‘Recordar’
Hoy, una etimología que seguro que a muchos os parecerá curiosa: la del verbo recordar.
Recordar viene de recordari, palabra compuesta por el prefijo re- (‘volver a’) y cordari, que, a su vez, nos lleva a cordem (‘corazón’). Recordar significa, literalmente, ‘volver a pasar por el corazón’.
¿Por qué por el corazón? Porque los antiguos griegos y romanos pensaban que la mente residía no en el cerebro, sino dentro del pecho, en el corazón o cerca de este (sé que no estoy siendo muy exacta, pero más o menos esa es la idea). En esa zona del cuerpo ocurría todo lo importante, físico y espiritual (también el alma se encontraba dentro del pecho para ellos). De ahí que haya unas cuantas palabras cuya etimología nos lleva al corazón en lugar de a la mente, como cabría esperar.
Os pongo algún otro ejemplo: acordar (esta vez con el prefijo a-, ‘junto con’, es decir, ‘unir corazones’); concordia (el prefijo con- significa aquí ‘estar de acuerdo’, así que concordia quiere decir ‘corazones de acuerdo’); o discordia (dis-, ‘en desacuerdo’, luego ‘corazones en desacuerdo’). Pero, claro, aunque literalmente dicen eso, nosotros ahora usaríamos mente en lugar de corazón (y así las palabras tienen mucho más sentido: recordar, ‘volver a pasar por la mente’; acordar, ‘unir mentes’; concordia, ‘mentes de acuerdo’; discordia, ‘mentes en desacuerdo’).
Aun así, me quedo con la idea del corazón… sobre todo para recordar. Volver a pasar por el corazón… Pues muchas veces sí, ¿verdad?
Hola, Mónica. Me gustó tu nota, me «tocó el pecho».
Me vino a la memoria, volvió a pasar por mi corazón el poema que copio más abajito, de un autor venezolano a quien admiro.
Sobre salvajes
(Gustavo Pereira)
Los pemones de la Gran Sabana
llaman al rocío chirike-yeetakuú
que significa saliva de las estrellas.
A las lágrimas enparupué
que quiere decir guarapo de los ojos.
Al corazón yewán-enapué,
semilla del vientre.
Los waraos del Delta del Orinoco dicen mejo-koji,
el sol del pecho, para nombrar el alma.
Para decir amigo dicen ma-jo karaisa,
mi otro corazón.
Y para decir olvidar, dicen: emonikitane,
que quiere decir perdonar.
Los muy tontos no saben lo que dicen.
Para decir tierra dicen madre.
Para decir madre dicen ternura.
Para decir ternura dicen entrega.
Tienen tal confusión de sentimientos
que con toda razón las buenas personas que somos
los llamamos salvajes.