Uno que lo haya sorprendido por bueno (30 libros)
Hoy me ha costado muchísimo elegir libro. Podría haber puesto un montón de ellos aquí. ¡Hay muchísimos tan buenos! Pero solamente podía escoger uno, así que me he decidido por Bilbao-New York-Bilbao de Kirmen Uribe, título, por cierto, que me recomendó un lector de este blog en un comentario (¡gracias, driss!).
Cuando Liborio Uribe supo que iba a morir, quiso ver por última vez un cuadro de Aurelio Arteta. Toda su vida transcurrió en alta mar, surcó sus aguas a bordo del Dos amigos y, al igual que su hijo José, patrón del Toki Argia,protagonizó historias inolvidables caídas para siempre en el olvido. Años después y frente a ese mismo cuadro, el nieto Kirmen, narrador y poeta, rastrea esos relatos familiares para escribir una novela. Bilbao-New York-Bilbao transcurre durante un vuelo entre el aeropuerto de Bilbao y el JFK de Nueva York, y desgrana la historia de tres generaciones de una misma familia. A través de cartas, diarios, correos electrónicos, poemas y diccionarios, crea un mosaico de recuerdos y narraciones que conforman un homenaje a un mundo prácticamente extinguido, a la vez que un canto a la continuidad de la vida. Con esta novela, Kirmen Uribe debuta de manera deslumbrante en el panorama literario español. Considerado uno de los máximos renovadores de la literatura en lengua vasca, se adentra en las aguas de la autoficción con una escritura rica, compleja y sugerente realmente conmovedora.
Podéis leer la reseña que escribí el año pasado cuando lo leí. Tengo que decir que el libro me cautivó. No pude soltarlo hasta que no lo acabé y me encantó descubrir la voz de Kirmen Uribe, que yo no conocía hasta entonces. Me parece una auténtica maravilla de libro y, desde que lo leí, lo he recomendado hasta la saciedad.
Hoy supongo que llenaréis los comentarios con un montón de títulos buenísimos, ¿no? Os espero.
A mí me sorprendió mucho Alfanhuí, de Rafael Sánchez Ferlosio. Me acuerdo de haber leído pequeños fragmentos de niño en los libros de lenguaje de Santillana del primer ciclo. Pero cuando decidí leer la novela durante la carrera, como lectura personal, me sorprendí de su maravillosa prosa poética y de esa portentosa imaginación que derrocha el autor.