Un libro que te hizo cambiar de idea (30 libros)
La categoría de hoy me ha parecido complicadísima y creo que voy a hacer trampas. Pero pocas. Al final, hoy voy a hablar de Hace cuarenta años, de Maria van Rysselberghe.
Como ya comenté lo que me pareció este libro allá por enero cuando lo leí, os remito a la entrada pertinente si queréis saber de qué va. Y así puedo explicaros por qué he escogido este libro.
En general, soy una persona con ideas bastante definidas en todos los aspectos de mi vida. Y, aunque hay cambios (todos evolucionamos), estos suelen ser «a pasitos». Debo reconocer que nunca he leído nada que me haya hecho cambiar de idea política o de religión o mis ideas sobre cualquier tema que os podáis imaginar. Así que, realmente, la categoría de hoy debería quedar desierta para mí. No es mediante una sola lectura como cambio yo de ideas. Quizá muchas juntas ayuden, pero una…
Y hay ideas, que por muchas cosas que me pasen y por mucho que yo evolucione, no cambian. Mi padre solía decirme que, a veces, soy más papista que el papa. Y hay un tema en el que no me bajan del burro ni por casualidad: el asunto de la infidelidad. No entiendo que nadie sea infiel. Así de simple. Si se llega a cierto punto, o se intenta arreglar o cada uno por su lado; pero mentir, engañar e, incluso, humillar a tu pareja, a la persona que más quieres teóricamente… no va conmigo. No lo entiendo, no me entra en la cabeza.
No obstante, de repente me veo leyendo este libro. Y me quedo perpleja al comprobar que estoy empatizando con una historia de amor que, en el fondo, es todo lo que yo rechazo: es un engaño, es una mentira… Pero es un gran amor. Enorme. ¿Se puede querer a dos personas a la vez? Menudo dilema. Le estuve dando vueltas durante días.
Por supuesto, no cambié de idea (de ahí que considere que estoy haciendo trampas hoy). Sigo pensando lo mismo en cuanto a la fidelidad (y la lealtad). Pero sí que empaticé con los protagonistas y me vi deseando que ese amor tan auténtico triunfara. Y si el resto de los implicados sufría, pues que sufriera. Ellos merecían estar juntos y quererse… Aunque solo fuera por esta vez, que la infidelidad tuviera una buena recompensa.
Os toca. Seguro que os ha costado menos que a mí. ¿Qué libro os hizo cambiar de idea sobre cualquier cosa? Espero vuestros títulos.
Buenos días, Mónica:
Me pasa un poco como a ti… No es que este libro me hiciera cambiar de opinión, pero el personaje principal al que al principio rechazo, una mujer frívola preocupada exclusivamente por no perder la juventud, llega a despertarme una gran lástima y compasión. Es víctima de ella misma, y está dispuesta a hacer, y lo hace, todo lo que sea necesario para mantener esa falsa juventud que, más tarde o más temprano, la abandonará.
El libro del que hablo es «Jezabel», de Irène Némirovsky.
Un beso.