Haruki Murakami: ‘Tokio blues, norwegian wood’
Con este libro me enamoré de Murakami. Creo que no hace falta decir mucho más…
El amor y la muerte son para Watanabe dos caras de la misma moneda. Tras vadear en profundidad los meandros de su compañera Nakao, tocar de cerca un corazón ajeno, abrazar la delicada materia de la que están hechos los sentimientos, era inevitable que así fuera. Porque amar a otro es siempre morir un poco uno mismo.
Creía amarla, pero el pasado era un recordatorio palmario y perpetuo de sus carencias mutuas, y el presente, apenas un pozo en el que tirar recuerdos y sueños y mirar cómo caían hacia el fondo, lenta pero inexorablemente. Ella, Nakao, había sido la novia de su mejor amigo, Kizuki, hasta que este se suicidó; y él, Watanabe, se arrastró desde entonces hacia un territorio a medio camino entre el deseo y la inercia. Allí se habían encontrado, en el campo abierto de la locura y la verdad desnuda, con una aceptación impuesta y a ratos desesperada, esquivando los miedos y deslizándose de puntillas sobre su amor, hasta que Nakao fue internada en un centro de reposo, en un intento por preservar los últimos lazos que la unían a la realidad.
Para Watanabe, a partir de entonces, los días discurrirán entre su vida universitaria en Tokio, a la que nunca dejará de sentirse ajeno, sus lecturas y el ritmo regular y constante de sus pensamientos, empecinados en recrear sin descanso los acontecimientos más nimios, los personajes más accidentales. Y si las cartas de Nakao, escasas y exiguas, no logran rescatarlo de su soledad, el verbo fácil y transparente de Midori, caída como del cielo en el campo de acción de su fuerza gravitatoria, se convertirá en el espejo donde la realidad empiece por fin a adquirir consistencia.
Dicen que el primer libro que lees de Murakami se convierte en tu favorito del autor. No sé si es verdad, pero en mí sí se cumple. Tokio blues (cuyo título original es, solo, Norwegian wood, como la canción de los Beatles) fue el primer libro de Murakami al que me acerqué y me quedé fascinada. Y después he seguido leyendo al autor y, aunque algunas de sus otras novelas me han gustado mucho, como Kafka en la orilla, Al sur de la frontera al oeste del sol o After dark, ninguna tanto como esta.
Tokio blues, norwegian wood es un tanto distinta a las demás novelas de Murakami. Quizá porque aquí el componente onírico, fantástico o esa especie de realismo mágico tan presentes, por ejemplo, en Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, no aparecen: esto es un relato más realista, la historia de la educación sentimental del protagonista, a la que se une, en último término, el sentimiento de pérdida implícito en todo proceso de maduración. Amor y muerte unidos mediante una prosa de ritmo tranquilo, pausado, que aporta hondura y sensación de introspección, quizá ayudado por las imágenes, a veces muy plásticas. Un libro muy bello y cautivador. Y, además, con dos interpretaciones del final (que no voy a desvelar aquí, pero que puede dar para una agradable charla entre amigos).
¿Alguien ha leído la novela? ¿Qué os ha parecido? ¿Preferís otros libros de Murakami?
Mónica, antes que nada muy bueno tu blog.
Lo encontré, ya que hoy terminé de leer Kafka en la orilla y necesitaba imperiosamente leer algún tipo de comentario o reseña sobre ese fantástico libro. Aún no se si me gusto o no. Es algo que con el correr de los días lo voy a saber. Es lo bueno de Murakami, que te deja pensando todo el tiempo.
Pero sin embargo, Tokio Blues fue el que mas me gustó. Como bien decís, la ausencia del componente fantástico hacen que la historia sea encantadora. Particularmente los personajes que en todos los libros este autor describe (porque todos tienen las mismas características, sean libros más fantásticos como «reales») me llegan de una manera inusual. Los componentes de soledad, tristeza y cierto misterio hacen que me sienta totalmente identificado.
Creo que es la obra que mas me conmovió de Murakami. La leí hace unos meses, luego de mi vuelta de vacaciones por Japón, donde buscando referencias bibliográficas lo descubrí. Los sentimientos de Watanabe y Noako, como la ingenuidad y alegría de Midori hacen a mi entender el libro perfecto. Con esos finales tipicos de Murakami que te dejan pensando por días y donde te cuesta volver a tomar otro libro.
Si bien este no fue mi primer libro (lo fue Cronicas del pajaro….) lo siento como el que me identifica con Murakami.
Luego dejaré comentarios sobre Kafka en la orilla.
Saludos