Uno rojo (30 libros)
Hoy empiezan las categorías que tienen que ver con colores. Las asociaciones que hagáis son totalmente libres: desde lo que os sugiera el color en sí (más divertido) hasta el color de la cubierta del libro. Lo que más rabia os dé. Lo importante es jugar. Y yo hoy juego con Las partículas elementales, de Michel Houellebecq.
No es la primera vez que esta novela sale a relucir en el blog, en uno de los retos concretamente. El año pasado la incluí dentro de la categoría «Un libro que te haya asqueado». Ahí ya os cuento lo que me parece la novela (y por qué la incluyo en esa categoría, que es por algo muy concreto). Incluso tenéis la sinopsis ahí por si no sabéis de qué va.
Hoy me voy a centrar en el color rojo. Y a justificar un poco mi elección (muy subjetiva, la verdad). Una elección que me ha costado mucho. Confieso que he dudado con otros dos libros, cada uno por una razón muy distinta. No sabía si hablar de La pasión, de Jeanette Winterson, porque me acordé de la inmensa melena pelirroja de la protagonista. También tuve tentaciones de traer al reto Hacer el amor, de Jean-Philip Toussaint, esta vez por algo tan simple como su cubierta roja rojísima. Pero quería algo un poco más elaborado. ¿Qué me sugiere a mí el color rojo? ¿Cómo relaciono eso que me sugiere con un libro?
Os aclaro en primer lugar que me gusta el color rojo. No es, ni mucho menos, mi favorito, pero me gusta. Y, aun así, a pesar de que me gusta, la primera relación que hice fue con cosas no muy positivas (curioso). Me vino a la mente el bolígrafo rojo con el que estoy corrigiendo últimamente (por circunstancias, estoy corrigiendo mucho en papel y, cosa impensable en mí hace unos años, en rojo, marcando todo que destaque bien). Los errores, para mí, son rojos. Y, tras los errores, pensé en una gran señal de prohibido, de un tono rojo intenso. Y en un enorme cartel de peligro, en color rojo (ahora un poco oxidado) que hay por un lugar por el que suelo pasear. Tengo la sensación de que el color rojo actúa como si fuera una advertencia en mi mente (esto es digno de psicoanálisis). Vale, pues voy a buscar un libro que, para mí al menos, sea una advertencia. Lo tengo. El libro que enciende todas mis alarmas, por muchísimas razones, es Las partículas elementales de Houellebecq (probablemente todo lo que he leído de Houellebecq hasta ahora, pero esta novela en particular). ¿Estamos solos? ¿Queda sitio para la esperanza? En mi mente hay, al darles vueltas a estas cosas, una gran luz roja intermitente y un grito de «¡Cuidado! Danger! Danger!». No os preocupéis por mi salud mental (me lo haré mirar). 😉
Os toca. ¿Qué libro os viene a la cabeza cuando pensáis en el color rojo? ¿Tenéis, si no, un libro de color rojo por ahí? Los comentarios están a vuestra disposición…
Pues yo me decanto por lo rojo del libro en sí. He mirado a la estantería que tengo a mi lado y mis ojos se han ido hacia Homer y Langley de L. Doctorow que además es un pedazo de libro como la copa de un pino. Pero bueno, bueno