Un libro para el verano (30 libros)

Quienes me seguís desde hace tiempo os podréis imaginar que hoy voy a hablar de uno de los que yo llamo «libros de playa». ¡Qué mejor para el verano! Y el elegido es Juntos, nada más, de Anna Gavalda.

'Juntos, nada más'

‘Juntos, nada más’

Camille tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Frágil y desorientada, malvive en una buhardilla y se esmera en desaparecer: apenas come, limpia oficinas de noche y su relación con el mundo es agonizante. Philibert, su vecino, vive en un apartamento enorme del que podría ser desalojado; es tartamudo, un caballero a la antigua que vende postales en un museo, y el casero de Franck. Cocinero de un gran restaurante, Franck es mujeriego y vulgar, lo cual irrita a la única persona que lo ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo añorando su hogar y las visitas de su nieto. Cuatro supervivientes magullados por la vida, cuyo encuentro va a salvarlos de un naufragio anunciado. La relación que se establece entre estos perdedores de corazón puro es de una riqueza inaudita, tendrán que aprender a conocerse para lograr el milagro de la convivencia. Juntos, nada más es una historia viva, con un ritmo suspendido en el aire, llena de esos minúsculos dramas personales que seducen por su sencillez, su sinceridad y su inconmensurable humanidad. Anna Gavalda deja hablar a sus personajes, posee un agudo sentido de la observación de la fragilidad del ser humano, del delicado equilibrio entre la felicidad y la desesperanza, entre los sentimientos y las palabras para contarlos. Ha dado en el blanco con una novela divertida, que se lee de un tirón y que celebra la felicidad de estar con quien de verdad es importante.

A pesar de que sí he hablado de Gavalda más de una vez en el blog, nunca lo había hecho de esta novela que, casualmente, fue la primera que leí de ella y la que más me ha gustado. Por cierto, comparte la tesis de Brooklyn Follies de la que hablé hace solo unos días: estar rodeado de gente que te quiere es lo que realmente te hace feliz. Pero Gavalda lo cuenta todo de forma mucho más sencilla y amable que Auster (y eso que Auster a mí me parece un autor muy fácil de leer). Gavalda es más «ligera», más «de playa». Por cierto, yo me tragué este libro hace unos años en dos días en la playa, precisamente. Quizá por eso lo relaciono con el verano.

Aunque a priori, sobre todo por el título (que me parece un horror), pueda parecer un libro superñoño, no lo es. Bueno, un poco, pero poco. Da la sensación de que va a ser bastante más moñas, pero la historia de esta amistad a cuatro bandas no está del todo mal. Yo lo recomiendo para esos momentos en que no hay tiempo o no tienes la mente para cosas enjundiosas (¡aunque es un tochón, aviso!).

Os paso la pelota. ¿Libros para el verano? Podéis contarnos también qué habéis leído este verano. O libros que os sugieran verano por alguna razón. Ya sabéis, tenéis total libertad cuando comentéis… ¡pero hacedlo! 😉