Sándor Márai: ‘Divorcio en Buda’
Como algunos ya sabéis, estoy leyendo El último encuentro, de Sándor Márai. Y, aunque he leído varias novelas de Márai desde que lo descubrí (alguien me lo descubrió, más bien), en el blog únicamente he escrito sobre La mujer justa. No entiendo bien por qué no llegué a hablar sobre las otras novelas. Así que, voy a empezar a solventar esta injusticia y hoy voy a dedicar la entrada a otra magnífica novela de Márai: Divorcio en Buda.
El último expediente llegado a la mesa de trabajo de Kristóf Kömives, juez en la Budapest de entreguerras, es el divorcio de los Greiner. Un caso más, excepto que el nombre de soltera de la mujer, Anna Fazekas, hace perder al magistrado su inmutable serenidad. El alegre desparpajo de la juventud, un paseo por el lago, una mirada arrebatadora: la evocación de aquellos instantes fugaces son suficientes para perturbar, después de tantos años, el aparente sosiego de su intachable vida burguesa. Y cuando el señor Greiner se presenta en su casa con la noticia del suicidio de su mujer, Kristóf no puede resistirse al aluvión de sentimientos encontrados que inundan su espíritu. Durante el transcurso de una noche, Kristóf asumirá el doble papel de acusado y testigo de la confesión de Greiner, que al desgranar la historia de su matrimonio pondrá de relieve el abismo que separa a los dos hombres; por un lado, el burgués que renunció a la emoción de lo desconocido para perpetuar los sólidos valores de una clase social asentada y satisfecha de sí misma, y por otro, el joven advenedizo que por conquistar una mujer que le estaba vedada se entregó a una existencia erigida sobre la impostura y encorsetada en unos cánones ajenos a su persona. Así pues, con el inminente estallido de la guerra más devastadora que ha conocido la Humanidad como telón de fondo, el azar les otorga la ocasión de reflexionar acerca de aquellas vivencias y sentimientos que nunca habían sido capaces de compartir con nadie, y redimir en parte, si acaso, los errores que les condujeron a la situación actual.
Leí el libro hace más de un año, pero aún recuerdo la intensidad de esa gran conversación final (que ocupa gran parte de la novela); y eso, con mi costumbre de resetear las historias, es un logro. Pero no es, en absoluto, mío, sino de Márai, que, a base de esculpir las frases como con cincel, consigue la expresión perfecta en prácticamente todos los párrafos del texto. No obstante, vayamos al principio.
La primera parte de la novela me costó un poco, si bien es necesaria para situar los hechos en su momento preciso: una sociedad cambiante y decadente, que ve sus valores tambalearse, constituye el escenario en el que se mueve el protagonista, un juez de clase alta, que se ciñe escrupulosamente a lo que se espera de él. Riguroso con su trabajo y con su propio entorno, su sorpresa al recibir cierto expediente es el desencadenante de toda la acción de la novela. Es un expediente de divorcio y la mujer, un antiguo amor suyo. Bueno, amor o algo que pudo parecerse al amor (la larga conversación final tiene mucho que ver con esto). Y cuando una noche se presenta en su casa el marido, un médico que se ha ido abriendo camino en la sociedad a pesar de su origen humilde, todo explota (no se me ocurre un verbo mejor).
Explota por varios motivos. Primero, por la noticia que trae el médico: su mujer, Anna, se ha suicidado esa noche. Segundo, por los motivos que la han llevado a hacerlo. Y aquí es donde se disfruta de Márai en estado puro: parece que hace orfebrería con las palabras. Y nos deja párrafos memorables sobre el amor, la infidelidad (muy curioso: ¿si sueñas con otra persona, estás siendo infiel a tu pareja?), las decisiones, el dejarse o no llevar, la desesperación por el desamor… La conversación entre el juez y el doctor debería ser de lectura obligatoria. Es pura perfección literaria. No os cuento absolutamente nada más, hay que leerla.
De Márai sí tengo recogidas un montón de citas en Tumblr, os dejo el enlace a las que se corresponden con Divorcio en Buda, para que podáis ir abriendo boca si no habéis leído esta maravilla. Yo sigo con El último encuentro (aunque he leído muy poquito, porque esta semana estoy dedicando muy poco tiempo a la lectura).
¿Alguien ha leído Divorcio en Buda? ¿Os gustó? Si no, ¿os llama la atención? Podéis, como siempre, comentar lo que queráis.