J. R. Moehringer: ‘El bar de las grandes esperanzas’
Me alegra que la primera reseña de este año sea justo de El bar de las grandes esperanzas, de J. R. Moehringer, porque es una gran recomendación.
J.R. creció con su madre, pues su padre los abandonó cuando J.R. no había pronunciado su primera palabra. Él, sin embargo, sabe quién es su padre: un DJ de Nueva York que tiene un programa de radio y cuya voz J.R. escucha con la oreja pegada al aparato. Hasta que un día la voz desaparece del aire y J.R. se queda sin nadie a quien escuchar. Encontrará refugio en el amor de su madre y en el Dickens, el bar de su barrio, un sitio donde poetas, policías, apostadores, soldados, boxeadores y estrellas de cine tienen una historia que contar. Allí, entre todas esas voces que lo cautivan como en un sueño, J.R. podrá darle voz a su propio destino y podrá forjarse, también, una identidad. Conmovedor y emocionante, firmado por un premio Pulitzer, El bar de las grandes esperanzas es un libro hermoso que puede leerse como una novela de aprendizaje o como una historia apasionadamente sincera y real.
Fue una de mis últimas lecturas de 2015 y no os podéis imaginar cómo la disfruté. A pesar de su extensión, se me hizo cortísima y me quedé con ganas de más anécdotas de ese bar, ese lugar de encuentro que, casi, se convierte por derecho propio en un personaje más. Un espacio donde convive todo tipo de personas y que verá crecer al protagonista (y narrador) de la novela: J. R.
El bar de las grandes esperanzas narra la vida de J. R. desde que este es un niño hasta su edad adulta. Y en todo ese recorrido, los parroquianos del Dickens (que luego cambiará el nombre a Publicans), encabezados por su propio tío, van a ser sus grandes acompañantes al convertirse en una segunda familia para él. Porque, desde que de niño se dedica a buscar la voz de su padre por diversas emisoras de radio, hasta que, ya adulto, es un borrachín más que se deja la piel por un puesto en el New York Times, lo único que no cambiará en la vida de J. R. es el bar, su punto de referencia.
Una novela tierna, llena de sentido del humor y de «sabiduría de la calle», que aborda cualquier prisma de la condición humana gracias a la gran variedad de personajes que deciden pasar su tiempo en el bar. Lo peor de la novela: en mi opinión, ese título horroroso a pesar del juego de palabras (la novela Grandes esperanzas de Dickens). El resto, de lo más recomendable.
¿Alguien ha leído ya la novela? ¿Qué os ha parecido? Tenéis, como siempre, los comentarios para expresar lo que queráis.
A mí me lo recomendó una compañera hace tiempo. Está en el kindle esperándome.