No sé qué me está pasando últimamente con Anagrama que, novela suya que elijo, novela que devoro y me encanta. Hoy, una que me ha parecido un auténtico novelón: Cicatriz, de Sara Mesa.
‘Cicatriz’
Sonia conoce a Knut en un foro literario de internet y, a pesar de los setecientos kilómetros que los separan, establece con él una particular relación marcada por la obsesión y la extrañeza. Entre la atracción y la repulsión, no puede evitar sentirse fascinada por este personaje insólito y perfeccionista, que vive fuera de toda norma social y que la corteja a través de suntuosos regalos robados. «Le gustaba ir siempre bien vestido, incluso para ir a robar una simple lata de conservas. Tan joven y hablando de escritores del XIX. Filosofando. Cuestionándolo todo. Teorizando sobre el individuo y el grupo, y la hipocresía social, y los chivos expiatorios, y Dios y el destino, la virginidad y el sexo. Solía decir que no hay placer comparable a pensar. Y no, no era petulante ni vanidoso. Era simplemente… exhaustivo». Su necesidad de poner distancia cuando Knut se vuelve demasiado absorbente, pero también su irrefrenable curiosidad y el ansia de vivir experiencias más allá de una existencia excesivamente reglada, llevarán a Sonia a una doble vida secreta en la que quedará atrapada durante años sin posibilidad de exculparse.
En esta inusitada historia, Sara Mesa recupera temas que ya aparecieron en sus primeras obras narrativas, dándoles forma a través de un estilo conciso y ecléctico en un mundo —frío, escasamente comunicativo— cuyas reglas establecen únicamente los propios personajes que lo habitan. Cicatriz no es solo una inquietante historia de amor descompensado protagonizada por dos seres muy distintos pero a la vez complementarios, es también una reflexión sobre la sociedad de consumo y los robos a gran escala en grandes almacenes, la sumisión y el poder, la anulación del deseo y la carnalidad, el refugio de la infancia, la fantasía como alternativa, la culpa y la expiación, la escritura y la vocación literaria.
Podría empezar (y terminar) esta entrada diciendo lo siguiente: en mi próxima vida, quiero ser escritora y escribir como Sara Mesa. Creo que queda todo dicho. De verdad que me ha parecido una novela buenísima. Eso sí, un rato inquietante también.
Cicatriz es la historia de dos personas que se conocen a través de internet porque, en teoría, tienen un interés en común: la literatura. A partir de ahí se establece un vínculo entre ellas, bastante extraño y perturbador, marcado, sobre todo, por la obsesión que él siente por ella. Y ella, viviendo una doble vida (cosa fácil cuando nos parapetamos tras pantallas), se deja arrastrar por una curiosidad morbosa que la lleva a situaciones que rechaza y anhela por igual.
Knut se enamora (¿es amor, qué narices es esto?) de Sonia y empieza a escribirle y mandarle regalos. Empieza con libros. Después llegan los perfumes. Y los zapatos. La ropa. La lencería. Todo de marca. Todo robado. Pero ella no se niega. Al contrario, no se puede resistir a lo que él le da. Quiere rechazarlo a temporadas, pero siempre vuelve a él. Es todo una locura. Y se intuye que es algo turbio, que no puede llevar a buen puerto.
En Cicatriz hay una crítica a lo desconectados que vivimos los unos de los otros en este siglo. Las relaciones son efímeras, muchas veces ni siquiera físicas. El anonimato de internet tiene sus peligros (ojito, a ver a quiénes conocéis por la red). Y, además, estamos anclados en el mundo del consumo (es la novela en la que más nombres de marcas aparecen que he leído en mi vida): otra crítica muy explícita.
Desde luego, leyendo la novela da la sensación de que vivimos rodeados de mierda, que nada merece la pena. Y esa sensación de constante acoso, casi de intrusión en nuestras vidas a través del personaje de Knut, que es un chalado en toda regla… ¡es angustioso a ratos! Pero la novela engancha. Y quieres saber más. A pesar de que, por el desorden cronológico, conoces detalles de la historia desde el comienzo. Y, aun así, no se puede dejar de leer. Merece mucho la pena esta novela.
La autora, Sara Mesa, me parece un auténtico descubrimiento. Me han hablado muy bien de Cuatro por cuatro, su anterior novela, intentaré hacerme con ella cuanto antes. Y, ya sabéis, yo en mi próxima vida quiero ser escritora y escribir historias perturbadoras con la solvencia y buen hacer de Sara Mesa.
¿Alguien ha leído Cicatriz? ¿Os llama la atención? ¿Alguien ha leído Cuatro por cuatro y me puede decir si realmente es tan buena? Tenéis los comentarios para lo que queráis, como siempre.