Un libro que no hayas devuelto a su propietario (30 libros)
Hoy lo tengo facilisimo, porque solo hay un libro que no he devuelto: El metro de platino iridiado, de Álvaro Pombo.
El matrimonio de Martín y María, y el proyecto de vida que llevan a cabo, apareja inevitables consecuencias en su entorno inmediato. Gonzalito, el hermano de María, al principio fascinado por la personalidad de su cuñado, profesor de filosofía y escritor, se ve impulsado a huir a Londres para conocerse a sí mismo y asumir sus propias pulsiones emotivas. Virginia, la frívola amiga de María, contrae un precipitado matrimonio con un empresario argentino vinculado a los negocios internacionales. Una tragedia familiar determina que todos confluyan en la casa paterna de María: Gonzalito, en angustioso conflicto interior tras su exilio londinense; Virginia, tras el melodramático fracaso de su experiencia conyugal; Pelé, hijo de María y Martín, involucrado en una ambigua y secreta relación con su tío; y los propios María y Martín, cuyas relaciones afectivas se han ido desnaturalizando poco a poco y guardan escasa vinculación con las expectativas de épocas pasadas. En efecto, han transcurrido muchos años y todo ha cambiado aun a despecho de la persistente voluntad de reflexión que distingue a los protagonistas, que ahora convergen hacia un dramático desenlace movido por los hilos ineluctables del destino que se han forjado.
La verdad es que leí esta novela hace como quince años y no recuerdo nada, así que no os puedo decir qué me pareció ni nada. Pero sí os puedo decir que me la dejó un amigo y, por mil circunstancias, no se la devolví en su día y sigue en casa. Cada vez que se pasa por aquí le digo que la coja, pero pasa. Así que, creo que se queda a vivir conmigo.
Es la única vez que no he devuelto un libro a su propietario, básicamente porque me da mucha rabia que no me devuelvan los míos. Y me pasa constantemente. La mayoría de los libros que dejo los acabo dando por perdidos. Antes me enfadaba; ahora que soy zen he decidido que es parte de la vida de esos libros, acabar en otras casas, en otras estanterías, junto a otros libros que no son míos. Qué le voy a hacer. Pero da rabia que no te devuelvan los libros, así que, devolved los que tengáis por ahí que no sean vuestros (yo volveré a decirle al dueño de esta novela que la coja cuando se pase por mi casa).
Vuestro turno. ¿Qué libro no devolvisteis? ¿Pensáis devolverlo? Tenéis los comentarios o Twitter (ya sabéis, usando la etiqueta #30libros) a vuestra disposición.
En esta categoría sí que me has pillado porque todos los libros que hay en mi casa son míos, devuelvo todo los que me dejan porque me pone de un mal humor terrible que no me los devuelvan a mi, por eso hace tiempo que no dejo libros, soy un poco radical, lo sé.