Uno para aprender a perder (30 libros)
Hoy, obligatoriamente, tengo que hablar de La tregua de Benedetti, el libro con el que más he llorado en mi vida. Fue una novela que me removió absolutamente todo por dentro y me hizo pensar mucho. De hecho, pensé tanto… que le hice leer el libro a una persona muy cercana a mí precisamente para que se diera cuenta de que en la vida, queramos o no, se pierde y hay que aprovechar las épocas buenas. Y, aun así, no supo valorar lo que tenía entonces. Y, claro, ha perdido…
Martín Santomé, viudo con tres hijos, en las vísperas de su jubilación comienza a registrar en un diario su vida gris y sin relieve. La vida cotidiana de la rutina en la oficina y la de un hogar desunido y crispado se verán alteradas cuando irrumpe en su rutina la joven Laura Avellaneda, su nueva empleada. Y este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso.
A quien no haya leído el libro le recomiendo que vaya a una librería ahora mismo, lo compre, lo devore, llore y, sobre todo, que deje de leer aquí, que igual se me escapa un poco de la historia. Aviso por si acaso…
Por desgracia, la vida decidió enseñarme lo que era la pérdida siendo yo aún muy joven. Y he sido muy consciente de ella, de que está ahí, dispuesta a acecharnos en cualquier momento, desde entonces. Pérdida de seres queridos, pérdida de amor, pérdida de cosas que nos gustan y nos hacen bien… Por eso hay que aprovechar las treguas cuando llegan, vivirlas a tope, ilusionarse al máximo. Al menos a Martín siempre le quedará el recuerdo mágico del tiempo que la vida le regaló con Laura, de esa tregua. Y nos invita a reaccionar, a aprovechar nuestras oportunidades, a disfrutar… Yo hoy me quedo con el recuerdo tierno y cariñoso de la última tregua que me brindó la vida. Ojalá llegue otra pronto, muy pronto.
Bueno, tras esta entrada un pelín más personal de lo habitual (a veces yo también me pongo tontorrona, que una no es de piedra), os paso la pelota. ¿Libros para aprender a perder? Os esperan los comentarios…
Precisamente este de Benedetti lo tengo pendiente desde hace tiempo. Creo, además, que ahora es un momento perfecto para leerlo. ¡Me lo apunto!
En mi caso, para aprender a perder no recomendaría un libro, sino un poema. «The love song of J. Alfred Prufrock», de T. S. Eliot.
¡Un abrazo!