Mis últimas lecturas (de mayo a septiembre de 2016)
Como he hecho en otras ocasiones, voy a recopilar en una única entrada las lecturas de este año de las que aún no hay reseña (de algunas, no la habrá), por si os llama la atención alguno de los libros con los que he enredado y queréis saber mi opinión (aunque sea de forma rápida). Los libros anteriores a la fecha del título, están en esta otra entrada. Pues allá vamos.
MAYO
En mayo terminé dos libros, El show de Gary, de Nell Leyshon, y Bailando en la oscuridad, de Karl Ove Knausgård. De estos sí hay reseñas publicadas. Muy recomendables ambos.
JUNIO
Natalia Ginzburg: Las pequeñas virtudes
A medio camino entre el ensayo y la autobiografía, Las pequeñas virtudes reúne once textos de tema diverso que comparten una escritura instintiva, radical, una mirada comprometida llana y conclusivamente humana. La guerra y su mordedura atroz de miedo y pobreza, el recuerdo estremecedor y bellamente sostenido de Cesare Pavese y la experiencia intrincada de ser mujer y madre son algunas de las historias de una historia –personal y colectiva–que Natalia Ginzburg ensambla magistralmente, en estas páginas de turbadora belleza, con una reflexión sagaz siempre atenta al otro, arco vital y testimonio del oficio –vocación irrenunciable, orgánica– de escribir.
Me encantó. Once relatos de lo más recomendables que, creo, merecerían más atención por mi parte aquí en el blog. Pero ¿qué decir de Natalia Ginzburg? Si no conocéis con esta pequeña joya, acercaos a ella, que es una preciosidad de libro.
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En junio también estuve ocupada con Svetlana Alexiévich y sus Últimos testigos, que comenté hace pocos días.
JULIO
Aino Kallas: La novia del lobo
Esta legendaria historia nace de los viejos mitos de los hombres lobo en Estonia, pero cuenta, en realidad, mucho más que eso: es también una metáfora de la ausencia de libertad de las mujeres en el siglo XVII. El relato se sitúa en Hiiumaa, una isla en el lado oeste de Estonia, y comienza con un guardabosques llamado Priidik que observa a un grupo de mujeres del pueblo que lavan a sus ovejas y se enamora de la joven doncella Aalo.
Escrita con un hermosísimo lenguaje, consigue trasladarnos a los bosques de Estonia y a aquellos pueblos amenazados por los lobos en los que se castigaba duramente todo lo que se consideraba brujería. Sara Morante ha logrado meterse en la piel de la rebelde Aalo y llevarnos con sus ilustraciones a su mundo más allá de la aldea.
Leí este libro porque la propia Sara Morante, que lo ha ilustrado con una exquisitez absoluta, me lo recomendó cuando le pregunté por él. Me dijo: «El texto es brutal, te va a encantar». Y sí que me gustó, mucho además. Me recordaba a cuando nos contaban cuentos de niños, pero esto no es precisamente para niños (aunque haya lobo, cazador…). Es una poderosa alegoría sobre el poder de las mujeres y su libertad. Tenedlo en cuenta si os gustan los cuentos tradicionales, porque no os va a defraudar (y disfrutad de las ilustraciones de Sara, que son el complemento perfecto al texto).
Santi Pérez Isasi: Imposibles impensables
Imposibles impensables es un volumen de microrrelatos que juega con lo inverosímil, lo fantástico o lo grotesco, y que huye de algunos clichés del género, como lo metaliterario, lo onírico o la sorpresa final, para proponer una mirada a aquello que puede existir en nuestro mundo, pero que no podemos o no queremos ver. Son 125 relatos (y un bis) que reúnen animales ficticios, ciudades irreales, historias de terror y humorísticas… y, por supuesto, una colección de seres llegado del otro lado para recoerdarnos que las cosas siempre son lo que parecen.
Qué sinopsis más completa. Imposibles impensables es justo eso. Si os gustan los microrrelatos, no os podéis perder esta colección (incluso, aunque no sea el género que más os guste, os va a sorprender). Tengo que admitir que, antes de que los relatos se publicaran en libro, yo ya los había leído (bueno, la versión a la que tuvimos acceso), así que esto fue una relectura con la que me reí mucho (aunque no todos los relatos son humorísticos). De Santi, ¿qué queréis que os cuente? Suele comentar por el blog, sobre todo en los retos (de hecho, lleva tiempo intentando convencerme de que haga un megarreto de 365 días: la respuesta sigue siendo no) y acabo de calcular que hace veinte años que nos conocemos. No es el primer libro que publica, pero (shame on me) aún no me he acercado a Ruritania (salvo en su blog, Como un libro abierto, donde, por cierto, hay nuevas series de relatos de lo más interesantes). Y si algún día se queda sin ideas para escribir, que lo dudo, siempre puede sacar cosas de la noche de la presentación en Bilbao de los Imposibles impensables. Eso fue surrealismo y lo demás son tonterías, todavía me río al recordarla (el culpable, por supuesto, otro escritor bilbaíno cuyo nombre no voy a mencionar).
Angelika Schrobsdorff: Tú no eres como otras madres
La narración de Angelika Schrobsdorff reconstruye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los prejuicios de su tiempo y deseosa de casarse con un artista (y no con el «excelente partido» que le han buscado, un comerciante opulento y maduro). Así, Else vivirá de lleno el nacimiento de un nuevo mundo junto a la culta bohemia berlinesa de los «locos años veinte», un periodo en el que tendrá tres hijos de tres padres diferentes, fiel a las dos promesas que se hizo de joven: vivir la vida con la máxima intensidad y tener un hijo con cada hombre al que amara. Esta es, por tanto, la historia de una mujer singular y sedienta de independencia, que será arrollada por aquello mismo en lo que se negaba a creer al principio: el presente. Sin embargo, en la dura prueba del exilio, Else encontrará una realidad nueva y reveladora tras una vida que hasta entonces ha estado enteramente dedicada a las fiestas, los viajes y el amor.
Según parece, este es uno de los libros del año, ha tenido mucho éxito y todo el mundo habla maravillas de él. De hecho, lo habían leído varias amigas mías antes que yo y todas estaban maravilladas. Bueno, pues a mí no me ha maravillado ni encantado ni nada por el estilo. Me fue decepcionando poco a poco. Admito que el comienzo de la narración me pareció buenísimo, y toda la época en que Else vive como le da la gana es magnífica. Pero después… todo se diluye. Quizá, sí, por la guerra y todo lo demás. Pero yo solo encuentro otro texto más, normalito y manido, sobre la guerra. Me empieza a pasar como con las novelas de la Guerra Civil española, que me cansan. Con este libro me ha ocurrido algo parecido.
AGOSTO
Maria Peura: Tu amor es infinito
Saraa, una niña de siete años, va a pasar el verano a casa de sus abuelos, ya que sus padres, sumidos en una separación tempestuosa, no son capaces de ocuparse de ella. Lejos de un hogar en llamas, y en un ambiente en apariencia idílico, comienza un auténtico infierno para ella. La niña tendrá que librar una dura batalla interior para conciliar el dolor y el sufrimiento que le infligen las personas de su entorno más cercano con el afecto que siente por ellas, convencida de que son las únicas que realmente la quieren. Para evadirse del dolor y la culpa que la atenazan, Saraa escapa a un mundo de fantasía y juegos en el que la naturaleza tiene un papel fundamental.
A pesar de tocar temas tan crudos y oscuros, Tu amor es infinito está escrita con gran lirismo, y una sensibilidad y una sutileza sorprendentes.
De esta novela os tengo que hablar largo y tendido, porque es lo mejor que he leído este año. El problema es que me cuesta escribir sobre esta novela. Quienes la hayáis leído os imaginaréis por qué. Es lo más terrible y duro que se puede llegar a leer. De hecho, es una novela que cuesta, y no solo por la complejidad de algunas de sus imágenes (en todo caso, siempre llenas de lirismo, lo cual no hace sino incidir en lo terrible y lo cruel y lo tremendo de lo que estamos leyendo), sino por lo que se nos está contando en sí. Difícil de leer, difícil de digerir, pero un novelón con todas las letras (lo único que me parece un horror es el título, pero se le perdona). A ver si saco fuerzas para hacer un comentario más elaborado sobre la novela.
Lauren Groff: En manos de las Furias
Un hombre y una mujer caminan muy juntos por la playa. Hace frío, pero no importa. De repente se esconden detrás de unas dunas para celebrar su primer acto de amor carnal. Él es Lotto, ella es Mathilde, los dos tienen veintidós años y acaban de casarse, aunque solo llevan quince días juntos y saben muy poco el uno del otro.
El hilo de sangre que mancha los muslos de Mathilde sella esta entrega que parece absoluta y exclusiva, y así será durante más de veinte años. Lotto y Mathilde son la pareja casi perfecta: basta una mirada para que se entiendan, un gesto cómplice para que los dos dejen una sala abarrotada de gente y aprovechen cualquier rincón para amarse. Lotto se dedica a escribir obras de teatro guiado por su pasión por Shakespeare, y Mathilde se convierte en la esposa ideal: musa, empresaria y ama de casa. Bien…
Bien, hasta que de repente el destino se impone. Es entonces cuando descubrimos que el matrimonio es una larga conversación y que en esta charla caben huecos, omisiones, palabras sueltas que pueden ser mentiras piadosas o alfileres.
Yo quería una novela-culebrón para la playa (aunque al final hubo cambio de planes, pero bueno). En la playa, sobre todo ahora que mandan los niños, no puedo ponerme con cosas que me requieran mucha atención, así que pensé que algo así podría irme bien. El problema es que, como ya he dicho, no lo he leído en la playa. Y, aunque al principio me sorprendió y no me pareció tan culebrón como yo buscaba, toda la segunda parte me pareció un pestiño de lo peorcito. No la salvo de la quema. Para la playa (o similares: estas cosas van muy bien para viajes con distracciones), si no os ponéis muy exigentes, tiene un pase (la historia sorprende un poco), pero para el resto… Totalmente prescindible.
SEPTIEMBRE
Elizabeth Strout: Me llamo Lucy Barton
En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice.
En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman.
No me ha parecido ni la gran maravilla que muchos dicen, ni el texto infumable del que hablan otros. Pero sí me ha gustado, creo que es una novela amable, con grandes aciertos. Lo que se dice, lo que no se dice, relaciones maternofiliales, relaciones matrimoniales, el proceso de la escritura… Al final se tocan tantos palos que algunos aspectos, a mi modo de ver, se quedan un poco deslavados. Sí la recomiendo y, de hecho, tengo mucha curiosidad por leer la anterior novela de Strout, que todo el mundo está de acuerdo en que es un novelón (acepto regalos).
Helen McDonald: H de halcón
A raíz de la inesperada muerte de su padre, Helen McDonald decide comprar y adiestrar un azor, el ave de presa más peligrosa y letal. Así empieza un viaje de exploración a lo más profundo del dolor y de lo salvaje, que llevará a la autora al límite de la locura y cambiará su vida.
Destinado a convertirse en un clásico, H de halcón es un libro sobre el recuerdo, la naturaleza y el ser humano. Una lección magistral acerca de cómo reconciliar la vida y la muerte.
Jamás pensé que fuera a disfrutar tantísimo este libro. No tiene nada que ver con lo que suelo leer y no sé bien cómo calificarlo. Pero me atrapó y me dejé llevar por Helen y su azor. La naturaleza aunando vida y muerte como forma de exorcizar el dolor. Es un canto a la vida y a la naturaleza. Precioso.
***
Y aquí se acaban de momento las lecturas. Me he cogido unos días libres y he aprovechado para leer mucho. No todo es rescatable, pero hay cosas interesantes (como la novela de Annie Ernaux de la que os hablé el otro día). A ver si siguen las lecturas (aunque ya estoy trabajando de nuevo) y puedo ir contándoos. Como siempre, tenéis los comentarios a vuestra disposición para hablar de estos u otros libros que hayáis leído.
A mí también me encantaron Las Pequeñas Virtudes : ) Pienso que su alegato sobre la importancia (contenida) que debemos otorgar al dinero es simplemente bestial. Me desconcierta que califiques los textos como relatos… ¿De verdad los ves así? H De Halcón me recuerda a una pequeña novela, El Halcón Peregrino (Glenway Wescott), donde el bicho se convierte en todo un símbolo de voracidad salvaje y oscura. Aunque no sea el sitio adecuado, quiero añadir que tu reseña de Ernaux está muy bien. Cuídate.