Un libro perturbador (30 libros)
Aunque había pensado un libro que le iba a esta categoría como anillo al dedo, recientemente he leído otro que parece que pide a gritos el calificativo de «perturbador», así que hoy me inclino por él: El embarazo de mi hermana, de Yoko Ogawa.
En El embarazo de mi hermana la narradora nos describe, con insólito talento y bajo forma de diario, el embarazo de su hermana mayor; y lo hace de una manera aparentemente fría y analítica aunque no exenta de ironía. Así, pasada la fase de las náuseas, la embarazada recupera su voraz apetito y se pone a engullir compulsivamente una mermelada de pomelo que le prepara su hermana, episodio clave que llevará el relato a un inesperado desenlace.
Metáfora de la soledad y del sentimiento de pérdida para la mujer japonesa de hoy en día, esta parábola se empieza leyendo con fascinación y luego no sin algo de pavor.
Por el título es posible esperar una bonita historia, maternal y amorosa (y más si se tiene como referente otro libro de la misma autora, La fórmula preferida del profesor, que es todo delicadeza y ternura), pero nada más lejos de la historia que nos encontramos aquí.
Es muy breve, lo leí en un viaje de autobús (de 40 minutos) prácticamente, y solo puedo decir que me dejó muy muy mal cuerpo (no sé si estoy tontorrona o qué me pasa, pero me ha sucedido ya con unos cuantos libros este año). ¿Recomendaría El embarazo de mi hermana? Sí, por supuesto, siempre y cuando no estéis embarazadas. Y avisando primero de que el final puede impresionar un poco… (o un mucho).
Os paso la pelota. ¿Libros perturbadores? ¿Para leer o para no leer? Tenéis, como todos los días, los comentarios a vuestra disposición. También podéis dejar vuestros títulos en Twitter, bien con la etiqueta #30libros, bien con una mención a mi cuenta del blog.
Pues de perturbador, que no lo acabé: El amante lesbiano, de Sampedro.
Hay que tener la mente muy clara para leerlo.
Luego, cualquiera de Martín Gaite, que en general es lectura para suicidas, y El balneario de la misma autora.
El balneario o En el balneario, no recuerdo bien, es la misma atmósfera opresiva, onírica y pastosa que El amante lesbiano, pero tiene la ventaja de que es un relato y a la que te esfuerces un poco, lo acabas.
Recomiendo salir luego de casa a dar una vuelta.
Jose
@kir_sininio