William Kotzwinkle: ‘El nadador en el mar secreto’
Leí el libro del que os voy a hablar hoy, El nadador en el mar secreto, de William Kotzwinkle, hace más de un año. Y os prometo que he necesitado que pasaran todos estos meses para poder sentarme a escribir sobre él.
El nadador en el mar secreto es la historia del arduo nacimiento de un niño contada por su padre. El lenguaje poético de su narración y una contenida emoción se funden para proyectar un potente sentimiento de amor y a la vez de aceptación de una realidad no deseada.
Noventa páginas. Esa es la extensión del primer libro de la colección «Los ineludibles» de la editorial Navona. Y si su editor dice que esto es una novela ineludible, yo le hago caso y la leo. Y estas noventa páginas me dejan en un estado tal que soy incapaz de hablar de ellas. Sí que he recomendado el libro (aunque me he cuidado mucho de no sugerírselo a ciertas personas de mi entorno), pero no he ido más allá.
Es uno de esos textos que te retuercen por dentro. No quiero engañar a nadie: es tristísimo. Quizá por eso he necesitado un tiempo para asimilarlo, incluso para olvidar un poco la conmoción que me produjo su lectura (en un viaje a Madrid, intentando aguantarme las lágrimas para que no me viera llorar todo el mundo) y poder hablar abiertamente de esta historia dura donde las haya (historia que no os voy a contar). Tampoco quiero llevaros a error: es muy triste, sí; es muy duro, sí; pero aquí no se cae en ningún momento en ningún tipo de sentimentalismo trasnochado y cursi. Todo lo contrario: narrado con un lenguaje poético, encontramos las palabras justas para que el lector sienta, se conmueva, se compadezca… pero sin recrearse en lo doloroso (porque la historia ya es suficientemente dolorosa por sí misma). Nos quedamos con su belleza desgarrada, con la vida, con la muerte, con los silencios, con las miradas y, sobre todo, con ese continuar adelante a pesar de todo. Y con esa voz masculina, como elemento, quizá, diferenciador de esta novela (por su temática, una voz femenina nos sorprendería menos) y que le aporta una dimensión, en mi opinión, más cercana y, al mismo tiempo, universal.
Definitivamente, es una joya bastante desconocida y escondida. Y cuando un editor apuesta por novelas así, hay que agradecérselo. Porque, como dice una gran amiga mía, algunos libros son milagros. Y este lo es.
Seguro que más de uno ha leído esta pequeña maravilla. ¿Compartís vuestra opinión sobre el libro con nosotros en los comentarios? Quienes no lo hayáis leído podéis también decirnos si este tipo de lectura tan impactante emocionalmente os llama la atención. Ya sabéis, podéis decir lo que queráis.
Sin duda tiene un gran título y por lo que dices me apetece mucho leerlo, pero a la vez me da un poco de miedo,es q eso que has dicho de que se te «retuerce» por dentro ha sido muy descriptivo de Dios! jeje
Me lo apunto como siempre!