Uno a cuyo protagonista hayas odiado (30 libros)
Ayer tenía muy claro de qué personaje hablar, pero hoy tenía dudas entre dos, uno masculino y uno femenino: por un lado, Wilt, de la novela homónima; por otro, Charity Lang, la protagonista de En lugar seguro, de Wallace Stegner. Y la elegida ha sido ella…
Ya hablé de este libro en su día en el blog (por cierto, que puse la edición bastante mal; creo que es justo decir que Libros del Asteroide ha mejorado mucho en ese aspecto). Pero aquel día no me detuve a hablar de Charity, así que aprovecho hoy.
Es posible que quienes hayáis leído la novela no entendáis esta tirria que le tengo a la buena de Charity. De hecho, ella es, digamos, el cemento que mantiene a todos estos amigos unidos a lo largo del tiempo. Y, claro, está su enfermedad revoloteando por ahí, que hace que los lectores sientan una cierta simpatía por ella y su causa… Pero, la verdad, a mí me parece un personaje insufrible donde los haya. Es marimandona, es orgullosa, no me gusta cómo trata a su marido… En serio, insoportable, al menos para mí. ¡Qué petarda! Charity me cae fatal… Y, aunque en este momento me vienen a la cabeza otros personajes también insoportables, tengo que reconocer que, normalmente, sé buscarles su parte positiva; no así con Charity. Soy consciente de que es quien mantiene unidos a los cuatro protagonistas, soy consciente de que en ella no todo es malo, pero lo que no me gusta de su carácter gana con creces. Es que hasta su nombre me horroriza. ¡Lo siento, Charity, no podemos ser amigas!
¿Algún personaje que no os caiga del todo bien? ¿Alguno al que le hayáis cogido manía? ¿Llegáis a odiarlo? Yo, la verdad, podría haber hablado de muchos, pero prefería traer a un personaje relativamente actual… Vosotros podéis hablar de cualquiera. Como siempre, los comentarios y Twitter os esperan.
Me ha costado decidirme porque los personajes oscuros, de doble rasero, me suelen fascinar. Como autora sé lo difícil que es conseguir la identificación con seres mezquinos y como lectora, cuando me encuentro con uno, me quedo embelesada: no por sus características, sino por la capacidad del autor o la autora por mostrar la complejidad de esos personajes; al final los recuerdo con fascinación y no con desprecio.
Si el personaje me cae muy muy mal, suele ser porque la obra no me ha gustado mucho. Me ocurre esto, por ejemplo, con Malena, de «Malena es un nombre de tango», de Almudena Grandes. El libro me gusto poco y la protagonista me daban bastante repelús. Pero, insisto, esto creo que es más por que la obra no me gustara que por el personaje en sí.
Para este reto, prefiero quedarme con uno de esos personajes complejos. Y como ya puse a Heathcliff de ejemplo ayer, esta vez no hablaré de Catherine, que me caía como una patada en el estómago. En esta ocasión, me quedaré con una pareja que adoras y desprecias en cada página del libro: la Marquesa de Merteuil y el Vizconde de Valmont, de «Las amistades peligrosas», de Choderlos de Laclos. Son mezquinos, ruines, egoístas, retorcidos, maliciosos, manipuladores. No hay forma de quererlos, porque no hacen más que daño a su alrededor. Y, sin embargo, los comprendes, entiendes por qué hacen lo que hacen: una forma de romper con las normas sociales y la hipocresía de su tiempo.
Me quedo con ellos, pues :).