Svetlana Alexiévich: ‘Los muchachos de zinc’
Tengo la sensación de que no me he pasado por el blog en meses (no es cierto), pero sí que lo he tenido a medio gas: primero por mucho trabajo y después por vacaciones. Y vuelvo de mis vacaciones con una recomendación inusual en mí: un libro en el que he trabajado. Hace poquitas semanas os sugerí la lectura de La guerra no tiene rostro de mujer, de Svetlana Alexiévich, y hoy repito con el último libro publicado de la Premio Nobel de Literatura: Los muchachos de zinc (Debate).
Entre 1979 y 1989 un millón de tropas soviéticas combatieron en una guerra devastadora en Afganistán que provocó más de 50.000 bajas y acabó con la juventud y la humanidad de varias decenas de miles de soldados más. Los muertos soviéticos volvían a casa en ataúdes de zinc sellados mientras el Estado no reconocía ni la mera existencia del conflicto.
Los muchachos de zinc generó una inmensa polémica y mucha indignación cuando fue publicada originalmente en la Unión Soviética: las críticas acusaron a su autora de haber escrito un «texto fantasioso lleno de injurias» y de ser parte de «un coro histérico de ataques malignos». En el libro, Svetlana Alexiévich presenta el testimonio cándido y emocionante de los oficiales y los soldados rasos, de las enfermeras y las prostitutas, las madres, los hijos y las hijas que describen la guerra y sus duraderos efectos. El resultado es una historia turbadora por su brutalidad y reveladora en su parecido a la experiencia estadounidense en Vietnam y más tarde en Irak y el mismo Afganistán.
Svetlana Alexiévich expone la verdad de la guerra afgano-soviética: la belleza del país y los brutales abusos del ejército, las muertes y las mutilaciones, la profusión de productos occidentales, las vidas humilladas y destrozadas de los veteranos. Los muchachos de zinc ofrece una perspectiva única, desgarradora e inolvidable sobre la realidad de la guerra.
Hace un par de meses os conté que estaba trabajando en un libro que me estaba pareciendo una auténtica maravilla y que, a pesar de que rara vez hablo de los libros que corrijo, iba a hacer una excepción. Bien, me refería a Los muchachos de zinc, uno de esos libros tan incómodos como necesarios en esta sociedad enferma en la que vivimos.
Los muchachos de zinc sigue la línea de otros libros testimoniales de la autora bielorrusa, quien cede su voz a los más débiles para reivindicar, en este caso, la inutilidad de la guerra. Es la guerra afgano-soviética, pero podría ser cualquier otra. Excombatientes, madres, viudas, enfermeras… todos encuentran en este libro su espacio para exponer sus vivencias más íntimas en relación con la guerra: sus pérdidas, su dolor, sus desesperanzas.
Svetlana Alexiévich fue llevada a juicio tras la publicación de esta obra. Si queréis saber cómo funcionaba la maquinaria soviética, tenéis las transcripciones del juicio en la parte final del libro. Interesantísimo.
¿Habéis leído a Alexiévich? Yo no dejo de recomendarla desde que cayó en mis manos. Lectura imprescindible. Podéis, como siempre, comentar lo que queráis…
Cuando le dieron el Nobel, pensé «un nobel a otro periodista». Después de ver tu reseña, he investigado sobre la autora y su obra, y me he convencido de que merece la pena. Aunque creo que es tan dura, que hay que estar fuerte emocionalmente para leer algo suyo.
Porque los hombres, y los gobiernos, son implacables.