Uno que asocie con la música que le gusta (30 libros)
La categoría de hoy me parece de las más complicadas. Le he dado mil vueltas, porque no tenía ni idea de qué libro escoger. Así que me he puesto a pensar en qué música escucho y de qué libro de los que tengo a mano podría ser esa música la banda sonora. A ver adónde nos lleva este razonamiento…
Últimamente escucho mucho britpop (Coldplay y Keane, sobre todo) y algo más indie tipo Death Cab for Cutie; sobre todo lo primero, parece que estoy obsesionada con Coldplay estos días (qué bueno el concierto de ayer en Madrid, lo vi en directo por Internet; y cómo me arrepiento de no haber ido a verlos en el BBK Live de Bilbao en julio…). Canciones de Coldplay que me encantan y escucho mucho: «The scientist», «Yellow», «Fix you» o «Paradise», por poner varios ejemplos (os enlazo a los vídeos abajo). Y, con estas canciones, ¿qué tipo de libro podría comentar? Uno de amor, claro; o de desamor, más bien. O de un amor imposible. Pues creo que tengo candidato… Aunque el origen del libro no pega del todo con el britpop, todo sea dicho. El ganador de hoy es La soledad de los números primos, de Paolo Giordano.
Existen entre los números primos algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues entre ellos se interpone siempre un número par. Así, números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43, permanecen próximos, pero sin llegar a tocarse nunca. Esta verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha escogido para narrar la conmovedora historia de Alice y Mattia, dos seres cuyas vidas han quedado condicionadas por las consecuencias irreversibles de sendos episodios ocurridos en su niñez. Desde la adolescencia hasta bien entrada la edad adulta, y pese a la fuerte atracción que indudablemente los une, la vida erigirá entre ellos barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su relación. La sutileza de los rasgos psicológicos de los personajes, así como la hondura y complejidad de una historia que suscita en los lectores las reacciones más variadas, resaltan la admirable madurez literaria de este joven autor a la hora de asomarse, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.
Como ya hablé de él en su día (podéis consultar aquí la reseña), tampoco creo que me tenga que extender mucho en lo que me pareció la novela en sí (desde ya os digo que me enamoré de Mattia y que Alice me pareció una petarda inaguantable). Su historia de amor imposible (tampoco entiendo por qué es imposible, todo sea dicho, pero eso lo comentamos otro día si queréis) sí que podría nutrirse muy bien de la música que escucho a todas horas. ¿Es la mejor elección? No lo sé, pero me pega… Y mira que le he dado vueltas (también es cierto que no quería repetir autor, tenía algún otro libro en mente). El libro engancha, es bonito. Pero hoy os recomiendo mucho más la música. Os dejo vídeos de Coldplay. A disfrutar de Chris Martin y compañía… Y, como bonus, una de Keane que también le va al libro que ni pintada («The lovers are losing»).
Como no se me ocurre nada, voy a hacer trampa y escoger uno facilón: «Buddy Holly Is Alive and Well on Ganymede» de Bradley Denton. Road movie de ciencia ficción de serie B absurda de calidá, hoygan. Argumento: un chaval cuya madre estaba obsesionada con Buddy Holly es el centro de la ira mundial cuando un Buddy Holly vivito y en Ganímedes interrumpe todas las cadenas de televisión para enviarle un mensaje. All of my love / all of my kissing / you don’t know what you’ve been a-missing / Oh Boy!