De escritores y escritoras

Que conste que escribo estas líneas un poco a la aventura, sin saber muy bien qué voy a decir, para intentar poner un poco de orden en algo que se me ocurrió el viernes a raíz de asistir a una charla de la Feria del Libro de Bilbao. Os pongo en antecedentes y luego suelto mi reflexión.

El viernes por la tarde hubo un encuentro literario en el que participaron cuatro escritores jóvenes de éxito: Jon Bilbao, Kirmen Uribe, Jesús Carrasco y Harkaitz Cano (también estaba por allí Iván Repila, al que Carrasco mencionó un par de veces). Todos tienen novelas en el mercado, algunas muy recientes. Jon Bilbao acaba de publicar Shakespeare y la ballena blanca; Kirmen Uribe publicó hace ya unos meses Lo que mueve el mundo (titulada Mussche originalmente en euskera); Carrasco es una de las sorpresas literarias de la temporada con su Intemperie (comparada hasta la saciedad con El niño que robó el caballo de Atila de Repila, novela de la que ya he hablado en el blog); y, por último, Harkaitz Cano es el autor de la conocidísima en el mundo euskaldun Twist. Obviamente, con este cartel, difícil resistirse a ir y escuchar lo que tienen que decir.

La charla fue amena y distendida. Tocaron muchos palos: por qué escriben, la «muerte» de la novela, la relación de varios de ellos con la música, su relación con las editoriales y los editores, Internet… Y, según avanzaba la charla, a mí me iba viniendo una idea a la cabeza a la que llevo dando vueltas todo el fin de semana. ¿Por qué no había ninguna escritora en la charla? ¿Por qué las novelas «de verdad» las escriben siempre hombres? ¿Acaso el mundo editorial es machista? ¿Estamos relegando a las escritoras? ¿Escriben las escritoras historias menores?

No sé por qué pasa esto. Pero soy la primera que lee más historias escritas por hombres que por mujeres. No es a propósito, pero echar un vistazo a mi biblioteca basta para ver que los escritores ganan por goleada. Y me fastidia reconocer que, aunque tengo obras magníficas (que no cambiaría por nada) de mujeres, en general los novelones tienen un nombre de hombre en la cubierta. ¿Son más profundos, más reflexivos? ¿Escriben mejor? Me niego a pensar esto. ¿La industria editorial es machista? Quizá… Aunque hay muchísimas editoras (de hecho, el viernes Uribe, Carrasco y Cano comentaron que comparten editora en Seix Barral). No entiendo qué pasa, la verdad. Pero ¿notáis algo de esto vosotros o es todo producto de mi mente? ¿Tenéis la sensación de que los hombres mandan en la literatura?

Supongo que sería un buen tema de debate: si queréis discutir en los comentarios, son vuestros. Pero yo lo voy a dejar aquí con una frase del celebérrimo Un cuarto propio de Virginia Woolf (¿se os ocurre un libro mejor para ilustrar esto?, ¿no es triste que, a pesar de lo que han cambiado las cosas, todavía estos temas estén sobre la mesa como en tiempos de la Woolf?): «… las mujeres y la novela son dos problemas que no he resuelto». Pues yo tampoco. Pero ojalá me demostrarais que estoy equivocada y que el hecho de que el viernes solo hubiera hombres fuera una gran casualidad…