistralmente tejida en torno al diálogo que ambos mantienen en un momento crucial de sus vidas. Él, siempre arrogante e introvertido, bajará la guardia por primera y última vez para revelarle un secreto, lo que vivió… o tal vez lo que nunca vivió.
La amaba es una novela alegre y triste a la vez, un fragmento de vida, una punzante historia de amor contada con la eficacia y la capacidad de observación que caracterizan a esta deslumbrante figura de las letras francesas. A través de un diálogo conmovedor, Anna Gavalda nos habla de nuestras vidas, nuestras dudas, nuestras renuncias, y también de nuestras esperanzas, nuestra ironía y nuestra ternura.
En la prosa de Anna Galvalda no hay descripciones, sino una economía verbal de asombrosa eficacia de la que surge una poderosa corriente emocional. Tras el éxito obtenido con sus relatos Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, esta primera novela de Anna Gavalda ha encabezado todas las listas de ventas de Francia (superando los 250 000 ejemplares), antes de ser traducida a nada menos que veintiún idiomas.
La amaba no ha sido el libro que más me ha gustado de Gavalda (ese lugar lo ocupa Juntos, nada más, que comentaré otro día), pero estamos ante una novela digna. Es muy fácil de leer (como todas las de Gavalda) y esta, además, no es muy extensa. Si buscáis reseñas del libro por Internet, veréis que o gusta mucho o parece una ñoñería insufrible (me recuerda al caso de las comedias románticas en el cine, es prácticamente lo mismo llevado a papel). Probablemente no sea ningún novelón, pero para pasar un rato entretenido y, además, «identificarnos» con los protagonistas, pues está muy bien. Y, claro, dentro de la novela de sentimientos, pues Gavalda es de las mejores: su prosa no es, en absoluto, mala. Yo sí recomiendo a Gavalda y La amaba es un buen punto de partida (sus otras novelas son mucho más extensas, quizá más ambiciosas también, aunque el resultado sea irregular). También merecen la pena sus relatos de Quisiera que alguien me esperara en algún lugar (os hablaré de este libro también en otro momento).
Por supuesto, si alguien conoce a esta autora y quiere dejar su opinión en los comentarios, se lo agradecería mucho.
Hola, Mónica:
Gracias por comentar el libro de Anna Gavalda, sabes que me encanta cómo escribe esta mujer.
Al leer tu comentario, me he acordado de que tengo el ejemplar de ‘Quisiera que alguien me esperara en algún lugar’ y me va a venir bien sacarlo de nuevo y rescatar sus relatos, cortos pero emotivos, para las jornadas maratonianas que nos esperan durante la próxima semana.
De todos los relatos mi preferido es Catgut. Siempre lloro cuando lo leo.
El primer libro de esta autora que leí fue ‘Juntos, nada más’ y me encantó, al igual que los demás que leído de ella.
Gracias una vez más.
Un beso.