Blog Mobas | El blog de las comas, los sustantivos, los libros y las cursivas

Último día. Es una pena, porque me he divertido mucho, igual que el año pasado. Muchas gracias, Mónica, por organizar esto.

Mi aportación de esta semana: http://prooofeee.blogspot.com.es/2014/11/reto-30-libros-iv.html?showComment=1417339533756

http://misfiliasyfobias.blogspot.com.es/2014/11/30libros-30-uno-azul.html?m=1
Buenos días Mónica:
A mí también me pasa un poco como a ti. Me da penita que acabe el reto pero a la vez es un descanso… Gracias por organizarlo un año más y a todos los que han compartido sus lecturas (me llevo apuntadas un montón). Feliz domingo. Nos leemos.
Besicos y más besicos

Un libro azul, mi mente va rápidamente hacia Misteriosa Buenos Aires, de Manuel Mujica Lainez, en una edición de un azul precioso, pero hay más, no me conformo, sé que hubo una sobredeterminación en la atracción de ese libro al pensar en un libro azul, ahí va, ahí va, ya lo veo venir, sí: «El hombrecito del AZULejo», uno de sus últimos cuentos, es mi preferido.

Un placer haber compartido este mes con todos uds. Aparecí por aquí por un RT de ULAD. Creo que continuará siendo parte de mi navegación diaria.

¡Saludos!

¡Cómo! Mónica, te me has adelantado con mi libro azúl, yo también habia elegido para hoy cierta edición azúl de Edhasa – ¿con un táxi amarillo, tal vez? -. Sí, mi libro azúl era El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger.

Pero no importa, tengo otro que me gusta aún más, uno de mis libros favoritos, uno que me ha acompañado al menos en dos vacaciones. Y si hay otro viaje a una isla del mediterraneo… volverá.
No solo que la edición sea azúl, es que todo el libro es puro mar, puro Mediterraneo griego y egipcio.
Os hablo de La vieja sirena, de José Luis Sampedro.
Zambulliros en ese mar y tal vez sintáis la caricia de una sirena, pero ¿cuál? Glauka, Irenia, Kilia… No importa, son la misma.
Bucear con ella y os contará su historia, os hablará de la Alejandría del siglo II y de cómo viven las sirenas el amor.

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P.S.: qué mala suerte, la primera vez que participo en este reto… ¡y el mes solo es de 30 días!
Gracias a todos por vuestras recomendaciones.

¡Ay, Mónica! ¿Qué te digo yo sobre el azul? Mi color favorito, mi energía, mi felicidad, mi buen rollo, mis mejores recuerdos, ¡mi fuente de superpoderes! Me cuesta mucho elegir un libro que represente todo eso. Nunca me había planteado cuál sería mi libro azul. También para esto sirve tu reto (muchas gracias una vez más por hacerlo, me llevo un montón de títulos para mi lista y muchas ganas de tener tiempo de leerlos). Y me cuesta decidirme… pero pensándolo creo que mi libro azul es ‘Aquellas mujercitas’. Sí, parezco tonta dando este título (y después de que mi última compra haya sido Mujercitas en la edición de Lumen, me siento más ñoña que nunca), pero tengo una explicación. Reconozco una vez más que la familia March me ganó el corazón desde niña y que sigo sintiendo adoración por todo lo que tiene que ver con esas hermanas. Pero, más allá de esto, con ‘Aquellas mujercitas’ me pasó algo que nunca olvidaré. Ahí va la historia de hoy:

Debía tener unos 8 años. Ya había leído Mujercitas y había descubierto que existía una continuación de la historia. Busqué el libro en una librería sin éxito y me fui a casa muy disgustada. Al cabo de los días, un martes, al terminar de almorzar y coger mi mochila para volver al cole (teníamos clase por la tarde martes y jueves), mi madre me sorprendió con un regalo (algo extraordinario, porque ella nunca me hacía regalos fuera de fechas señaladas) y cuál fue mi felicidad al ver que era justo el libro que deseaba: ¡Aquellas mujercitas! Mi dicha no era completa, pues no podría leerlo hasta el día siguiente por culpa de la escuela. Enfurruñada me monté en el coche y mi padre me llevó hasta el cole. Lucía un sol radiante, nunca lo olvidaré. Al llegar casi a la entrada, nos encontramos con la directora del colegio que para el coche y le dice a mi padre que dé media vuelta, que se han suspendido las clases por alerta roja de lluvias y tormentas. No me lo podía creer… ¡Milagro! Fue la única vez que suspendieron las clases. Y encima ni siquiera llovió. Era algo absurdo. El sol luciendo y yo de vuelta a casa. Cuando llegué, estaba hinchada de felicidad. Recuerdo que preparé una mecedora junto a la chimenea y me pasé toda la tarde leyendo mi anhelada novelita. Me la leí de una sentada y además fue una de las lecturas en las que más me metí en la historia. Aquella tarde desconecté de todo y fui inmensamente feliz descubriendo cómo crecían mis hermanas March. Nunca olvidaré aquella milagrosa tarde de lectura inesperada. En la portada, Jo tenía un vestido azul. Y si yo hubiera sido un camaleón en vez de una niña, posiblemente habría adoptado ese color, azul felicidad.

Mil besos azules, Mónica y compañía. Me ha encantado compartir este reto una vez más.

Mi libro azul es El peor viaje del Mundo, de Apsley Cherry – Garrard. Azul intenso del océano Antártico, de las sombras en el hielo, del cielo y el frío polar. Es un libro fascinante, todo el mundo conoce la aventura final del Capitán Scott y sus cuatro compañeros, pero pocos saben que en aquella expedición, participaron muchos otros hombres que vivieron tres años de calamidades y estuvieron también al borde de la muerte, Apsley Cherry – Garrard fue uno de ellos «la exploración polar es la forma más cruel y solitaria de pasarlo mal».
Soy una entusiasta de la conquista del Polo Sur y este libro es una mezcla de libro científico, histórico, de aventuras, drama y suspense. De las tres expediciones a la Antártida que he leído: la victoria de Amundsen, el milagro de Shackleton, y la catástrofe de Scott, esta última es la historia más azul.

¿Qué haremos ahora sin el reto? Yo seguro que volveré por aquí en busca de recomendaciones, de momento El cielo de lima me ha gustado mucho y estoy leyendo Mi planta de naranja lima, además lo estoy leyendo en portugués (O meu pé de laranja lima) que me viene fenomenal para practicar.

Ains! Ya se acaba esto…qué penita. En fin, que me ha encantado como siempre y prometo post propio al respecto 😉
Vuelvo al color de las portadas y en este caso se lo lleva La Isla del Tesoro que lo tengo en azul y negro y que lo considero un clásico de los que hay que leerse.

Mi primer pensamiento es azul > mar > Océano Mar de Baricco, pero Baricco ya ha salido mucho por aquí, así que me esfuerzo un poco en pensar en otro libro, y al final se me ocurre uno que durante un tiempo fue «el libro azul» por antonomasia.

Como probablemente sepáis, Anagrama publicó dos volúmenes con relatos de Roald Dahl: Relatos de lo inesperado (que era verde) e Historias extraordinarias (que era azul). Me acuerdo de hablar con otros amigos lectores y discutir cuál nos gustaba más, si «el verde» o «el azul». A mí me gustaba más el azul, creo recordar, dentro de que los dos me gustan mucho. Así que ese es mi libro azul.

Dejando aparte bromas sobre el reto #365libros, muchas gracias Mónica por darte la pechada de montar todo el reto, porque no es solo que lances las preguntas (que ya tendría su mérito), sino que también las contestas y les dedicas tiempo y cuidado. Es una iniciativa muy bonita, esta del reto, y me alegro de por fin haber terminado una edición completa 🙂