Jeanette Winterson: ‘La pasión’
La pasión es el primer libro que he leído de Jeanette Winterson y tengo que reconocer que me ha maravillado. ¡Es muy bueno! Os copio la sinopsis, aunque, sinceramente, yo pasaría y leería la novela sin saber nada de ella (que es lo que hice yo, por cierto).
Estamos en Venecia y corren los años en que Napoleón arrasa Europa con sus ejércitos. Henri, un joven cocinero al servicio del general, se enamora perdidamente de Villanelle, una hermosísima criatura de pelo rojizo y pies deformes, que conoce como nadie los secretos de las góndolas y las salas de juego donde los nobles del lugar apuestan su fortuna entre sonrisas y frases galantes…
Esa, que podría ser la trama de una novela histórica al uso, en manos de Jeanette Winterson se convierte en un material precioso, capaz de transformar Venecia en una ciudad nueva, hecha de palabra y luz. En ese lugar, donde la emoción es tan viva como el agua, los jóvenes enamorados aprenden a desgranar su pasión por vías insólitas y arriesgadas que ponen en tela de juicio lo que creíamos saber del sexo y el amor.
Publicada en 1986, esta fue la novela que consagró a Winterson como una de las autoras más originales del panorama narrativo de nuestro tiempo.
«La pasión no habla de la Historia con mayúsculas; tampoco es una novela romántica… Lo que quise fue hablar de un mundo peculiar que sirviera de espejo secreto para perfilar y multiplicar las posibilidades de nuestro propio mundo. Basta con mirarse en este espejo, y ahí estamos, ubicados en otro tiempo y otro lugar, y con otra vida entre manos», Jeanette Winterson.
Me cuesta muchísimo escribir sobre esta novela. Tengo la sensación, como ya me ha ocurrido alguna otra vez, que intentar siquiera expresar mi opinión sobre ella estaría «manchando» esta tremenda historia. Una historia preciosa y muy de cuento (a pesar de su cierta dureza): ¿se puede recuperar un corazón perdido por una pasión con ayuda de otra persona? ¿Se puede perder todo? ¿Se puede dejar todo de lado? ¿Se puede sobrevivir a la pasión? Tendréis que leer la historia de Villanelle para descubrirlo. Y no os voy a contar más. Es espléndida (¿verdad, Stephen?). Si yo fuera vosotros me haría con un ejemplar de La pasión a ciegas y, sencillamente, me pondría a leer (exactamente lo que hice yo). Estoy convencida de que la vais a disfrutar y os va a emocionar seguro.
(Por cierto, os cuento un cotilleo. Esta novela fue, en el momento de su publicación, la comidilla en los círculos literarios [aunque las razones fueran extraliterarias] por ser, a su vez, reflejo de un increíble triángulo amoroso entre cierta agente literaria y dos escritores, Jeanette Winterson y Julian Barnes).
Nada más por hoy. Si alguien la ha leído y quiere contarnos qué le ha parecido, tiene los comentarios abiertos. Y si quienes no la habéis leído queréis decir cualquier cosa, pues ídem.
La Winterson, aunque mate conejos, obró un milagro (¿es este el verbo adecuado?) con este libro. Y poco más que añadir.
Que lo lea todo el mundo, que es alucinante. La pasión hecha novela. Un sopapo de lo que significa, en verdad, LITERATURA.