Un libro que recomendarías a ciegas (30 libros)
Hace mucho que no recomiendo a nadie un libro a ciegas, esto es, sin conocer sus gustos o de qué pie cojea… La última vez que lo hice propuse un libro que no tiene absolutamente nada que ver con el que he elegido para hoy (es curioso, porque recomendé Una comedia canalla, de Repila, una gamberrada muy loca que es casi lo opuesto a lo de hoy). Libro que recomendaría a ciegas ahora mismo: Mi planta de naranja lima, de Jose Mauro de Vasconcelos.
De este libro he hablado ya en el blog, en la categoría sobre la amistad del anterior reto. Lo que no entiendo bien es por qué no he llegado a hacerle una reseña en condiciones… Veremos si en un futuro…
Andaba un poco perdida a la hora de elegir libro para hoy. Pero esta semana, hablando un día con mi amiga Mercedes (¡cómo la echo de menos por el reto!), me mencionó este libro que, casualidad, yo le regalé a ella en su día. Y ella se lo recomienda a todo el mundo. Pues lógico, porque es una auténtica preciosidad.
Eso sí, es una novela muy triste. Muy tierna, de esas que emocionan… pero terriblemente triste. Aun así, más que recomendable, una de las imprescindibles.
Y… ¡hasta aquí! Como este año nadie ha propuesto ideas para alargar el reto (menos mal), esto acaba aquí. Bueno, quedan vuestros comentarios de hoy, que espero impaciente… 😉 Tengo que admitir que estoy muy aliviada por acabar, porque este mes ha sido complicado. De hecho, mañana o pasado publicaré una entrada para explicar un par de cosas y alguna decisión que he tomado con respecto al blog (no, no lo cierro, aunque se me ha pasado por la cabeza). Así que, nos volvemos a leer mañana o pasado (y hoy en los comentarios: ¿qué libro recomendaríais a ciegas?).
Hola Mónica:
Tengo apuntado el libro que recomiendas desde hace tiempo, a ver cuándo encuentro el momento.
Espero que no tomes decisiones muy drásticas, me encanta tu blog.
Aquí te dejo mi entrada:
http://palabrasenmialmohada.blogspot.com.es/2013/11/30-un-libro-que-recomendarias-ciegas.html
¡ME HA ENCANTADO EL RETO!
Qué pena que no lo hayas disfrutado tanto.
¡Un abrazo!