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Reflexiones (II)

«En un trabajo de ficción, se da por sentado que hay una mente consciente detrás de las palabras de una página; pero ante los acontecimientos del así llamado mundo real, nadie supone nada. La historia inventada está formada por entero de significados, mientras que la historia de los hechos reales carece de cualquier significación más allá de sí misma».

Paul Auster
Escritor

‘Limpia, fija y da esplendor’

Como es viernes, he decidido traeros algo jocoso al blog, para empezar el fin de semana con buen humor. Hoy os voy a copiar tal cual un artículo de A. Pérez Reverte, cuya columna semanal bien merece una lectura y al que podéis seguir en Twitter (@perezreverte). El artículo en sí es uno de esos textos que circulan por Internet, lo reproduzco tal cual lo publicó Pérez Reverte. Risas aseguradas. 😀

Limpia, fija y da esplendor

Arturo Pérez-Reverte
El Semanal 6/2/2000

Acabo de recibir un e-mail de Pepe Perona, el maestro de Gramática, reproduciendo otro que le ha enviado no sabe quién. Desconocemos el nombre del autor original, así que, en esta versión postmoderna del manuscrito encontrado, me limito a seguir el juego iniciado por mano genial y anónima. El maravilloso texto se refiere a una supuesta reforma ortográfica que va a aplicar la Real Academia, a fin de hacer más asequible el español como lengua universal de los hispanohablantes y de las soberanías soberanistas. Y lo reproduzco con escasas modificaciones.

Según el plan de los señores académicos –expertos en lanzada a moro muerto–, la reforma se llevará a cabo empezando por la supresión de las diferencias entre c, q y k. Komo komienzo, todo sonido parecido al de la k será asumido por esta letra. En adelante se eskribirá kasa, keso, Kijote. También se simplifikará el sonido de la c y la z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamerikanos: «El sapato ke kalsa Sesilia es asul», y desapareserá la doble c, reemplasándola la x: «Mi koche tuvo un axidente». Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas frente a los hermanos hispanoparlantes por su extraña pronunsiasión de siertas letras.

Se funde la b kon la v, ya ke no existe diferensia entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual desapareserá la v y beremos kómo obbiamente basta kon la b para ke bibamos felises y kontentos. Lo mismo pasará kon la elle y la ye. Todo se eskribirá kon y: «Yébame de biaje a Sebiya, donde la yubia es una marabiya». Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia.

La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool. Se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre echo y hecho, y no tendremos ke rompernos la kabesa pensando kómo se eskribe sanaoria. Así ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

Para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá kon doble r: «El rrufián de Rroberto me rregaló una rradio». Asimismo, para ebitar otros problemas ortográfikos, se fusionan la g y la j para ke así jitano se eskriba komo jirafa y jeranio komo jefe. Aora todo ba kon jota de kojer. Por ejemplo: «El jeneral korrijió los korreajes». No ay duda de ke estas sensiyas modifikasiones aran ke ablemos y eskribamos todos kon jenial rregularidad y más rrápido rritmo.
Orrible kalamidad del kasteyano, jeneralmente, son las tildes o asentos. Esta sankadiya kotidiana desaparese kon la rreforma: aremos komo el ingles, ke a triunfado unibersalmente sin tildes.

Kedaran eyas kanseladas en el akto, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bokablo: «Oserba komo komo la paeya». Las konsonantes st, ps, bs o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aproximarnos a la pronunsiasion ispanoamerikana y para mejorar ete etado konfuso de la lengua. Tambien seran proibidas siertas asurdas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano: «¿Ke ora da tu rrelo?», «As un ueko en la pare» y «Erneto jetiona lo aorro de Aguti».

Por supueto, entre eyas se suprimiran las eses de los plurales: «La mujere y lo ombre tienen la mima atitude y fakultade inteletuale».
Yegamo trite e inebitablemente a la eliminasion de la d del partisipio pasado y kanselasion de lo artikulo, impueta por el uso: «E bebio te erbio y kon eso me abio». Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, kedando suprimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia. Adema, y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa ke Birjilio, Tasito y lo otro autore latino rrechasaban, kateyano karesera de artikulo. Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremo komo fubolita yugolabo en ikatola, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma rresultan ma fasile. Profesore terminaran benerando akademiko de la lengua epañola ke an desidio aser rreforma klabe para ke nasione ipanoablante gosemo berdaderamente del idioma de Serbante y Kebedo.

Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Ata ai podiamo yega. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ipanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio y e korason bibifikante de lengua epañola unibersa.

Plurales

¡El equipo del WTF de Microsiervos ataca de nuevo! Hoy nos dejan la foto de una cafetería con una curiosa manera de formar los plurales…

Peculiar cartelería plural

¿Tendrán también 'pastases' y 'bolloses'?

Para empezar el fin de semana con una sonrisa… 😉

Reflexiones (I)

«He hablado de la inutilidad del arte, pero no he dicho la verdad sobre el consuelo que procura. El solaz que me da este trabajo de la cabeza y el corazón reside en que solo aquí, en el silencio del pintor o del escritor, puede recrearse la realidad, ordenarse nuevamente, mostrar su sentido profundo».

Lawrence Durrell
1912-1990
Escritor

¿Me ayudáis?

Llevo unos cuantos días pensando en una frase que me han pedido para la cabecera del blog y no hay manera. Se me ocurren cosillas, pero nada me convence. Y he pensado que quizá vosotros tenéis las mentes más vivas y despiertas que yo y podéis ayudarme con la tarea.

Necesito una frase cortita que resuma qué es este blog (esto es, descriptiva), pero no quiero nada serio y sesudo… ¿Se os ocurre algo? Por favor…

Si tenéis alguna idea, será bienvenida en los comentarios o en la dirección de correo electrónico del blog. ¡Muchas gracias de antemano! 🙂

Truco en Word: autocorrección

En alguna ocasión os he comentado que no soy muy amiga del corrector de Word (sirve para alguna errata y poco más; algún día hablaré de esto largo y tendido). Tampoco me gustan mucho los cambios que Word se saca de la manga a veces, salvo cuando son cambios que yo misma he «pedido».

¿No os pasa a veces que tenéis alguna palabra que se os atraganta? ¿O un fallo que cometáis a menudo? ¿O alguna palabra larga que repitáis constantemente al escribir? Pues para hacernos la vida un poco más fácil en estos casos, tenemos a nuestra disposición una de las herramientas de corrección de Word: las opciones de autocorrección (Windows) o autocorrección (Mac). Como ya sabéis, yo utilizo Word 2004 para Mac, así que los pantallazos son de esa versión (pero es prácticamente igual en otras versiones, incluso de Windows, que lo he comprobado por si acaso). Vamos a ir poniendo ejemplos:

Seguir leyendo…

Porque somos de Bilbao…

Nacer en la capital del mundo marca. Es inevitable. No todo el mundo tiene el privilegio de haber nacido en Bilbao (aunque los de Bilbao nacemos donde nos da la gana); y, cuando se respira Bilbao desde la infancia, el carácter se forja de una manera muy determinada y genuina, que nos hace fanfarrones, orgullosos, generosos… Y, por supuesto, eso se refleja al hablar. ¿Cuántos de vosotros os atreveríais a entrar en una librería y pedir un mapamundi de vuestra ciudad? Eso solo lo hacemos los bilbainos (con diptongo, que es como lo pronunciamos nosotros a pesar de que la RAE se empeñe en decirnos que es hiato y nos coloque la tilde).

Ahora ya fuera de bromas (¿o no lo son?), Bilbao tiene, como todos los lugares, su léxico propio. Palabras que todo bilbaíno entiende, pero que dejarían con la boca abierta a más de un viajero que se acercara a estas tierras… Por eso, y como buena bilbaína que soy, he decidido dedicar este artículo a esos vocablos bilbaínos (y, por ende, vizcaínos), propios, nuestros, que nos caracterizan tanto como la devoción por la Amatxu de Begoña, las salidas a tomar txikitos por las Siete Calles o el fervor por los leones de San Mamés.

Varias consideraciones previas. La primera es que en Bilbao hay dos lenguas oficiales, el castellano y el euskera, y esa convivencia de las lenguas hace que se mezclen con cierta asiduidad; de ahí que muchas de las palabras que veamos sean, en realidad, términos provenientes del euskera. La segunda es que algunas de estas palabras están en pleno uso pero otras van desapareciendo; yo las he tomado del Lexicón etimológico, naturalista y popular del bilbaino neto compilado por un chimbo (1896), de Emiliano de Arriaga (1844-1919). Y, por último, que es habitual ver estas voces con su grafía euskera, pero yo las he tomado tal como aparecen en el Lexicón, adaptadas al castellano (aviso, por si acaso, por si os duelen los ojos al ver Bocho en vez de Botxo).

Bocho: Es como llamamos a Bilbao en Bilbao. Viene de la voz castellana boche y significa ‘cavidad, agujero’. Bilbao, al estar rodeada de montañas, está como en un agujerito, un bocho.

Babasorro: Así es como llamábamos, algo despectivamente, a los oriundos de Vitoria (con los que siempre ha habido cierta rivalidad, aunque nada comparable con la que tenemos con los de San Sebastián; rivalidades sanas, no penséis mal). Viene de la voz vasca babazorro, literalmente ‘vaina de habas’.

Chimbo: A los alaveses no les gustó lo de babasorro y nos empezaron a llamar chimbos, nombre de un pájaro muy frecuente antiguamente en Bilbao. Pero a los bilbaínos, tan orgullosos de sí mismos y sus cosas, les encantó el mote y lo han perpetuado. Y no es esta la única palabra típica de Bilbao que haga referencia a los chimbos. Incluso había un barquito muy famoso (creo que ahora hay otro), que recorría la ría y se llamaba Chimbito. Por no hablar del jabón Chimbo (uno tipo Lagarto).

Chimbera: Ya hemos apuntado que en Bilbao había muchísimos ejemplares de chimbos (aves paseriformes de la familia Muscicapidae, género Sylvia). Era costumbre ir a cazarlos para después consumirlos por su agradable sabor. Los chimbos se cazaban con la chimbera, que es como llamamos a la carabina o escopeta de aire comprimido.

Chirene: Adjetivo que se le atribuye al bilbaíno gracioso, con salero, siempre orgulloso de ser de Bilbao. Las ocurrencias de los chimbos chirenes serían las chirenadas.

Goitibera: Es un carrito, fabricado artesanalmente, normalmente de forma triangular y con tres ruedas. Son, aún hoy, muy populares las carreras y bajadas de goitiberas siempre que hay un festejo. Goitibera viene del euskera, goitik behera, literalmente ‘de arriba abajo’.

Tripaundi: Significa ‘tripa grande’. Es como llamamos al típico bilbaíno tripón, glotón, gastrónomo insaciable. Y es que ya se sabe que comer bien, en Bilbao, es una religión.

Mocordo: Porque comer mucho tiene sus consecuencias… Os copio lo que decía Emiliano de Arriaga: «(Del eusk. mokordo). Humana defecación, siempre que sea producto de persona robusta y sanota y aparezca según su calibre ya a modo de chorizo, de morcilla, o de lingote ligeramente curvo, bien enjuto y solidificado…». Sin comentarios. Perdonad que me haya puesto tan escatológica (aunque era divertida la definición, ¿no?). Esta palabra es conocidísima en Bilbao y, de hecho, poca gente sabe cómo llamar a semejante elemento en castellano (mojón, por cierto).

Sirris: En palabras de Emiliano de Arriaga: «Hacer sirris a una muchacha es pasar la mano disimuladamente o no, haciéndole caricias o carantoñas más o menos intencionadas».

Ganorabako: Del euskera, ganora, ‘modo, manera’, y bako, ‘sin’. Es la persona sin cabeza ni fuste para nada.

Coitao: Viene de cuitado y es el buenazo, inofensivo…

Sinsorgo: Es mi favorita, la empleo muchísimo. Es la persona insustancial y de poca formalidad. Las cosas que hacen los sinsorgos son sinsorgadas.

Arrecho: Según de Arriaga, «bien portado, entero, varonil y enérgico».

Arlote: Aunque es palabra castellana, con el significado de ‘descuidado, desaseado’ o de ‘bribón, holgazán’, en Bilbao se le añadió una nueva acepción y se aplicaba el término a quienes se ponían el mundo por montera…

Pitolerdo: Esta también se utiliza en mi familia. Es el que se pasa de lerdo, es decir, el archilerdo.

Hay muchas más y, por supuesto, muchas no son exclusivas de Bilbao, se han ido extendiendo. Espero haberos sacado alguna sonrisilla. Y si en vuestros lugares de origen tenéis palabras propias, contádnoslas en los comentarios.

Firmas invitadas

¿Os apetece participar aún más activamente en el blog? Se me ha ocurrido que quizá a alguno de vosotros le gustaría ser firma invitada y escribir sus propias entradas. ¿Os parece buena idea? Me encantaría compartir este espacio con vosotros…

Si alguien se anima, yo, encantada. He pensado que podríamos empezar con reseñas de libros, para no liarnos demasiado. Podríais mandarme vuestras reseñas a la dirección de correo electrónico del blog, blog@mobas.es, y, si queréis, yo las corrijo y las publico (con vuestra firma). Dadle vueltas y, en serio, ¡animaos!

Por si acaso, me veo obligada a aclarar que me reservo el derecho de publicar las reseñas; y tengo que advertir asimismo que no habrá remuneración alguna por participar (al menos de momento, quién sabe qué ocurrirá en un futuro).

Os doy las gracias de antemano a todos los que os animéis. ¡Espero vuestras reseñas!

Corregirse a uno mismo

La semana pasada, una amiga me comentaba lo difícil que le resulta corregir sus propios textos. Nunca hemos tratado este tema en el blog y creo que puede resultar interesante, porque es un hecho que, al autocorregirnos, incurrimos en muchos más errores. Creo que aquí no hay trucos mágicos, pero sí os voy a contar lo que yo hago:

1) Conviene usar el corrector ortográfico ¡aunque sin fiarnos! Igual es una perogrullada, pero a mí a veces se me olvida que existe esta herramienta (quizá porque no me parece muy buena, pero eso es otro tema). Aunque no es, ni mucho menos perfecto, quizá pueda avisarnos de alguna errata.

2) Hay que intentar reposar el texto. Desde el momento en que se escribe hasta que se corrige, es conveniente que pase algo de tiempo. Si es posible dejarlo hasta el día siguiente, mejor, sobre todo si tenemos la sensación de que, al haberle dado tantas vueltas, casi nos sabemos el texto de memoria.

3) Resulta oportuno, asimismo, intercalar la lectura de textos de muy diversa temática. Es como un cambio de aire para la mente, un respiro… Después cogeremos nuestro texto descansados y con más ganas (lo que se traducirá en más atención).

4) Por supuesto, si tenemos la posibilidad de pasar el texto a otra persona después de haberlo corregido nosotros, mejor. Cuatro ojos ven más que dos… ¡Pero a ver a quién se lo damos! Lo siento, pero no todo el mundo sirve para corregir (y esto, por muy duro que sea, hay que tenerlo en cuenta).

Técnica Pomodoro

No es ningún secreto que, en mi profesión, la concentración es clave. Cualquier distracción (y hay muchas) puede hacer que pasemos por alto una errata, por ejemplo, y eso echaría por tierra nuestro trabajo. Sin embargo, no podemos pasar mucho tiempo seguido leyendo y corrigiendo, porque es imposible mantener niveles de atención altos continuamente.

¿Qué podemos hacer? Pues, por ejemplo, emplear la técnica Pomodoro a la hora de trabajar. Es sencilla, se puede empezar a aplicar en cualquier momento y apenas requiere aprendizaje.

Técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro se llama así por los temporizadores de cocina con forma de tomate (pomodoro en italiano). Realmente, para ponerla en práctica, sirve cualquier temporizador (incluso software que realice la misma función); de todas formas, la medida de tiempo en esta técnica se denomina pomodoro, así que voy a ser fiel a la terminología y hablaremos, por tanto, de pomodoros.

Estas son las cinco reglas básicas de la técnica Pomodoro:

  1. Elegir una tarea que haya que completar. Si una tarea es muy larga, dividirla en varias más cortas.
  2. Ajustar el temporizador (25 minutos). Un pomodoro equivaldrá siempre a 25 minutos.
  3. Trabajar, sin preocuparse de nada más, en la tarea elegida hasta que suene la alarma del temporizador. No hay que estar pendiente del tiempo.
  4. Cuando suene la alarma, tomarse un descanso de unos 5 minutos. Es importante no pensar en la actividad que se ha estado realizando; se trata de desconectar por completo.
  5. Cada cuatro pomodoros, hacer un descanso más largo, de una media hora por lo menos (es decir, cada dos horas).

Lo importante es concentrarse en esos 25 minutos en la tarea sin que lo demás importe… Es una buena manera de fijar la atención en el trabajo y gestionar nuestro tiempo. Además, 25 minutos no es un lapso excesivamente largo, con lo que no produce ansiedad por tener que pasar mucho tiempo concentrados en algo (que no siempre nos apetece hacer).

La técnica es algo más compleja. Os recomiendo que visitéis su página web y que os descarguéis gratuitamente el libro que explica la técnica completa (podéis encontrar, por ejemplo, cómo lidiar con distracciones, llamadas telefónicas, etc.).



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