Blog Mobas | El blog de las comas, los sustantivos, los libros y las cursivas

Ay yo ese aún lo tengo en mi lista de pendientes de la mesilla, que cada vez está más alta!! El caso, al lío, mi libro para hoy se llama La Lección de August y es la preciosa, preciosa historia de un niño con un horrible deformidad y cómo se adapta a su nuevo instituto.
Muy, muy recomendable, precisamente porque te reconcilia con la humanidad. Te hace pensar, menos mal que hay gente buena…

Saludos.

Bien.
Un libro que te reconcilie con la vida…
Nada menos.

Dice García Márquez en «El amor en los tiempos del cólera» algo así como que las personas no nacen el día que sus madres les traen al mundo sino que la vida nos obliga a parirnos a nosotros mismos de vez en cuando.

Entonces…
…en este apartado, pienso que más que el título del libro en sí, es importante el momento, las circunstancias, en las que la persona lo abrió y comenzó a leerlo.
Y en esa combinación entre el libro y la persona tiene sentido, a mi entender, el enunciado del reto de hoy.

En mi caso, esa combinación se dio un día en el que, para evitar males mayores, tuve que echar mano de mucho sentido común, envainármela y tragarme sin masticar un sapo enorme que me dejó hecho polvo anímicamente.
Y, casualidad, el libro que he elegido es el que tenía a mano ese día y que abrí por matar el tiempo en algo.

Y sucedió eso que pasa contadas veces, inesperadamente, esa maravillosa explosión de emotividad que, efectivamente, «te reconcilia con la vida».
Lo leí sin pausa a lo largo del día, el espacio entre mis ojos y la página era tan denso que se podía cortar con un cuchillo, el libro me dio la fuerza que necesitaba ese día que me había quedado sin fuerzas.

Demian. Hermann Hesse.

A lo mejor ya he usado este libro en algún otro reto, pero así a bote pronto se me ocurre Mi planta de naranja lima de José Mauro de Vasconcelos. Es verdad que es un libro triste, que las cosas que cuenta son terribles, pero al mismo tiempo es una preciosa historia de amistad y de aprendizaje.

«Lo que yo quería deciros» de J.M. Campos.

Y lo elijo porque describe unas situaciones y vivencias que me tocan de cerca. Y porque lo hace con un costumbrismo y un cinismo (poético) que pone en distancia mis propias agonías.

Me cuesta mucho encontrar un libro que me encaje en esta categoría. Supongo que solo leo cosas con un punto amargo, pero pensando, pensando, creo que me decantaré por El cielo es azul, la tierra blanca de Hiromi Kawakami a pesar de tu tono tristón.

Pues el único que se me ocurre ahora mismo, aunque no sé si tiene mucho de «buenrollismo» es «El barón rampante», de Ítalo Calvino. Aunque tiene también su parte más triste, es una narración de una vitalidad insuperable, creo yo.

La novela Un Descanso Verdadero, del escritor israelí Amos Oz. La escogí por el título y no me decepcionó. También me vale cualquier novela de Anne Tyler (¡cualquiera!).

Que no se diga que no hago yo solita el trabajo de escribir aquí .
Me ha costado mucho encontrar algo, peroeche decantado por Mi amigo Dahmer, novela gráfica de Derf Backderf.
Una historia que demuestra que detrás de cada horror puede estar la falta de comprensión por parte de los demás, la ignorancia, la indiferencia, y que recuerda que la adolescencia puede ser una etapa muy dificil. Y como la mía no fue un camino de rosas… Menos mal que no he acabado como asesina en serie (todavía )

y para esta categoria (nada fácil por cierto) mi elección: «El club de lectura del final de tu vida» de Will Schwalbe, un dramón agridulce. un saludo