¿’Extrovertido’ o ‘extravertido’?

Leo una conversación boba entre dos personas a las que sigo en Twitter. Una de ellas dice que es una persona muy extravertida. La otra, que siempre va de culta y resabida, la llama necia por semejante error. «¡Es extrovertido, no extravertido!». ¿Seguro?

De la persona que tiene dificultad para expresar sus sentimientos decimos que es introvertida. La palabra viene de intro (‘dentro’ en latín) y de vertere (‘dar vueltas’). Es decir, es quien está dado la vuelta hacia dentro.

¿Y qué ocurre con la persona que expresa sus sentimientos con facilidad? Que está volcada o dada la vuelta hacia fuera. Si dentro era intro, fuera es… extra. Tenemos una persona extrAvertida. Podemos hablar, perfectamente, de gente introvertida y de gente extravertida.

Etimológicamente, pues, extravertida es totalmente aceptable. Entonces, ¿por qué, al menos en España, nos suena a rayos? ¿Por qué todos hablamos de personas extrOvertidas? Pues, porque por analogía con la -o de intro, el etimológico extra, en el habla popular, se transformó en extro. Y ahora hablamos de los extrovertidos. La RAE prefiere la opción con -a por ser la etimológica; tengamos en cuenta que la opción de la -o, en un principio, sería vulgar, aunque hoy nos parezca lo contrario. En realidad, nos tenemos que quedar con que ambas formas son válidas y se pueden emplear en todos los ámbitos (coloquiales y cultos).

Y vosotros, ¿sois introvertidos, extrovertidos, extravertidos o no os pronunciáis? Tenéis los comentarios abiertos si queréis participar…