Entradas archivadas en Corrección

‘Sah’

Hace unos años hice una prueba escrita de corrección para una editorial en la que tenía que corregir varios textos muy distintos entre sí. Había una receta de cocina, un trabalenguas para niños, un texto sobre algún deporte y, por fin, uno sobre historia del arte. Todos tenían truco, sobre todo el último, que hablaba sobre Persia y donde se podía leer todo el tiempo que el sha había mandado construir tal o cual cosa. Obviamente, era incorrecto: aunque todo el mundo piensa que se escribe sha y se ve de esta guisa en todo tipo de medios, la grafía correcta en castellano para referirse al rey de la antigua Persia es sah (que es la transcripción adecuada en español de la voz persa).

Por cierto, conseguí el trabajo…

¿Cómo diferenciamos ‘ha’ y ‘a’?

Hay un truco muy sencillo para saber si tenemos que escribir ha (del verbo haber) o a (preposición). Lo más fácil es pasar la frase al plural: si tenemos que añadir una -n al final (es decir, si se convierte en han), es que lleva hache; si al cambiarla al plural sigue siendo a, se escribe sin hache.

Es un anuncio que ha dado mucho que hablar → Son unos anuncios que han dado mucho que hablar.

El director acudió a recoger el premio → Los directores acudieron a recoger los premios.

La última novela ha vuelto a poner de moda esa leyenda → Las últimas novelas han vuelto a poner de moda esas leyendas.

Regla ortográfica (IX): ‘-bundo’ y ‘-bunda’

Se escriben con b las secuencias -bundo y -bunda. Ejemplos: vagabundo, moribunda, nauseabundo.

¿Dos ces o una?

¿Cómo podemos saber si una palabra terminada en -ción se escribe con dos ces o con una?

Hay un truco que funciona en casi todos los casos. Si otras palabras de la misma familia tienen una ce al final de la raíz (direc-to), entonces se escribe con dos (direc-ción). En cambio, si no la tienen (discre-to), se escribirá solamente con una (discre-ción).

Absoluto → Absolución
Objetar  → Objeción

Redactar → Redacción
Fractura → Fracción

Otra perlita

Los chicos de Microsiervos atacan de nuevo. Os dejo directamente el enlace a su hallazgo… (no sé si ponerme a reír o a llorar).

Si queréis que os duelan los ojos, pinchad aquí.

Las ingles

Me hago eco de una foto aparecida en el WTF de Microsiervos (para empezar la semana con buen humor):

Dependienta ingles

Dependienta con ingles

Como decían en Microsiervos, solamente les falta poner «Absténganse mujeres sin piernas». ¿Alguien duda a estas alturas de lo importantes que son las tildes?

Más tildes que me molestan

Esto, eso y aquello no llevan tilde nunca.

Creo que ver la tilde en ti y en esto —junto con las arrobas para marcar diferencias de género— es lo que más me saca de mis casillas cuando estoy leyendo…

Dobles espacios

Algo muy fácil de corregir —lo puede hacer todo el mundo— y cuyos resultados pueden llegar a ser muy vistosos son los dobles espacios. Un doble espacio ocurre, como su nombre indica, cuando en vez de haber un único espacio entre palabra y palabra, hay dos. A pesar de que pueda parecer una tontería, los dobles espacios dan mala imagen, porque crean demasiados «blancos» a la hora de leer. Cada vez que leo algo con dobles espacios —incluso triples a veces—, tengo la sensación de encontrarme ante un texto mal acabado, me viene una sensación de dejadez y pasotismo. Quitar los dobles espacios es una de las tareas de los correctores. Y, si estamos ante un ordenador, es tan fácil eliminarlos, que cualquiera puede hacerlo. Os invito a incorporar la rutina siguiente a la hora de escribir cualquier texto.

Como la mayoría de la gente emplea Word a la hora de escribir, voy a ir ilustrando todo con pantallazos de mi propio procesador de textos. Tened en cuenta que uso Word 2004 para Mac —que es prácticamente igual que el de Windows—, no la última versión. De todas formas, no creo que haya diferencias importantes entre una versión y otra para lo que vamos a hacer.

Imaginemos que tenemos un texto en nuestro procesador. En este caso, he elegido el típico Lorem ipsum:

Lorem ipsum

'Lorem ipsum'

En el texto hay varios dobles espacios —y uno triple—. A veces no es sencillo verlos a simple vista —yo tengo el ojo muy entrenado y tengo que reconocer que se me escapan muy poquitos—. Os recomiendo que activéis en Word los llamados invisibles para que los localicéis más fácilmente. En Mac se activan pulsando sobre el botón ¶.

Mostrar u ocultar

Mostrar u ocultar

Mostrar activado

Mostrar activado

Al activar los invisibles, aparecen unos puntitos en lugar de los espacios. Si veis dos o más puntos seguidos, hay que corregirlos.

Texto con invisibles marcados

Texto con invisibles marcados

Os voy a marcar en amarillo los dobles (y triples) espacios.

Dobles espacios marcados

Dobles espacios marcados

Todo lo anterior no es necesario realmente para corregirlos. Os lo he mostrado para que tengáis claro dónde están los dobles espacios en nuestro ejemplo. Lo que sí tenemos que hacer es ir a Buscar/Reemplazar. Al menos en Mac está en Edición > Reemplazar.

Edición > Reemplazar

Edición > Reemplazar

Nos aparecerá una pantalla en la que tendremos que introducir el texto que queremos buscar (en este caso, deberemos pulsar la barra espaciadora dos veces) en el campo Buscar y el texto que queremos que aparezca en el campo Reemplazar (en nuestro ejemplo, pulsaremos una vez la barra espaciadora).

Buscar-reemplazar

Buscar-reemplazar

Ahora tendremos que elegir el botón de la izquierda: Reemplazar todos. Word reemplazará todos los dobles espacios que encuentre y nos dará la información pertinente de cuántos ha cambiado por un único espacio.

Resultado del reemplazo

Resultado del reemplazo

Como vemos, se han producido cuatro reemplazos. Este es el resultado en nuestro texto. Como podemos apreciar, en las marcas amarillas ya solamente hay un espacio.

Resultado en el texto

Resultado en el texto

Pero también teníamos un triple espacio. Word solamente habrá quitado uno de esos tres espacios, con lo que se ha convertido ahora en uno doble. Está marcado en azul en la imagen anterior. Habrá que repetir el procedimiento anterior —Edición > Reemplazar: Buscar-reemplazar, Reemplazar todos—. Y habrá que hacerlo tantas veces como sea necesario —hasta que Word nos diga que no ha llevado a cabo ningún reemplazo: querrá decir que ya no queda ningún doble espacio—.

Cero reemplazos

Cero reemplazos

Y aquí está nuestro texto arreglado. Quizá en un fragmento tan corto no se aprecie demasiado la diferencia entre el primero y este, pero creedme que se agradece mucho al leer textos más largos. Y, al final, es una cuestión de imagen: siempre es preferible cuidar estos detalles. No cuesta nada —aquí explicado parece muy farragoso, pero lleva tres segundos— y se gana mucho. De nuevo os invito a que empecéis a hacerlo siempre que acabéis de escribir cualquier cosa…

Texto final

Texto final

Comillas

Os comenté hace algún tiempo que iba a escribir alguna entrada para explicar el uso de las comillas. En este primer artículo de la serie (van a ser unos cuantos), voy a exponer los tipos de comillas que hay y reglas ortotipográficas generales sobre las comillas. En los siguientes, nos centraremos en el uso de cada uno de ellos.

En castellano existen tres tipos diferentes de comillas. En primer lugar tenemos las latinas, españolas, angulares o de pico (se conocen por todos estos nombres), que, como podréis imaginar, son estas: «xxx». Después, las más utilizadas (aunque no del todo correctamente), son las inglesas o dobles: «xxx». Y, por último, tenemos las comillas simples: ‘xxx’.

Las comillas se escriben pegadas a la primera y última palabra del período que enmarcan.

Lo puedes encontrar en el capítulo « Intrahistoria y costumbrismo ». ×
Lo puedes encontrar en el capítulo «Intrahistoria y costumbrismo». √

Cuando lo que va entrecomillado constituye el final de un enunciado o texto, debe colocarse punto detrás de las comillas de cierre incluso si delante de las comillas va un signo de interrogación o exclamación:

Me dijo: «La semana que viene me cojo vacaciones.» ×
Me dijo:  «La semana que viene me cojo vacaciones». √

Me dijo: «¡Qué bien se come en este restaurante ×
Me dijo: «¡Qué bien se come en este restaurante!». √

Esto último es una norma relativamente reciente de la RAE, porque la tradición ortotipográfica española sigue una regla distinta. Pero la RAE aquí no deja dudas y su sistema es mucho más sencillo que el marcado por la tradición (que no explico, porque no merece la pena, solo conseguiría liar las cosas), así que se debe emplear como en los ejemplos anteriores.

Continuará…

Días de la semana

No debe usarse mayúscula inicial en los días de la semana, que irán en minúscula. Solo se escriben con mayúscula cuando forman parte de fechas históricas, festividades o nombres propios. Ejemplo: Viernes Santo.

El Sábado hemos quedado para ir a cenar al nuevo japonés. ×
El sábado hemos quedado para ir a cenar al nuevo japonés.

Fuimos a visitar Sevilla para las procesiones de Jueves Santo. √



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