Un libro ‘déjà-vu’ (30 libros)
Un libro déjà-vu, es decir, uno que te dio la impresión de que ya lo habías leído. Yo hoy elijo Los recuerdos, de David Foenkinos.
Cuando su abuelo muere, el joven narrador se da cuenta de la cantidad de cosas que no ha compartido con él. Decide entonces aprovechar al máximo el tiempo junto a su abuela. La visita a menudo y consigue espantar su soledad y hacerla reír. Pero un día, como si de una adolescente se tratara, la abuela se fuga de la residencia e
Que conste que he elegido este libro porque ha sido uno de los últimos de este tipo que he leído. Y es de David Foenkinos, pero podría ser también de Anna Gavalda o de Katherine Pancol o de Marc Levy (ay, me estoy dando cuenta según escribo esto de que son todos franceses). Las novelas de estos autores, que se meten en ese impreciso saco de la novela de sentimientos, son bastante parecidas entre sí. Ya sabes lo que te vas a encontrar: una historia amable (no necesariamente amorosa) con final feliz.
Ojo, no seré yo quien critique estos libros, que ya sabéis que me divierten muchísimo y que son maravillosos para cuando estoy con libros muy enjundiosos de trabajo y no me apetece meterle mucha tralla al cerebro. Son los perfectos libros de playa, además. Pero es cierto que, cuando has leído unos cuantos, te suena todo (como ocurre con cierto tipo de películas también).
Os toca. ¿Habéis tenido esa sensación de «ya he leído algo muy parecido» alguna vez? Los comentarios (y Twitter) os esperan…
Bueno, tiro la granada y salgo corriendo…
comenzando a leer «La casa de los espíritus» de Isabel Allende, y en trance de no saber disfrutarlo, tuve que rápidamente dar el paso de «perdonarle» su enorme parecido a «Cien años de soledad». Parecido que me avasalló y casi no me deja avanzar, pues en un momento me molestó mucho.
Hecha a un lado la molestia y disculpada la «inspiración prestada», fue una historia que leí con mucho placer. Y desde entonces me arrogué el derecho de una única represalia: a todo el que escucho que leyó este libro y no el de Gabriel García Márquez, le digo: «ahora te toca leer el original».
¡Saludos!