‘Títere’

Ayer unos amigos me preguntaron sobre esa palabra que no deja de sonar (por desgracia) en España estos días, titiritero. Tengo que admitir que no conocía su origen, pero he investigado por ahí y he decidido contaros los resultados de mis pesquisas.

Vamos a títere antes que a titiritero. El títere, según la RAE, es el muñeco que se mueve por medio de hilos. Y no es esta una cuestión baladí, porque una de las etimologías propuestas para títere tiene que ver, precisamente, con el ruido que producen esos hilos al moverse. En efecto, según una etimología muy extendida (y que es la que se adopta en el DRAE) títere sería una palabra onomatopéyica, que vendría de ti ti, sonido de, según parece, los hilos con los que se maneja al muñeco en cuestión. ¿Os convence? A mí solo a medias; no veo lo del ti ti de los hilos, pero…

Otra opción en cuanto al origen, también onomatopéyica. En las funciones de títeres, sería común que las personas que los manejaban, además de poner voces, tocaran unos pitos para hacer más voces y efectos de sonido. Esos pitos sonarían ti ti, y de ahí títere. Tampoco me convence mucho, pero esta es la preferida por Corominas, el gran maestro de la etimología castellana.

Y ya os he avisado de que títere no tiene una etimología clara, así que os propongo otra, que a mí me gusta mucho más. Según esta hipótesis, títere vendría del griego (cómo no) titupos, que significa ‘mono pequeño’ o ‘monito’. ¿Por qué podría venir de ahí? Porque el movimiento del títere con los hilos se parecería a los que hacen los monos. No sé a vosotros, pero a mí esto me convence muchísimo más…

Claro, de títere nos llega titiritero, es decir, la persona que maneja el títere. Pero este término es relativamente moderno, no era el que se utilizaba en la Edad Media o los Siglos de Oro. De hecho, en el Quijote vemos que el vocablo que se usaba por aquel entonces era titerero, que, si lo analizáis, es mucho más lógico.

Poco más que decir de este término, de origen desconocido y del que no hay consenso. En lo que me encantaría que hubiera consenso es en admitir que lo que estamos viviendo estos días es un auténtico despropósito. Bueno, vivimos en un despropósito continuo en este país, la verdad. Parece que asistimos a una representación infinita de un vodevil. Así nos va… Solo voy a añadir una cosita más: gora mi marioneta!