Pedro Gumuzio: ‘La herramienta comercial’
Esta reseña la prometí hace muchísimo tiempo y, la verdad, llevaba un año con ella a medio escribir… He pensado que podría ser un gran libro para este fin de semana (o para otro), así que, si tenéis ocasión, no dejéis de echarle un vistazo (¡no os dejéis confundir por el título!); hoy hablamos de La herramienta comercial, de Pedro Gumuzio.
Juan García, joven abogado sin ambiciones profesionales y con una destacada desorientación personal, es contratado por la empresa en la que durante más de treinta años estuvo trabajando su padre; allí, en medio de una pintoresca colección de empleados, Juan descubre algunos de los mecanismos reales que mueven el mundo, y se da cuenta de que la gente siempre esconde algo.
La herramienta comercial es un relato sobre el amor, la falta de voluntad, el fracaso y el caos, y es también un estudio sobre las posibilidades del absurdo en una pequeña empresa. Pero es, sobre todo, una novela de humor.
Efectivamente, esta es una novela de humor, de esas que te van dibujando una sonrisa según avanzas en la lectura. Y es que esta novela es un canto a lo absurdo de la vida, a la falta de iniciativa e, incluso, a la mala suerte, elementos que se combinan en la particular bajada a los infiernos de Juan, el protagonista-narrador de esta novela. Porque, autoexiliado en un ático, Juan nos cuenta la historia de cómo ha llegado hasta esa situación, calamidad tras calamidad. Mala suerte en el amor, mal ojo eligiendo a los amigos y un trabajo que raya lo esperpéntico son los ingredientes de este cóctel de absurdos. Y todo narrado de forma muy seria y «objetiva» por Juan. Como complemento, la herramienta comercial, la agenda de su antecesor en su puesto de trabajo…
Aparte de lo original de la historia, me sorprendió la solvencia con la que está escrita (es la primera novela de su autor, aunque ya había participado en Tambor, que reseñé hace tiempo; por cierto, parte de los beneficios de esta novela también están destinados a la asociación Siempre Adelante, cuyo fin es recaudar fondos para la investigación y el cuidado de enfermos de ELA). Y, para original, el título, que, como el propio Pedro comentó en este blog, lleva a confusión… (podéis ver su comentario en la entrada sobre buenas novelas con malos títulos del último reto). Ahí podéis apreciar la guasa de Pedro, que se refleja muy bien en su novela. Una buena lectura (y divertida además).
¿Alguien ha leído La herramienta comercial? ¿La recomendaríais? Tenéis los comentarios abiertos. ¡Buen fin de semana a todos!
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