Uno que haya amado hace años y del que hoy reniega (30 libros)
Que conste que lo de «haya amado» se queda un poco grande para el libro del que os voy a hablar, pero alguno había que elegir. De todas formas, la parte de que hoy reniego de él sí que es cierta, así que, ahí va mi título de hoy: La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón.
Un amanecer de 1945 un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto en el corazón de la ciudad vieja: El Cementerio de los Libros Olvidados. Allí, Daniel Sempere encuentra un libro maldito que cambiará el rumbo de su vida y le arrastrará a un laberinto de intrigas y secretos enterrados en el alma oscura de la ciudad. La Sombra del Viento es un misterio literario ambientado en la Barcelona de la primera mitad del siglo XX, desde los últimos esplendores del Modernismo a las tinieblas de la posguerra. La Sombra del Viento mezcla técnicas de relato de intriga, de novela histórica y de comedia de costumbres pero es, sobre todo, una tragedia histórica de amor cuyo eco se proyecta a través del tiempo. Con gran fuerza narrativa, el autor entrelaza tramas y enigmas a modo de muñecas rusas en un inolvidable relato sobre los secretos del corazón y el embrujo de los libros, manteniendo la intriga hasta la última página.
Leí este libro nada más publicarse, cuando aún no lo conocía nadie, cuando no era el boom editorial en el que se convirtió al de muy poquito tiempo. Y, quizá, yo fui una de esas personas que ayudó a su éxito, pues lo recomendé, lo presté e, incluso, lo regalé una vez. En qué estaría yo pensando… Si no es tan bueno; de hecho, ahora creo que es bastante malo.
Confieso que del libro me encandilaron dos cosas: su título (siento un cierto fetichismo con los títulos: como un título me guste…) y el cementerio de los libros olvidados, un sitio genial que ojalá existiera en la realidad. Y ya. Es lo único bueno que puedo decir. Creo que parte de una buena idea, pero la desarrolla mal, la acaba peor, lo escribe fatal… Para mí es una novela inacabada, le falta mucho trabajo. Y quizá un final distinto (¿no os parece metido con calzador?). Pero es mi opinión, nada más.
Vuestro turno, queridos lectores. ¿Qué libros me traéis hoy? Estoy atenta a los comentarios y a Twitter… Por cierto, hemos cruzado el ecuador del reto. Ya solo nos quedan 15 libros más.
Pues mira, estamos de acuerdo en que Ruiz Zafón está sobrevalorado, aunque tampoco me atrevería a afirmar que el libro es malo, sino que es «no tan bueno como dicen».
Siempre, antes de leer tus posts, hago el ejercicio de pensar cuál pondría o, para que no me influya tu respuesta. Lo cierto es que no recuerdo haber amado un libro y renegado de él con tal diferencia de tiempo, pero sí tengo un libro (o un autor, más bien) del que hablar.
Me compré El club Dumas con 14 años a través del Círculo de Lectores, atraída por el título (Dumas alegró mi infancia lectora) y por el tema librero. Era un buen librote, pero no me asustaba. Me enganchó, estaba contenta con el libro, de verdad. Pues cómo será la cosa que recuerdo el lugar exacto donde leí las páginas finales. Me sentí decepcionadísima.
En lugar de conformarme, como la novela me había enganchado, me compré La tabla de Flandes y El maestro de Esgrima. La tabla de Flandes fue lo mismo: me enganchó muchísimo y me decepcionó el final. Peor El maestro de Esgrima, porque cuando faltaban 100 páginas adiviné el final.
Pérez Reverte me gusta como articulista, pero me decepciona como novelista. Me parece que no trabaja bien sus finales, que parecen burdas improvisaciones tras una novela aceptablemente escrita (no digo bien, porque comete errores, pero errores perdonables).
Lo peor es que alguien vio tres libros de Pérez Reverte en mi biblioteca y empezó a regalarme todas sus nuevas novelas, pensando que me gustaba. Las leí, confirmando la decepción primera. Hasta llegar a Alatriste, con ese ya no pude y lo dejé a las pocas páginas.
Un saludo.